6 de diciembre
Palermo, Sicilia— Italia
Se podría decir que llevo esperando este momento por muchos años, finalmente Massimo y yo nos vamos a casar. Soy consciente de que para muchos este es un evento social muy importante ya que el hijo de una de las familias más ricas del país finalmente se va a casar, pero para mi esto significa mis sueños haciéndose realidad y es que él y yo nos enamoramos de una manera tan profunda, que nadie podría llegar a entenderlo.
—Hija, te ves deslumbrante. — Me dice mi madre al terminar de ajustar mi gran vestido de novia.
Nuestras miradas se cruzan en el reflejo del espejo y no puedo parar de sonreír —Gracia madre, soy tan feliz, aun no me creo que me vaya a casar con él. — Logro decir en medio de mis nervios.
—Se aman cariño, hace tres años que están juntos y era evidente que llegaría este día. — Comenta ella y muerdo mi labio inferior a causa de los nervios.
—Lo sé, pero es que este es un gran paso, sobre todo con lo que significa casarme con él...— Murmuro y es que estoy muy clara que ser la esposa de uno de los miembros de la familia Draghi conlleva una gran responsabilidad.
《Respiro profundo, pero los nervios siguen ahí, quizás no es exactamente la boda lo que me tiene nerviosa, sino la noticia que le daré en algunas horas durante nuestra noche de bodas. 》Pienso y trato de imaginarme que cara pondrá al enterarse de la noticia.
—Creo que necesitas un momento a solas para relajarte. — Me dice mi madre con una gran sonrisa en su rostro y asiento.
—Sí, espérenme con papá abajo en el lobby del hotel, bajo en un momento para ir al salón. — Le pido y asiente.
—No te tardes mucho hija, si no el novio se pondrá nervioso. — Bromea y sale de la suite para dejarme sola.
Doy vueltas sobre mis pasos y hago que la tela del vestido se mueva de un lado al otro, hasta que debo detenerme ya que me estoy mareando. Lo que menos quiero es que las náuseas vuelvan a ganarme como lo han hecho estos últimos días.
—¡Ya Chiara!— Me digo a mi misma mirándome al espejo —Este es tu día, hoy finalmente te convertirás en la esposa del hombre de tu vida... relájate.— Me repito y una vez que relajo mi cuello y hombros, tomo valor y salgo de la habitación.
Camino el pasillo hasta que llego a la suite donde sé que se estaba cambiando él, pero me extraña que la puerta este a medio abrir 《quizás salió con tanta prisa que se olvidó de cerrarla》Pienso y la abro para asegurarme que nadie esté allí dentro, pero el sonido de una voz femenina que conozco muy bien llama mi atención. Camino por la suite hasta llegar a donde está la habitación, y mis ojos no dan crédito a lo que están viendo.
—¡Eres un imbécil Massimiliano!— Le grito cuando lo encuentro sentado en el borde de la cama con sus pantalones y boxer a la altura de sus tobillos y mi mejor amiga Sandra encima suyo.
《No lo puedo creer, es que no me puede estar pasando a mi... no hoy...》
Intento salir de la suite, pero su mano me detiene sujetándome del brazo. —Chiara, amore... espera, yo puedo explicártelo.— Me dice desesperado mirándome con esos ojos grises que solían ser mi vida entera, y yo solo siento más rabia contra él.
Me doy vuelta y con toda mi fuerza en mi mano más débil, que es la izquierda, le lanzo una bofetada. —¡¿Crees que necesito que me expliques como te estabas follando a mi mejor amiga?!— Exclamo y me deshago de su agarre moviendo mi brazo con todas mis fuerzas.
No puedo más, siento que se me parte el corazón mientras corro por el pasillo de este hotel y me subo al elevador bajo el sonido de su voz llamando mi nombre. Las lagrimas invaden todo mi rostro en el trayecto del elevador, me siento la mujer más desdichada del mundo, jamás imagine que algo así pudiera llegar a ocurrirme. Es mi peor pesadilla hecha realidad.
El ring del elevador anuncia que las puertas están por abrirse y yo simplemente camino a toda prisa —Hija, ¿Qué sucede? — Me preguntan mis padres cuando llego al lobby del hotel y me ven llorando.
—Me voy. No hay boda, no puedo explicarles ahora. — Explico de manera muy confusa y sigo mi camino hasta que salgo del hotel.
La limusina que nos llevaría a Massimiliano y a mí a nuestra luna de miel, está estacionada frente a mí y solo se me ocurre subirme en ella y golpear el cristal que separa al conductor del resto del vehículo. Los ojos negros del conductor me miran confundidos. — ¿Se encuentra bien?— Me pregunta y niego.
—No, ¿Las maletas están en el maletero? — Pregunto entre lágrimas.
—Sí, la hermana de su esposo las trajo hace un momento. — Me indica.
—Perfecto, entonces lléveme al aeropuerto. — Le pido desesperada al ver que Massimiliano sale del hotel buscándome. —¡Arranque ya!— Le grito y el chofer reacciona.
Quiero arrancarme este vestido, quiero morirme aquí mismo... no puede haberme sucedido una cosa así... no entiendo… ¿hace cuánto que me engaña con ella? ¿Acaso lo nuestro ha sido una mentira? ¿Quién era yo en su vida? ¿Un juguete?
Llevo mis manos a mi vientre e intento tranquilizarme... —A ti no te pasara nada mi amor, te lo prometo, no necesito de tu padre para tenerte. Lo siento cariño, tú necesitas un padre, pero no puedo quedarme junto a alguien que me ha sido infiel a minutos de nuestra boda. — Le digo a mi pequeño o pequeña que crece dentro de mí.
En estos momentos, no sé qué es lo que más me duele... si el hecho de que Massimiliano me haya sido infiel, o el saber que no contare con él para cuando nazca nuestro hijo. Lo único que sé, es que no puedo seguir aquí. No puedo enfrentarme a las más de 200 personas que habían venido a presenciar lo que sería el día más feliz de nuestras vidas, pero que él arruino. Ni siquiera puedo ver a mis padres a la cara... no tengo fuerzas, mi perfecto mundo se derrumbo frente a mis ojos.
[MASSIMILIANO]Palermo, Sicilia— Italia La veo partir delante de mis ojos y no puedo dejar de reprocharme que no he podido detenerla. Soy el más imbécil del mundo por haberme enredado con su mejor amiga, sé que jamás me lo perdonara. Las lágrimas caen por mis mejillas con una mezcla de dolor y rabia por lo débil que he sido. Sabía muy bien a lo iba Sandra, sus intenciones fueron muy claras en todos estos meses, y así todo no he sido lo suficientemente hombre para alejarla de mi vida y mucho menos para tener el valor de decirle a Chiara lo que sucedía.Mis rodillas caen al pavimento y solo puedo maldecirme a mí mismo por lo que he hecho. He destruido todo lo hermoso que había construido junto a ella por un momento de debilidad. No entiendo que se me cruzo por la cabeza para haberme liado con su mejor amiga... mucho menos el día de nuestra b
[CHIARA]3 meses después: 7 de marzoMiami, Florida— Estados UnidosNo puedo dejar de mirar el ultrasonido que me han entregado ayer en la clínica. Sé que aún es muy pequeña, tengo tan solo cinco meses, pero no puedo dejar de imaginarme como será. Mi hija es la única razón por la cual he querido salir adelante después del gran dolor que me ha causado su padre.Mis padres han insistido en que regresara a Italia apenas les dije del embarazo. Han intentado convencerme de que así Massimiliano y yo no estemos juntos nunca más, él tiene el derecho de saber que será padre y hacerse cargo de su hija como corresponde, pero la verdad es que no tengo el valor de regresar allá. No me siento lista para afrontar nada de todo lo que sé que me espera. Sé muy bien que mi hija es una Draghi más
[MASSIMILIANO]7 de marzoMiami, Florida— Estados UnidosPaola llevaba razón, Salva nos ha mentido a todos, no ha venido a ninguna a Miami para asistir a ninguna convención. Me quedo en el auto que he alquilado en el aeropuerto, y lo observo entrar a una casa que más que casa parece una mansión como en la que nosotros vivimos en Sicilia. La junta directiva me matara, me he escapado previo a mi viaje a Latinoamérica sin previo aviso, pero no podía no viajar siguiendo los datos que me ha dado Paola acerca del repentino viaje de Salva a Miami. Era imposible si es que esto representa una posibilidad de encontrarla.Me quedo aquí y espero pacientemente, pero no puedo dejar de pensar en que Sandra también me matara. Sé que he sido un idiota por enredarme con ella, pero ahora debo asumir las consecuencias de mis actos, y la principal, es
2 semanas después: 23 de marzoMiami, Florida— Estados UnidosYa hace dos semanas del encuentro con Massimiliano, y aun no lo puedo superar. El ver esos ojos grises que tanto he memorizado en nuestros años juntos me ha hecho revivir todo lo que intenté borrar en los meses que estuve alejada de él. Todavía no puedo creer que tan solo me haya pedido que lo mantuviese al tanto del embarazo, ni siquiera me ha preguntado por mí. No le ha importado si estaba bien o no... supongo que ya no me ama, o quizás hace mucho no lo hacía y su historia con Sandra llevaba ya tiempo antes de nuestra fallida boda.Entro a mi taller de diseño y es solo cuando me cruzo con el presidente de la empresa es que regreso a la realidad. —Chiara, ¿te encuentras bien? — Me pregunta y debo mirar sus ojos negros para demostrarle que si lo estoy.&Eac
4 meses después 6 de JulioMiami, Florida – Estados Unidos—Mi amor, por favor tranquilízate.— Me dice Asier mientras aprieta mi manos en esta sala de espera donde esperamos por el doctor.—Tengo miedo, no me siento bien... llama a Salva por favor; pregúntale si Massimiliano ha llegado, me ha prometido estar aquí el día que naciera su hija.— Le pido en medio de mis nervios.En todos estos meses, Asier ha sabido ganarse mi corazón, o al menos lo que ha quedado de el. Me ha conquistado día a día y, aunque él es consciente de que aun no lo amo como lo ame a él, es paciente y me ama sin condiciones. Tanto así que me he atrevido a contarle quien es el padre de mi niña y ha aceptado de que Massimiliano se comunicase conmigo de vez en cuando para saber de su hija. Y en una de esas conversacio
6 de JulioMiami, Florida – Estados UnidosLa enfermera me acerca a mi niña cuidadosamente, y por primera vez la puedo ver bien ya que cuando nació se la llevaron rápidamente a hacerle estudios. Me parece estar viendo el sol por primera vez, es tan hermosa… Ella la coloca entre mis brazos y no puedo contener las lágrimas de emoción.—Hola mi princesa, soy tu mami. — Digo y tomo su pequeña manito con la mía.—Mi sobrina es preciosa.— Comenta Salva y solo puedo sonreírle.—Lo es, mira la carita que tiene... esa naricita... su cabello. — Señalo contemplándola como el más precioso tesoro que la vida me ha regalado. —Pero acércate. — Le pido a Asier quien me mira emocionado.Él camina hacia mí y toma la manito de mi niña —Es una mu&
Octubre 23Rio de Janeiro, BrasilSalgo de la sala de reuniones completamente agotado después de haber concluido con un reunión de negocios que me tuvo más de tres horas encerrado en una sala de juntas. Hoy ha sido la ultima, he estado cinco meses recorriendo el continente completo cerrando negocios y en medio de todo ese caos mi vida se convirtió en una mezcla de sueños y pesadillas. El éxito me sonríe, los socios me felicitan y todo sale a la perfección, pero por el otro lado lo que me ha destruido ha sido no poder ir a conocer a mi hija en persona, una bebé que tiene ya casi cuatro meses... No veo la hora de ir al aeropuerto mañana y viajar a Miami para finalmente conocerla. Su madre me envía fotos todas las semanas, pero no quiere hablar conmigo y la entiendo he sido un imbécil con ella.Tampoco logro superar lo que me ha hecho Sandra.
[MASSIMILIANO]Octubre 25Miami, Florida— Estados UnidosNo sé ni por dónde empezar a decirle todo lo que debo explicarle. Sus ojos me miran expectante, y nuestra hija jala su cabello mientras que está sentada sobre su regazo. Sonrió al verla hacer eso y de verdad que es preciosa.—¿Vas a hablar?— Pregunta firme.—Si prometes creerme. — Le advierto.El camarero deja lo que hemos ordenado sobre la mesa y ella asiente.—Te escucho. — Habla fría y soy consiente de que nada de todo esto es fácil para los dos.—El día de nuestra frustrada boda, Sandra me sedujo una vez más. Llevaba meses intentándolo, pero como imbécil caí en su red el día que menos debí hacerlo. Me he recriminado una y mil veces el haber hecho lo que hice. Ni siquiera s&