[MASSIMILIANO]
Octubre 25
Miami, Florida— Estados Unidos
No sé ni por dónde empezar a decirle todo lo que debo explicarle. Sus ojos me miran expectante, y nuestra hija jala su cabello mientras que está sentada sobre su regazo. Sonrió al verla hacer eso y de verdad que es preciosa.
—¿Vas a hablar?— Pregunta firme.
—Si prometes creerme. — Le advierto.
El camarero deja lo que hemos ordenado sobre la mesa y ella asiente.
—Te escucho. — Habla fría y soy consiente de que nada de todo esto es fácil para los dos.
—El día de nuestra frustrada boda, Sandra me sedujo una vez más. Llevaba meses intentándolo, pero como imbécil caí en su red el día que menos debí hacerlo. Me he recriminado una y mil veces el haber hecho lo que hice. Ni siquiera s&
[MASSIMILIANO]Cinco días después: octubre 30Miami, Florida – Estados UnidosMiro el enorme edificio enfrente de mí y no puedo evitar sentir nervios antes de entrar. Volveré a verla después de cinco días. Me siento igual que el primer día que fui a casa de sus padres a buscarla para nuestra primera cita, pero nada puede estar más lejos de ese momento, tan solo me estoy apareciendo aquí para ver a mi hija e intentar recuperar de alguna manera a su madre.Tomo valor y entro al edificio donde me recibe una mujer de más o menos treinta años de cabello rojizo. —Buenos días, ¿en qué le puedo ayudar? — Me pregunta amablemente.—Estoy buscando a la señorita Chiara Rossi.— Le dejo saber.—¿Su nombre?—Inquiere—Massimi
Días después 15 de NoviembreMiami, Florida –Estados UnidosLos negocios por Estados Unidos hasta ahora han superado todas las expectativas, y es que por momento llegue a pensar que todo se caería de un momento a otro. Tenía miedo de no ser capaz de llevarlos a cabo, pero afortunadamente, el éxito me sonríe otra vez. Si tan solo ella y mi hija me hubiesen acompañado en estos viajes... Hoy me toca dar una conferencia en la ciudad de Miami y obviamente la he invitado para que fuera, pero no sé si lo hará.Pensar que ella me ha acompañado en cada momento importante de mi vida. Ha estado al lado de cada evento al que me han invitado y en cada reunión importante a la que he asistido. Sigo echándome en cara una y otra vez mi maldito error, llevo casi un año sin ella a mi lado y cada día la extraño más y má
[CHIARA]No es ninguna novedad que Massimiliano haya brillado en su conferencia, él siempre brilla cuando se trata de lo que sabe. Debo admitir que él que me mirara a mí y a su hija durante todo la presentación me ha conmovido; sobre todo cuando agradecía a la gente que lo apoyaba en ser quien era. Apenas ha terminado el evento, yo he regresado a donde nos encontramos antes para poder hablar con él. Luciana me indica que lo espere en su improvisado camerino y mientras lo hago, aprovecho para cambiarle el pañal a mi niña.—Hola.— Lo escucho decir cuando estoy por terminar.—Hola, muy buena conferencia. — Me limito a decirle y sigo con mi tarea.A los pocos segundos él está a mi lado y observa lo que hago con mucho interés. —Gracias. Algún día deberé cambiarle un pañal yo.— Comenta y solo puedo mirarlo de r
[MASSIMILIANO]Un poco menos de 2 años después:Octubre 1Miami, Florida – Estados UnidosNuevamente en esta ciudad, el lugar donde mis nervios afloran. Durante los últimos dos años he venido varias veces para visitar a mi hija y pasar con ella su cumpleaños. Me hubiese encantado que viviera en Italia así su madre y yo no estuviéramos juntos, pero no puedo pedirle a Chiara que lo deje todo cuando aquí se ha convertido en una de las diseñadoras más importantes.—Massimiliano, sé que quieres ver a tu hija, pero primero tenemos que ir a las reuniones que tienes pactadas. — Me repite Luciana cuando nos acercamos a la limusina.—Ya lo sé. No entiendo porque no me dejas ir por ella y luego vamos donde quieras. — Digo con rabia.—Porque tiene do
[CHIARA]Siento sus grandes y trabajados brazos rodeándome mientras que mi mente es un caos por todo lo que esta sucediendo en estos instantes en mi vida. El aroma de su exquisita fragancia invade mis sentidos y no me puedo creer que después de todos estos años separados aun siga usando aquella misma colonia que le regale en nuestra primera navidad juntos y que a partir de ahí nunca dejo de usar.Quisiera borrar estos últimos casi tres años, quisiera despertar y que todo fuese una pesadilla. Me encantaría que su abrazo fuese uno de esos que me daba cuando amanecíamos juntos en nuestra cama. Los recuerdos junto a él invaden mi mente y junto al miedo que siento de perder a mi padre, sumado a lo triste que estoy por lo que me ha hecho Asier y sin poder evitarlo, las lagrimas comienzan a derramarse por mis mejillas sin que pueda parar.—Tranquila mi vida.— Lo escucho decirme y emp
[MASSIMILIANO]Estoy totalmente sorprendido por su actitud. La veo moverse por la cocina mientras prepara el desayuno y al igual que ayer, ver sus caderas de esa manera es la perfección. —Luciana se escuchaba muy preocupada.— Dice haciendo que vuelva a la realidad.—Ella siempre se preocupa. Quise que ver a Aysel sea lo primero que hiciera ayer, pero me tenían todo el día planificado. — Me explico.Ella se da la vuelta, y deja la taza de café sobre la mesa. —No te preocupes, y disculpa por no haberte avisado que me mude...— Comenta y sigue con la tarea de sacar el pan tostado de la tostadora.—No hay problema, el departamento esta muy bonito. — Digo mirando a mi alrededor. ——Gracias, pero creo que no lo disfrutare por mucho tiempo. — Comenta triste.—¿Por qué lo dices?— Le pregunto sin apartar mi mirada d
[CHIARA]8 días después: 10 de octubrePalermo, Sicilia— ItaliaHa sido demasiado difícil tomar aquella decisión de dejarlo todo atrás en Miami y regresar a casa para acompañar a mi madre en toda esta situación. Mi padre aún sigue recuperándose en el hospital y sé que quiere ver a su nieta, pero no puedo llevarla allí. Con mi respiración descontrolada a causa de los nervios que me provoca estar aquí nuevamente, toco el timbre de la inmensa casa de la familia de Massimiliano ya que él único que ha conocido a Aysel ha sido Salva.Pocos minutos después abren la puerta y afortunadamente es él. — ¡Mi niña! — Exclama Salva al verme y luego mira a mi pequeña que esta tomada de mi mano a mi lado. — ¡Pero mira quien está aquí!—
[MASSIMILIANO]Nueve de la noche... Por tercera vez miro el reloj y sigo esperándola. Hace una hora que me ha llamado para decirme que pasaría por casa de su madre a cambiarse y a buscarle el pijama a Aysel. —Cuanto que tarda tu mami.— Le digo a mi pequeña que está sentada sobre mi regazo mientras mira los dibujos animados en la televisión.—¿Quién lo hubiese dicho?— Me sorprende la voz de mi madre y coloca su mano sobre mi hombro. —El más pequeño de mis hijos padre de una preciosura como lo es esta niña.— Dice feliz.—Siento que no la hayas podido ver antes madre, ha sido mi culpa.— Me disculpo mientras da la vuelta al sofá y luego se sienta a mi lado.—¿Aun la amas? ¿no?— Me pregunta.—Demasiado...— Respondo muy seguro.Mi madre esta por decir algo, cuando tocan