[CHIARA]
No es ninguna novedad que Massimiliano haya brillado en su conferencia, él siempre brilla cuando se trata de lo que sabe. Debo admitir que él que me mirara a mí y a su hija durante todo la presentación me ha conmovido; sobre todo cuando agradecía a la gente que lo apoyaba en ser quien era. Apenas ha terminado el evento, yo he regresado a donde nos encontramos antes para poder hablar con él. Luciana me indica que lo espere en su improvisado camerino y mientras lo hago, aprovecho para cambiarle el pañal a mi niña.
—Hola.— Lo escucho decir cuando estoy por terminar.
—Hola, muy buena conferencia. — Me limito a decirle y sigo con mi tarea.
A los pocos segundos él está a mi lado y observa lo que hago con mucho interés. —Gracias. Algún día deberé cambiarle un pañal yo.— Comenta y solo puedo mirarlo de r
[MASSIMILIANO]Un poco menos de 2 años después:Octubre 1Miami, Florida – Estados UnidosNuevamente en esta ciudad, el lugar donde mis nervios afloran. Durante los últimos dos años he venido varias veces para visitar a mi hija y pasar con ella su cumpleaños. Me hubiese encantado que viviera en Italia así su madre y yo no estuviéramos juntos, pero no puedo pedirle a Chiara que lo deje todo cuando aquí se ha convertido en una de las diseñadoras más importantes.—Massimiliano, sé que quieres ver a tu hija, pero primero tenemos que ir a las reuniones que tienes pactadas. — Me repite Luciana cuando nos acercamos a la limusina.—Ya lo sé. No entiendo porque no me dejas ir por ella y luego vamos donde quieras. — Digo con rabia.—Porque tiene do
[CHIARA]Siento sus grandes y trabajados brazos rodeándome mientras que mi mente es un caos por todo lo que esta sucediendo en estos instantes en mi vida. El aroma de su exquisita fragancia invade mis sentidos y no me puedo creer que después de todos estos años separados aun siga usando aquella misma colonia que le regale en nuestra primera navidad juntos y que a partir de ahí nunca dejo de usar.Quisiera borrar estos últimos casi tres años, quisiera despertar y que todo fuese una pesadilla. Me encantaría que su abrazo fuese uno de esos que me daba cuando amanecíamos juntos en nuestra cama. Los recuerdos junto a él invaden mi mente y junto al miedo que siento de perder a mi padre, sumado a lo triste que estoy por lo que me ha hecho Asier y sin poder evitarlo, las lagrimas comienzan a derramarse por mis mejillas sin que pueda parar.—Tranquila mi vida.— Lo escucho decirme y emp
[MASSIMILIANO]Estoy totalmente sorprendido por su actitud. La veo moverse por la cocina mientras prepara el desayuno y al igual que ayer, ver sus caderas de esa manera es la perfección. —Luciana se escuchaba muy preocupada.— Dice haciendo que vuelva a la realidad.—Ella siempre se preocupa. Quise que ver a Aysel sea lo primero que hiciera ayer, pero me tenían todo el día planificado. — Me explico.Ella se da la vuelta, y deja la taza de café sobre la mesa. —No te preocupes, y disculpa por no haberte avisado que me mude...— Comenta y sigue con la tarea de sacar el pan tostado de la tostadora.—No hay problema, el departamento esta muy bonito. — Digo mirando a mi alrededor. ——Gracias, pero creo que no lo disfrutare por mucho tiempo. — Comenta triste.—¿Por qué lo dices?— Le pregunto sin apartar mi mirada d
[CHIARA]8 días después: 10 de octubrePalermo, Sicilia— ItaliaHa sido demasiado difícil tomar aquella decisión de dejarlo todo atrás en Miami y regresar a casa para acompañar a mi madre en toda esta situación. Mi padre aún sigue recuperándose en el hospital y sé que quiere ver a su nieta, pero no puedo llevarla allí. Con mi respiración descontrolada a causa de los nervios que me provoca estar aquí nuevamente, toco el timbre de la inmensa casa de la familia de Massimiliano ya que él único que ha conocido a Aysel ha sido Salva.Pocos minutos después abren la puerta y afortunadamente es él. — ¡Mi niña! — Exclama Salva al verme y luego mira a mi pequeña que esta tomada de mi mano a mi lado. — ¡Pero mira quien está aquí!—
[MASSIMILIANO]Nueve de la noche... Por tercera vez miro el reloj y sigo esperándola. Hace una hora que me ha llamado para decirme que pasaría por casa de su madre a cambiarse y a buscarle el pijama a Aysel. —Cuanto que tarda tu mami.— Le digo a mi pequeña que está sentada sobre mi regazo mientras mira los dibujos animados en la televisión.—¿Quién lo hubiese dicho?— Me sorprende la voz de mi madre y coloca su mano sobre mi hombro. —El más pequeño de mis hijos padre de una preciosura como lo es esta niña.— Dice feliz.—Siento que no la hayas podido ver antes madre, ha sido mi culpa.— Me disculpo mientras da la vuelta al sofá y luego se sienta a mi lado.—¿Aun la amas? ¿no?— Me pregunta.—Demasiado...— Respondo muy seguro.Mi madre esta por decir algo, cuando tocan
[MASSIMILIANO]El silencio reina en este lugar y siento como si mi pregunta hubiese generado un eco que no tiene fin. — No me has respondido. — Me atrevo a decir para romper el silencio —¿Te has enamorado de él?— Repito.—Creo que lo que tú quieres saber es si te sigo amando. — Responde y no sé si sea bueno que cambie mi pregunta.Me pierdo en su mirada verde. — Me gustaría saber las dos cosas. — Le contesto con una tímida sonrisa.Conozco cada gesto de ella, la manera que sus ojos me evitan cuando está pensando algo que le he dicho. Así fue como me confeso que estaba enamorada de mi aquella noche de verano mientras caminábamos por la playa."Me encantas Chiara."Recuerdo que le dije tomando sus manos mientras caminábamos por la orilla.Ella evito mirarme como lo está haciendo ahora y so
[MASSIMILIANO]Su mirada se cruza con la mía de manera esporádica mientras caminamos por la orilla de la playa después de haber cenado. Me sigue amando, eso es lo más importante ¿No me lo hará fácil?, claro. No me importa nada, solo quiero volver a ganarme su confianza, volver a ser el dueño de su corazón completamente, de sus besos, de sus caricias... de su cuerpo. Ese cuerpo que en su momento fue solamente mío y conocía tan bien... Llevo cada detalle de ella grabado en mi mente.Tomo su mano tímidamente en medio de este silencio que se interrumpe a causa del ruido de las olas rompiendo en las rocas, y su mano no me rechaza, pero tampoco me sujeta con fuerza —¿Extrañabas caminar por aquí?&mdas
[CHIARA]Siento su mirada sobre mi mientras levanto a Aysel de su cama para llevármela a casa. Ya son las dos de la madrugada y mi hija claramente no se despertará ni porque la lleve a un concierto, tiene el sueño súper pesado. — ¿Por qué no se quedan aquí? Es muy tarde para que conduzcas a tu casa.— Propone.—No creo que sea correcto.— Le respondo sin mirarlo.—Yo duermo en el cuarto de invitados, quédate aquí con ella.— Insiste.—Tendremos que dar explicaciones y no q