La lluvia caía con fuerza sobre ellos, el frío golpeaba con fuerza pero él no parecía sentirlo.
Theo se se quitó del rostro el cabello mojado que lo molestaba. Estaba jodidamente desesperado pero no lo podía admitir, aunque Adam ya lo sabía.
Theo tenía miedo de que ella saliera herida y perderla, esta vez para siempre.
Adam se acercó a Theo y le extendió la carpeta.
—Todos son criminales inexpertos, excepto el lider. Ha robado varios bancos con éxito.
—Este será su último robo. Se ha pedido con mi mujer y eso no lo puedo dejar pasar con facilidad.
Aurora se alejó con fuerza del hombre y lo miró.
—Necesito sentarme, estoy mareándome.
—¿Qué mierda haces?— preguntó el hombre de barba cerrada.
—Jefe se esta mareando, déjela sentarse
Aurora se limpió las lágrimas y miró al hombre de ojos verdes. Él la miraba con un rostro lleno de mortificación y nervios. Ansioso por las respuestas que le podría dar Aurora y después de pensarlo unos segundos, decidió guardar silencio.Adam se sentó en la orilla de la cama de Aurora y la miró. Le sonrió y suspiró antes de volver a sonreír.Él hombre de ojos azules se sentía completamente feliz y tranquilo al verla bien. Quería abrazarla y decirle lo mucho que la quería pero no podía, podía sentir la mirada de Theo sobre su cuerpo.—No te atrevas a hacerle daño a mi hijo —susurró Aurora.Adam frunció el ceño al escuchar el francés, suspiró y miró a Theo.—Gracias a mi hijo...te encontré. —dijo Theo, recalcando el "mi".&mdas
La lluvia caía con fuerza sobre los edificios de la cuidad, la tenue luz de la luna iluminada la azotea del edificio mientras que Theo observaba la calle de la ciudad.Un sentimiento de remordimiento crecía dentro de él y no podía evitar sentirse de ese modo, si tan solo se hubiera comportado diferente con ella en el pasado, si tan solo hubiera sido diferente.Las cosas serían diferentes, Aurora sería diferente con él y probablemente sería suya.Cuando deseaba que ella fuera suya, deseaba tenerla entre sus brazos, decirle lo mucho que la amaba y hacerla suya en cualquiera lugar.La amaba tanto que sentía que estaba completamente cegado.Sabía perfectamente que la situación no estaba a su favor.Aurora prácticamente lo odiaba y había alguien nuevo en el juego y él estaba perdiendo la partida.Theo se pasó el cabello mo
Aurora miró al pequeño niño y suspiró. Podía ver la ansiedad y los nervios en la mirada de su hijo.Acarició su cabello con suavidad y le sonrió al pequeño.—Solo es un poco de sangre, no pasará nada.Henry la miró y suspiró antes de asentir.— ¿Vendrá papá?— preguntó Henry.Aurora se mordió el labio y suspiró ruidosamente.—No estoy segura hijo.Henry sonrió cuando las puertas del ascensor se abrieron y dejaron a la vista al hombre de ojos verdes, Theo sonrió y se acercó a su hijo. Lo tomó entre los brazos y lo cargó mientras veía a la mujer de cabello oscuro.—Te miras cansada —le dijo.Ella asintió y se cruzó de brazos.—No dormí en toda la noche, Henry le tiene mucho miedo a la sangre y t&u
Theo observó a Aurora en la camilla, negó y soltó un fuerte gruñido antes de abandonar la habitación y caminar hacia el laboratorio.Tenía que ser una broma, Henry era suyo, él lo sabía. Lo podía sentir.Sin importar la situación, sin importar los resultados, Henry era su hijo y siempre lo sería.La mujer rubia salió al pasillo y observó a la fiera que venía hacia ella.Theo la miró y le tiro el sobre a la cara. Solo había una explicación para todo eso.— ¿Quién te pago?—preguntó él.— ¿De qué habla?— preguntó la mujer. La mujer lo observó con atención y retrocedió un paso al reconocerlo. Se agachó y tomó la hoja de papel, observó el resultado negativo y suspiró. — lo siento mucho pero... no es mi c
Theo esperóque Aurora curara a Axel. Aurora estaba harta, Axel y Theo parecían niños peleando sin razón alguna.Aurora colocó una pequeña curita sobre la ceja de su novio y sonrió antes de verlo, suspiró y le dio un pequeño beso antes de susurrarle unas cuantas cosas.Theo prefirió ver la ventana a ver eso, observó los altos edificios y suspiró intentando quitarse la pesada sensación del pecho.El sonido de la puesta lo hizo voltear, se sorprendió al encontrar a Aurora mirándolo fijamente, ella tragó saliva y volteó rápidamente hacia otra dirección.Theo se acercó a ella y se sentó en la camilla.—Necesito hablar contigo —dijo él.Aurora lo observó y asintió antes de quitarse los guantes de látex.—Necesito... curarte los nudillos—di
Las voces en el pasillo la distraían, se llevó las manos a la cabeza y suspiró mientras caminaba por la habitación.—Debes de convencerla —susurró Aron.—Mami nunca sale —susurró Henry.Aurora se sentó en la gran cama y se miró en el espejo durante unos segundos. La idea de salir con sus amigos y divertirse no estaba en su vida, al menos no desde que Theo había llegado a su vida, años atrás.Se había convertido en una madre y tenía que cuidar a sus hijos. Admitía el hecho de haber perdido por completo su libertad, había dejado de salir y sobre todo, había dejado de divertirse.Se mordisqueó el labio totalmente nerviosa y ansiosa. Se acercó a la puerta y la abrió rápidamente, observó a su amigo y se recargó en el marco de la puerta.—Sé perfectamente lo q
La mujer de cabello oscuro se cruzó de brazos y observó al hombre que conducía a su lado. Pasó la mirada por su camisa roja y suspiró ruidosamente antes de voltear a ver la ventana.Él sonrió y colocó su mano en su pierna. Aurora jadeó al sentir el apretón en su pierna, quitó la mano de Theo y suspiró.— ¡Llévame a casa!— dijo ella.—Prefiero que estés molesta a qué estés llorando.—No estoy llorando —dijo ella.—Exactamente, gracias a que te hice molestar—susurró él. Aurora lo miró fijamente y frunció el ceño.— ¿Crees que estoy bromeando? —preguntó ella.Theo estacionó el auto a la orilla de la carretera y la miró seriamente.Aurora tragó saliva al reconocer esa mirada, escuchó el
Aurora se levantó con la buena noticia, su periodo se había ido. El día prometía ser Perfecto y ella haría que fuera perfecto.La boda de la familia de Axel era esa misma tarde, estaba lista para arreglarse y lucir hermosa para su novio.Tenía un hermoso vestido negro que Aron la había ayudado a escoger, sabía perfectamente cómo arreglarse y como lucir espectacular, en verdad deseaba verse perfecta.— ¡Papá se están quemando los huevos!— gritó Henry. Theo gruñó y revolvió rápidamente los huevos en el sartén rojo.Aurora entró a la cocina y tosió con fuerza ante el humo. La alarma de incendios se activó rápidamente y comenzó a sonar.— ¡Theo apaga eso!— gritó ella.Theo observó la alarma de incendios y la apago, miró a Aurora con su ca