Al salir del baño me dispuse en ponerme un nuevo pijama, me acosté en la cama y esperé que Inferno llegará a la habitación, pero nada.
Decidí ir hasta él, salí de la habitación y todo el pasillo estaba completamente oscuro ya que todos estaban durmiendo.
Bajé las escaleras y desde mi posición escuchaba la voz de Inferno en la cocina junto a la voz de una chica. Al entrar a la cocina los ojos de Inferno dieron a los míos.
La chica de cabello negro volteó a mí e inmediatamente los ojos azules que era lo que describía a la familia dieron a mí, la chica era realmente hermosa, tenía un parecido a los tres hermanos.
─ ¿Y ella quién es? ─soltó la hermana de Inferno.
Él caminó hasta a mí y volteó a su hermana con una sonrisa ─ Ella es Dakota, es una amiga.
Inferno.Me levanté gracias al despertador, a mi lado se encontraba Dakota en un profundo sueño. Fui hasta mi maleta y empaqué algunas prendas para estos dos días, no quise decirle a Dakota a dónde en realidad iba.Cargué la maleta y salí de la habitación con una camisa en mi mano, no podía darme el lujo de ducharme o demorar.Bajé las escaleras y vi a mi hermana en la puerta principal ─ ¿Ya te vas? ─pregunté y ella volteó a mí.─ Sí y al parecer tú estás huyendo.─ Tengo que volver a Londres, pero ella no lo sabe y si me ve con las maletas y esto quizás haga un pequeño show.Le tendí mi maleta a uno de mis hombres que se encontraba en la camioneta y subí hasta la habitación, Dakota seguía dormida, coloqué la tarjeta de crédito en la mesita de noche y le
Dakota.Pasaron dos días desde que Inferno se fue a atender asuntos importantes, lo llamé cuando me desperté ese día y no contestó. Fui al centro comercial en compañía de Olivia y Emily junto a algunos seguridad.Y Olivia como siempre me ayudó con algunos conjuntos para Infierno, me decidí por un conjunto rojo y uno negro.─ Solamente rezaré para que no vengas embarazada de esa cabaña ─soltó Emily a mi lado.─ Primero tengo que estar embarazada yo y luego Dakota ─dijo Olivia.─ No creo que tengamos sexo, Inferno es algo extraño.─ ¿No me digas que todavía no te ha besado? ─preguntó Olivia.─ Sí, ya lo hizo el día antes de irse al lugar tan importante que iría.─ ¿Y pasó algo más que un beso? ─preguntó Emily.Solté una carca
Dakota.─ Tú puedes Dakota, no tengas miedo, es sólo un hombre nunca has tenido miedo ¿Porque mierda estoy nerviosa? ─dije frente al espejo del cuarto de baño.Solté un suspiro y me metí a la ducha, enjaboné mi cuerpo, depilé mis piernas y salí, tomé el conjunto negro que había comprado y un vestido de flores algo ancho, una manga caía de mi hombro, peiné mi cabello en una coleta y solté otro suspiro.─ Deja los nervios ─ dije a mi misma.Abrí la puerta y caminé hasta la habitación vi a Inferno frente a la mesa colocando una caja de pizza. Llevaba un pantalón de chándal gris y sin nada arriba, dejando ver el tatuaje de su brazo.─ Pensé que teníamos que vestirnos para esta ocasión ─solté al llegar a él, se volteó y escaneo mi cuerpo con una sonrisa.─ Me
Inferno.Pasé mi pulgar por el labio superior de Dakota y ella entreabrió sus labios, succionó mi pulgar y eso hizo que mi pene saltará dentro de mi bóxer.Llevé mi boca a sus senos delineando su endurecida cima, ella soltó su respiración por la boca, levanté mi mirada y me encontré con esos ojos cafés.La tomé de las caderas y la recliné en el agua, me coloqué sobre sus piernas y ella tomó el impulso subió a una de las escaleras, sus piernas quedaron sumergidas en el agua, llevé mis manos a su formado estómago hasta llegar a sus bragas que en menos de un minuto las quité. Su intimidad quedó frente a mí, ella estaba completamente desnuda para mí como lo había anhelado desde el día en que la vi en esa discoteca.─ No haré nada hasta que me lo pidas ─so
Dakota.Me removí en la cama y al abrir los ojos vi el cuerpo de Inferno a mi lado, su boca estaba un poco entreabierta, parecía un pequeño bebé a mi lado.Anoche descubrí que su verdadero nombre era Ambrose, Ambrose Wembley, un nombre muy hermoso que todavía no entendía porque ocultaba.Acerqué mi rostro a él y deposité un beso en su mejilla, él abrió sus ojos y mostró una sonrisa ladeada, esa maldita sonrisa que tanto amaba.─ Buenos días ─dije devolviéndole la sonrisa.─ Buenos días, deberías ducharte hoy tengo planes para nosotros.─ ¿Planes? ¿Qué tipo de planes? ─pregunté.─ ¿Alguna vez has estado en un velero?─ No ─respondí.─ Que bueno, sigo siendo tu primera vez en algunas cosas.Se levantó de la cama y cami
Inferno.Llegamos a la playa y Dakota se deshizo de su vestido dejando ver sus curvas en un vestido de baño blanco que definitivamente le quedaba de maravilla.─ ¿No vas a quitarte la camisa? ─preguntó con una sonrisa en sus labios.Me acerqué a ella y tomé su rostro entre mis manos ─ Nunca me voy a cansar de besarte ¿Ya te lo había dicho? ─pregunté.Ella colocó sus manos en mis hombros y negó con la cabeza ─ No me lo habías dicho, pero no me quejaré de que siempre me beses Ambrose.Pegué mis labios a ella en un beso lleno de pasión, su lengua danzaba con la mía y era una sensación.La tomé de la mano y caminamos a orilla de la playa en dirección a uno de los restaurantes.─ ¿Puedo hacerte una pregunta?─ Claro ─respondí.─ ¿Tu madre está
Dakota.─ Tengo algo de sueño, anoche no dormí bien, en conclusión, no me dejaste dormir ─soltó Ambrose a mi lado. Íbamos de camino a la cabaña después de cenar en ese hermoso restaurante.─ ¿No te dejé dormir?─ No, prácticamente estabas abusando de mí, pero como yo soy un buen novio tenía que complacerte.Solté una carcajada y asentí ─ Sí claro.Llegamos a la cabaña y Ambrose se deshizo de su camisa acostándose sobre la cama, caminé hasta él y tomé lugar sobre su pecho, llevó una de sus manos a su nuca y miró a mis ojos.─ Todavía estoy pensando en que vas a regalarme para mi cumpleaños ─soltó.─ ¿Quieres algún regalo en especial? ─pregunté.─ Déjame pensarlo ─llevó sus dedos a su barbil
Inferno.Pasaron dos días desde que llegamos nuevamente a la mansión. A decir verdad, prefería mil veces estar en una casa a solas con Dakota que estar en compañía de mis hermanos, los amaba, pero era detestable no poder tocar a Dakota frente a ellos.Salí de la habitación mientras que ella se encontraba en un profundo sueño, caminé hasta las escaleras y me topé con Olivia y una mirada un poco terrorífica.─ ¿Qué? ─pregunté.─ ¿Me vas a decir la verdad sobre ese golpe de Dakota? Llegaron hace dos días con esa patética excusa de que se cayó y no lo creo, conozco a Dakota lo suficiente para saber cuándo ella miente y cuando dice la verdad ─soltó.─ La verdad es que se cayó, estaba ebria, salió del baño y se cayó.─ ¿Acaso le pegaste?─ ¿Est&a