—¡¿Por qué demonios no te mueres maldito?! ¡Púdrete en el maldito infierno de una vez por todas! ¡Te odio! ¡Jamás en mi vida me arrepentiré de algo más que de haberme aferrado a ti en ese momento! ¡Eres una m*****a basura sin corazón y sin sentimientos! ¡¡¡¿Por qué no me matas a mí?!!!
Ya sin poder luchar, Ximena se dejó caer en los brazos del hombre que la detenía. Lucas sintiéndose completamente asfixiado y agraviado, se dio la media vuelta y firmemente se alejó de ella volviendo a su estudio.
Se dejo caer en el grande sofá y su asistente trato de encogerse para pasar desapercibido pareciendo un ratón en el más apartado rincón. Con su antebrazo cubrió sus ojos recordó su rostro, sus gritos, su dolor...
—Solo quería pasar tiempo contigo... como antes...
Se tuvo que volver a llamar al médico para poder tranquilizarla.
Las botellas de Whisky se amontonaron en la mesa. Durante dos días la casa se mantuvo en un silencio sepulcral, mientras Ximena estuvo “dormida” y Lucas emborrachándose.
Ámbar, se preocupó bastante por Ximena, cuando volvió a verla su tés era un más pálida y sus pómulos se veían aún más marcados. Limpio delicadamente sus lágrimas y su sudor ocasional.
El asistente de Lucas sabía que intentar detenerlo era como tentar a la muerte misma, solo espero preocupado a que todo pasara como en ocasiones anteriores. Lo triste era que todos a su alrededor podían ver el problema, pero ninguno se podía acercar libremente a hablarle a los involucrados sin salir heridos.
Solo podían suspirar y esperar a ver cuál sería el resultado de esta triste y desgarradora historia.
Ya era el cuarto día y Ximena aun no despertaba. Ámbar se preocupó aún más y, armándose de valor, después de hacer la comida para Ximena que siempre estaba caliente esperando a que despertara, fue al estudio de Lucas. Sabía que necesitaba ese trabajo más que nada, sin embargo, no podía permanecer en la comodidad a costa de la vida de una persona.
*********
Ximena que recién abría los ojos sentía su cuerpo aún más adolorido que en otras ocasiones, hizo una señal a uno de los hombres en el balcón. Este al ver que Ámbar no estaba a la vista recordó que era la hora en la que preparaba su comida, por lo que se acercó esperando que volviera rápido.
—Quiero ver a Lucas.
El hombre al instante dio un paso hacia atrás y negó inmediatamente.
—Lo siento señora, eso no...
—Por favor, te juro que no haré nada precipitado, solo quiero... Saber...
El hombre recordó lo sucedido y le hablo con firmeza.
—Se lo aseguro señora, nada ha sucedido con respecto a sus hermanos. Yo estuve en esos días cerca del señor y ni una sola noticia se escuchó de ellos.
Ximena bajó la mirada sin creerle.
“Si no es así entonces... ¿Por qué el...?”
Negó inmediatamente y le hablo suplicante.
—Tú iras conmigo, si lo que dices es verdad... Solo quiero escucharlo de él y no diré más. Por favor...
TOC, TOC, TOC.
—¿Señor...?
Preguntó Ámbar tocando la puerta con algo de temor. Ya le habían comentado que Lucas había estado indispuesto todos esos días, pero ella ya no podía contener su preocupación por Ximena.
Solo quería pedir la visita del médico o definitivamente permiso para llevarla al hospital.
Al entrar, un tufo terrible a alcohol la recibió. Lucas estaba tirado en el suelo y montones de botellas estaban dispersas a su alrededor.
—¡Señor! ¡Señor! ¿Está bien?
Pregunto ella acercándose a ver su estado.
Lucas estaba casi inconsciente, por lo que tardó en reaccionar. El corazoncito de Ámbar se arrugó.
Pensó en Ximena, se veía que su esposo la amaba, pero por alguna razón, ella lo odiaba a muerte. Todos evitaban el tema como si se tratara de una maldición y le aconsejaron mantenerse al margen a toda costa.
—¿Ximena? ¿Te sientes bien? ¿Ya no me odias?
El rostro y la mirada completamente perdida de Lucas la sorprendieron. Ella trató de alejarse al instante, sin embargo, sus grandes manos se aferraron a su nuca y cintura respectivamente.
Encerrándola en un firme, agresivo y posesivo beso.
Ella con los ojos completamente abiertos, pudo sentir el fuerte sabor a alcohol. Y comenzó a sudar frio debido al evidente problema.
Comenzó a manotear y tratar de alejarse empujándolo, pero él la sostuvo con una aterradora firmeza, Lucas frunció el ceño ante la familiar resistencia.
Pero estaba tan harto y completamente frustrado que ignoró por completo sus intentos de escapar.
—Si te atreves a querer escapar, terminaré de aniquilar a toda tu familia.
Los empujones y negativas se detuvieron en seco, a la fuerza, entró su lengua en la dulce boquita frente a él. Se sentía un poco diferente a lo usual, pero pese a todo trató de despertar su poca consciencia. Hacía mucho que no podía tenerla en sus brazos de esa manera, anhelaba tener su calor, sus besos y escuchar sus dulces gemidos debajo de él.
No podía esperar a tenerla por completo. Así le costará un poco más de odio de su parte.
Hasta que...
—Señora... wuuuu, no es lo que usted piensa.... Hic… Por favor ayu…
—Vaya, me disculpo por interrumpir su “tiempo a solas”.
Como si de una tormenta de nieve se tratara, Lucas se sintió completamente indefenso y helado.
Al mirar al frente, vio el rostro lloroso y lleno de miedo de Ámbar. Ella rápidamente se arrastró lejos de él y comenzó a acomodar su ropa.
En un instante, la mirada consternada de Lucas, se convirtió en la de un demonio.
—Eres una…
—Nunca dejarás de lado tú naturaleza, eres un sucio miserable. Estabas a punto de abusar de ella, ¿Y ahora la culparas?
Él regreso la mirada hacia Ximena y sintió como si el suelo se abriera bajo sus pies.
Su mirada estaba llena de desdén y asco, combinada con algo de decepción y burla.
Era la primera vez en su vida, que alguien además de su padre lo miraba de esa manera.
Ximena dejó de apoyarse en el hombre y salió de ahí en silencio. Lucas se quedó completamente en blanco por un segundo, sin embargo, después de reaccionar, unos momentos después, salió tambaleándose tras ella. —Ximena... Ella al igual que él lo miro fríamente con desdén y se fue. Dejándolo completamente aturdido sin saber qué demonios había sucedido exactamente. Ximena se recargó en la puerta, mientras jadeaba dolorosamente tratando de no hacer ruido ni mostrar su debilidad a los que estaban afuera. Se cubrió la boca con fuerza y, se deslizó hasta el suelo completamente devastada. No podía procesar nada de lo que estaba sucediendo, lo único que sabía era que no había podido disolver sus dudas con respecto a su hermano y, que su “esposo” estaba tan irritado y harto de ella que había comenzado a buscar otras mujeres. —¿Entonces...? ¿Por qué? ¿Por qué me castigas así? Si ya no soy algo decente para ti... Lloro ahí, hasta que se quedó dormida. Mientras tanto, en el estud
Mi cuñada es perfecta para él. El hombre con ella con una mirada complicada no interrumpió su trabajo. Raquel cómo siempre hizo su trabajo con una sonrisa después de saber cómo sufría su hermano. —Esto es solo el inicio hermanito… ***** Quince días después…. —¡¿En dónde diablos está mi hija monstruo?! ¡Devuélveme a mi bebé! Gritó Griselda madre de Ximena entre llantos de odio y desesperación. Lucas no le dedicó una sola mirada y pareció como si simplemente diera un paseo por el parque. Su entrada imponente como si se tratara de un orgulloso general, firme y serio llamó la atención de todos. Su vestimenta impecable y perfecta solamente podía robar suspiros a su paso. Pero nadie se atrevía a acercarse al dueño de tan serio, arrogante y altivo rostro. La corte estuvo en completo silencio, de su lado, sus abogados, y su personal. Simplemente esperaron con firmeza y seriedad. Los hermanos de Ximena, Andrés y Óscar lo miraban con intenciones asesinas. Su padre Sergei
Muchos en ese momento muchos querían destrozar a la familia entera junto a ese abogado altanero y alborotador. Sin mencionar, los reporteros algo notables en el medio que esperaban expectantes una buena nota amarillista casi querían golpearse con algo la cabeza. Al recibir las noticias, creyeron que sería sencillo, pero, ahora ya sus cabezas pendían de un hilo directamente. Primero muertos que escribir algo de ese monstruo. Pudieron haberlo dudado en un principio, sin embargo… Ya estaban hablando de la desaparición de su propia esposa y el homicidio de su cuñado. Algunos “valientes” esperaban salir y contar que habían conocido en persona al demonio de los negocios del conglomerado IBE, sin embargo… Las miradas y sonrisas, que en un principio no habían notado a su alrededor, los hicieron abrir los ojos con horror y hacer sudar nerviosamente al juez sin darse cuenta. Lucas había llenado la sala de su propia gente, lo suficiente, como para rodearla por completo. El
Quería desesperadamente correr a abrazar a sus padres y sus hermanos. Decirles que lo sentía mucho y que no se preocuparan por ella, no obstante… Estaba por asestarles una última puñalada por la espalda. Bajó la mirada y, con una aparentemente mirada indiferente los miro desde el estrado. —Señora Rodríguez, ¿Podría explicar a la corte la situación actual de su estado y su relación con su familia en estos momentos? Axel, como un sonriente y carismático abogado, hizo la pregunta relajadamente. Ximena tragó, y suspiro profundamente antes de responder. —No tengo una buena relación con mis padres desde que rechazaron mi matrimonio. Cada que llamaba, hablaban de lo mismo una y otra vez, por lo que decidí distanciarme de ellos. Hace unos meses me enteré de la muerte de mi hermano... pero... Su rostro no pudo ocultar el genuino dolor que sentía y el remordimiento que la corroía por dentro, más, sin embargo, los hombres de Lucas aun sin hacer nada la estaban presionando dem
La familia de Ximena la miraba de una manera muy extraña, Esteban con los puños apretados no se movió del lugar hasta que el Juez salió de la sala y Lucas, cruzó los brazos, mientras observaba atentamente lo que Ximena hacía. Ella apretó los puños y se puso de pie mientras se mordía los labios. Sabía que esa sería su última oportunidad para hablar con ellos en mucho tiempo. Respiró profundamente varias veces y de un momento a otro caminó rápidamente hacia sus padres abrazándolos con fuerza. Axel casi sentía el corazón en la garganta y casi corría a detenerla. —Está bien, mientras no haga algo estúpido... todo estará bien... —¿Hija? Preguntó su madre al sentir su temblor mientras aún era abrazada por su esposo. Ella inmediatamente se giró y rompió a llorar mientras la abrazaba con fuerza. Sergei las abrazó a ambas y sus hermanos eventualmente se integraron al abrazo. —Perdónenme, soy la peor persona en el mundo... mi hermano... Snif, Snif —No mi niña, no es tu cul
Poco sabían los de su alrededor, que estaba pensando seriamente en usar esa cosa aparentemente inútil para poder verla un poco más. Ella al no recibir respuesta, algo apenada e incómoda debido a que se quedó completamente embelesada por el atractivo poco convencional del hombre, sonrió incómodamente, se despidió de Axel y regresó con su hermano a repartir folletos y tratar de llamar la atención de los patrocinadores. Con completa seriedad, Lucas miro a la chica directamente. —Invierte todo lo que sea necesario para que pueda salir al mercado en un mes. Axel abrió los ojos sorprendido y lo miro extrañamente, sin embargo, la estoica expresión de Lucas nunca cambió. Salvo por estar mirando a Ximena, no había nada que demostrara el interés del hombre. Axel suspiró y comenzó a hacer lo que se lo ordenó en el momento. Cuando se acercó a hablar con Andrés este se quedó tan gratamente sorprendido, que abrazó a Ximena que aplaudió y dio saltitos muy contenta por él como si fuera
Acto seguido, arrojó los cubiertos y se puso de pie. —Estoy cansada y aburrida, ¿Iremos a tu casa o quieres ridiculizarme un poco más? Lucas cerró los ojos y tratando de controlar su expresión en ese momento, suspiró profundamente, y se limpió la comisura de la boca con una servilleta. —No estoy ridiculizándote, en ese tiempo yo no sabía… Ximena se sorprendió debido a que nunca le había expresado ninguna inconformidad o explicado algo, no obstante, Lucas se quedó en silencio nuevamente. Ella sonrió con algo de dolor, hacía mucho no esperaba nada, sin embargo, en ese momento, de verdad creyó que por fin, en todo ese tiempo podría escuchar algo alentador de él. —Jejeje ¡jajajajajaja! ¡De verdad…! Jajajajaja ¡Eres una basura! Las lágrimas cayeron sin control mientras se reía sin poder contenerse. Su propia vergüenza y dolor ya eran insoportables, sentía que ese hombre era capaz de jugar con ella como le placía con unas simples palabras. —Nunca en mi vida había od
Obviamente lo que proponía no era ni moral ni legalmente aceptable. Debía necesitar ayuda realmente para extender su mano. Pero al diablo, ése hombre no lloraría por nadie jamás, y no sentiría miedo hasta no ver su propio ataúd. —Recuerda siempre tu lugar. Así fueras un hombre, la advertencia sería la misma. Mientras no me desafíes, habrá calma entre nosotros. No me importa lo que hagas o dejes de hacer, mientras no atentes contra mis intereses, incluso olvidaré tu existencia. Raquel sin mostrar más objeciones asintió y aceptó la propuesta de Lucas. Genaro vio con sus propios ojos, como sus propios hijos se alzaban sobre él y lo enterraban en el olvido. Mientras veía el rostro frío y estoico de su hija mientras se retorcía en el suelo debido al veneno. Se dio cuenta de que ella podía ser incluso peor que Lucas. Pero, para su desgracia, no viviría para verlo… Lucas y Raquel bajo la lluvia, con expresiones neutrales y sin un atisbo de pena, despidieron a su padre.