Ximena dejó de apoyarse en el hombre y salió de ahí en silencio.
Lucas se quedó completamente en blanco por un segundo, sin embargo, después de reaccionar, unos momentos después, salió tambaleándose tras ella.
—Ximena...
Ella al igual que él lo miro fríamente con desdén y se fue. Dejándolo completamente aturdido sin saber qué demonios había sucedido exactamente.
Ximena se recargó en la puerta, mientras jadeaba dolorosamente tratando de no hacer ruido ni mostrar su debilidad a los que estaban afuera. Se cubrió la boca con fuerza y, se deslizó hasta el suelo completamente devastada.
No podía procesar nada de lo que estaba sucediendo, lo único que sabía era que no había podido disolver sus dudas con respecto a su hermano y, que su “esposo” estaba tan irritado y harto de ella que había comenzado a buscar otras mujeres.
—¿Entonces...? ¿Por qué? ¿Por qué me castigas así? Si ya no soy algo decente para ti...
Lloro ahí, hasta que se quedó dormida.
Mientras tanto, en el estudio...
¡CRASH!
—¡¿Por qué demonios estas aquí?! ¡¿Viniste a arruinarme acaso?!
Ámbar que no se atrevía ni siquiera a respirar, solo tragaba en silencio su miedo y preocupación.
Lucas estaba ahí completamente histérico rompiendo cosas, pero por alguna razón aún no había ordenado que la mataran o torturaran. En parte sabía que se debía a Ximena, pero ahora se sentía aún peor.
De no ser por ella habría ocurrido lo impensable, sin embargo, no sabía lo que pensaría de ella en esos momentos.
Pero de lo que estaba segura era de que, ya no podría seguir a su lado. Solo esperaba poder salir con vida de ahí y encontrar una manera de ayudarla desde afuera.
—¿Qué demonios es lo que quieres? ¿Dinero? ¿Fastidiarme? ¡¿Porque entraste aquí?!
Ámbar con temor se encogió frente a él, pero pese a no esperar respuesta, ella habló temerosamente.
—No espero nada señor, simplemente estaba preocupada por la señora que llevaba cuatro días dormida y no podía despertarla. Me temo que si sigue de esa manera...
—¡¿Eso a ti que te importa?! ¡Es mi esposa! ¡Haré lo que yo considere mejor para que se quede aquí! ¡Lárgate de aquí antes de que decida matarte!
Ámbar tragó y temblorosa se dio la media vuelta.
—Una cosa más. Si te estoy dejando ir con vida, es por Ximena. No obstante, si abres la boca, torturare y matare a tu hermana frente a ti. ¿Está claro?
Ámbar completamente aterrada se dio la media vuelta de regreso y, con ojos llorosos asintió. Al salir, sus piernas que apenas la habían podido sostener, cedieron y cayo de rodillas en el suelo llorando.
—Debes irte.
Dijo uno de los hombres de Lucas extendiéndole la mano para que se pusiera de pie. Ella asintió y miró hacia atrás.
Probablemente esa sería la última vez que estaría ahí. Y abandonaría a Ximena de la manera más desconsiderada posible.
Se consideró una persona terrible.
********
—¿Por qué demonios estaba ella aquí?
Le preguntó a su asistente que sudaba desesperado y preocupado.
El pobre hombre sin razón quería azotar a esa mujer hasta la muerte. ¿Qué demonios iba a saber él, que ella entraría justo cuando estaba afuera supervisando el cambio de guardia?
¿Acaso la mujer era estúpida? ¿O solo pretendía como las demás?
—¡Señor! ¡Señor! ¡Se lo suplico! ¡No lo volveré a hacer! ¡Ugh!
CREAK!
—¡AHHH!
—¡Señor! ¡Le juro que no volverá a pasar! ¡Aaahhgrr!
Silencio…
Los terribles gritos desgarradores de Axel, se detuvieron.
Y Ximena que veía la triste injusta y sangrienta escena, tuvo que apartar la vista.
Sinceramente temía por Ámbar, sin embargo, parecía que sus inquietudes estaban de más.
¿Quién sería capaz de lastimar algo tan hermoso?
—Por supuesto que no.
Con una sonrisa algo triste, se alejó de la ventana y se dirigió a su cama. Esperaba fervientemente que lo que el guardia le había asegurado fuera verdad.
De lo contrario… no habría poder humano que la detuviera en esa ocasión.
Se quedó dormida en cuanto puso la cabeza en la almohada. No mucho después, Lucas entró a la habitación tambaleándose.
Se sentía terrible, con dolor de cabeza y un dolor en el pecho insoportable. Aún se veía un poco consciente por lo que se recostó junto a ella y, pensando que estaba dormida como en días anteriores, la abrazó y quiso dormir con ella en sus brazos.
Hasta que sus tranquilas y letales palabras lo arrojaron a un frío abismo nuevamente.
—Me das asco.
Mordiéndose fuertemente el labio, la apretó en su abrazo. No lo rechazó o se hizo a un lado.
Ya se sentía muy bien con eso.
Sus palabras en el pasillo le martillaron la cabeza. Y al mismo tiempo le hicieron sentir cierto grado de injusticia.
Desafortunadamente y para resarcimiento de ella…
«Lo siento, pero si quiero que tú y tu familia sigan con vida, debo conservar la mía primero»
Con sentimientos agrios, beso su cabeza y se quedó dormido con ella en sus brazos…
********
—Ella…. Estoy segura de que no estará bien en ese lugar nunca. Lo odia mucho e incluso se ha lastimado demasiado.
Usted… ¿Es capaz de ayudarla…? ¿De verdad puedo contar con… usted…?
La hermosa mujer frente a Ámbar, sonrió misteriosamente y, con seguridad asintió.
—No debes preocuparte, yo me encargaré desde aquí. En cuanto salgas de aquí, ni una sola palabra a nadie más.
Recuerda, no sólo se trata de la vida de Ximena o la tuya, la de tu hermana está en juego también.
Ámbar se mordió los labios y asintió nerviosamente. Se puso de pie y salió del lugar, guiada por un hombre serio y silencioso.
Raquel viendo desde la ventana la retirada de Ámbar sonrió.
—¿La silenciamos?
Preguntó uno de los hombres cercanos a ella. Únicamente sonrió y, regresó a su escritorio.
—Déjenla ir por el momento, nos será útil en un futuro.
El hombre asintió y continuó con su revisión de documentos.
—Nunca creí que mi hermano me daría el lujo de hacerlo sufrir tanto como me place.
Mi cuñada es perfecta para él. El hombre con ella con una mirada complicada no interrumpió su trabajo. Raquel cómo siempre hizo su trabajo con una sonrisa después de saber cómo sufría su hermano. —Esto es solo el inicio hermanito… ***** Quince días después…. —¡¿En dónde diablos está mi hija monstruo?! ¡Devuélveme a mi bebé! Gritó Griselda madre de Ximena entre llantos de odio y desesperación. Lucas no le dedicó una sola mirada y pareció como si simplemente diera un paseo por el parque. Su entrada imponente como si se tratara de un orgulloso general, firme y serio llamó la atención de todos. Su vestimenta impecable y perfecta solamente podía robar suspiros a su paso. Pero nadie se atrevía a acercarse al dueño de tan serio, arrogante y altivo rostro. La corte estuvo en completo silencio, de su lado, sus abogados, y su personal. Simplemente esperaron con firmeza y seriedad. Los hermanos de Ximena, Andrés y Óscar lo miraban con intenciones asesinas. Su padre Sergei
Muchos en ese momento muchos querían destrozar a la familia entera junto a ese abogado altanero y alborotador. Sin mencionar, los reporteros algo notables en el medio que esperaban expectantes una buena nota amarillista casi querían golpearse con algo la cabeza. Al recibir las noticias, creyeron que sería sencillo, pero, ahora ya sus cabezas pendían de un hilo directamente. Primero muertos que escribir algo de ese monstruo. Pudieron haberlo dudado en un principio, sin embargo… Ya estaban hablando de la desaparición de su propia esposa y el homicidio de su cuñado. Algunos “valientes” esperaban salir y contar que habían conocido en persona al demonio de los negocios del conglomerado IBE, sin embargo… Las miradas y sonrisas, que en un principio no habían notado a su alrededor, los hicieron abrir los ojos con horror y hacer sudar nerviosamente al juez sin darse cuenta. Lucas había llenado la sala de su propia gente, lo suficiente, como para rodearla por completo. El
Quería desesperadamente correr a abrazar a sus padres y sus hermanos. Decirles que lo sentía mucho y que no se preocuparan por ella, no obstante… Estaba por asestarles una última puñalada por la espalda. Bajó la mirada y, con una aparentemente mirada indiferente los miro desde el estrado. —Señora Rodríguez, ¿Podría explicar a la corte la situación actual de su estado y su relación con su familia en estos momentos? Axel, como un sonriente y carismático abogado, hizo la pregunta relajadamente. Ximena tragó, y suspiro profundamente antes de responder. —No tengo una buena relación con mis padres desde que rechazaron mi matrimonio. Cada que llamaba, hablaban de lo mismo una y otra vez, por lo que decidí distanciarme de ellos. Hace unos meses me enteré de la muerte de mi hermano... pero... Su rostro no pudo ocultar el genuino dolor que sentía y el remordimiento que la corroía por dentro, más, sin embargo, los hombres de Lucas aun sin hacer nada la estaban presionando dem
La familia de Ximena la miraba de una manera muy extraña, Esteban con los puños apretados no se movió del lugar hasta que el Juez salió de la sala y Lucas, cruzó los brazos, mientras observaba atentamente lo que Ximena hacía. Ella apretó los puños y se puso de pie mientras se mordía los labios. Sabía que esa sería su última oportunidad para hablar con ellos en mucho tiempo. Respiró profundamente varias veces y de un momento a otro caminó rápidamente hacia sus padres abrazándolos con fuerza. Axel casi sentía el corazón en la garganta y casi corría a detenerla. —Está bien, mientras no haga algo estúpido... todo estará bien... —¿Hija? Preguntó su madre al sentir su temblor mientras aún era abrazada por su esposo. Ella inmediatamente se giró y rompió a llorar mientras la abrazaba con fuerza. Sergei las abrazó a ambas y sus hermanos eventualmente se integraron al abrazo. —Perdónenme, soy la peor persona en el mundo... mi hermano... Snif, Snif —No mi niña, no es tu cul
Poco sabían los de su alrededor, que estaba pensando seriamente en usar esa cosa aparentemente inútil para poder verla un poco más. Ella al no recibir respuesta, algo apenada e incómoda debido a que se quedó completamente embelesada por el atractivo poco convencional del hombre, sonrió incómodamente, se despidió de Axel y regresó con su hermano a repartir folletos y tratar de llamar la atención de los patrocinadores. Con completa seriedad, Lucas miro a la chica directamente. —Invierte todo lo que sea necesario para que pueda salir al mercado en un mes. Axel abrió los ojos sorprendido y lo miro extrañamente, sin embargo, la estoica expresión de Lucas nunca cambió. Salvo por estar mirando a Ximena, no había nada que demostrara el interés del hombre. Axel suspiró y comenzó a hacer lo que se lo ordenó en el momento. Cuando se acercó a hablar con Andrés este se quedó tan gratamente sorprendido, que abrazó a Ximena que aplaudió y dio saltitos muy contenta por él como si fuera
Acto seguido, arrojó los cubiertos y se puso de pie. —Estoy cansada y aburrida, ¿Iremos a tu casa o quieres ridiculizarme un poco más? Lucas cerró los ojos y tratando de controlar su expresión en ese momento, suspiró profundamente, y se limpió la comisura de la boca con una servilleta. —No estoy ridiculizándote, en ese tiempo yo no sabía… Ximena se sorprendió debido a que nunca le había expresado ninguna inconformidad o explicado algo, no obstante, Lucas se quedó en silencio nuevamente. Ella sonrió con algo de dolor, hacía mucho no esperaba nada, sin embargo, en ese momento, de verdad creyó que por fin, en todo ese tiempo podría escuchar algo alentador de él. —Jejeje ¡jajajajajaja! ¡De verdad…! Jajajajaja ¡Eres una basura! Las lágrimas cayeron sin control mientras se reía sin poder contenerse. Su propia vergüenza y dolor ya eran insoportables, sentía que ese hombre era capaz de jugar con ella como le placía con unas simples palabras. —Nunca en mi vida había od
Obviamente lo que proponía no era ni moral ni legalmente aceptable. Debía necesitar ayuda realmente para extender su mano. Pero al diablo, ése hombre no lloraría por nadie jamás, y no sentiría miedo hasta no ver su propio ataúd. —Recuerda siempre tu lugar. Así fueras un hombre, la advertencia sería la misma. Mientras no me desafíes, habrá calma entre nosotros. No me importa lo que hagas o dejes de hacer, mientras no atentes contra mis intereses, incluso olvidaré tu existencia. Raquel sin mostrar más objeciones asintió y aceptó la propuesta de Lucas. Genaro vio con sus propios ojos, como sus propios hijos se alzaban sobre él y lo enterraban en el olvido. Mientras veía el rostro frío y estoico de su hija mientras se retorcía en el suelo debido al veneno. Se dio cuenta de que ella podía ser incluso peor que Lucas. Pero, para su desgracia, no viviría para verlo… Lucas y Raquel bajo la lluvia, con expresiones neutrales y sin un atisbo de pena, despidieron a su padre.
—Jajajajaja ¿Tuyo? ¡Es mío! ¡Yo soporte toda la basura dejada por esa zorra oportunista! ¡¿Crees que no lo sabría a estas alturas de mi vida? Esa mujer no fue más que una sucia manipuladora y estafadora. Y tú como fiel rata, te ocultaste hasta que consideraste el momento para echarme. ¡No mereces absolutamente nada! ¡BANG! Alexei nuevamente abrió los ojos con sorpresa al sentir el impacto de la bala en su espalda. Se giró nuevamente y Lucas con una mirada indiferente lo veía caer como si no fuera más que basura. —No te mentí, de verdad... Yo soy tu hermano de sangre real... Lucas se acercó unos pasos y se puso en cuclillas junto a él. —Te creo. Alexei le dirigió una mirada aturdida preguntándose por qué entonces de lo que estaba haciendo. Lucas no lo dejo morir con la duda. —Serías un estorbo molesto hasta que eventualmente esto mismo pasara en el futuro. Me ahorraré problemas desde ahora. Al ponerse de pie, Alexei se aferró al dobladillo de sus pantalones.