Me encamino con mi ejército hacia la salida, dejando al mocoso con las tapas abiertas, ¡Le agradezco! Si, le agradezco al destino, a la vida y a Dios que el mocoso se haya quedado callado, imaginándome que está procesando cada palabra que salió de mi dulce boca. Siendo sincero no sé que hubiese pasado si el mocoso me hubiese confrontado, puesto que en este instante estoy de mal humor, y lo menos que quiero es descontrolar mis chacras.
¿Me preocupa que él sepa la verdad? Naaa… Me importa un zacatal de mierda, desde hoy se enterara el mundo entero del nuevo Máximo, ese Máximo que dejara atrás su pasado para iniciar una nueva vida con la dulce y rebelde Liliam.
—¡Caramelo! —grito.
—Jefe —adelanta sus pasos h
Lo siento Liliam, sé que te prometí que volvería, pero hay que ver que tu padre no me la está dejando tan fácil que digamos. Y yo no soy una santa paloma que se deja mangonear y menos quedarse con las tapas cerradas. ¡Si dan, yo doy!—Hay alguna razón por la cual no dejaste que ¡mi hija! Saliera de la cueva en la que está —da un paso hacia delante, eliminando el espacio entre ambos.—Ella quería esperar, pero como tú eres tan desesperado —baje mis brazos, con el fin de ponerme en posición—. Tu hija y yo…No termine la frase hasta sentir un puño directo a mi mejilla, mi cuerpo se balancea sintiendo un tremendo nocaut. Reprimo un gemido de dolor, y en un santiamén me abalanzo encim
(…)Diecinueve horas después… ¡Ah…! Qué cansancio, pero la venganza me da cada vez más fuerza. Estamos llegando al bar del imbécil, ¡no sabe lo que le espera! Rafael trajo a su gente, mientras que yo traje a Caramelo, Taladro y unos cuantos hombres.Froto mis manos al sentir el frío recorrer por todo mi cuerpo, el invierno esta como el diablo mismo, y eso que ando muy abrigado.—A lo que venimos —Rafael exclamó frotándose ambas manos.En un dos por tres avanzamos, nos esparcimos y cada grupo va a hacer lo suyo. Rafael, Caramelo y yo nos adentramos al putero, mis pasos avanzan y mi mirada está como GPS. Resuenan todas las paredes de la música electrónica, la
¡Wao…! Que satisfacción siento en mi alma, es una sensación única. Como había deseado y anhelado este momento, ¡quiero hacerle pagar por el sufrimiento que hizo en mí y en mi difunta familia!El malparido no soporta el dolor, ya que ni se puede sostener el mismo, y sin esfuerzo alguno se desploma al suelo, quejándose hasta más no poder.Reprimo las ganas de matarlo de un solo impacto, ya que eso sería como darle la gloria o hacerle la muerte más fácil, puesto que lo que quiero es hacerlo sufrir y si es necesario descuartizarlo lo haré, con el propósito de saciar las ganas que tengo en este momento.—No soy de las personas que repiten las cosas una vez y eso lo sabes perfectamente —me acerco a él&
Estoy seguro de que Rafael hizo lo que pudo, ya que pensándolo desde otro punto de vista hay que entender que hubiese muerto Rafael sin poder salvar la vida de Máximo.—Rafael… ¿Estoy hablando con Rafael? —dice con ímpetu—… Tú sabes como es este negocio y como es la situación de cada paso que nosotros damos.—¿Cómo crees que iban a saber que había una puta bomba? —se exalta.—Quiero que te vayas al punto amarillo.¡Punto amarillo! ¿Qué es eso?—Inmediatamente.—No tardes —mi padre me extiende el móvil, cortando la llamada.
(…)Entre abro y cierro mis ojos, hasta acostumbrarme a la iluminación de la habitación.—Aaaahhh… —me quejo.¿Qué dolor de cabeza? ¡Oh, por Dios! ¿Qué hice para merecer esto?—Mi niña —abro los ojos de golpe al escuchar la voz de mi madre.—Mamá —me levantó de la cama, reprimiendo las pulsaciones de dolor que tengo en mi cabeza—¿Desde cuándo estás aquí?—pregunto con algo de curiosidad.—¿No recuerdas nada mi niña? —mi madre tira una mirada asombrada. «BIENVENIDO MÁXIMO PETROV».—¿Y esto? —pregunto.—Has pasado la prueba.—¿Prueba de qué? —tiro la cara de asombro.—Tú sabes que para todo hay una prueba —dice con franqueza, sentándose frente de mí.Oh, eso quiere decir que me han elegido sin que estuviesen seguro de que fuese el ideal para este trabajo. No me enoja, pero no deberían de andar jugando porque esto es serio, aunque los malditos me tienen de los huevos… “Favor con favor se paga”.—Comprendo —exhalo.—En unas horas sale nuestro vuelo hacia Mosc&uacutCapítulo 29
Liliam.Llegando a la ciudad de Sicilia y mi cuerpo junto a mis padres nos dirigimos hacia la boutique de Samantha, puesto que no quiero descansar, no quiero postrarme en una cama a llorar lo que ya he llorado, no quiero lanzarme al abismo, puesto que el abismo viene a mí, no quiero seguir sufriendo. Desde hoy me propondré a trabajar y a trabajar, hasta olvidar mis penas.Las mismas penas que hace unas semanas hubiese evitado.Les dije a mis padres que me iría con ellos con la condición de dejarme ir a la ciudad de Sicilia junto a Samanta y Rafael. Quiero ayudarle a Samanta a expandir más su negocio y de paso así ella tendrá más tiempo para su familia y yo así tendré tiempo para mantener mi mente ocupada.Mi coraz&
—Shhh… —me calla cerca de mi oído, haciendo que mi cuerpo se estremezca.Siento como él empieza aspirar el olor de mi loción de Victoria Secret, pero no termino de comprender por qué su toque y su aroma me parecen muy familiares.—Suéltame —balbuceo, aunque es inútil, puesto que la mano del desconocido sigue puesta en mi boca.El desconocido me arrastra hacia uno de los vestidores. Intente resistirme, pero era demasiado estúpido, puesto que él tiene más fuerza que yo, pero no estrategia. Me quedo atenta a lo que hará el desconocido, relajo los músculos de mi cuerpo y me preparo. El desconocido se encarga de poner el se