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Sin exagerar, creo que llevo tres horas bailando con mi esposo y una pieza con mi padre, mi madre, Samantha y Luciana. Quién se preguntará, ¿por qué Liliam no baila con los invitados varones? Simple y sencillo, ¿por qué su esposo es celoso?
La ceremonia se hizo dentro de mi nueva casa y la fiesta en medio de un inmenso jardín. Luciana escogió que en la fiesta se instalarán varias carpas color pastel, planta de marfil, con sus lados abiertos, de frente hay una enorme fuente. La fuente fue bautizada como; la fuente del amor.
Luciana es un ángel caído del cielo, gracias a Dios hay un buen clima y el atardecer esta se despide para aceptar a la noche. En una de las carpas está la pista de baile y en la otra un gran buffet
(…)Un mes después…Es increíble como pasa el tiempo y la emoción me atrapa, ya que por fin mi pancita de garrobito se ve, ya que son tres meses de gestación. Sin duda es increíble ser madre, puesto que se siente maravilloso y aún más sentir que un pequeño angelito se forma dentro de ti. La vida que tengo hoy en día es muy diferente a la que meses atrás tenía e imaginaba.Soy una de las personas que cree que la vida es una ruleta rusa y que el mundo no es como lo ves o cómo crees que es, ya que todas las acciones tienen consecuencias adversas como; los padres que crían a sus hijos, los hijos que buscan el camino equivocado y de ellos nacen criaturas sin haber pedido venir al mundo de la perdición del vicio
(…)Un año y medio...Siento como mis ojos se achican y me salpican para luego nublarse de lágrimas, al ver a mi niño Zinov cumplir su primer añito de vida, agradeciéndole a Dios por la dicha de ser una madre y de tener una familia tan especial y extraordinaria.Hace una semana mi bebé Zinov empezó a dar sus primeros pasos y hace unos meses dijo su primera palabra “mamá”, para luego decir “papá”, y la tercera palabra que dijo mi nene fue “agua”. Eso fue un destrozo para la madrina que es más ni menos que Luciana. Ella quería que le dijera madrina o mamita Luciana… es increíble lo insistente que es la madrina de mi bebé.Me siento fe
Máximo.—Ni creas que recibiré órdenes tuyas —sisea entre dientes.¿Qué le sucede? Dentro de la casa estaba hecha un ángel de Dios y ahora está hecha una furia del demonio. ¡No comprendo nada!—¿Disculpa? ¿Tienes problemas menstruales? —pregunto de golpe sin medir las consecuencias, pero al parecer empeoré las cosas, ya que ella me lanza una mirada matadora.—Por eso uno queda viudo y olvidado —me quedo en shock.Ella pasa dándome un empujo para entrarse al auto dejándome… Los recuerdos vuelven nuevamente en mi mente, no pierdo el tiempo y me voy detrás de ella, cuando la quería lograr ag&aa
(...)Gracias a Dios estoy dentro de la cabaña, y por lo que veo esta finca está estructurada en diversas cabañas. Lo bueno es que no tengo que verle la cara al imbécil de Máximo las veinticuatro horas.Estoy sentada en unos de los sillones de cuerina con las manos en mis sienes, esperando que Máximo empiece la tal reunión o que de una vez me diga lo que tengo que hacer para apresurar mi estadía en este lugar. Siento que me carcome la curiosidad de saber lo que se trata, pero también la ansiedad me consume por irme de este maldito lugar.—Puedes apresurar tus cartas —puff. Que fastidio.—Alfredo, me puedes dejar a solas con la Srta. —mis ojos viajan hacia los ojos de Alfredo, él
—Princesa —me llaman detrás de la puerta de mi mini cueva. Quien sea que esté detrás de esa puerta me ha sacado de mi profundo debate de la injusticia humana, tanto como la denigración y sociedad. Doy un enorme suspiro, me levanto del sofá, me encamino hacia la puerta dejando atrás el sonido unísono de mis tacones. Me he puesto un vestido fino de seda, con una manga, color negro, que me llega hasta la rodilla de la parte izquierda, pero en la altura de la derecha me llega un poco debajo de mis muslos, obviamente este vestido es un poco provocativo, pero decente en mi punto de vista. Llevo mi cabello recogido, un poco de maquillaje y un par de tacones dorados. No soy mala y menos una santa paloma, hoy encontraré al maldito que quiere joder la organización de mi padre, conste que esto lo hago por mi familia y no po
—Ssshh… Nos escucharán —lo hago callar. Mis nervios incrementan. ¿Cómo se podrá callar a un mocoso malcriado? ¡Con un par de nalgadas! Pero como el imbécil no es pequeño, sería con una madriza en los meros huevos.—Me importa una mierda —espeta. ¡Por Dios! Este hombre me desespera.Paso mi mano por mi cabeza, teniendo las ganas de arrancarme las greñas o de jalárselas a él.—Nos descubrirán —susurro, me tiembla un poco la voz—. Necesito un poquito de la mínima neurona que te queda.—No me provoques —me advierte.—Si no te controlas… —me acerco lo
(…) Cinco de la mañana, y todavía sigue el bendito debate de ¿dónde mandaré mi mercancía? Puff, todo esto me provoca mucho aburrimiento, no puedo tolerar tanta ignorancia de todos estos pendejos sin cerebro, porque hay uno que tiene ese cerebro bien ejercitado y entrenado, ya que solo sonríe ante tanta estupidez, y es cuando comprenden que ese momento es suyo. Obviamente aquí hay mucho dinero en juego y los muy imbéciles no tienen una asesoría personal, para que les explique cuáles son las ventajas y desventajas. En este negocio hay altos y bajos, pero sobre todo tienen que ver más altos que bajos. —Lo mejor que debemos hacer es una reunión con el mero, mero —se levanta Gabriel y dice en tono relajado. Mmm… Esto no me huele bien, ¿qué tramaba?
—¿Cuál es tu preocupación? —decidida salgo del tocador después de enfrentarme a mi misma, no tengo por qué bajar la cabeza o dejarme de un hombre que ha robado mi virginidad.Me señala la sábana manchada de sangre, frunzo el ceño y no comprendo su alteración por un poco de sangre, ni que fuera que me hubiesen herido o matado.—¿Eres virgen? ¡Liliam, eres virgen! —abre los ojos y empieza a gritar con mucha paranoia.—Ah… Eso —encojo mis hombros—, pero te tengo que corregir, ¡ya… no… soy… virgen...!—enfatizo toda mi exclamación.Me encamino y me siento en el diván que está cerca de la cama, ya que