—Era sarcasmo… ¿no lo sabes reconocer?—, escucho su voz y después sus pasos, en pocos segundos me alcanza y me toma del brazo ahora con más amabilidad —ese tipo es un mano larga… no estés con él a solas… evítalo lo más posible ¿quieres?—, veo su mano en mi brazo y sigo el camino hasta sus ojos, se ve sincero y preocupado.
Le sonrío, asiento con la cabeza y poso mi mano sobre la suya, cuando lo hago siento electricidad, mi corazón de agita y me siento nerviosa. Veo en su rostro que mi tacto no lo dejó indiferente, de inmediato retira su mano y me invita a seguir caminando, hasta que terminamos de salir del banco. Al llegar a la acera hay un carro negro hermoso, me quedo sorprendida, es elegante y muy ostentoso, y de repente se me viene a la cabeza… es el mismo carro que vi antes de que esos tipos me atacarán en el callejón, no hay mucho
—Es un Alfa Romeo 159 JTDM… hermoso ¿no?—, camina la vendedora alrededor del auto, como si modelara para Dieter, mientras yo pongo mi mejor cara de confusión.—Vaya que si… tiene una belleza… atrapante— oigo la voz de Dieter casi detrás de mí, cuando volteo su mirada esta fija en míy no en el carro, es como si lo dijera por mí, no… debo de estar loca, claramente no lo dice por mí, no tendría por qué hacerlo. Oculto mi rostro sonrojado y busco a la vendedora.—¿Esta hermosa señorita es su esposa?, si el carro es para ella podría recomendar tal vez el Alfa Romeo Giulia, es el sucesor de este, es más rápido y tiene sumotorde gasolina que es un bloque nuevo de 1.995 cc, fabricado en aluminio, con inyección directa, Multi Air y turbo de geometría fija. Recordemos que esta tecnología
Lo reviso y si, efectivamente ya está firmado, además creo que lo único que tengo que hacer es dárselo al tipo ese y ya, ¿qué tan difícil puede ser?, tomo las llaves y salgo de la oficina directo a mi auto, llego al estacionamiento y lo empiezo a buscar, activo el control y lo escucho, veo sus luces parpadear a lo lejos, en verdad es hermoso. Me subo y salgo de ahí directo al banco, no está muy lejos así que debo de estar de regreso para antes de mi hora de comida.Es un deleite manejar un carro así, ahora entiendo porque cuesta tanto. Llego al banco, lo estaciono en la acera; entro y pregunto por el señor Smith, la señorita que me atendió ayer vuelve a preguntar mi procedencia, es como si no me recordara, creo que en verdad es un robot, no… no puede ser, si lo fuera si me recordaría. De inmediato llama a la oficina del directivo.—Lo lamento, el
Entonces pide el platillo tanto para mí como para él, pide vino y una entrada para los dos, ¿a eso se refería?, es la primera vez que un hombre pide por mí, ¿cómo sabe que me gustará lo que pidió para mí?, ¿no es un poco egoísta eso o se trata de lucir?, bueno… siendo un hombre tan guapo, le daré el beneficio de la duda; en verdad es muy atractivo y su voz es melodiosa y gruesa, varonil que acompañada con su físico y su presencia, en verdad es un hombre fascinante, el sueño de toda mujer, no entiendo cómo está soltero, o a lo mejor y la señorita Elizabeth es su novia y yo arruiné su cita. Genial, yo no planeo ser la tercera en discordia, ahora entiendo todo, le gusto y por eso el carro, ¿quiere que sea su amante? Wow… no, eso sí que no, yo no me presto para eso.—¿Todo bien?—, me pregunta, pe
—Los del banquete ya están en la cocina, casi terminan, las luces están colocadas, mesas, manteles… todo está organizado, la orquesta está afinando instrumentos, se les dio las partituras está mañana— el joven que nos interrumpió habla rápido y trato de no perderme.—Perfecto… por favor quiero revisar cada punto, ¿le molesta si empezamos en la cocina?Me dispongo a alejarme de Dieter, creo que necesitamos espacio para aclarar los pensamientos, en eso veo a Armand que se acerca a con paso decidido hacia nosotros, tiene su cabello recogido en una coleta y un traje azul marino combinado con su camisa blanca y gazné azul del mismo tono que su traje, trae guantes de piel, nos ve y su mirada se posa de inmediato en mí, me ve de pies a cabeza sutilmente, noto como Dieter se molesta, pero intenta aparentar.—Señorita Brooke, Dieter, un gusto verlos&h
La chica anterior a mí se la llevaron por 25 mil, ¿quién gasta ese dinero solo por salir con una mujer?, sigo yo, inflo el pecho y me pongo a lado del subastador, sonrío delicadamente y muchos se quedan callados, veo el rostro de Dieter de sorpresa y después se descompone en molestia, no le agradó la idea de verme aquí.—Ahora tenemos a la hermosa señorita Salem, cabello castaño y ojos violetas… ¿quién abrirá la puja de esta hermosa dama?—, solo le faltó revisarme los dientes, me siento como una venta de esclavos.—¡10 mil!—, un hombre entre tantos levanta su mano y me quedo sorprendida por el monto inicial.—¡15 mil!— contesta otro.—¡25!—, ¡ah no!, él no… es el señor Smith que me ve lamiéndose los bigotes. ¿Qué hace él aquí?
—Sí, pero siempre ha sido muy huraña para eso, muchos la han pretendido, chicos de su edad, más grandes, más jóvenes; desde que era una adolescente ha sido muy asediada, pero siempre los rechazó, se concentraba en sus estudios y en su trabajo… siempre fue muy trabajadora. —Sí, lo sé… lo he notado… se ha vuelto de gran utilidad en la oficina. —Señor Iron… sé cuáles son sus intenciones hacía con ella— me dice recargándose en la mesa, con seguridad —sé que está enamorándose y solo le pido algo… ella no es como las demás, su pasado no importa, pero tiene un peso muy grande… no la juzgué por quién fue— no sé qué llama más mi atención, que puede interpretar las intenciones de mi corazón con más claridad que yo mismo o que hay algo en el pasado de Brooke que podría perturbarme, como si a mi edad eso fuera posible, ya nada me sorprende —y si no es capaz de discernir entre un buen corazón y un pasado negro… mejor déjela ir. —Bien, me parece justo, pero ¿le puedo
—¿Quién diría que el gran señor Iron tiene un agradable sentido del humor?—, me sonríe y sus ojos me ven con ternura, eso me desarma por completo. En cuanto llega la comida veo como empieza delicadamente a ingerir sus alimentos, lo hace con calma, tranquila, disfrutando cada bocado, sonríe y mueve su cabeza. Parece que veo a una niña chiquita. Para mi sorpresa todo lo que pidió, todo se lo comió, en verdad no entiendo cómo cabe tanto en una criatura tan pequeña, la veo desconcertado, pero me da gracia, en ese momento recibo una llamada, es Armand quien me está hablando. Le pido un momento a Brooke y ella asiente mientras sonríe. —¿Armand? —Dieter, necesito que lleves el medallón de inmediato…— escuchar su petición me corroe. Armand es un vampiro poderos y viejo, demasiado viejo, junto con Elizabeth lideran un clan de vampiros, no son muchos y de hecho los clanes de vampiros se están extinguiendo. Lamentablemente desde tiempos inmemoriales los va
El frío de su cuerpo desaparece, abro mis ojos y me doy cuenta que esto de nuevo sola en el bosque, al lado del lago, busco con la mirada a Armand y lo único que aún queda entre mis manos es el medallón, lo vuelvo a ver con curiosidad, lo abro y noto que el pétalo sigue ahí, rozagante, muestra del último ramo de rosas que recibí de Damián. Lentamente, ante mis ojos el pétalo comienza a secarse, se marchita y pierde sus colores vivos y llamativos, cambiándolos por tonos marrones y café. Vuelvo a acariciar el pétalo con delicadeza y cierro el medallón de nuevo, llena de dolor. Cuando levanto la mirada una vez más, me siento somnolienta, cansada, pero veo el camino a través del parabrisas del carro, Dieter continúa con su camino, no sé dio cuenta de mi viaje astral, no tengo otra forma de describirlo. Cierro mis ojos tratando de visualizar lo que vi, evocando cada imagen, cada palabra, pero entre más me concentro, más se escapan de mi memoria, empiezo a acostumbrarme a