El frío de su cuerpo desaparece, abro mis ojos y me doy cuenta que esto de nuevo sola en el bosque, al lado del lago, busco con la mirada a Armand y lo único que aún queda entre mis manos es el medallón, lo vuelvo a ver con curiosidad, lo abro y noto que el pétalo sigue ahí, rozagante, muestra del último ramo de rosas que recibí de Damián.
Lentamente, ante mis ojos el pétalo comienza a secarse, se marchita y pierde sus colores vivos y llamativos, cambiándolos por tonos marrones y café. Vuelvo a acariciar el pétalo con delicadeza y cierro el medallón de nuevo, llena de dolor.
Cuando levanto la mirada una vez más, me siento somnolienta, cansada, pero veo el camino a través del parabrisas del carro, Dieter continúa con su camino, no sé dio cuenta de mi viaje astral, no tengo otra forma de describirlo. Cierro mis ojos tratando de visualizar lo que vi, evocando cada imagen, cada palabra, pero entre más me concentro, más se escapan de mi memoria, empiezo a acostumbrarme a
Mis manos buscan acariciar su rostro y el tacto lo hace envolverme en sus brazos y pegarme más a él, siento su calor y su necesidad en su boca, me pierdo completamente en él y en el sentimiento tan fuerte que nos está uniendo. Me recuesta en la cama lentamente mientras sigue apoderándose de mi boca, el beso se vuelve más desesperado, más voraz, no me doy cuenta en qué momento él se coloca sobre mí y sus manos comienzan a acariciar mi cuerpo, buscan el borde de mi blusa y se meten debajo de ella, sus dedos acarician mi espalda suavemente, haciéndome sentir pequeñas descargas recorriendo mi piel, haciendo que me retuerza debajo de su cuerpo. De manera automática echo la cabeza hacia atrás, envuelta en la lujuria que sus caricias propician, su boca no desaprovecha la oportunidad y comienza a devorar mi cuello, sé a dónde nos lleva esto y no quiero que se detenga, mi vientre palpita y mis piernas pierden su fuerza. Sus manos acarician mis muslos y cierro mis ojos dejándo
—¿Estás bien?, tenías una pesadilla…— frunzo el ceño, ¿es una pesadilla ver a Alex sucumbir ante esos vampiros?, giro la cabeza buscando la escena del delito, pero me doy cuenta que ya no estoy en el bosque, me encuentro de nuevo acostada, entre sábanas de seda, completamente desnuda. —Alex…— pronuncio su nombre buscándolo con la mirada, pero no lo encuentro, solo veo cuatro paredes de una habitación y regreso a Damián que me ve extrañado. —¿Alex?—, me pregunta confundido y veo sus ojos de nuevo, aunque son del mismo color no es Damián… no… no lo es… ¿quién es?... veo mis manos por un momento y me siento desconcertada, fuera de lugar. —Brooke, ¿qué pasa?, ¿quién es Alex?—, su voz suena en mis oídos, vuelvo a levantar la mirada hacia él. —¿Alex?—, ¿quién carajos es Alex?, me siento confundida. —Sí, mencionaste a un Alex— frunce el ceño, parece molesto, me cubro con las sábanas antes de sentarme sobre la cama e intentar poner en claro mi mente.<
Es una mujer engañosa, se ve menudita, pero tiene una fuerza sorprendente, me estruja con fuerza y se separa viéndome a los ojos con mucha alegría, me da un beso en la mejilla y el otro chico que se parece mucho a Dieter nos ve y mueve la cabeza en símbolo de negación, se acerca a Kora y la distancia de mí, mientras Dieter se empieza a reír. Lo veo tranquilo rodeado de su familia, se ve cómodo y feliz. —Discúlpala… tiene alma delabrador— extiende su mano —soy Devrim, soymellizo de esa loca amorosa. —Mucho gusto Devrim— estrecho su mano y siento su calidez —un gusto Kora— ella me responde con una sonrisa. —¿Entonces?, ¿se quedan a comer?—, nos sonríe su mamá. —Sí… nos quedamos— dice Dieter con esa alegría, esa paz, nada que ver con el hombre que se mata en esa oficina detrás de montañas de papeles. —¡Bien!, tiene que conocer al resto de tus hermanos— camina por unas escaleras que la llevan abajo. —¿Vendrán Joan y Zet?— pregu
Cuando los platos están medio vacíos y los estómagos medio llenos, es cuando veo la fraternidad que hay, aún con los roces que puedan tener Zet y Joan con Dieter, se llevan bien, bromean y platican con soltura, veo a Dieter feliz, sonriendo, disfrutando el tiempo con su familia, de vez en vez escucho que se refieren a su familia como jauría o manada, supongo que es algún chiste local. Ríen y comen, son agradables y educados conmigo, me siento cómoda entre ellos. Acaba la comida y poco a poco se empiezan a dispersar, los niños, Mara y Uldrich se los lleva Zet a sus cuartos; Carl y Joan se ponen a arreglar y limpiar junto con su mamá; Devrim y Kora se despiden y se van a su cuarto a jugar videojuegos, nos quedamos Dieter y yo solos. Él me ve con una sonrisa en la boca y me da su mano para levantarnos de la mesa. Caminamos por la casa hasta el patio delantero, el firmamento está oscuro, el cielo despejado y las estrellas empiezan a iluminarlo. —Gracias por la comp
A.J. se acerca, con paso seguro, sintiéndose victorioso, viendo a los hermanos en el suelo, Yusuf llora desconsoladamente y parece no querer hacer nada, permite que el líder de los war dogs se acerque lentamente, preparando su arma. Los ve con ironía, está complacido por los resultados de este encuentro, dirige el cañón de su arma hacia la cabeza de Yusuf, la recarga sobre sus deadlocks, separa el percutor y cuando está a punto de jalar el gatillo Eva abre los ojos, saca el arma de la cintura de Yusuf y dispara repetidas veces contra A.J. atravesando tanto pecho como abdomen. El líder de los war dogs retrocede un par de pasos, con los ojos desorbitados, no le duelen los disparos, le duele el orgullo, se sabe derrotado y eso no lo alcanza a comprender. Su cuerpo cae frente a mí al mismo tiempo que Eva se va de este mundo. —Fuiste tú— digo sin voltear a verla, no necesito hacerlo para saber que tiene su rostro cargado de culpabilidad, si nos quieren muertos es po
—Se los imploro, que estoy arrepentido de todo lo que pasó— aprieto mis dientes, me desespero y temo que no me ayuden a contactarla. —Le rompiste el corazón, la trataste como escoria… ¿crees que te ayudaremos?, aunque no parezca, es como nuestra hermana, da gracias que no te rompemos la cara en este instante— interviene el tipo con el parche en el ojo. —Cometí un error y quiero arreglarlo, no quiero pelear con nadie, solo quiero poder verla de nuevo y… pedirle perdón— podría enfrentarlos, golpearlos para que dejen de creen que pueden intentar intimidarme, pero solo terminaría alejando más a Brooke de mí y no vale la pena. Extiendo mi tarjeta hacia el primero y doy media vuelta, alejándome de ellos. Brooke Salem Ya no podía más, me duele que todo lo que traté de ocultar y superar regrese, ahora Dieter me odia y lo entiendo, tiene razón, parece que lo usé, tiene derecho en querer alejarse de mí y en hablarme de esa forma,
—Eva…— pronuncio el nombre de su hija y el silencio se vuelve más grande, la mirada de escepticismo cae sobre mí, tanto de Ravena como de Toshi —…se presentó ante mí y me pidió que los ayudará— suena tan descabellado, la única emocionada es mi abuela, ella si me cree y a regañadientes, Yusuf. —No juegues con eso, Salem— me dice Toshi molesta y con los ojos llorosos, lo toma como una broma de mal gusto y la comprendo, yo pensaría igual. —No juego, ni tengo por qué mentir— Ravena se acerca, creo que no sabe si golpearme o abrazarme. Cuando está lo suficientemente cerca mi mano cosquillea, la siento extraña, por inercia la levanto hacia ella y como si ya supiera lo que tengo que hacer, poso las yemas de mis dedos en sus párpados, así como Eva lo hizo conmigo. Ravena se pone rígida y yo también, puedo ver de nuevo todo lo que vi gracias a Eva, pero de una forma más rápida y creo que Ravena también, en cuanto la suelto ella se tira al piso y llora desconsolada.
—Paciencia, eres una niña muy inteligente y capaz, creo en ti— me sonríe y acaricia mi cabello con ternura como cuando era pequeña, después deposita un beso en mi frente. —Via Eva, ella murió… me lo mostró, plasmósu muerte en mi cabeza… fue aterrador… ¿podemos ver fantasmas?—, frunzo el ceño, ese es un tema serio, no creo poder con eso, he visto suficientes películas de terror para saber que eso no terminará bien. —A veces las almas en pena nos buscan, son energía que necesita ser escuchada… después de todo Eva era tu amiga, crecieron juntas, una vez que pasan al siguiente plano, no hay secretos, supongo que supo de alguna forma que tu podrías ayudarla, tu podrías escucharla y liberarla de esa presión que la tenía atada a la tierra. —Estaba consiguiendo una vida digna, honrada… creí que Eva lo había echado todo a perder, pero… supongo que si no era ella, serían mis poderes, ¿cómo podría tener una relación con el hombre que me gusta si tengo