Paula
Entro al restaurante donde acordamos el encuentro, no sé por qué estoy nerviosa y tan solo cruzar la puerta descubro el motivo. Encuentro los mismos ojos que me miran a diario, los de mi hijo. Mi boca se abrió de par en par al igual que mis ojos, sentí que dejé de respirar y mi piel se enfrió. Al parecer él no me reconoció, pues solo me miro como una extraña y le dijo a mi amiga que quien era yo, si era conocida de ella.
Ali al verme tan mal corrió hasta mí y me pregunto que me pasaba, solo pude decirle que deseaba agua. Enseguida me busco un vaso y después de tomarla logré calmarme. Mi cabeza era un tormento, como diablos podía pasar algo así, ¿cómo iba a decirle a mi mejor amiga que su futuro esposo era el padre de mi hijo?
Como si algo allá arriba por esta vez quisiera ayudarme, recibo una llamada de la que cuida de Lucían. Me dice que este tiene una fiebre muy elevada y eso me preocupa, pues llevaba ya días con tos y falta de aire. Así que en puro nerviosismo le cuento a Ali que sucedió y luego de ella decirme que me vaya preocupada igual, me voy corriendo sin pensar en nada más. Desde ese momento mi vida fue cuesta abajo, ni yo imaginaba todo lo que pasaría después de ese encuentro que había decidido negar.
Al llegar y ver a mi hijo casi sin poder respirar lo perdí, temblando lo tome en brazos y monte en el auto. Maneje a gran velocidad hacia el hospital, cuando me vieron entrar atacada en llanto con él en mis brazos enseguida me atendieron. Los seguí mientras lo movían a un cubículo en donde le pusieron oxígeno para ayudarlo a respirar. Cuando trate de llegar a su lado una enfermera me cerró el paso e hizo que me sentara en el pasillo a esperar. Luego de una hora, creo yo que fue el tiempo que paso, casi punto de volverme loca escuche que me llamaron para informarme que estaba estable. Que tenía una neumonía por lo cual se le indicaron análisis y estaba recibiendo oxígeno, ya que le era difícil respirar. Debido a todo esto es lógico que se quedaría ingresado. Agradecí por toda la atención que le han dado y le pedí verlo, asintió y me llevo hasta mi peque.
Al verlo sentí alivio, pero luego comenzó el verdadero infierno, al ver como lo pinchaban y escuchar su llanto porque hubo que entablillarle su bracito para que no se arrancara la aguja. Tuve que sentarme a hablar con él, ya que fue terrible cuando lo inyectaron para bajarle la fiebre, pero era necesario que se dejara hacer todo. Con calma, besando su frente y acariciando su brazo le expliqué por qué le hacían todo, ya había aprendido que, con él, las cosas no eran a porque sí, había que decir el porqué de todo. Luego de que nos llevaron a su habitación, logré que se durmiera mientras le cantaba y pasaba mi mano por su hermoso cabello ondulado.
Toda la noche estuve sin moverme, solo cuando venían a ponerle la medicina ayudaba a calmarlo. Verlo así me rompía el corazón y lloraba sin que me viese, al siguiente día tenía que llamar al trabajo y fue cuando descubrí que estaba sin carga, por suerte en mi cartera llevaba el cargador. Tenía hambre, así que le pedí a la enfermera que lo vigilara unos segundos para ir a comer algo.
Cuando regrese que logre encender el teléfono, casi me explota de tantos mensajes y llamadas perdidas. Mi madre y amiga se llevaban el premio de saturar un teléfono. Entre tantas notificaciones, al final pude de casualidad ver la llamada de mi trabajo. Al llamar a este casi me despiden, me dijeron que debía presentarme allí al siguiente día. No me quedaba de otra que pedirle a mi madre que me lo cuidara para ir a solicitar mis vacaciones o una licencia si me lo aceptaban.
Así que a la siguiente que llame fue a ella. Por supuesto que mis oídos casi explotan al contestarme. Incluso me colgó tan solo, le dije que estaba en el hospital San Genaro con Lu enfermo de neumonía. Mire el teléfono sin poder creer lo que acaba de pasar, negué y nada más pase a la siguiente persona. Llame a Alana y para mi sorpresa, esta repitió el mismo patrón, mi hijo era la vida de estas mujeres, era un dios o algo así. Perdían los estribos si escuchaban que algo malo había pasado con él.
Quince minutos después:
Mi madre entró como una loca, luego de lanzarme unas bolsas y lavarse las manos corrió a abrazar a su niño que estaba dormido. Había traído comida y ropita para él, me alegro de que lo hiciera, ya que no había podido ir a la casa. Me hizo un interrogatorio de cómo estaba, de qué medicamentos llevaba y todo.
Cuando al fin se calmó, entonces le conté todo lo que había pasado con el novio de Alana. Casi le da un ataque, me dijo que debía decírselo, pero como haría semejante cosa, no podía ser yo la causante de la rotura de un amor tan grande. No, me negaba a que mi hijo causara un desastre así. Quizás al final ni ganaba un padre y perdía a una tía. En eso ella me dio la razón y decidimos dejarlo de este modo, era mejor jamás volver a tocar ese secreto, moriría conmigo.
Mamá recibió una llamada y me dijo que Andrés venía para el hospital, aquello fue como un balde de agua fría. Tenía que salir de allí, por nada de este mundo ese hombre podía saber dónde vivía. Le pedí a mami que vigilara al peque para ir a casa a tomar un baño y traer ropa para cuidarlo. Salí disparada del hospital, entre a mi auto y me dirigí a casa, para hacer todo rápido y regresar lo más rápido con mi hijo.
Lucas—¿Por qué siempre haces lo mismo? Yo te amo y tú no haces más que acostarte con todas las mujeres que se te cruzan. Estamos comprometidos, deberías respetarme.—Tú eres la única que quieres seguir con esto, si no he roto nuestra relación es por nuestras familias. Pero tú mejor que nadie sabes que no te quiero, no deseo tener una relación contigo. Y basta, no voy a seguir teniendo esta discusión contigo, me voy.La dejé allí en aquella habitación, por lo otro que seguía con ella era porque era buena en la cama, no lo niego. Pero estaba harto de tener que soportarla, realmente no quería nada con ella, siempre estaba tratando de manipularme y odiaba eso. Vivian Bolso es una mujer inteligente, hermosa y preparada, pero caprichosa, celosa a muerte y algo manipuladora, todo eso apaga sus buenos puntos para mí.Jamás me he visto en un futuro a su lado, no la deseo como la madre de mis hijos, no soportaría sufrir a diario sus ataques y sus controles. Si no fuera por la relación entre nu
LucasDespués de saludarnos me lleva hacia su apartamento donde tranquilamente nos sentamos a hablar, con una botella de cerveza en mano, como en los viejos tiempos.—Lo que te voy a contar hasta a mí me ha sorprendido, Lucas.—¿Qué pasa?—Tú conociste a Alana, sabes que es la mujer de mi vida.—Lo sé, pero…Levanto su mano para detenerme y respiró para continuar.—No me interrumpas, por favor, esto lleva su tiempo. En fin, hace nada más unos días descubrí que Alana es la misma chica de hace cinco años en aquel club. —Mis ojos se abrieron de par en par, qué casualidad de que volvió a encontrar a esa chica y no es otra que su prometida. La verdad eso era un alivio, porque sé que siempre se sintió mal por aquella noche haberle robado la virginidad estando bebido. En mis locos pensamientos caí en que era la amiga de Paula, entonces…— ¡Hey! ¿Me estás escuchando?—Perdona… es que me alegro por ti y… he pensado que eso quiere decir que…—Sí, es amiga de Paula y supongo que es la misma que h
PaulaMi vida ha sido un total tormento desde que el padre de mi hijo llegó, de alguna forma Lucían supo quién era ese hombre con solo verlo una vez, incluso mi madre se dio cuenta en cuanto lo conoció. Dice que es la viva estampa de su nieto —seria al revés, pero que importa—, que es imposible no verlo, asegura que nada más la boba de Alana no lo nota. Yo no creo que sea eso, más bien es que sospecho de que mi amiga algo no me ha dicho y por eso no cree que es el padre.El hecho es que igual no voy a darle la posibilidad de que descubra que está equivocada. Ya he renunciado a mi trabajo y le he dicho a mi madre que voy a desaparecer. Ella no está de acuerdo, dice que mi vida peligra con Andrés suelto, pero con más razón debo irme lejos, donde ni él ni Zack puedan encontrarnos.Así que cuando al niño le dan el alta, salgo directo al aeropuerto dejándole un mensaje a Ali de que espero que sea feliz, que me perdone y se olvide de mí. Luego de eso conocí el verdadero infierno, mi hijo no
LucasDesde que me enteré de que ya soy padre, no he parado de molestar a mis amigos y mover mis contactos para que encuentren a donde fueron. Martín pudo averiguar que tomaron un vuelo a Beuri, un país donde justo la familia tiene una sucursal que está bajo mi mando, así que no levantaré sospechas.Me dispongo a ir tras ellos, pero bajando del avión allí, recibo una llamada de mi madre avisando que mi abuelo ha sufrido un ataque y está hospitalizado. Todos mis planes de búsqueda tendrán que esperar, porque le debo respeto al abuelo. Aun cuando ya me puedo liberar de todo el yugo familiar, le debo mucho a este, no me importa para nada el testamento que pueda dejar, no lo necesito a la verdad. Solo me dirijo a comprar un pasaje de regreso y a esperar a que este salga, simplemente sentado allí.Luego del viaje de ida y vuelta estoy agotado, pero debo ir al hospital y cuando llegó, una de las personas que menos quiero ver se lanza a mi cuello. Como puedo me quito a Vivian de encima y cont
LucasYa en mi cuarto tengo todo el equipaje listo en nada, mientras escucho a mi hermano aconsejarme que debo ir con calma, que está seguro de que los encontraré. Lo abrazo antes de irme, es como mi mitad y agradezco que siempre esté ahí. Sin más demora salgo sin detenerme ante nada, ni siquiera ante Vivian que me está esperando en la puerta. Simplemente, la ignoro montando en mi auto, rezando porque acepte que no la quiero y salgo disparado hacia el aeropuerto.Unas horas después:Llegando a la capital de Beuri me siento algo perdido, me cuestiono por donde empezaré a buscarlos, lo único que tengo es que están en este país. Ahora tendré que mover mi gente aquí para que la localicen, solo espero que no se hayan ido de la capital, al menos.Par de meses después voy en mi auto con una tristeza enorme, aún no los encuentran y me pregunto cómo es eso posible. Miro por la ventana del auto, casi estamos llegando a la empresa, nada más voy de vez en cuando a dar una vuelta. En realidad, el p
LucasJusto al momento de bajarnos, que se abren las puertas, alguien llama al niño y este corre hacia la voz sin pensar. Yo solo avanzo lento y espero a una distancia prudente. Paula es más hermosa de lo que recuerdo, los años le han venido bien, su pelo está corto, pero igual le asienta. Cuando me fijo mejor veo que no está bien, siento pena por ella, pues tiembla, me imagino que la escuela la llamo y lo confirmo cuando escucho lo que le dice al niño.Luego del niño decir quién soy, al fin puso sus ojos en mí y pude ver su cara palidecer, por lo que enseguida le expliqué quién era. Igual aún no se lo creía y la entiendo, es difícil de digerir para cualquiera. Pero debía sobreponerse a la sorpresa, aún debíamos hablar de muchas cosas, así que los subí a mi oficina. Donde enseguida pedí que nos trajeran algo de comer, a Lucían le suena el estómago por todo lo que anduvo para buscar a su madre hasta que lo encontré.Me siento con él en el escritorio, no sin antes sacar mi celular para m
LucasMe gusta su forma de pensar y actuar como madre, a pesar de su corta edad, tienen claro cómo quiere que crezca nuestro pequeño.—Tienes razón, disculpa, para la próxima consultaré contigo que hacer antes de actuar. Soy nuevo en esto de ser padre, tendrás que corregirme en muchas cosas.Ella afirmó con una sonrisa, se ve tan linda.—¿Qué planeas hacer ahora?La miro fijo.—Eso depende de ti, si quieres ahora puedes volver a nuestro país, vivirán conmigo en mi apartamento.—¿Eso es obligado?—No… Pero si me gustaría ser una familia o al menos intentarlo, además de mantenerlos seguros.Me miro asombrada mientras apretaba sus labios, sé que entiende de que hablo.—Estoy segura de que tienes una novia si eres Lucas Barracuda, recuerdo haber leído en alguna red social, que la famosa Vivian Bolso dijo que eras su prometido.Demonios, no que no revisa las redes.—Entonces conoces mi nombre, pero no que soy gemelo ni mi rostro.—Reconocí a tu hermano por los ojos realmente y porque Lucían
PaulaCuando supe la verdad sobre el hombre de aquella noche me quedé en blanco, más al saber que es uno de los CEO Barracuda. Si sabía que eran gemelos por las noticias que se filtran sobre su familia, más no tenía claro sus rostros en mi mente. Pero el colmo es que hasta esta altura mi gran amiga Alana, jamás me contó quien era su famoso prometido, solo me decía su nombre y cuan trabajador e inteligente era. Incluso una vez me dijo que mi hijo y su novio tenían los ojos iguales, pero no le di importancia, cuando en realidad debí pensar en que es un color de ojos único.En fin, ahora entiendo que hice mal, sobre todo porque lo único que recordaba claramente de esa noche eran exactamente sus ojos y algo de su voz. La cual ahora reconozco sin equivocación cuando Lucas me habla y no voy a negar que sigue provocando una inquietud en mí. Hasta ahora nadie ha logrado despertar esa cosquilla, esos nervios que él hace surgir cuando lo tengo cerca.Luego de que me beso ese día, me mantengo lej