Se acomoda Alex, en lo que será su nueva vida como hijo del alfa Zeus y de la madre Luna, se detiene por un momento para conversar un poco con su padre, tratando de ondear en su origen.

—¿Háblame de ella? —pregunta Alex.

—¿De quién?

—De mi madre.

—Se llamaba, Mara, era aún más hermosa que la luna llena.

—¿Por qué se separaron?

—Todavía lo preguntas, prácticamente por la misma razón que te dejó, Abril.

—Abril, aún no sabe que soy un hombre lobo.

—Pero, presume que algo no anda bien en ti y tenlo por seguro, que algún día lo va averiguar.

—Me acerqué para hablar de mi madre no de Abril, útiltimamente te place torturarme.

Se va Alex malhumorado y deja parado a Zeus, sin darle al menos una explicación. La dulce Claire, se arrima y le dice:

—¿Qué pasó con la Alex?

—Lo mismo de siempre vive más atormentado por Abril y su hijo, que por su pasado.

—Seguro se los recordaste.

—¿Cómo sabes?

—Te conozco muy bien, Zeus y se que estás más atormentado que Alex, con lo de ese niño que viene en camino