Perspectiva de Crisia-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-Extiendo la cadena que se queda recta y se transforma en una espada de plata cuyo mango me quema la palma. No permito que Tristán me detenga, corro por el salón y tomo el impulso suficiente para arrojarme sobre el pecho de Traegón. Traspaso la piel con la espalda, clavándosela muy hondo, es duro como un tronco de madera, pero uso todas mis fuerzas para hincársela más y más profundo en su corazón del que sale un tornado de niebla que intenta arrojarme lejos. Me concentro para hacer lo mismo que hice con el hombre que me ataco en el bosque, absorbo esa energía violenta para que no pueda hacer más daño. Me sostengo con fuerza mientras el alma se me llena de pesar. Siento una ira incontrolable y una envidia que remueve mi estómago, el odio por Tristán Avernatti me roe las entrañas, pero no me suelto. Después llega la emoción, una energía que me llena el pecho de una calidez loca, soy tan feliz del poder que me reco
Un reino, un rey y una reina; y un futuro más brillante que la luz del sol.—¿Estas nerviosa? —pregunta Tristán con esa sonrisa que solo hace cuando me mira y que cuido celosamente. Esa sonrisa que deja al descubierto esa cicatriz que le endurece el rostro y que le enorgullece cada vez que le digo que se ve sexy con ella.—No. No lo estoy —miento. Incluso yo puedo verme mentir mientras me miro al espejo y acomodo la corona sobre mi cabeza por tercera vez porque no me deja de parecer que esta torcida.En el reflejo veo como Tristán se acerca hasta a mí por la espalda y me ayuda a colocarla.—Ya déjala en paz, se te ve preciosa.“Preciosa” es definitivamente la mejor palabra, cuando me dice que estoy preciosa por las mañanas, cuando me dice que estoy preciosa cuando me siento en el piano cuando me enseña a tocar, cuando me dice que estoy preciosa cuando me tira por los suelos en medio de los entrenamientos, cuando me dice preciosa cuando esta sobre mi haciendo el amor.—No lo sé —confies
Perspectiva de mamá de Crisia-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-La oscuridad es aplastante y aunque se sientan como toneladas sobre mí, camino firme.Estoy descalza a pesar de que el frío de la gruta se filtra por las plantas de mis pies, prefiero esto a usar zapatos. Así es mejor.Puedo sentir a través del suelo todo lo que me rodea. El goteo que cae del techo proveniente del riachuelo que corre sobre mi cabeza. El correteo de los murciélagos que se esconden entre las estalactitas y, aunque permanezcan quietos, siento la presencia de todos los hechiceros que esperan al final del camino.Me acerco decidida hasta que el calor de la fogata me alcanza y las llamas iluminan la cámara formando toda clase de sombras extrañas entre las paredes rocosas.En medio de todo eso está él... Su aura es tan grande que no puedo fingir más que no lo noto, que toda su presencia es la que me está asfixiando.Está de rodillas frente a la fogata, atado de cada muñeca por cadenas fijas en
Perspectiva de Crisia-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-Mis poderes son un desperdicio, una burla. Eso es lo que siempre ha dicho mi padre y yo también lo creo.A pesar de que una adivina predijo que yo podría alcanzar los mismos poderes que mi madre, no soy capaz de hacer más que un pequeño fuego para cocinar unos peces que los guardias trajeron en la mañana para que desayunara.No puedo hacer pociones más que destilar extracto de pétalos de rosa y hojas de menta para peinarme y cepillar mis dientes.Lo único que me hace un poco notable es que puedo sentir el alma de todo lo que me rodea. El riachuelo, las gallinas, los soldados a unos metros y el carruaje que se acerca.La mujer que baja del vehículo está llena de una magia idéntica a la que impregna cabaña, en cuanto me ve puedo sentirla como mariposas que revolotean en mi dirección y tengo que afianzar bien mis piernas para no caer.—¿Princesa, Crisia? —pregunta dirigiéndome una mirada que me hace sentir como si
Perspectiva de Crisia-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-Vivir cuando no tienes un motivo fijo por el que hacerlo, es difícil. Es como estar a la deriva. Vivir por vivir.Cuando mi madre murió y me quedé sola bajo el cuidado de ese hombre al que no le quedaba rastro del padre amoroso que algún día fue, perdí el rumbo. Y pasé los días existiendo porque debía hacerlo.Mi vida en Roth no es diferente en ese sentido. Me dedico a dar de comer a las gallinas, a mantener limpia la casa, a ir a la escuela y volver para hacer lo mismo al día siguiente.Es lindo fingir que no soy la hija de Traegon y olvidarme de que algún día seré una reina. Han pasado cuatro años desde que llegué aquí. Aprendí todo lo que pude sobre la historia, la geografía, la economía y organización social de Roth. Adelanté las clases lo más que pude hasta graduarme con los chicos de quince años.Después llegaron los entrenamientos tácticos, las estrategias del ejército y las lecciones de combate. Despué
Perspectiva de Crisia -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.- —Crisia. La voz me alcanza como si proviniera de alguien que está a kilómetros de mí. Me toma una eternidad incorporarme sobre la cama y poner en orden mis ideas. Gofel está sentada a un lado mirándome con atención. —¿Dónde estoy? —pregunto consciente de que hace bastante que no duermo en una cama tan cómoda cómo está. —Estas en el castillo de Roth, en la enfermería. Ahora entiendo de dónde viene ese sol. Hay un tragaluz en el techo. Aunque el cuarto es pequeño es tan alto como los salones de la escuela. Todos los recuerdos vienen a mí de golpe cuando miro hacia arriba y me mareo apunto de volver a caer sobre la almohada. La imagen del hombre desplomarse sobre mí me roba el aliento. Maté a alguien. ¡Lo asesiné! Ni si quiera puedo llorar. Los recuerdos se agolpan. —Tómatelo con calma —sugiere Gofel. Eso desearía. Me llevo la mano al hombro aun sintiendo el dolor punzante y estoy segura de que algo extr
Perspectiva de Tristán-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-Cuando bajo de la torre me encuentro al centinela que ha estado vigilando la entrada.Esta tan tranquilo e inmóvil que sé que la hija de Traegon Dalonet ha conseguido volver a la enfermería sin ser descubierta.Es talentosa y... Peligrosa.Camino por los corredores iluminados pobremente con lámparas de queroseno y piedras mágicas.Cuanto más bajo por el castillo más silencio hay.Crisia, con su vaporoso camisón y el rostro en el suelo casi hicieron que le creyera. Casi sentí compasión cuando me suplicó que le permitiera vivir, pero sé que al igual que su padre sabe pedir clemencia con tratos y acuerdos absurdos.Jamás me casaría con ella.Los guardias me dejan pasar cuando llego a esa parte e
Una fiebre hace que tenga una noche inquieta y aunque me cuesta levantarme de la cama de la enfermería, me apresuro a vestirme con uno de los vestidos casuales que la doncella me trajo.Si me llaman para ejecutarme no me verán en camisón de enferma al menos. Paso la mañana sin poder comer, sin poder moverme y doy un respingo cada vez que alguien entra en la enfermería porque creo que vienen por mí.—¿Se admiten visitas? —pregunta Luka al medio día, asomando medio cuerpo por la puerta.—Por supuesto —respondo cuando me he recuperado del susto.Lleva puesto el traje azul cielo de los cadetes, pero el listón en el pecho lo distingue de los demás como su superior. Demasiado joven para ser un capitán de la corte.Se sienta a los pies de la cama y mira la enfermería con atención. Arruga la nariz como si no lo aprobará.—Cuando estabas en la escuela siempre aprovechabas cada momento libre para salir al jardín.Sonrío recordando como muchas veces llegó a sentarse en el pasto a mi lado sin impo