Perspectiva de Crisia
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-Vivir cuando no tienes un motivo fijo por el que hacerlo, es difícil. Es como estar a la deriva. Vivir por vivir.Cuando mi madre murió y me quedé sola bajo el cuidado de ese hombre al que no le quedaba rastro del padre amoroso que algún día fue, perdí el rumbo. Y pasé los días existiendo porque debía hacerlo.Mi vida en Roth no es diferente en ese sentido. Me dedico a dar de comer a las gallinas, a mantener limpia la casa, a ir a la escuela y volver para hacer lo mismo al día siguiente.Es lindo fingir que no soy la hija de Traegon y olvidarme de que algún día seré una reina.Han pasado cuatro años desde que llegué aquí. Aprendí todo lo que pude sobre la historia, la geografía, la economía y organización social de Roth. Adelanté las clases lo más que pude hasta graduarme con los chicos de quince años.Después llegaron los entrenamientos tácticos, las estrategias del ejército y las lecciones de combate. Después del primer día terminé tan golpeada y destruida que pasé los siguientes tres días hecha un ovillo en mi cama.Ahora lo soporto mejor. Cuando voy al lago a bañarme me gusta ver mi reflejo. Me da cierta satisfacción ver los músculos que han crecido en mis brazos, los nuevos ángulos que han adquirido mis piernas, la línea pronunciada en medio del pecho y el abdomen firme. No me importa que cada semana haya una nueva marca de algún golpe.Las clases de magia son mucho peor, Gofel es más estricta que los soldados. Tomo clases a solas con ella porque dice que mi inexperiencia es un peligro para el resto de los hechiceros.A veces no entiendo porque me exige tanto y siento un miedo terrible. Las palabras de mi padre sobre controlar mi magia me hacen sospechar que ella es un espía suyo.Incluso si ella de verdad está bajo las órdenes del rey de Roth, si me hace entrenar así es solo porque planes usarme como un arma.El rey de Roth.Han pasado cuatro años sin que me llame, sin que haya intentado ponerse en contacto conmigo. Dijo que aún no estaba lista para ser reina y después de estos años sigo sin estarlo. Quizá el día jamás llegue.Me tranquilizo al pensar que, mientras él no me busque, mi vida puede continuar como hasta ahora, pero entonces recuerdo su expresión fría y su energía invadiéndome por todos lados. No sé porque tengo ese pequeño deseo de volver a sentirlo, de verlo y escucharlo. Su negativa a casarse conmigo me hace sentir despreciada.Mientras tanto dedico la mañana en ir al bosque. Los días en que no debo ir a la escuela me gusta dar paseos en el bosque Autwod, paso tanto tiempo ahí que los guardias hace mucho perdieron el interés de seguirme hasta aquí. La energía que emite el lugar es único y reconfortante. Por cada árbol, rama y raíz; corre una electricidad tenue y constante que individualmente apenas se siente, pero que en conjunto es fuerte e impenetrable.La misión del día de hoy es recoger las vallas de Num. Con ellas Gofel quiere que haga una pasión. Dice que existen dos formas de hacer magia. Una es manipular la energía que llevas dentro, y la otra es manipular la energía de las demás cosas alrededor. La segunda es más complicada, porque la energía de las demás cosas no esta tan dispuesta a dejar que la controles, pero para sorpresa de Gofel y mía, me resulta más fácil manipular la esencia de las demás que la propia.Camino cinco kilómetros dentro de Autwod donde crecen las vallas de Num. Cuando comienzo a cortarlas puedo sentirlas dispuestas a prestarme todo su poder, pero antes de que termine, una sensación me recorre los hombros. Hay algo distinto en el bosque, una energía diferente que se mueve entre los árboles y se acerca a mí. Primero la siento, después la escucho.Un grito desgarrador rompe el silencio y una mujer aparece detrás de mí. Tiene el vestido rasgado y tropieza con una raíz de árbol hasta dar de bruces contra el suelo.—¡Ayúdame por favor! —Se queja con un alarido cuando me ve.Yo me quedo quieta, pensando si es mejor acercarme para ver lo que necesita o tratar de averiguar qué es a lo que tiene tanto miedo.Sus aullidos me desconcentran y me decido por acercarme. Trato de tranquilizarla cuando la sostengo para levantarla. Se sacude tanto que no me doy cuenta que lleva un cuchillo en la mano.No me da tiempo de reaccionar, se abalanza sobre y me derriba contra el suelo. Soy más fuerte, pero ella es más veloz al blandir el arma y enterrarla en mi hombro. El dolor punzante me atraviesa.Apenas puedo recuperar el aire cuando saca el cuchillo y lo alza lo más que puede para tomar el impulso suficiente para volver a apuñalarme.La hoja brilla amenazadora, pero se detiene a la mitad del camino. Una mano atrapa el puño de la mujer y lo aprieta tanto que puedo escuchar los huesos de sus dedos romperse. Ella grita cuando deja caer el cuchillo de la mano hecha trizas. En cuanto ve de quién se trata el rostro se le pone blanco e intenta correr, pero una cadena de plata la alcanza y la hace caer contra la tierra.Tristán.Sigo en el suelo cuando lo miro y me parece estar alucinando. Cuando tiene segura a la mujer me mira y puedo notar una pizca de preocupación. ¿Será por mí?Creo que va a decirme algo cuando dos hombres aparecen de direcciones distintas de entre los árboles. Llevan espadas pesadas y mortales cuando se acercan a Tristán. Él esquiva la estocada de uno de ellos ágilmente y con un giro rápido ata la muñeca del atacante con otro de los extremos de la cadena de su armadura.El hombre está tan alterado que no suelta la espada a pesar de que Tristán lo obliga, con un tirón de la cadena, a atacar a su propio compañero.La herida es lo suficientemente profunda como para dejarlo retorciendo en el suelo. El otro al ver que le ha hecho daño deja caer su espada y es lo último que veo antes de que sienta que hay un tercero.Intento moverme, pero he perdido demasiada sangre, la herida del hombro ya a echo un charco debajo del cuerpo. Él tercer atacante aprovecha mi debilidad para acercarse y presiona sus manos en mi cuello.Estoy aterrada. Siempre pensé que estaría lista cuando mi muerte llegara y ahora me doy cuenta del deseo que tengo por vivir. No me importa si no tengo un motivo. ¡Quiero vivir!En cuanto pone sus manos sobre mí puedo sentir su alma, violenta y agitada. Y la mía está tan hambrienta que no tengo que pedir permiso. Su energía fluye hacia mi cuerpo en una corriente continua.Puedo sentir sus pobres intentos de retirarse. Sé que está aterrado por el temblor de su cuerpo y los ojos desorbitados, pero no me detengo hasta que se desploma sobre mi sin fuerzas. Solo es una cáscara vacía.Tristán lo aparta de mí y me mira con el ceño fruncido. Yo estoy demasiado conmocionada como para hacer algo más.Se agacha para tomarme en sus brazos y el instinto me hace pasar los míos por su cuello. No puedo detenerme, en cuanto lo tocó la energía que sentía como agua a mi alrededor se vuelca sobre mí. Lo siento tensarse, pero no le ocurre nada parecido al del otro hombre. Me doy cuenta de lo mucho que me gustó verlo un poco preocupado y ahora reaccionar a mí toque. Deseo arrancarle más emociones. Deseo sentirme ahogar por esa energía y quedármela toda para mí.—¡Detente! —ordena Tristán.Yo obedezco. Consigo de alguna forma detener lo que estaba absorbiendo su esencia. Verme privada de todo ese poder me hace sentir débil.—Crisia.Escucho que me llama mientras me sostiene para no caerme. Su expresión preocupada es lo último que veo antes de que todo se vuelva negro.Perspectiva de Crisia -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.- —Crisia. La voz me alcanza como si proviniera de alguien que está a kilómetros de mí. Me toma una eternidad incorporarme sobre la cama y poner en orden mis ideas. Gofel está sentada a un lado mirándome con atención. —¿Dónde estoy? —pregunto consciente de que hace bastante que no duermo en una cama tan cómoda cómo está. —Estas en el castillo de Roth, en la enfermería. Ahora entiendo de dónde viene ese sol. Hay un tragaluz en el techo. Aunque el cuarto es pequeño es tan alto como los salones de la escuela. Todos los recuerdos vienen a mí de golpe cuando miro hacia arriba y me mareo apunto de volver a caer sobre la almohada. La imagen del hombre desplomarse sobre mí me roba el aliento. Maté a alguien. ¡Lo asesiné! Ni si quiera puedo llorar. Los recuerdos se agolpan. —Tómatelo con calma —sugiere Gofel. Eso desearía. Me llevo la mano al hombro aun sintiendo el dolor punzante y estoy segura de que algo extr
Perspectiva de Tristán-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-Cuando bajo de la torre me encuentro al centinela que ha estado vigilando la entrada.Esta tan tranquilo e inmóvil que sé que la hija de Traegon Dalonet ha conseguido volver a la enfermería sin ser descubierta.Es talentosa y... Peligrosa.Camino por los corredores iluminados pobremente con lámparas de queroseno y piedras mágicas.Cuanto más bajo por el castillo más silencio hay.Crisia, con su vaporoso camisón y el rostro en el suelo casi hicieron que le creyera. Casi sentí compasión cuando me suplicó que le permitiera vivir, pero sé que al igual que su padre sabe pedir clemencia con tratos y acuerdos absurdos.Jamás me casaría con ella.Los guardias me dejan pasar cuando llego a esa parte e
Una fiebre hace que tenga una noche inquieta y aunque me cuesta levantarme de la cama de la enfermería, me apresuro a vestirme con uno de los vestidos casuales que la doncella me trajo.Si me llaman para ejecutarme no me verán en camisón de enferma al menos. Paso la mañana sin poder comer, sin poder moverme y doy un respingo cada vez que alguien entra en la enfermería porque creo que vienen por mí.—¿Se admiten visitas? —pregunta Luka al medio día, asomando medio cuerpo por la puerta.—Por supuesto —respondo cuando me he recuperado del susto.Lleva puesto el traje azul cielo de los cadetes, pero el listón en el pecho lo distingue de los demás como su superior. Demasiado joven para ser un capitán de la corte.Se sienta a los pies de la cama y mira la enfermería con atención. Arruga la nariz como si no lo aprobará.—Cuando estabas en la escuela siempre aprovechabas cada momento libre para salir al jardín.Sonrío recordando como muchas veces llegó a sentarse en el pasto a mi lado sin impo
Perspectiva de Crisia-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-Es mi cuarto día en el castillo. Hoy no encuentro las fuerzas para vestirme y me quedo en el camisón contando las horas hasta que los curanderos vuelvan y les den alivio a las heridas, aunque en fondo sé que no es lo que hace que me sienta deprimida."Aquí está su hija, ¿quién mejor para decirnos donde está Dalonet. Las palabras del jefe de batallón dichas en la cena me persiguen mientras doy vueltas en la cama.Lo escuché el día anterior en el pueblo sin que les importará que yo estaba ahí. Hace un año ya que no se sabe nada de mi padre y todo mundo sabe que es porque está ocupado reconstruyendo y ampliando su territorio y su ejército listo para romper la tregua. La palabra "guerra" asedia Roth aunque no sea neces
Perspectiva de Crisia-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-—Despierta —exige la dueña de la voz, quien me tira del brazo para que abra los ojos.—¿Que ocurre? ¿Quién eres? —pregunto sobresaltada apartando el brazo.La habitación está lo suficientemente oscura y la linterna sobre la mesa de la enfermería ilumina la cara de la doncella que ha estado a mí disposición estos días.Me quedé dormida después de que Tristán se fue. Me quedé sentada en la cama con una especie de desazón y con los sentimientos a flor de piel. Por fin había conseguido decir todas las inquietudes que sentido por años y las había hecho explotar en la cara de Tristán.Lloré hasta que cayó la tarde y el cansancio me venció. Deb&iacu
Perspectiva de Crisia -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.- El aire sentaba bien, aunque estuviera fresco. Había visto por la ventanilla de la enfermería, desde el día en que había llegado aquí, al pequeño jardín del castillo. Estaba comenzando a ponerse marrón, naranja y amarillo por el otoño, pero aún podía sentirse un poco del pasto, aunque ya estuviera un poco seco. A las gallinas parecía gustarles, corrían de un lado a otro sin mortificarles mucho que hubieran sido sacadas del que siempre había sido su hogar. Luka se inclina a acariciar al gallo, pero recibe un picotazo directo en la palma. —Estos animales tienen carácter —se queja sacudiendo la mano por el dolor. —Deben tenerlo. —Le digo cuando se ha cansado de jugar con ellas y se sienta a mi lado—. Si no, no hubieran sobrevivido tanto tiempo solas. Luka asiente de acuerdo. —La cabaña donde estabas viviendo perteneció al guardabosques —explica—. Era un hechicero muy poderoso, pero el prefería la vida soli
Perspectiva de Tristán-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-—¿Estamos seguros de que se trata de Dalonet? —pregunto en cuanto llegó a la sala de reuniones.Ya están todos ahí y tienen la misma expresión que Kiara.—La tropa de la ínsula 47 informo que usan el escudo de Dalonet en sus armaduras —responde la líder del regimiento de Comunicación, un hada capaz de hablar tres palabras por segundo—. El enfrentamiento no duró mucho, dieron retirada y no se les encontró por ningún lado cuando huyeron.—No pudo hacerse ningún interrogatorio —dice Kiara con voz sombría. Su magia se especializa en realizar investigaciones especiales propias del regimiento de Inteligencia, la hace capaz de pasar infiltrada, esconderse y espiar, pero el talen
Perspectiva de Crisia-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-—¿No dormiste bien? —pregunta Luka mirándome con atención mientras reparte granos de maíz a las gallinas.—Pasé la noche en la biblioteca, no podía dormir —contesto a mitad de un bostezo.Luka también se ve mejor de salud, había pasado unos días con grandes círculos alrededor de sus ojos y la piel se le había puesto seca. Es como si hubiera regresado a la normalidad, a excepción de la pizca de inquietud en sus ojos.—Te vi salir de tu cuarto anoche después de que Tristán entró —me dice lo que sospecho a estado intentando decirme desde que llegamos al corral.—Se quedó dormido en mi cama después de que me aplicó el ungüento.Ar