Perspectiva de Tristán-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-—¡Arriba! —grita un soldado apuntando con un faro improvisado que Gofel ayudo a construir. Tiene muy poca luz de elfo pero es suficiente para los “Sigue Hadas” se estabilicen. Debemos acabar de ellos antes de que lleguen a los soldados que tienen que lidiar con los “No Muertos”.Cruzan por el aire, pero esta vez no provienen en dirección al renio de Dalonet a través del mar. Vienen de Roth y no entendemos cómo es que eso es posible.Somos muy pocos los que sabemos cómo usar el equipo de reconocimiento, corremos entre las pequeñas barricadas con ostras que hemos construido por la playa y apuntaos con las almas de rayos a una distancia prudente. Una de ellas se escapa sobrevolando por encima de mí. Escucho el chasquido de algo que se funde por un escupitajo de ácido cae en una de mis piernas.No me da tiempo de rosear agua o arena para evitar que llegue a mi piel, doy media vuelta y apunto al pecho donde el rayo
Perspectiva de Crisia-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-Nos quedamos en silencio hasta que vemos en la lejanía los barcos que partieron hace días.La brisa de mar los arrastra hasta que uno de ellos se acerca lo suficiente. Nosotros acercamos nuestra pequeña embarcación lo más cerca que podemos para que ellos tiren una cuerda de la que baja Kiara.—¿Qué haces aquí? —pregunta una vez en nuestro barco cuando ve a Doli— ¿Que hacen las dos aquí?Pregunta de nuevo cuando me ve a mí también.—Si se dirigen hacia allá van a encontrarse en el infierno —si voz es tan sombría que me causa escalofríos. Kiara, siempre decidida y sería parece que los ojos se le han abierto y sus pupilas vienen cargadas de algo desconocido.—Lo sabemos —responde Doli—. Es por eso que vamos allá.—Necesito el grimorio de los elfos para enfrentarme a "eso" —explico aguantando las ganas de preguntar dónde está Tristán, porque tengo miedo de saberlo.Kiara me mira profundamente. Se queda quieta unos
Perspectiva de Crisia-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-La playa está llena de niebla que huele a azufre.Ayudo a Doli a desviar el barco hacia el este donde recuerdo que es la zona donde el bosque inicia arriba de una pequeña pared rocosa que lo separa del mar. Es más complicado embarcar ahí, pero vale la pena si no queremos que nadie se entere de nuestra llegada.Conseguimos anclar el bote, pero nos preocupa que pueda hacerse añicos si una corriente muy fuerte lo golpea contra las rocas.Doli tenía razón, aún queda mucha vegetación, pero las hojas de los árboles están salpicadas con hongos que le dan tonalidades amarillentas y rojas. Huéspedes indeseados que les drenan poco a poco la vida, pero que las mantiene en pie al mismo tiempo. La energía de este bosque me hace sentirme triste, late tan débilmente que me parece que está hablándome, pidiéndome que lo salve.Hace demasiado frío mientras caminamos entre los árboles, hace tanto silencio que me sobresalto cuando
Perspectiva de Crisia-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-Yo también me duermo, está vez aparezco inmediatamente en el paraíso de mis sueños, pero se siente diferente. El cielo parece ser una cúpula transparente que mantiene separados el espacio estelar de la tierra.Mi madre no está usando el camisón vaporoso con flores bordadas con el que siempre la visualizo. Está junto a la estatua de Roth abrochándose una bota de combate, aprieta tanto las cuerdas en nudos que creo que van a romperse.—¿Mamá? —pregunto acercándome a ella. Yo tampoco estoy descalza, uso mi armadura de luz que resplandece, aunque sea de día.—Crisia. Que alivio que pude verte antes de que te marcharas.—Lo sabes.Me pone ambas manos en los hombros y me mira con seriedad.—Se que piensas enfrentarte a tu padre. Escúchame bien, Crisia. El grimorio de los elfos no es solo un libro.Trago con dureza, siento la lengua seca pidiendo por agua.—El grimorio de los elfos es una línea de comunicación con nue
Perspectiva de Doli-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-Mi hermana siempre dijo, que parecía que yo no entendía a lo que se refería “el miedo” porque siempre actuaba sin comprender las consecuencias. Nunca le dije que de verdad las entendía, que de verdad sentía miedo, pero al final siempre decidía hacerlo.El día de hoy entiendo las consecuencias y el cuerpo se me llena de sudor frio por el miedo, pero decido hacerlo.Encojo mis huesos hasta alcanzar la altura de un niño y adelgazo hasta convertirme en una bailarina ágil que apenas y hace ruido con los pies.Tomo uno de los artefactos de mi mochila, uno de mis favoritos: una cuerda del infinito. Recito el hechizo para que se sujete muy bien al barandal del pasillo y recito otro para que la cuerda me abrace.Recito el hechizo para que la cuerde me baje despacio. Me deslizo tan cerca de ese monstruo que puedo ver como la sangre late en sus venas abultadas que le cubren todo el cuerpo. Estoy tan cerca de su cuello que l
Perspectiva de Crisia-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-Extiendo la cadena que se queda recta y se transforma en una espada de plata cuyo mango me quema la palma. No permito que Tristán me detenga, corro por el salón y tomo el impulso suficiente para arrojarme sobre el pecho de Traegón. Traspaso la piel con la espalda, clavándosela muy hondo, es duro como un tronco de madera, pero uso todas mis fuerzas para hincársela más y más profundo en su corazón del que sale un tornado de niebla que intenta arrojarme lejos. Me concentro para hacer lo mismo que hice con el hombre que me ataco en el bosque, absorbo esa energía violenta para que no pueda hacer más daño. Me sostengo con fuerza mientras el alma se me llena de pesar. Siento una ira incontrolable y una envidia que remueve mi estómago, el odio por Tristán Avernatti me roe las entrañas, pero no me suelto. Después llega la emoción, una energía que me llena el pecho de una calidez loca, soy tan feliz del poder que me reco
Un reino, un rey y una reina; y un futuro más brillante que la luz del sol.—¿Estas nerviosa? —pregunta Tristán con esa sonrisa que solo hace cuando me mira y que cuido celosamente. Esa sonrisa que deja al descubierto esa cicatriz que le endurece el rostro y que le enorgullece cada vez que le digo que se ve sexy con ella.—No. No lo estoy —miento. Incluso yo puedo verme mentir mientras me miro al espejo y acomodo la corona sobre mi cabeza por tercera vez porque no me deja de parecer que esta torcida.En el reflejo veo como Tristán se acerca hasta a mí por la espalda y me ayuda a colocarla.—Ya déjala en paz, se te ve preciosa.“Preciosa” es definitivamente la mejor palabra, cuando me dice que estoy preciosa por las mañanas, cuando me dice que estoy preciosa cuando me siento en el piano cuando me enseña a tocar, cuando me dice que estoy preciosa cuando me tira por los suelos en medio de los entrenamientos, cuando me dice preciosa cuando esta sobre mi haciendo el amor.—No lo sé —confies
Perspectiva de mamá de Crisia-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-La oscuridad es aplastante y aunque se sientan como toneladas sobre mí, camino firme.Estoy descalza a pesar de que el frío de la gruta se filtra por las plantas de mis pies, prefiero esto a usar zapatos. Así es mejor.Puedo sentir a través del suelo todo lo que me rodea. El goteo que cae del techo proveniente del riachuelo que corre sobre mi cabeza. El correteo de los murciélagos que se esconden entre las estalactitas y, aunque permanezcan quietos, siento la presencia de todos los hechiceros que esperan al final del camino.Me acerco decidida hasta que el calor de la fogata me alcanza y las llamas iluminan la cámara formando toda clase de sombras extrañas entre las paredes rocosas.En medio de todo eso está él... Su aura es tan grande que no puedo fingir más que no lo noto, que toda su presencia es la que me está asfixiando.Está de rodillas frente a la fogata, atado de cada muñeca por cadenas fijas en