Perspectiva de Crisia-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-Aparecemos en las mazmorras del castillo después de que Luka a utilizado el pergamino de teletransportacion. Dice que siempre ha fallado en el hechizo apareciendo unos metros lejos de donde se supone intentaba llegar, así que aparecer aquí debe tratarse de eso.El lugar está oscuro, huele a humedad y esencia humana inmunda.Subimos por las escaleras, pero una figura se nos interpone a la mitad.—Tu —dice la mujer al verme. Tiene el cabello enmarañado, la piel amarilla y los ojos entornados. Su aparición es tan extraña que comienzo a creer que hemos aparecido en otra parte y no en el castillo.—Tu —repite esta vez y se abalanza sobre mí. Su fuerza es descomunal y me trae recuerdos, esta mujer es la misma que intento matarme en el bosque.Caemos por los escalones llevándonos a Luka en nuestro enfrentamiento y caemos de nuevo en el suelo frío y duro de la mazmorra.Está tan oscuro que no entiendo lo que pasa. La
Perspectiva de Luka-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-Gracias a la batalla el castillo ha perdido más de la mitad de la servidumbre y como no me atrevo a volver a la escuela porque quiero estar cerca por si hay noticias de Crisia, me dedico a ayudar a hacer tareas cotidianas.Procuro mantener mi mente ocupada, manteniendo el establo limpio y limpiar a los caballos.— Váyase a descansar, capitán —dice el jefe de la caballeriza, un hombre chapado a la antigua, reacio en un principio a que lo ayudará, pero al perder a su aprendiz no tuvo de otra que aceptarme.—De acuerdo, lo veo mañana entonces.Estoy calzándome los zapatos cómodos cambiándolos por las botas llenas de estiércol cuando el vuelve a hablar. Está recargado sobre uno de los postes de madera del corral mirando las nubes.—¿Cree de verdad que hay esperanza? —pregunta.—¿A qué se refiere? —pregunto pensando por un momento que no lo he escuchado bien. —Usted la vio —dice fijando ahora sus ojos
Perspectiva de Luka-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-—Para saber que le pasó a la princesa, primero debemos entender que pasó antes de que cayera en coma —dice ella.Estamos sentados en una de las mesas astilladas de la biblioteca pública, lado a lado con una taciturna linterna de piedras luminiscentes.—No he hablado con Tristán, pero había una nube negra saliendo de su estómago.Abre mucho los ojos con preocupación.—¿Cómo era la nube? —pregunta.Pensar en ella hace que el corazón se me encoja y la boca me sepa amarga.—Era densa, asfixiante. Te hacía tener toda clase de malas sensaciones.—Un consumidor de almas —murmura.—¿Qué es eso?—Es un ataque parásito. Necesita de un huésped con energía fuerte para alimentarse. Consume el alma de la persona y después libera una nube negra capaz de controlar a quienes la respiran.Todos en el salón sentimos lo mismo, como nuestros propios cuerpos y nuestras mentes ya no nos pertenecían. Morir o someternos.—¿Que ocurrió de
Perspectiva de Crisia-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-Paz.Aquí no hay hormigueo, ni voces, ni pensamientos inquietos que juegan en mi pecho y en mis entrañas.Solo hay silencio, no uno que se percibe con los oídos, si no con la mente.Hacía mucho que no sentía esto, no desde que mis poderes comenzaron a despertar y pude ser receptora de todo lo que me rodea, desde las cosas inanimadas hasta los humanos llenos de intensa pasión y violencia.Siento el cuerpo ligero, tan ligero que podría salir volando hacia ese cielo tan azul y esas nubes esponjosas y aborregadas.Los pájaros cantan en una sinfonía armoniosa casi antinatural, una parvada cruza por encima de mi cabeza y se van deprisa en la dirección contraria.Estoy en un campo que me parece conocido a lo lejos se observa un bosque denso, pero por metros solo hay pasto que se dobla con gracia cuando la brisa sopla. Camino un poco mientras el pasto me hace cosquillas en los pies desnudos.No recuerdo como llegue aqu
Perspectiva de Crisia-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-Un mar de sensaciones me recibe. Ese murmullo persistente en mi cabeza vuelve incrementado.¿Por qué regrese? Debí quedarme.Me llevo las manos a la cabeza para mitigar el dolor.—Crisia. —Me llama una voz que reconozco al instante—. ¿Qué sucede? ¿Qué te duele?—Nada —digo con voz ronca sintiendo la garganta como una lija.Por si fuera poco, el estómago se me ha revuelto lo suficiente como para taparme la boca para contener las ganas de vomitar.Doy grandes respiraciones con los ojos cerrados, intentando asimilar que he vuelto al doloroso mundo de los vivos.Cuando abro los ojos puedo verlo, esos ojos negros que en un principio no me demostraban nada están mirándome con intensidad, parecen cansados, pero le brillan mucho. Le ha crecido la barba y su cabello está un poco revuelto, seguramente por qué debió pasarse las manos por él como cuando está preocupado.—Estas viva —dice sonriendo. Su sonrisa sigue siendo
Perspectiva de Crisia-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-Nunca sabes a dónde va a llevarte la vida. Hace unos días estaba a punto de morir, ahora estoy acostada en el suelo de la sala del trono boca abajo.—Ese de ahí. ¿Sabes qué es? —pregunta Luka.Estamos acostados cabeza con cabeza, su cabello lacio me hace cosquillas, hace tiempo que no se lo corta.—No —respondo por más que he intentado encontrar forma al vitral en la parte más alta de la sala. Es un tragaluz en el techo con ninguna imagen en particular, solo curvas y rizos de colores que hacen que nuestras caras estén pintadas de azul, rojo y dorado brillante cuando los rayos del sol se proyectan. Es medio día, la hora en que el sol despunta en lo más alto del cielo.Levanta su dedo con una luz azul rodeándolo. Dibuja el contorno en el aire para que yo también puedo ver cómo ese montón de curvas de la esquina del vitral tiene forma de conejo. La figura brillante cobra vida y corretea alrededor de mi cara y jueg
Perspectiva de Tristán-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-Están ambos esperándome en la sala de juntas, Gofel con ambas manos sobre el bastón, con la cabeza elevada unos segundos, enalteciendo su barbilla. El consejero Real con ambas manos apoyadas en la mesa listo para clavarme sus ojos persuasivos.Dios los hace, ellos se juntan.—Se preguntará porque le pedimos que nos acompañará hoy, Alteza. —Su voz es cordial y directa. Es un experto para modular su tono, su lenguaje corporal y la forma que tiene para decir incluso las peores cosas. No sería consejero si no lo supiera.—Me lo pregunto, pero sé que van a explicármelo de todos modos.Su sonrisa se mantiene. A veces me pregunto qué es lo que realmente estará pensando. Es un hombre tan viejo como lo sería mi padre si siguiera vivo, su barba perfectamente recortada moteada de blanco y gris, su cuerpo redondo que se encorva un poco debajo del uniforme real que le queda una talla más pequeña grande y sus manos suaves q
Perspectiva de Tristán-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-Ya no existen los ocho, llamarlos así es una burla y un recordatorio constante de que uno de ellos traicionó a los demás.No hubo risas, festejos, discusiones y aunque el jefe de batallón si se puso borracho, lo hizo porque no podía soportar el silencio que perduró durante la cena hasta que los platos se retiraron.Y el fuego crepitaba y crepitaba en la chimenea.—¿Qué es esto? —pregunto cuando el consejero que se sentó a mi lado durante la velada, cuando uno de los sirvientes se acerca para entregarme la correspondencia en una bandeja de plata. Es la rutina usual, pero el sello que hay sobre la única carta. Una sirena.—Una carta de la cámara de representantes de las ínsulas.Los siete están mirándonos abiertamente. La mayoría ya debe de saber lo que dice la carta.La posibilidad de propuesta de matrimonio y alianza con el reino Laguna Azul no sólo llegó a los siete si no a los gobernantes de las ínsulas. La