Perspectiva de Crisia-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-Un mar de sensaciones me recibe. Ese murmullo persistente en mi cabeza vuelve incrementado.¿Por qué regrese? Debí quedarme.Me llevo las manos a la cabeza para mitigar el dolor.—Crisia. —Me llama una voz que reconozco al instante—. ¿Qué sucede? ¿Qué te duele?—Nada —digo con voz ronca sintiendo la garganta como una lija.Por si fuera poco, el estómago se me ha revuelto lo suficiente como para taparme la boca para contener las ganas de vomitar.Doy grandes respiraciones con los ojos cerrados, intentando asimilar que he vuelto al doloroso mundo de los vivos.Cuando abro los ojos puedo verlo, esos ojos negros que en un principio no me demostraban nada están mirándome con intensidad, parecen cansados, pero le brillan mucho. Le ha crecido la barba y su cabello está un poco revuelto, seguramente por qué debió pasarse las manos por él como cuando está preocupado.—Estas viva —dice sonriendo. Su sonrisa sigue siendo
Perspectiva de Crisia-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-Nunca sabes a dónde va a llevarte la vida. Hace unos días estaba a punto de morir, ahora estoy acostada en el suelo de la sala del trono boca abajo.—Ese de ahí. ¿Sabes qué es? —pregunta Luka.Estamos acostados cabeza con cabeza, su cabello lacio me hace cosquillas, hace tiempo que no se lo corta.—No —respondo por más que he intentado encontrar forma al vitral en la parte más alta de la sala. Es un tragaluz en el techo con ninguna imagen en particular, solo curvas y rizos de colores que hacen que nuestras caras estén pintadas de azul, rojo y dorado brillante cuando los rayos del sol se proyectan. Es medio día, la hora en que el sol despunta en lo más alto del cielo.Levanta su dedo con una luz azul rodeándolo. Dibuja el contorno en el aire para que yo también puedo ver cómo ese montón de curvas de la esquina del vitral tiene forma de conejo. La figura brillante cobra vida y corretea alrededor de mi cara y jueg
Perspectiva de Tristán-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-Están ambos esperándome en la sala de juntas, Gofel con ambas manos sobre el bastón, con la cabeza elevada unos segundos, enalteciendo su barbilla. El consejero Real con ambas manos apoyadas en la mesa listo para clavarme sus ojos persuasivos.Dios los hace, ellos se juntan.—Se preguntará porque le pedimos que nos acompañará hoy, Alteza. —Su voz es cordial y directa. Es un experto para modular su tono, su lenguaje corporal y la forma que tiene para decir incluso las peores cosas. No sería consejero si no lo supiera.—Me lo pregunto, pero sé que van a explicármelo de todos modos.Su sonrisa se mantiene. A veces me pregunto qué es lo que realmente estará pensando. Es un hombre tan viejo como lo sería mi padre si siguiera vivo, su barba perfectamente recortada moteada de blanco y gris, su cuerpo redondo que se encorva un poco debajo del uniforme real que le queda una talla más pequeña grande y sus manos suaves q
Perspectiva de Tristán-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-Ya no existen los ocho, llamarlos así es una burla y un recordatorio constante de que uno de ellos traicionó a los demás.No hubo risas, festejos, discusiones y aunque el jefe de batallón si se puso borracho, lo hizo porque no podía soportar el silencio que perduró durante la cena hasta que los platos se retiraron.Y el fuego crepitaba y crepitaba en la chimenea.—¿Qué es esto? —pregunto cuando el consejero que se sentó a mi lado durante la velada, cuando uno de los sirvientes se acerca para entregarme la correspondencia en una bandeja de plata. Es la rutina usual, pero el sello que hay sobre la única carta. Una sirena.—Una carta de la cámara de representantes de las ínsulas.Los siete están mirándonos abiertamente. La mayoría ya debe de saber lo que dice la carta.La posibilidad de propuesta de matrimonio y alianza con el reino Laguna Azul no sólo llegó a los siete si no a los gobernantes de las ínsulas. La
Perspectiva de Crisia-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-Andar a hurtadillas de nuevo por el castillo me trae recuerdos. Veo con mis ojos y con mi percepción. Aunque mi madre dijo que no podría tener otra vez esos ataques de poder, seguía practicando cosas sencillas, incluso mi percepción se había afinado, como un montón de frecuencias que lograban sintonizarse.Después de sortear a los guardias y conseguir llegar hasta el corredor noto una presencia doblando la esquina. Su magia es inquieta y saltarina, llena de ansias, parece estar en cuclillas en la entrada.Es un guardia, fornido que se para enseguida cuando me mira.—¿Estabas espiando? —preguntó en voz baja.—No, alteza —responde mirando en todas direcciones, su energía se ha vuelto un enjambre de abejas.Nadie me llama alteza, todos me han dicho princesa hasta ahora y lo han dicho siempre como si se tratara de algo muy malo.—¿Cómo sé que no eres un espía? —acuso con cautela, después de todo, una batalla había
Perspectiva de Luka-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-Cabalgo por el empedrado de los caminos del castillo en medio de una mañana silenciosa. El vapor sale por la nariz del animal condensando su respiración en un montón de gotitas. De mi boca también sale vapor.El castillo, aunque no se encuentre muy lejos, está cubierto por una densa niebla que roba todos los colores de las cosas, le da un aspecto lúgubre.Nunca me ha gustado el invierno, me hace sentir fríos los pies y el pecho.Debo pasar por una pequeña granja antes de salir de los páramos del palacio, los trabajadores se encuentran ahí cultivando naranjas y calabazas, solo las verduras y frutas que suelen darse en estas temporadas.Uno de los granjeros está picando una montaña de heno con un tridente como si quisiera que la pila gritara de dolor y saliera corriendo.—Te dije que suplantar identidades es de mal gusto —digo al hombre barbudo cuando paso a su lado.El pretende lucir sorprendido, luego confundido,
Perspectiva de Luka-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-Este no soy yo. Despierto con dolor de cabeza y una mano en mi pecho, sus uñas están pintadas de morado y sus pecas son tan blancas como la almohada donde reposa la cabeza.Está sonriendo, como si estuviera sumergida en un buen sueño.¿Qué es lo que hice?Me desprendo de las cobijas para ponerme el uniforme en silencio, me abotono la camisa, pero descubro que mis pantalones están en la cama entre las cobijas con que ella está envuelta. Trato de liberarlos jalándolo despacio por la orilla, pero es tarde, su mano captura el otro extremo.Ella está despierta, posando sus ojos morados en mí.—¿Planeabas vestirte y marcharte? Despertaría sola y entonces preguntaría al de la posada por ti para que me diga que te has marchado temprano lo que significaría que lo de anoche solo fue… eso... pasar la noche.No hay reproche, solo resignación. La he decepcionado.—No. Quería despertarte, pero parecías feliz al dormir. —Mis ex
Perspectiva de Luka-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-—Luka, ¿Quieres que te dé la primera misión de ti puesto —pregunta Tristán visitándome muy de temprano?—Necesito que averigües sobre la madre de Crisia. Aceptamos muy fácilmente que la aparición de su madre decía la verdad, y ahora la atormenta todas las noches, es...—Sospechoso —termino la frase por él. Hemos vuelto a estar conectados y a pensar de la misma forma—Descuida, yo me encargo. —Le digo dándole un par de palmadas en el hombro.Es la oportunidad que necesitaba para hacer una visita al cuartel de Inteligencia y estrenar mi autorización a los archivos clasificados.Es como una bodega gigante con estantes con miles de documentos y un sistema de búsqueda impulsado por magia, quien custodia la entrada es un hada bastante vieja cuyas alas han sucumbido a la gravedad, pero que todavía pueden hacerla volar lo suficiente como para buscar entre las repisas más altas. Para los que no tenemos alas se encuentran