Thomas, ante la llamada realizada por el abogado sale aprisa de la hacienda de Miguel a la suya, rompiendo el record de velocidad para su traslado de una propiedad hacia la otra, pues están retiradas. Al llegar, busca de inmediato al abogado, quien lo esperaba en el área de las oficinas con los otros dos abogados y unos funcionarios del cuerpo de investigación de la región, a quienes él conocía. Una vez reunidos, todos conscientes que él y Helena no se podían ni ver, porque siempre estaban enfrentados, le exponen lo grave de la situación para ella, mientras no logren dar con el autor o autora de todo esto, que esta ocurriendo, sobre el acoso, la persecución, las amenazas y el enfrentamiento que ha tenido con personas sin escrúpulos, quienes no se han detenido ni siquiera por el hecho de que ahora ella, también es heredera. Thomas, sintiéndose avergonzado porque de repente ha sido su conducta contra Helena, la que han generado esta matriz falsa de opinión, según la cual, todos pi
Helena se instaló con sus padres en la hacienda, en las habitaciones que fueron asignadas por él. Al ingresar a la suya, de inmediato reconoció el olor de Thomas, su fragancia, sus cosas, resultando todo embriagante para ella y para todos sus sentidos. Antes de acostarse, ella llamó a Elizabeth para informarle que por ahora no podía salir a la cabaña, estaba hospedada en la hacienda junto a sus padres, luego iría y personalmente le explicaría lo que estaba ocurriendo, pero, necesitaba le avise a sus otras amigas, que el paseo se suspendió. Luego, llamó a Carlos Javier ofreciéndoles disculpas por no poder ir, pero era algo que escaba de sus manos. Asegurándole que si iría, pero mas adelante. Mientras, Thomas en la habitación de su padre, no podía conciliar el sueño, saber que la tenia ahí tan cerca y enojada con él. Además, estaban los padres de ella ahí, no la iba a exponer a que la encontraran con él, haciendo el amor; debía cuidarse de tener algún enfrentamiento con ellos, pues,
Helena salió de la habitación de sus padres, luego de aclarar con ellos, lo que ocurría entre ella y Thomas. Bajaron al comedor, donde los esperaba Maite, quien acercándose muy amablemente y deseándoles un excelente día les preguntó ¿si deseaban desayunar algo en particular? Mencionándoles lo que había para el desayuno ese día. —Gracias Maite, nos parece perfecto lo que nos ofreces, solo que esperaremos al señor Thomas, para desayunar con él —respondió Helena. —Muy bien señora Helena. Con su permiso, déjeme revisar todo esté listo. Helena con un movimiento en su cabeza hacia arriba y hacia abajo, le autorizó a retirarse, mientras esperaban a Thomas, quien en escasos cinco minutos, estaba ahí, saludándolos muy afectuosamente, sobre todo a María Inés, a quien él respetaba y admiraba mucho. El ama de llaves de inmediato ordenó sirvieran y desayunaron los cuatro con una amena conversación sobre la mudanza a la casa de huéspedes. Al concluir, salieron los cuatro hacia la casa, para apr
Ese día, a primera hora, Helena y Samuel, se dirigieron hacia la pista de aterrizaje, para buscar a Thomas. Ella no le había avisado que lo buscaría para darle una sorpresa y fugarse con él a cualquier parte. Pero, la sorprendida fue ella, cuando vio bajar de la avioneta a Roxana primero y detrás de ella a Thomas, quien venía sonriendo con la azafata y el Capitán. Helena de inmediato, sin esperar explicación alguna, se montó en la camioneta y le pidió a Samuel arrancar, hecho éste que fue observado por Thomas, quien no pudo hacer nada para tratar de detenerla porque no podía ponerla en evidencia, sobre todo delante de Roxana. Ella, sentía que el mundo se derrumbaba a sus pies, sin poder controlar el llanto, las lágrimas corrían por sus mejillas, mojando su blusa. Helena se resistía a creer que después de todo lo que han pasado, él siguiera manteniendo una relación con esa mujer. Por lo tanto, no estaba dispuesta ha aceptar esto, ni siquiera lo discutiría, para ella, esto significa
Thomas, continuó explicando a Miguel, ese cúmulo de sentimientos y emociones que Helena fue despertando en él, como apoderándose de su voluntad, su corazón, su mente. Muchas veces, sintió que ella lo dominaba y por eso, no permitiría que conociera sus sentimientos: —De ahí, fui perdiendo el control de la situación y como bien me decía ella, me fui convirtiendo en un autentico animal y patán... —expresó arrepentido, pasando sus dos manos por sus cabellos. »Sobre todo, cuando observaba como papá le acariciaba el rostro, le tomaba sus manos, la besaba, abrazaba, esto despertaba en mí, el instinto más bajo de animal, que cualquier ser humano pueda desarrollar. »Sinceramente, Miguel sentía rabia, furia, celos, impotencia de no poder hacer algo, pues era mi padre, mi contrincante con ella; pero… lamentablemente, aún cuando sé que solo es mía, que me ama, igual siento unos celos muy fuerte, al ver que alguien se acerca a ella. —Amigo, eso esta fuerte, si eso no es amor, se parece mucho —
—Thomas, estoy muy preocupada ¿observaste, como nos miraban las personas que estaban ahí en el centro de salud? Estoy segura que nos reconocieron —pregunto Helena con voz queda. —Si, mi amor, todos los que estaban ahí sabían quienes somos. Pero no le prestes atención, no permitas que eso te afecte, por favor —respondió Thomas hablando muy seriamente, en voz baja, mirándola con mucha ternura. Ese día, en el centro de salud, algunos presenciaron la forma como se trataron Thomas y Helena. Ellos fueron identificados plenamente con el accidente, ella como la viuda de Don Juan Montero y él, como su hijo. Debido a esto, les parecía un escándalo la relación que supuestamente mantenían y que se evidenciaba de las palabras que se dijeron, delante de algunas personas. En todo caso, Helena y Thomas estaban dispuestos a enfrentar cualquier situación, porque para ellos su amor estaba por encima de todo. Siendo esto sometido a pruebas de una vez, cuando Roxana retenida en la Comisaria, decla
—¡Tranquila amiga! Cualquier cosa, la que sea, cuentas conmigo siempre —expresó Elizabeth con mucho afecto y abrazándola fuertemente. —Por ahora, no diré nada a mis padres. Hablaré con mi padrino, estoy segura el me ayudará. —En todo caso, ya sabes, cuentas conmigo. Es más deseo acompañarte a la consulta ¿te parece? Si quieres vamos de una vez, solo debemos llamar a Samuel. Helena con un movimiento afirmativo de su cabeza, dejó que Elizabeth llamara a Samuel y viniera por ellas. —¡Hola Samuel! —¡Buenos días señora! ¿A dónde la llevo? —Vamos… a la Capital, llévame a la Clínica… de mi padrino —respondió ella lentamente y con una media sonrisa. —¡Con gusto, señora! —Gracias. Samuel ¿Alguna novedad en la hacienda? —No, señora. ¡Ahhh ya…! Cuando salía para acá, iba llegando un taxi del aeropuerto a la hacienda. Pero no se quien iba. —Okey, gracias Samuel. Al llegar a la consulta, la secretaria de su padrino la saluda e informa, que ya esta por irse. Ella entra de inmediato, habla
Dos semanas después… Helena siguió en el apartamento y desde ahí, esta atendiendo su trabajo, especialmente el de las exportaciones en contacto con Nancy su secretaria y Marcia la secretaria de Thomas. Sus padres hablan con ella a diario y se extrañan de esta conducta de ella. Su hija ha cambiado mucho, dejó de ser aquella joven, cariñosa, valiente quien decía las verdades a quien sea, en su cara, para convertirse en esta mujer amargada, agresiva, desconfiada, como se percibe ahora, además de no ser franca y sincera con ellos. Sus padres sospechan que algo ha pasado con Thomas, esa ausencia prolongada de él, es un mal síntoma, de que entre ellos, las cosas no están bien. —¿Qué te pasa hija? —preguntó su madre muy preocupada. —Nada mamí, es solo que estoy harta, de que la mayoría de las personas piensen que soy una imbécil, que no tengo inteligencia y con cualquier mentira me pueden engañar. —¿Thomas, hija? —Si, entre otros —agregó ella muy dolida. —Pero no me parece justo que