OLIVIA"Parece una reina, Sra. Jones, y también baila como tal." Brandon me halagó, yo no sabía que él me conocía. Debo haber mostrado una expresión de sorpresa, porque me dijo. "Oh, espero que no se moleste por eso. Todos aquí saben quién es usted y se preguntan por qué usted y su marido vinieron con acompañantes diferentes."Me temía algo así, pero Nick y yo no podíamos volver a aparecer juntos en estos círculos. "¿Es usted uno de los que se hacen esa pregunta, Sr. Ryan?" se rio, haciéndome girar. "No, ya sé lo que pasó. Ese imbécil no conocía a su mujer lo suficiente como para confiar en ella. Te mandó a la cárcel y ahora está celoso de que yo baile contigo."Me reí, debería haber sabido que era alguien lo bastante poderoso como para provocar así a Nick, sin temor a las consecuencias. “¿Cómo sabes que soy inocente?” Sonrió, el hombre era hermoso, no guapo pero hermoso.“Porque sé leer a la gente, y usted no parece del tipo que estaría con un hombre por su dinero. Usted es una mujer
OLIVIAEstaba de pie frente al alto rascacielos de Propiedades Ryan, con las manos sudorosas y temblando del nerviosismo. Se suponía que tenía que haber entrado hacía diez minutos, pero los pies me pesaban como el cemento. En mi mente seguía pensando en el mensaje que Brandon había enviado y me preguntaba qué significaría.¿En qué está de acuerdo su padre? ¿En el negocio del que hablamos o en algo más? Estar en la cárcel me convertía en una persona desconfiada, ya no podía tomarme al pie de la letra todo lo que alguien decía. Le había enseñado el mensaje a Ethan para saber su opinión al respecto."Ten cuidado, Olivia. Brandon es el rival de Nick en los negocios. Puede que no se muevan en los mismos círculos en los negocios, pero siguen siendo rivales, no puedo explicarlo, pero ten cuidado." Parecía enfadado cuando me dijo eso, y me hizo preguntarme si Brandon también era su rival.Pero no le pregunté. Aquí estaba yo, de pie, sin saber si estar aquí era una buena idea. Necesitaba el neg
OLIVIAEsperaba que Nick volviera pronto a casa hoy. No había estado mucho por aquí desde que empezó a trabajar con Sandra, mi mejor amiga. Las cosas habían estado agitadas en su oficina, pero aun así esperaba que hoy fuera diferente, ya que era nuestro cuarto aniversario de matrimonio. También tenía una noticia importante que decirle: por fin estaba embarazada y estábamos a punto de formar la familia con la que siempre habíamos soñado.Me moría de ganas de ver su reacción cuando se lo dijera, sin mencionar a mi suegra, que estaría encantada. Planeaba llamarla y contarle todo después de decírselo a Nick. Estaba segura de que acortarían su viaje en cuanto se enteraran de mi embarazo.Tarareé mi canción favorita mientras me movía por la cocina, cocinando con alegría. Estaba contenta, a pesar de notar que las cosas no habían sido como antes entre Nick y yo últimamente. Esperaba que, tras conocer la noticia de mi embarazo, volviera a ser el hombre del que me enamoré.Justo cuando colocaba
OLIVIADos días después"¡Enciérrenla y no dejen ni que vuelva a ver el sol, no se lo merece!" Nick le gritó a los policías de Nueva Aldea. Sus ojos eran fríos como el hielo, llenos de odio. Uno de los policías me metió bruscamente en una celda mugrienta y maloliente antes de cerrar los barrotes de golpe. Me giré para mirar a Nick y Sandra. Estaban juntos, parecían muy amigos... o amantes. Ella era la razón por la que él se había vuelto contra mí, aunque no entendía por qué. Habíamos crecido juntos, lo habíamos hecho todo juntos. Nos habíamos cuidado las espaldas mutuamente. Y ahora estaba al lado de mi marido mientras me metía en la cárcel por algo que claramente yo no había hecho. Hace unas horas, estaba preparando la cena para mi marido, esperando a que volviera del trabajo. Incluso después del incidente con Sandra en la cocina, y a pesar de que las cosas habían cambiado entre nosotros desde que Sandra volvió, aún tenía esperanzas de que pudiéramos arreglar este malentendido. Ento
OLIVIAMientras estaba en la celda, me puse a pensar en mi abuela. ¿Qué sería de ella ahora que yo estaba encerrada? Se me oprimió el pecho al pensar en ella y en su salud delicada. Si se enteraba de mi arresto, podría morirse.Nick se giró hacia el policía. "No puede recibir visitas ni salir afuera. Que se pudra en esta celda. ¡Por mí, que se muera aquí!"Mi corazón se rompió en mil pedazos. Sentía mucho calor y me costaba respirar. ¿¿Cómo iba a saber mi abuela que estaba bien si no podía recibir visitas? Esto la mataría. Sentía que se me bloqueaba la garganta, y no me llegaba el aire. Tenía muchas ganas de rendirme. Pero entonces vi el brillo de satisfacción en los ojos de Sandra. Una sensación de determinación volvió a inundarme. No iba a dejar que esa bruja ganara. Para entonces, estaba empapada en sudor, con los ojos abiertos como platos. Estaba segura de que me veía pálida como una sábana blanca. El policía amable parecía aterrorizado. "Señor, no puede respirar. ¿Debo llamar a
OLIVIAMe senté en mi celda oscura, pensando en mi bebé y en cómo iba a sobrevivir en un lugar así. No me preocupaba por mí, podían tenerme aquí todo el tiempo que quisieran, pero mi bebé no se merecía pasar por esto. No merecía nacer en una cárcel ni sufrir por cosas que no debe.Era sólo el segundo día de mi encarcelamiento, y la policía estaba cumpliendo su palabra a Nick de no dejarme salir. Pero ya pensaba que estaban llevando las cosas demasiado lejos, principalmente porque no me habían dado de comer desde que llegué.Era bueno que nada se quedara en mi estómago por mucho tiempo. Había empezado a tener náuseas matutinas. Pero seguía sintiendo hambre, aunque sabía que todo lo que comiera iba a vomitarlo.”Ay, mi bebé“ dije acariciándome el estómago, siento mucho que estés pasando por esto, que vayas a empezar tu vida en este mundo así. Pero te juro que te protegeré. Tu padre nunca sabrá que existes, y no volverá a hacernos daño ni a ti ni a mí. Ya me ha hecho bastante."La puerta
OLIVIANUEVE MESES DESPUÉSLa cárcel había sido dura, no sólo porque estaba embarazada, sino por cómo me trataban. Pero estaba agradecida por una cosa, Ethan siempre mantuvo su palabra. El guardia al que había sobornado siguió trayéndome vitaminas y cuidó de mí como me había prometido.Pero cuando él no estaba, los demás policías increíblemente se “olvidaban” de darme de comer. Había días en que tenía tanta hambre que me dolía el estómago. Un día grité hasta que por fin vino alguien. Pero en vez de comida, me dieron una paliza.Me pegaron tanto que me dejaron un ojo morado y moratones por los brazos y las piernas. Pero a pesar de todo, protegí a mi bebé. Incluso después de la golpiza, no me dieron de comer. A partir de ese día, aprendí a quedarme callada cuando el policía no estaba cerca.Racionaba la comida, comía porciones pequeñas y guardaba algo por si no me daban nada al día siguiente. Era casi piel y huesos, y me preocupaba por mi bebé. ¿Estaba recibiendo suficientes nutrientes?
NICKHan pasado dos años desde que esa mujer me humilló, desde que descubrí que me estafó millones. ¿Cómo pude ser tan ciego? Cuando Sandra me contó que Olivia tuvo algo que ver con lo que le ocurrió a mi madre hace tantos años, de cómo se conocieron, cómo Olivia “casualmente” la salvó de ser atropellada por un coche, al principio me negué a creerlo. Pensaba que mi mujer nunca sería capaz de algo así.Entonces me mostró la grabación de su llamada telefónica, en la que Olivia lo había confesado todo: cómo había conseguido a su “gallina de los huevos de oro”, cómo iba a cambiar su vida y la de su abuela. Por si fuera poco, me robó mucho dinero. Sandra me había enseñado las pruebas.Recuperé parte del dinero, pero sólo una pequeña parte. Pensar en ella todavía me llena de rabia. ¿Cómo pudo ser tan cruel? ¡Mi madre la quería!“¡Nick!” Sandra me sacó de mis pensamientos. ”Es casi la hora de ir a buscar a tus padres. Estoy terminando con la cena. Estará lista para cuando vuelvas."Si no hu