— Sí, yo tampoco lo esperaba. No pensé que ahora fuera alguien tan miserable — dijo Lucas con el rostro ensimismado.— Lucas… lo siento mucho, te he causado muchos problemas. En el peor de los casos, le pediré disculpas y me retiraré de esta industria. Después de todo, no estudié para esto — dijo Viviana, dando un paso atrás. Si tenía que cambiar de carrera, lo haría, pero este trago amargo no se lo dejaría pasar. Ya encontraría la forma de vengarse. No quería poner a Lucas en una situación difícil. Solo podía culpar a Amanda por arruinar su boda. Siempre la había envidiado y le habia dado el placer de vengarse.— No es necesario que te disculpes públicamente ante miles de personas.— ¿De verdad? — Viviana lo miró emocionada. Estar con un hombre poderoso tenía sus ventajas. Incluso en situaciones como esta, parecía que podía resolverlo de alguna maneraPero antes de que pudiera alegrarse, las siguientes palabras de Lucas la hundieron en el abismo.— Ahora saldrás y admitirás que te en
Amanda no sabía si quiera que pensar. Jamás se le hubiera ocurrido que Viviana iba a revelar algo así.— ¿Viviana? —Lucas también estaba en estado de shock. Nunca pensó en contar aquello, porque dañaría la reputación de Amanda, y además lo dejaría a él en una posición vergonzosa, ya que en ese momento Amanda seguía siendo su novia de manera oficial. Viviana lo miró por encima del hombro y le lanzó una mirada tranquilizadora, dándole a entender que sabía lo que estaba haciendo.Lucas apretó los puños, pero no dijo nada más.— A todos los presentes, sé que esto es un asunto familiar que no debería hacerse público, pero... esto afecta tanto mi reputación como la del señor Lucas, así que no tenemos más remedio. Amanda, para poder sobrevivir, se ofreció a los secuestradores. En ese barco había muchos hombres, y quién sabe cuántos abusaron de ella.— Díganme, ¿cómo puede alguien con un pasado tan turbio y tantos traumas casarse con Lucas? Yo aproveché la oportunidad solo después de que él t
Amanda, hacer esto público no te traerá ningún beneficio. No olvides que eres la señora Toledano.—Si quieres irte hasta la mismísima mierda, pues hazlo, pero primero asegúrate de que él quiera acompañarte.Lucas no se detuvo ni volteó a verla al decir estas palabras, y se fue sin mirar atrás. Amanda, con el cuerpo tenso, lo miró con extrañada como si tuviera cierta razón.— Desde hoy, Jorge y yo estamos oficialmente divorciados. Mañana mismo iremos a completar los trámites. A partir de ahora, lo que haga yo o deje de hacer, solo es de mi incumbencia y no tendrán relación alguna con él —dijo alzando la voz para que todos la escucharan.Lucas, ya en la puerta, sintió una punzada en el corazón al escuchar esas palabras. ¿Ella estaba dispuesta a divorciarse para no arrastrar a Jorge con ella? ¿Acaso se preocupaba tanto por él? Lucas cedió y no pudo evitar voltear a verla. A pesar de su figura frágil, Amanda se mantenía firme. Había lágrimas brillando en sus ojos, pero su mirada seguía si
"Si quieres divorciarte, pues hazlo, pero primero tendrás que pasar sobre mi cadáver, porque no pienso concedértelo. Jorge pronunció esas palabras, con la voz ronca y deliberada. Amanda se quedó de piedra. ¿Jorge entonces no quería divorciarse?— Amanda, ¿crees que puedes venir cuando quieras y marcharte cuando se te dé la gana? Como si mi amor fuera un hogar de paso, ¿Qué piensas pues de mí? ¿Qué me quedaré entonces de brazos cruzados si te vas ahora? Si me divorcio de ti en este momento, ¿en qué me convertiría? ¿De verdad crees que te dejaría enfrentarte sola a esos dos miserables?— ¿Te das cuenta de que si te marchas de la familia Toledano y dejas mi protección, Lucas y Viviana cobraran venganza en un abrir y cerrar de ojos? ¿En serio crees que tendrás tiempo de convocar una rueda de prensa?Su voz, llena de ira, era grave y rasposa. El corazón de Amanda se hundió. Sin Jorge, no tendría ninguna oportunidad de pelear contra ellos.Bajó la mirada, afligida.— ¿Entonces qué hago? ¿Dej
Esa noche, Amanda no pudo conciliar el sueño. En su escritorio estuvo todo el tiempo organizando las pruebas de la infidelidad de Lucas. Carla había investigado una parte, pero su investigación no era completa, aún necesitaba la ayuda de Jorge para profundizar en el asunto y unir algunos cabos sueltos. Trabajó hasta que la vista se le nubló, y comenzó a sentir mareo por el hambre. No había cenado nada, y tras tantas horas sin comer, tenía sus tripas pegadas. Bajó para buscar algo de comer, sin imaginar que, a esa hora, todavía habría alguien en la sala.Eran Jorge y Catalina, quienes estaban conversando. Catalina no había asistido a la boda, ya que una amiga cercana se casaba el mismo día, y ella había sido la dama de honor. Acababa de llegar a casa.— Hermanito, ¿sabes qué? Todos están hablando de lo que le pasó a tu mujercita. ¿Sabes lo vergonzoso que es? Cuando la boda estaba por terminar, nos íbamos a divertir, pero mi amiga me apartó y me sugirió que volviera a casa, para no ver
En la habitación del hospital Viviana fue estabilizada después de la operación, y cuando el efecto de la anestesia pasó, comenzó a despertar lentamente. Al ver a Lucas junto a su cama, sus ojos se llenaron de lágrimas. Intentó hablar, pero su garganta le dolía demasiado, y no logró emitir ningún sonido. Con una expresión de pánico, señaló su cuello. ¿Acaso perdería la capacidad de hablar para siempre?—El doctor dijo que tus cuerdas vocales están bien y no has perdido la capacidad de hablar. En un par de días podrás hacerlo —respondió Lucas, con frialdad. Pero no estaba seguro de si su voz volvería a ser la misma.Viviana suspiro de alivio y rápidamente tomó su celular para escribir un mensaje.—Lucas, Jorge fue de veras demasiado lejos esta vez. ¿Cómo pudo hacerme esto, y delante de ti? Es un hombre, ¿cómo pudo lastimarme de esta manera? Tienes que defenderme, por favor —escribió.Sin embargo, Lucas, al leer esas palabras, permaneció inmóvil, mirándola con frialdad.—¿Por qué lo hici
Viviana no dejaba de enviarle mensajes a Lucas, explicando que había actuado impulsivamente, que no había pensado bien las cosas, y suplicándole que la perdonara. Sin embargo, Lucas no respondió. Aquella noche, que debía ser su noche de bodas, había terminado de la peor manera posible. En lugar de disfrutar juntos, ella estaba sola en el hospital, llorando en silencio. Las lágrimas le llenaban los ojos, pero no podía emitir sonido alguno, ya que su garganta estaba ardiendo de dolor. Viviana no dejaba de culpar a Amanda por todo lo ocurrido. Si Amanda no hubiera tendido esa trampa para arruinarla, ella no habría mencionado lo de su abuso en la fiesta, y el escándalo no habría escalado tanto.Ahora, Lucas ni siquiera quería hablarle. Pero al menos ya estaban casados, así que no podía abandonarla por completo. Aunque su relación había quedado dañada, aún había esperanza de que todo se solucionara.— Maldita sea Amanda, maldita perra— murmuraba entre las sábanas blancas Viviana se juró
El corazón le dio un vuelco a Amanda.¿Jorge en serio quería consumar su matrimonio para protegerla y cuidarla el resto de su vida? ¿Lo hacía en verdad movido por un sentimiento de compasión, por un sentido de responsabilidad o porque sabía que su relación con Catalina ya no tenía futuro, y por eso prefería estar con ella? ¿o tal vez solo la amaba? En ese momento, su mente se llenó de pensamientos confusos. Por un instante, estuvo a punto de aceptar, pero al recordar la situación en la que se encontraban, recuperó la compostura.— No, de verdad no quiero que te sientas obligado a cuidar de mí toda la vida. Mi vida es mi responsabilidad, y no necesito que nadie cargue con mis pesares— respondió, tratando de sonar firme.— Lo hago porque quiero. Desde el momento en que te salvé, supe que quería ser responsable por ti— replicó él, con determinación.— Tu sentido del deber es demasiado fuerte, Jorge. No vale la pena.— Te equivocas. Tú lo vales todo — dijo él, mirándola directamente a los