"Si quieres divorciarte, pues hazlo, pero primero tendrás que pasar sobre mi cadáver, porque no pienso concedértelo. Jorge pronunció esas palabras, con la voz ronca y deliberada. Amanda se quedó de piedra. ¿Jorge entonces no quería divorciarse?— Amanda, ¿crees que puedes venir cuando quieras y marcharte cuando se te dé la gana? Como si mi amor fuera un hogar de paso, ¿Qué piensas pues de mí? ¿Qué me quedaré entonces de brazos cruzados si te vas ahora? Si me divorcio de ti en este momento, ¿en qué me convertiría? ¿De verdad crees que te dejaría enfrentarte sola a esos dos miserables?— ¿Te das cuenta de que si te marchas de la familia Toledano y dejas mi protección, Lucas y Viviana cobraran venganza en un abrir y cerrar de ojos? ¿En serio crees que tendrás tiempo de convocar una rueda de prensa?Su voz, llena de ira, era grave y rasposa. El corazón de Amanda se hundió. Sin Jorge, no tendría ninguna oportunidad de pelear contra ellos.Bajó la mirada, afligida.— ¿Entonces qué hago? ¿Dej
Esa noche, Amanda no pudo conciliar el sueño. En su escritorio estuvo todo el tiempo organizando las pruebas de la infidelidad de Lucas. Carla había investigado una parte, pero su investigación no era completa, aún necesitaba la ayuda de Jorge para profundizar en el asunto y unir algunos cabos sueltos. Trabajó hasta que la vista se le nubló, y comenzó a sentir mareo por el hambre. No había cenado nada, y tras tantas horas sin comer, tenía sus tripas pegadas. Bajó para buscar algo de comer, sin imaginar que, a esa hora, todavía habría alguien en la sala.Eran Jorge y Catalina, quienes estaban conversando. Catalina no había asistido a la boda, ya que una amiga cercana se casaba el mismo día, y ella había sido la dama de honor. Acababa de llegar a casa.— Hermanito, ¿sabes qué? Todos están hablando de lo que le pasó a tu mujercita. ¿Sabes lo vergonzoso que es? Cuando la boda estaba por terminar, nos íbamos a divertir, pero mi amiga me apartó y me sugirió que volviera a casa, para no ver
En la habitación del hospital Viviana fue estabilizada después de la operación, y cuando el efecto de la anestesia pasó, comenzó a despertar lentamente. Al ver a Lucas junto a su cama, sus ojos se llenaron de lágrimas. Intentó hablar, pero su garganta le dolía demasiado, y no logró emitir ningún sonido. Con una expresión de pánico, señaló su cuello. ¿Acaso perdería la capacidad de hablar para siempre?—El doctor dijo que tus cuerdas vocales están bien y no has perdido la capacidad de hablar. En un par de días podrás hacerlo —respondió Lucas, con frialdad. Pero no estaba seguro de si su voz volvería a ser la misma.Viviana suspiro de alivio y rápidamente tomó su celular para escribir un mensaje.—Lucas, Jorge fue de veras demasiado lejos esta vez. ¿Cómo pudo hacerme esto, y delante de ti? Es un hombre, ¿cómo pudo lastimarme de esta manera? Tienes que defenderme, por favor —escribió.Sin embargo, Lucas, al leer esas palabras, permaneció inmóvil, mirándola con frialdad.—¿Por qué lo hici
Viviana no dejaba de enviarle mensajes a Lucas, explicando que había actuado impulsivamente, que no había pensado bien las cosas, y suplicándole que la perdonara. Sin embargo, Lucas no respondió. Aquella noche, que debía ser su noche de bodas, había terminado de la peor manera posible. En lugar de disfrutar juntos, ella estaba sola en el hospital, llorando en silencio. Las lágrimas le llenaban los ojos, pero no podía emitir sonido alguno, ya que su garganta estaba ardiendo de dolor. Viviana no dejaba de culpar a Amanda por todo lo ocurrido. Si Amanda no hubiera tendido esa trampa para arruinarla, ella no habría mencionado lo de su abuso en la fiesta, y el escándalo no habría escalado tanto.Ahora, Lucas ni siquiera quería hablarle. Pero al menos ya estaban casados, así que no podía abandonarla por completo. Aunque su relación había quedado dañada, aún había esperanza de que todo se solucionara.— Maldita sea Amanda, maldita perra— murmuraba entre las sábanas blancas Viviana se juró
El corazón le dio un vuelco a Amanda.¿Jorge en serio quería consumar su matrimonio para protegerla y cuidarla el resto de su vida? ¿Lo hacía en verdad movido por un sentimiento de compasión, por un sentido de responsabilidad o porque sabía que su relación con Catalina ya no tenía futuro, y por eso prefería estar con ella? ¿o tal vez solo la amaba? En ese momento, su mente se llenó de pensamientos confusos. Por un instante, estuvo a punto de aceptar, pero al recordar la situación en la que se encontraban, recuperó la compostura.— No, de verdad no quiero que te sientas obligado a cuidar de mí toda la vida. Mi vida es mi responsabilidad, y no necesito que nadie cargue con mis pesares— respondió, tratando de sonar firme.— Lo hago porque quiero. Desde el momento en que te salvé, supe que quería ser responsable por ti— replicó él, con determinación.— Tu sentido del deber es demasiado fuerte, Jorge. No vale la pena.— Te equivocas. Tú lo vales todo — dijo él, mirándola directamente a los
Jorge lo cuestionó con una rabia e indiferencia que dejó al pobre Lucas sin palabras. No podía negar que él había sido quien le contó a Viviana sobre lo sucedido con Amanda, pero nunca tuvo la intención de usar esa información para dañarla de esa manera.— Por eso estoy dispuesto a hacer que Viviana se disculpe públicamente. ¿Eso no es suficiente? Jorge, tienes que entender que esto ya se ha salido de control, podría poner represalias por intento de homicidio. — El honor y futuro de nuestras familias están en juego. No necesitamos que esto se convierta en un escándalo mayor. ¿Por qué no tratamos de encontrar pues un punto medio? Si nuestras familias se alían, nadie se atreverá a decir nada. Nadie se arriesgaría a enfrentarnos, no en la Ciudad Sol — intentó Lucas, buscando apelar a la razón de Jorge.— Yo no tengo la última palabra en esto. Le preguntaré a Amanda lo que piensa — respondió Jorge, cortante.— ¡Jorge! Tú y yo podemos tomar esta decisión. ¿Por qué necesitas consultarle ent
En ese instante, las palabras "seguridad" tomaron forma tangible para Amanda: esa sensación era Jorge, le costaba respirar de solo imaginarlo. Había supuesto que Jorge se habría marchado al grupo empresarial, y si no lo había hecho, no esperaba que estuviera esperando frente a la puerta. Jamás tampoco pensó que él habría esperado todo ese tiempo, aguardando su decisión. Incapaz de contenerse, corrió hacia él y lo abrazó con fuerza.Jorge, con las manos aún a los lados, dudó por un momento antes de devolverle el gesto, acariciándole la espalda con torpeza.— ¿Qué es lo que sucede?— preguntó suavemente.— Ya lo he decidido... — Amanda cerró los ojos y exhaló profundamente— . No lo haré público, pactaremos con esos dos miserables.Había estado decidida a no ceder, dispuesta a llevar todo al extremo, sin miedo a enfrentarse a las consecuencias. Pero al ver a Jorge en la puerta, esperando pacientemente, se dio cuenta de que no podía ser tan egoísta. Tenía que pensar en él, se lo debia; el
Si Viviana no hubiese sido tan estúpida, jamás habría caído en esa trampa tan pendeja. Podría haberse limitado a una disculpa pública, pero no, tuvo que mencionar lo de Amanda, y ahora la situación ya era difícil de solucionar. Que Viviana se disculpara públicamente ya era una humillación suficiente, y Lucas lo sabía. Aceptar aquello era perder algo de su orgullo, pero pedirle que se arrodillara era demasiado.Viviana era ahora su esposa. Que se humillara y doblara rodilla frente a Amanda sería mucho, y eso afectaría directamente su reputación.—Eso no va a pasar —dijo Lucas, rechazando la propuesta de inmediato.Amanda no se sorprendió. Sabía que Lucas no iba a permitir una humillación tan grande para su esposa, más por su reputación que pensando en ella y en cómo se sentiría. Al fin y al cabo, para ellos, lo que le sucedía a uno afectaba al otro.—Entonces no tenemos nada más que discutir. Prepárate para que ambos caigan bien juntos —respondió implacable Amanda.—¿No piensas acaso en