37. Creo que estoy loca

A pesar de la sorpresa, Gabriel correspondió a su beso sin dudar, disfrutando de la calidez y el dulzor de sus labios. Cuando sus lenguas se encontraron, se acariciaron lentamente en una danza rítmica.

En tanto la cordura volvió a hacerse presente, Allie cortó el beso y antes de que Gabriel pudiera reaccionar, se volteó para salir de la habitación, pero el castaño la alcanzó rápidamente, tomándola de la muñeca.

—Déjame, Gabriel, fue un error —murmuró Allie, con un hilo de voz.

Gabriel la jaló hacia él, pegándola lo más posible a su cuerpo, deseando volver a besarla.

—Si fue un error, entonces dime… —sonrió de medio lado—. ¿Por qué dormiste en mi habitación? —Allie abrió la boca un par de veces, sin poder decir nada, pues no tenía justificación para ello.

Se miraron a los ojos, retándose el uno al otro, para saber quién daría el siguiente paso. Sus rostros estaban a escasos centímetros y la lucha interna, controlando las ganas de volver a besarse los tenía en una guerra de miradas.

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP