Cuestión de tiempo

Edward

—Aquí estarán a salvo. Pronto vendremos a buscarlas, pero por ahora, deben permanecer escondidas.

Durante el trayecto, Ed se aseguró de que su gente habilitara una casa en un suburbio de nivel medio para resguardar a las jóvenes. Sabía que pronto se desataría la cacería; no solo eran mercancía para esos traficantes, sino también testigos potenciales en un juicio.

—Pero… ¿y si nos encuentran? —preguntó una de ellas con voz temblorosa.

Ed negó con firmeza.

—No van a encontrarlas. ¿Tienen a alguien a quien avisar?

Solo dos de las jóvenes levantaron la mano. Las demás no tenían familia cercana ni a nadie en la ciudad que pudiera buscarlas. Aquel dato le resultó inquietante. Si desaparecieran, nadie preguntaría por ellas.

—Bien, por favor, entreguen sus datos a mi empleado. Ahora debo salir a ver cómo está la chica que las ayudó.

Pudo notar que comenzaban a calmarse, y con un leve asentimiento, se dirigió a uno de sus hombres.

—Preparen dos habitaciones y denles algo de comer. Debo
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP