¿Qué pasó entonces realmente con Verónica? ¿Podrán entonces volver a sus respectivas vidas? ¿Qué opinan? Me encantaría leerlas!
Me levanté sin ganas y pensando que tendría unas ojeras gigantes, pero la piel joven se comporta diferente, lo había olvidado. Estaba fresca como lechuga después del baño. Recordé que en esta casa guardé la ropa que ya no me quedaba, así que rebusqué entre los trajes sastres para ponerme algo adecuado antes de ir al hospital. Estaba decidida a trabajar ahí y poder averiguar que planeaban las altas esferas.Encontré uno color gris que me quedó perfecto, con una blusa blanca que dejé un tanto abierta. Lo suficiente para que el escote fuera atractivo sin ser vulgar. Había comprado unos tacones bajos, con este cuerpo no necesitaba más. Me puse un maquillaje muy ligero, pintando apenas los labios y un poco de sombra. Tomé una bolsa que hacía juego para guardar el juego de llaves que Víctor me había dado, unos pañuelos y parte del dinero que había sacado de mi oficina, además del celular de Michelle, desde donde llamé a un taxi.Al llegar al hospital, no pude evitar sentirme feliz. Era como
Casi me caigo de la silla. Miré a Leonardo con sorpresa.- ¿Qué Verónica qué?- Unas semanas antes del accidente, Gil se reunió con Don Rigoberto. Había detectado que faltaba una importante suma de dinero que se fue sacando poco a poco a lo largo de los últimos diez años. Por ser el director administrativo, Gil es quien debe de rendir cuentas de ese dinero. Cuando lo cuestionaron, dijo que ya se había dado cuenta hace unos meses, pero estaba investigando quien era el culpable y había llegado a la conclusión de que había sido Verónica.- ¿Y el dueño lo creyó? ¿Tú lo crees?- A Don Rigoberto le da lo mismo mientras se recupere el dinero. Yo no lo creo de ningún modo. Ella daba la vida por esta empresa, sería incapaz de traicionarlos o abusar de esa manera.- Que bajo han caído, culpar a quien ya no puede defenderse. Al menos no por el momento.Leonardo se puso pálido. Recordé mi sueño. ¿Entonces era verdad que él sabe algo de lo que pasó? ¿Es cierto que mi cuerpo no está muerto y lo esco
*** FLASHBACK ***Era uno de esos días en que el trabajo me rebasaba. Quería pasarme por la oficina de Mario porque tenía una semana que apenas lo había visto. Llegaba a casa cuando estaba ya dormido y al día siguiente despertaba cuando él ya se había ido. Con el pretexto de ir al baño, me escapé de una junta para visitarlo, pero no había nadie. Me pareció de lo más extraño porque el casi no hacía trabajo de campo, pero procuré no darle mayor importancia. Regresé a mi reunión que se alargó un par de horas.Al volver a mi oficina, estaba molida y la cabeza me iba a estallar. Lo primero que vi al entrar fue un hermoso ramo de tulipanes blancos y rojos. Sonreí y hasta el dolor se me olvidó. Eran mis flores favoritas, así que supuse que mi marido había pensado lo mismo que yo y también me extrañaba. Tomé la tarjeta que acompañaba al ramo.“Me parece ejemplar tu dedicación al trabajo, pero no vayas más allá de tu salud. Espero que este ramo te alegre la tarde y las pastillas alivien tu str
Me miro al espejo antes de salir. La luz hace que mi piel color canela brille un poco. Alguna vez se burlaron de mí por ello, pero aprendí que es hermosa así. Cuando voy a la playa no me salen ámpulas, tomo un color dorado precioso y no ando como mi marido, que es muy blanco, con toda la espalda ardida. Acababa de cortarme el cabello, así que este cae delicadamente apenas sobre mis hombros. Originalmente era castaño, pero siempre me ha encantado traerlo de un tono rojo obscuro. Amo ese color. También lo uso en la sombra de ojos y en los labios. Combina perfecto con lo negro de mis ojos y con el delineador con el que me gusta enmarcarlos.Me reí recordando a Abril, mi asistente, que siempre me dice que no aparento mis cuarenta y cinco años y que espera llegar a esa edad al menos viéndose la mitad de lo bien que me veo yo. Era una exagerada, pero tiene buenas intenciones. Es una chica tímida a la que la vida no ha tratado tan bien y apenas empieza a encontrar su camino. Agradezco que sea
El camino a la oficina tiene un tráfico terrible. Se enciende una luz en el tablero, pero no logro ubicar a que se refiere. Tendré que llamar al mecánico llegando a la oficina. El mapa me sugiere una ruta más despejada y la tomo sin dudar. Tenía razón. No siempre me agrada la tecnología, pero hoy definitivamente, tengo mucho que agradecerle. El camino está libre y dice que no tardo más de diez minutos en llegar.Me distraje un segundo porque sonó mi teléfono y no conecté el manos libres por la prisas. Al levantar la vista, veo una barricada al frente cerrando el camino. Maldigo haber hablado tan pronto a favor de la tecnología, porque no es la primera vez que me lo hace. No se actualiza tan rápido y no toma en cuenta caminos cerrados, en reparación o bloqueados por alguna manifestación o evento. Trato de frenar para darme vuelta en U y regresar por donde vine, pero los frenos no responden. Entro en pánico y todo pasa en segundos. Me impacto contra lo que bloquea el camino y la camionet
- Lo importante ahora es evitar que la policía haga demasiadas indagaciones. Voy a presionar a Guzmán para que me entregue el dictamen lo antes posible. ¿Hablaste con tus contactos?- Sí. Les dije que sobornaran al asegurador para que cambie su informe, y que manden cuanto antes la camioneta al deshuesadero. ¿Hablaste con tus hijos?- Aún no. Esperaré un par de horas para que no intenten verla. Mientras tú ve a la oficina a avisarle a su equipo.- ¿Te veo donde siempre al rato?- No creo que sea conveniente…Ella baja el cierre de su pantalón y mete la mano.- ¿Seguro?- Ya, ya, deja. Está bien, te veo al rato.Le sonríe coqueta y cuando se da la vuelta para irse, él le da una nalgada mientras se sube de nuevo el cierre. Veo claramente su erección. Ella reprimió un grito y al cruzar la cortina, volvió a poner su cara de compungida. Pasó a mi lado y me miró burlona. Yo entre cerré los ojos para que no notara que estaba despierta. Ahogué el grito de dolor en la garganta. Mario mira con
Intento levantarme, una vez, otra y otra. No puedo más con esta locura. Todos me detienen. Apenas siento nuevamente el piquete de la aguja en el brazo y voy perdiendo la conciencia. Esta pesadilla parece interminable… Ya perdí la cuenta de los días, pero si no fuera por los calmantes, no podría descansar ni un minuto. No deja de darme vueltas en la cabeza todo, pienso en donde está Michelle mientras yo estoy aquí, en que Mario y Abril se están divirtiendo a mis espaldas. ¿Y mis hijos? ¿Qué les dijeron a mis hijos? Mi pequeña niña debe estar destrozada, mis pobres gemelos, teníamos un año sin vernos, aunque hablamos tres veces a la semana por video llamada… ¿Qué le habrán dicho a la directiva? ¿Quién se va a hacer cargo de la empresa?- Hora de tu comida Michelle.Me rehúso a comer y sólo puedo emitir unos ruidos como gruñidos. La enfermera es delicada pero implacable. Me obliga a ingerir algo para tener “fuerzas”. Si, fuerzas es lo que necesito para levantarme lo antes posible y arreg
En el último piso casi nunca hay nadie, aunque estoy consciente que las cámaras grabarán todo, así que tengo que ser lo más invisible posible para que no levanten después una denuncia contra Michelle por robo. Mi cochecito está intacto. Con mucho polvo por la falta de uso, pero disponible. Tecleo y saco las llaves. Espero que este cuerpo esté lo suficientemente recuperado para manejar. La luz del sol me da en la cara al salir del estacionamiento y es una sensación agradable, pero agridulce. No puedo llegar así a la funeraria, por lo que decido hacer una escala en ese departamento que ni Mario conoce. Se lo compré el año pasado a una de las chicas de administración, le urgía el dinero. Esta cerca del hospital y tenía pensado rentarlo a estudiantes o médicos foráneos, o simplemente usarlo cuando saliera muy tarde de alguna reunión de trabajo o para comer a solas y en calma durante los congresos de tres días que organizábamos en el hospital universitario. No se lo dije a mi marido porque