Entrar de nuevo a mi casa de la mano de hijo, fue surreal. Aunque todo parecía estar en el mismo lugar, se veía diferente. Una voz enérgica cruzó el aire.- ¡¿Qué hace aquí esta p3rr4? ¿Cómo te atreviste a traerla?!Era Lina. Si quería seguir adelante con este plan, necesitaba dejar de pensar como su madre y establecer bien mis prioridades. Arreglar las cosas con mis hijos iba a ser complicado sino es que imposible con este cuerpo. Eso tendría que ser a través de Mayra y casi como sesión espiritista, conectándolos más con mi recuerdo que con mi presencia física.Michelle tendría que ser la vengadora de las afrentas y, sobre todo, la investigadora que descubriera que es todo lo que hubo detrás de nuestros accidentes. Así que, le gustara a Lina o no, yo necesitaba quedarme en esa casa.- Hola Lina… Gusto de verte de nuevo. Cómo sabes, yo no vivo en esta ciudad, no tengo donde quedarme y Víctor fue muy amable al ofrecerme hospedaje mientras.- No tienes vergüenza.- Sí la tengo. De hecho
¿Dijo mamá? ¿Me habré descubierto?- Lina…- ¿Tú crees que yo le iba a contar eso a esta? Y además, yo no sabía eso. Hay una base de colchón que tiene parte de la madera quemada en el cuarto de visitas, y cuándo le pregunté a mi mamá porque guardaba eso y no compraba uno nuevo, sólo me dijo que hay cosas que no compra el dinero.Sí. Eso era cierto. Lo guardé porque me recordaba que casi perdí a mis niños por un accidente.- Como sea. Yo no creo en esas cosas. Si Víctor quiere ayudarte, pues que él se encargue. Yo de todos modos voy de salida.Santiago salió como si lo persiguiera el diabl0. Lina frunció la boca y subió hacia su cuarto.- Disculpa semejante recibimiento. Si aún quieres quedarte, como dijo mi papá, en la casa de la piscina estarás cómoda.- Si, aún quiero quedarme. Gracias. Conozco el camino.- ¿Cómo?- Digo que… ¿Esa que se ve por el ventanal es la alberca no? La casa debe estar a un lado…- Sí… Así es.Tengo que trabajar en dejar de ponerme en evidencia. Aunque ahora c
Con cierto recelo, lo dejé pasar un momento.- Espero que te sientas a gusto en este lugar.- Si, gracias. Está perfecto.- De nuevo una disculpa por todo el drama de hace un momento. Te diría que no son tiempos fáciles para mi familia, pero la verdad es que esto no es nada extraño y no hemos estado bien desde hace mucho…Sí. Ahora tenía consciencia de eso. ¿Cómo era posible que no me hubiera dado cuenta antes?- Siempre creí que ustedes eran la familia perfecta y me daba envidia. No es que mis padres lo hayan hecho tan mal, pero bueno, tú sabes. Veía a Lina cuando hablaba con su mamá, sus fotos, cuando fueron a un par de eventos de la escuela…- Nos volvimos expertos en fingir. Mi padre, que aún le importaba esta familia. Nosotros, que no nos afectaba nada y seguíamos una vida feliz. Mi madre era la única que nunca fingió nada. Estoy seguro que ni siquiera se daba cuenta de lo que pasaba.- No lo imaginaba.- ¿Perdón?- Que por lo que dices supongo que es cierto, no tenía ni idea. ¿En
Me levanté sin ganas y pensando que tendría unas ojeras gigantes, pero la piel joven se comporta diferente, lo había olvidado. Estaba fresca como lechuga después del baño. Recordé que en esta casa guardé la ropa que ya no me quedaba, así que rebusqué entre los trajes sastres para ponerme algo adecuado antes de ir al hospital. Estaba decidida a trabajar ahí y poder averiguar que planeaban las altas esferas.Encontré uno color gris que me quedó perfecto, con una blusa blanca que dejé un tanto abierta. Lo suficiente para que el escote fuera atractivo sin ser vulgar. Había comprado unos tacones bajos, con este cuerpo no necesitaba más. Me puse un maquillaje muy ligero, pintando apenas los labios y un poco de sombra. Tomé una bolsa que hacía juego para guardar el juego de llaves que Víctor me había dado, unos pañuelos y parte del dinero que había sacado de mi oficina, además del celular de Michelle, desde donde llamé a un taxi.Al llegar al hospital, no pude evitar sentirme feliz. Era como
Casi me caigo de la silla. Miré a Leonardo con sorpresa.- ¿Qué Verónica qué?- Unas semanas antes del accidente, Gil se reunió con Don Rigoberto. Había detectado que faltaba una importante suma de dinero que se fue sacando poco a poco a lo largo de los últimos diez años. Por ser el director administrativo, Gil es quien debe de rendir cuentas de ese dinero. Cuando lo cuestionaron, dijo que ya se había dado cuenta hace unos meses, pero estaba investigando quien era el culpable y había llegado a la conclusión de que había sido Verónica.- ¿Y el dueño lo creyó? ¿Tú lo crees?- A Don Rigoberto le da lo mismo mientras se recupere el dinero. Yo no lo creo de ningún modo. Ella daba la vida por esta empresa, sería incapaz de traicionarlos o abusar de esa manera.- Que bajo han caído, culpar a quien ya no puede defenderse. Al menos no por el momento.Leonardo se puso pálido. Recordé mi sueño. ¿Entonces era verdad que él sabe algo de lo que pasó? ¿Es cierto que mi cuerpo no está muerto y lo esco
*** FLASHBACK ***Era uno de esos días en que el trabajo me rebasaba. Quería pasarme por la oficina de Mario porque tenía una semana que apenas lo había visto. Llegaba a casa cuando estaba ya dormido y al día siguiente despertaba cuando él ya se había ido. Con el pretexto de ir al baño, me escapé de una junta para visitarlo, pero no había nadie. Me pareció de lo más extraño porque el casi no hacía trabajo de campo, pero procuré no darle mayor importancia. Regresé a mi reunión que se alargó un par de horas.Al volver a mi oficina, estaba molida y la cabeza me iba a estallar. Lo primero que vi al entrar fue un hermoso ramo de tulipanes blancos y rojos. Sonreí y hasta el dolor se me olvidó. Eran mis flores favoritas, así que supuse que mi marido había pensado lo mismo que yo y también me extrañaba. Tomé la tarjeta que acompañaba al ramo.“Me parece ejemplar tu dedicación al trabajo, pero no vayas más allá de tu salud. Espero que este ramo te alegre la tarde y las pastillas alivien tu str
Me miro al espejo antes de salir. La luz hace que mi piel color canela brille un poco. Alguna vez se burlaron de mí por ello, pero aprendí que es hermosa así. Cuando voy a la playa no me salen ámpulas, tomo un color dorado precioso y no ando como mi marido, que es muy blanco, con toda la espalda ardida. Acababa de cortarme el cabello, así que este cae delicadamente apenas sobre mis hombros. Originalmente era castaño, pero siempre me ha encantado traerlo de un tono rojo obscuro. Amo ese color. También lo uso en la sombra de ojos y en los labios. Combina perfecto con lo negro de mis ojos y con el delineador con el que me gusta enmarcarlos.Me reí recordando a Abril, mi asistente, que siempre me dice que no aparento mis cuarenta y cinco años y que espera llegar a esa edad al menos viéndose la mitad de lo bien que me veo yo. Era una exagerada, pero tiene buenas intenciones. Es una chica tímida a la que la vida no ha tratado tan bien y apenas empieza a encontrar su camino. Agradezco que sea
El camino a la oficina tiene un tráfico terrible. Se enciende una luz en el tablero, pero no logro ubicar a que se refiere. Tendré que llamar al mecánico llegando a la oficina. El mapa me sugiere una ruta más despejada y la tomo sin dudar. Tenía razón. No siempre me agrada la tecnología, pero hoy definitivamente, tengo mucho que agradecerle. El camino está libre y dice que no tardo más de diez minutos en llegar.Me distraje un segundo porque sonó mi teléfono y no conecté el manos libres por la prisas. Al levantar la vista, veo una barricada al frente cerrando el camino. Maldigo haber hablado tan pronto a favor de la tecnología, porque no es la primera vez que me lo hace. No se actualiza tan rápido y no toma en cuenta caminos cerrados, en reparación o bloqueados por alguna manifestación o evento. Trato de frenar para darme vuelta en U y regresar por donde vine, pero los frenos no responden. Entro en pánico y todo pasa en segundos. Me impacto contra lo que bloquea el camino y la camionet