Rose
Una semana después
—¿Qué haces? —me pregunta Tabata al verme armar las valijas.
—Quiero sorprender a Ethan, mañana viaja a la finca en California —le dije mientras doblaba la ropa en mi maleta.
—No debería él invitarte —largue la ropa en la cama y mire a mi amiga enojada.
—Taba, porque eres siempre tan cruel conmigo, Ethan es mi pareja y quiero darle una sorpresa.
—No soy mala, pero te veo entusiasmada con todo y a él como que le da igual, no te pusiste a pensar un poco que tal vez se casa contigo porque tiene que hacerlo.
—Espero no te enojes con lo que voy a decirte, pero ya que ambas somos francas, te lo diré, soy feliz porque es mi casamiento o prefieres que esté triste, y segundo Ethan tiene mucho trabajo y que yo vaya es para ayudarlo a desestresarse.
—Te felicito, pero lo diré una vez más, no vengas llorando a decirme ¡Tenías razón! —ella salió y tenía ganas de salir por detrás suyo y matarla por ser tan cruel, a veces pensaba que ella sabía algo que yo no.
No seguí pensando más y continúe con lo mío, empaque un conjunto negro de encaje que consistía en babydoll y tanga, al guardarlo pensé en una mejor idea, lo deje arriba de la maleta, sé que mi sorpresa le gustara aún más.
Al día siguiente estaba súper expectante por lo que iba a hacer, era la primera vez que lo sorprendería, nunca antes lo había hecho porque sabía que a él no le gustaba, pero ahora era diferente, iba a ser su esposa.
—Buenas tardes, señorita —me recibe en el aeropuerto.
—Buenas tardes, quiero un vuelo para California.
—Muy bien, permíteme su pasaporte —le entregó la documentación.
—Tengo un vuelo disponible para dentro de 10 horas —me dijo y mis planes se fueron a la m****a.
—No lo necesito para ahora, no puedo esperar tanto —le dije y ella me miró y luego a la computadora.
—Si la entiendo, pero los vuelos están llenos, solo tengo ese, estamos en época navideña, siempre es mejor sacar con antelación en estas fechas —me dijo y mire mi reloj, seguramente Ethan ya había llegado a su destino.
—Está bien, tiene razón, unas horas más unas horas menos, no hacen la diferencia —le dije, ya que sabía que Ethan se quedaría tres días, tenía tiempo, solo que llegaría de noche, espero encontrarlo despierto, y recordé el babydoll, mire mi atuendo, tenía un tapado largo, esto taparía todo.
—Cariño espero esto te gusté —dije al verme en el espejo de la habitación que había alquilado para poder cambiarme, nunca antes había hecho algo así por nadie.
Espere las horas necesarias en el hotel, luego baje y fui al aeropuerto, arribe mi avión y me senté en mi lugar a esperar ansiosa que llegara a mi destino.
—Buenas noches pasajeros, los saluda el piloto, espero su viaje haya sido cómodo, los invito a colocarse el cinturón de seguridad, en breve aterrizaremos ¡Muchas gracias por elegir nuestra Aerolínea para viajar!
Dijo el piloto a través del parlante, hice caso a lo que me pidieron. Al bajar del avión, fui a buscar mi maleta, la tome y salí directo a la salida a buscar un taxi, mire la hora en mi reloj pulsera y eran exactamente las diez de la noche.
—¡Buenas noches! ¿A dónde la llevo? —me preguntó el taxista al subir.
—Buenas noches, voy a la finca La Bonita, en la región de Napa —le dije ya que así se llamaba la finca donde estaban los viñedos y sus bodegas, ese nombre le puso su abuelo en homenaje a su esposa, ya que de jóvenes le llamaba así de cariño.
—El viaje en auto fue largo, al llegar pagué al taxista y en la entrada me crucé con uno de los cuidadores.
—Buenas noches, señorita ¿En qué puedo ayudarla? —me pregunto.
—Buenas noches soy Rose, prometida de Ethan —él no dijo nada solo me miró de arriba abajo y pensé que tal vez mi ropa interior se veía, llevé mis manos a mi tapado cruzando un brazo. Creo que fue mala idea venir así vestida.
—Lo siento señorita, el joven Miller, no dijo que usted vendría —me respondió él.
—Pero le estoy diciendo que soy su prometida ¡Miré! —le enseñé mi anillo de compromiso y él solo siguió mirándome.
—Si es muy bonito ¡Lo siento! —me resigne, no podía llamar a Ethan o arruinaría la sorpresa y recordé la publicación de la revista, donde ambos salimos anunciando nuestra boda.
—Está bien, no es su culpa, pero mire —busque la publicación que mamá me había enviado por W******p y se la mostré.
—Disculpe, por favor pase —dijo al darse cuenta de que le decía la verdad.
—Está todo bien, me verás más seguido por aquí seguramente —le dije mientras él me acompañaba a un jeep para llevarme dentro de la propiedad, ya que la casa quedaba alejada de la entrada.
—El señor Ethan no nos dijo que usted venía —me dijo él luego de un silencio incómodo.
—Es que él no sabe que estoy aquí, es una sorpresa —le dije y sentí mis mejillas calientes.
—Mire haya esta la casa, también está el patrón —dijo y reconocí a Ethan.
—Puedes parar aquí, no quiero que me vea aún —le pedí y paró el auto a un lado.
—Al parecer va a las bodegas —me dijo mientras veía a Ethan caminar hacia ese lugar, subió en un jeep y se fue.
—Podrías llevarme para ahí —le pedí.
—Claro señorita —arrancó el jeep y efectivamente Ethan paró el vehículo en una de las bodegas.
—¿Sabes si está con alguien? —le pregunte, ya que no sería bonito parecerme así delante de otra persona.
—Hasta donde sé la señorita Jimena Miller se fue esta tarde, después no vino nadie —me aseguró.
—Muchas gracias… —me quedé callada y lo miré ya que no sabía su nombre.
—Soy José ¡Un gusto! —me extendió la mano y la recibí.
—Un gusto José y muchas gracias, espero verte seguido —le respondí en agradecimiento.
—Gracias señorita, no creo que nos veamos mañana al amanecer viajó para mi país, soy de México.
—Entonces buen viaje José y gracias nuevamente —bajé del jeep y José me alcanzó mi maleta y luego se fue.
Deje mi maleta afuera e ingrese en silencio en la bodega, no quería alentar a Ethan solo sorprenderlo, sabía que le gustara mi presencia, a medida que caminaba sentía un ruido extraño, no entendía, camine un poco más y al llegar hacia la luz note de que se trataba, era Ethan y otra mujer, lo que sentía el ruido de sus besos, mis ojos se llenaron de lágrimas, no podía seguir viendo lo que veía, pero tampoco podía moverme, las manos de esa mujer estaban aferradas a su nuca y las de el en su cintura, ella desprendió su camisa y acariciaba el torso desnudo de él, mientras él también la desvestía, al quedar desnudos él la empezó a embestir, estaban teniendo sexo, él no podía estar haciéndome esto, como fui tan ingenua, Tabata tenía razón, camine hacia atrás y me caí, pero ellos no lo notaron , ya que estaban entretenidos engañándome, con las lágrimas corriendo por mis mejillas salí dela bodega, tome mi maleta y empecé a caminar, la salida quedaba lejos, pero no podía quedarme allí ni un minuto más, camine alrededor de unas cinco horas sin rumbo, solo miraba el camino, hasta que un bocinazo me despertó.
—¿Está bien? —me preguntó una mujer que había parado al verme deambular en la carretera.
—Eh… si… —no podía decirle a una desconocida lo miserable que era mi vida.
—¿Quieres que te lleve a algún lado? —me pregunto.
—Si al aeropuerto —subí al auto de aquella mujer y mientras miraba el camino la imagen de ellos dos venía a mi mente constantemente, entonces decidí que no podía seguir haciéndome más daño, ahora el saber dónde estoy parada, debo mirar al frente y hacer como que nada paso, si el cree que va a hacer lo que él quiere está equivocado, te daré donde más te duele Ethan Miller.
Subí al auto de aquella mujer y mientras miraba el camino la imagen de ellos dos venía a mi mente constantemente, entonces decidí que no podía seguir haciéndome más daño, ahora el saber dónde estoy parada, debo mirar al frente y hacer como que nada paso, si el cree que va a hacer lo que él quiere está equivocado, te daré donde más te duele Ethan Miller.Al llegar al aeropuerto saque pasaje para Miami, no podía volver a casa, Tabata se daría cuenta lo sucedido y no quería darle la razón, también estaba el hecho de que mi familia sepa lo del engaño y sé que van a hacerme la vida imposible porque aun así acepte el casamiento con ese maldito infiel, como pude ser tan estúpida y no darme cuenta, debí suponerlo, sabía que había algo detrás, no podía a él siempre molestarle que vaya a su oficina, digo era su pareja con quien iba a casarse, al verlo con la secretaria entendí que ella era quien alimentaba su amor, pero porque si la quiere a ella está conmigo, jamás me llevo a su finca y como e
Al llegar a la salida de la finca sentí la explosión, sabía que no sería de gran magnitud, no podía poner en peligro a mi familia ni a la de Ethan, solo quería simular mi muerte y que mejor con un incendio, sé que esto le costará una fortuna, había mucho vino en bidones de madera, eso avivará aún más el fuego y hasta que los bomberos lleguen, será tarde para salvarme. Deje todo estratégicamente plantado, mi vestido y mis zapatos, también me corte la mitad del cabello y la deje junto al vestido, más evidencia que aquello no podía fallar.—Señorita, suba debemos irnos —me dijo aquel hombre que conducía la camioneta, ya que al sentirla explosión paro y me baje, tenía reflejada en mis ojos las llamas de la bodega, una lagrima rodo por mi mejilla, trague saliva porque no podía ahora ponerme mal.—Tienes razón, vamos —dije girándome, mientras subía a la camioneta, cerré mi puerta y volví la vista a la calle, el hombre subió y me llevó lejos de Napa. Condujo varias horas, cerca de las 8 de l
Rose—¿Qué haces aquí sentada? —me tira del brazo Eli para que vaya con ella.—Ve tú ¡Aquí estoy bien! —le dije frenándome a mitad de camino hacia la pista de baile.—Por favor, Rose, vinimos a una fiesta —en ese momento se prendieron las luces de la pista y la cara de amiga fue de ya fue.—Buenas noches a todos, gracias por venir a la última cena de fin de año de nuestro restaurante… —decía la voz a través del micrófono.—Mira ahí está Jackson —dijo Eli y no le di importancia.—Eli tenemos que hablar —le dije ya que me pesaba lo que había hecho en la fiesta de mi boda.—¡Hey! ¿Por qué esa cara? —me pregunto al verme.—Podríamos salir, solo será un momento —le dije sin prestar atención a lo que sucedía en la fiesta.—Vamos al jardín trasero —me dijo y me levanté junto a ella y fuimos hasta ese lugar.—Eli lo que hice me da vergüenza contarlo, pero si no lo hago no podré seguir con mi vida, siento que hice mal, ni siquiera puedo festejar nada esta noche.—Me asustas Rose ¿Qué pasó? —mi
Jackson HeinzLlegue a casa de mi hermana a eso de las 12 del mediodía, hoy me había ofrecido a ayudarle con la entrevista de trabajo para su nueva asistente de cocina, al leer el currículo de la aspirante, me llamó la atención su nombre, Rose Williams, creía que la conocía de algún lado, pero no fue así o si, fue la misma mujer que el día de ayer, mojo mi camisa con champagne, cuando chocamos, ya que ella iba distraída.—Jack ya dime como te fue, por favor que no sea un fiasco en la cocina, necesito a alguien eficiente, Elisa me dijo de ella y por eso acepte ayudarla —mi hermana se movía de un lado a otro en la cocina, ya que estaba preparando el almuerzo.—Llego tarde, por ende, cocino tarde, sabes que la paciencia no es mi fuerte —le dije sin ninguna preocupación, tomé una manzana de la frutera y la empecé a comer.—Dime que probaste la comida —dejo lo que hacía para mirarme seria.—¡No! Lo siento Kat, pero no probé mi horario de salida era antes de las 10 mañana.—Debiste esperar,
Ethan—¿Qué quieres? —le dije sin mirar a Angelica, ya que era la cuarta vez en la mañana que entraba a mi oficina sin ser llamada.—Necesitamos hablar, no puedes ignorarme siempre —me dijo caminando hacia mí, vi como lentamente se quitaba la camisa y la frené a tiempo.—Por favor no sigas, no ves que solo te haces daño a ti —le dije apartándola de mi lado y ella volvió a acercarse.—Ethan porque me alejas, podríamos pasarla tan bien juntos —me tomó por los hombres y quiso besarme, pero le dije lo peor que alguien alguna vez le dijo.—En el pasado solo fuimos amantes, nunca serás mujer para mí, no mereces serlo, solo Rose ocupara ese lugar siempre —al oírme se levantó rápido y se empezó a prenderse la camisa enojada y me dijo.—Mereces todo lo que estás pasando, sabes que creo que ella no se murió, se fue y te dejo, ojalá así sea y en tu cara te refriegue su vida feliz, siempre supe que Rose era una estúpida cornuda, pero hoy sé que fue más inteligente que cualquier mujer, ojalá no vu
El trayecto a casa fue incómodo, el solo miraba el camino, nunca dijo nada, ni música puso en la radio, lo peor era que el viaje en auto duró media hora, fue la media hora más larga de mi vida, solo miré al frente y no hice más, respiraba porque tenía que hacerlo, de pronto el silencio me llevó a pensar en Ethan, su traición me dolía cada día más, estar alejadas de todos y mentir por su causa terminó enredando aún más mi vida ¿Por qué? Porque tuve que ser tan ciega, por dinero tal vez, para salvar a mi familia, nunca pensé en mí, siempre es lo mismo pongo a los demás antes que a mí como mujer, el no heredar la fortuna de mi abuelo, no cambiaría mi vida, me faltaba poco para graduarme, hasta eso abandone, mis sueños y esperanzas, por alguien que no merece ni las lágrimas que derramó cuando me creyó muerta.—¡Disculpa! —un toque en mi brazo me sacó de mis pensamientos y me gire, entonces note que habíamos llegado.—Eh sí... perdón no se… —tome la manija de la puerta del auto para abrirl
Rose—¡Estás bien! —me pregunto él llegando hasta mí y al instante tape parte de mi cuerpo como pude, no podía creer lo que estaba sucediendo.—Eh si… solo me golpee —señale mi hombro y mis ojos casi se salen al ver que él seguía allí parado, pero más cerca mío y desnudo, mi vista no podía despegarse de su cuerpo, no podía ser tan perfecto, sus pectorales, los chocolatitos que te invitan a pasar por allí la lengua, hay si aquí estuviera mi amiga Tabata seguro ella lo haría.—Ven voy a ayudarte —dijo acercándose más a mí, no podía dejar de mirarlo, obvio no bajaría mi vista, aunque mirar un poco no me va a afectar y maldita sea porque le mire el paquete, era mucha información en un solo día.—Mejor cúbrete, no quiero más accidentes —le dije y sentí mi rostro arder, ya que él recién se dio cuenta que estaba desnudo, pero el muy imbécil, tomó la toalla que estaba encima mío.—¡NO! —grité tirando de la toalla, ya que me había dejado al descubierto.—Disculpa no quise —volteo la vista y me
Rose—¿Viste la nota? —me pregunta Elisa al llegar del trabajo.—¿Qué nota? ¿De qué hablas? —le pregunté mientras dejaba la taza de café sobre la isla de la cocina.—Esta, es sobre la explosión el día de tu casamiento —tome su teléfono al oír lo que me decía.—No puede ser —las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas, mientras leía la nota, al final suspiré un poco, ya que solo se me nombraba, no había fotos, esto se debía a que seguro la familia de Ethan debió pagar para que no publicaran.—¿Qué piensas hacer? —miró a Eli un momento y luego tomó asiento en una silla en la cocina.—No lo sé, esto se me puede salir de las manos, nunca debí hacerlo —dije preocupada por mi futuro si se descubre la locura que cometí.—No se puede volver el tiempo atrás, ahora enfócate en el siguiente paso que vas a dar, no puedes ocultarte toda la vida —al oírla recordé lo que había traído conmigo, sabía que debía devolverlo, por más que no quisiera, solo así me desharía de este gran lío.—Hay algo má