Súplicas desesperadas.
— Doctor, me gustaría pedirle un favor muy importante — Está a punto de decirle que Pablo su esposo no es alguien en quien confiar. Que no desea verlo cuando la puerta de la habitación se abre. Es el CEO. El mismo que horas antes la arrolló.

Ana frunce su entrecejo . “¿Quien es este hombre y por qué entra así a su habitación?” Se pregunta. Es bastante guapo, pero su cara es muy hosca. El ceo saluda al doctor con semblante molesto. Por alguna razón cree que Ana provocó el accidente porque estaba planeando extorsionarlo. Ha pasado tantas veces por situaciones como esas. Está cansado de que crean que puede resolverle la vida a la mitad de la humanidad. “Esta mujer debe ser uno de esos bandidos que está detrás de mi fortuna” pensó mirándola con gesto agrio.

El médico le respondió su saludo, e inmediatamente salió, dejándolos solos.

Ana no pudo evitar quedarse observando el hermoso rostro del CEO. Es un hombre muy atractivo. De esos que apenas puedes dejar de mirar. Por un breve momen
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo