La noche trascurrió con una paz helada, la manada estaba en guardia, rolado turnos para algunos descansaban mientras que otros recorrían las calles y custodiaban la casa, aguardando de pronto una emboscada.Jena apenas dormía, entre alimentar Jarek y cuidar de Conan, trata de estar al pendiente para cualquier necesidad, el Alfa Boran se quedó en otra habitación, Kenia fue a dormir para relevar un par de horas en la madruga a Jena.Ya muy entrada la noche la respiración de Conan se volvió seseante, su pecho subió y bajo con vigor, estaba teniendo dificultad para respirar, después de estar totalmente en calma se transformó todo en una tormenta.Abrió sus ojos y la llamo.—¡Jena! —escucho su voz tan débil, —Jena tengo sed, JenaElla estaba agotada con los ojos cerrados pero al escuchar su voz se puso de pie—Mi lobo, dame un segundo te sirviere el agua. —escucharlo fue un oasis de paz y al mismo tiempo un infierno agonizanteLleno medio vaso, para ayudarlo a tomar agua lo levanto metie
Iba a despertar en cualquier momento, iba salir de ese pantano oscuro en el que Conan la habia abandonad y del cual no encontraba el camino de vuelta a su lugar seguro, era tan irreal todo, menos el dolor en su pecho, ese corría por sus venas como un veneno destruyendo todo deseo de vivir.Su cuerpo se encontraba helado, sus ojos secos, rojos, perdidos de tanto llorar, repetía el nombre de Conan entre sus labios ásperos, sus brazos se mantenían cruzados aferrándose al calor que se quedo marcado en su fantasía.Cuando Derek intento levantarla para llevarla a casa ella reacciono de manera impulsiva, no soportaba que nadie la tocara.—No, déjame… no me toques — se aferró a ese lugar, se arrastro sobre sus piernas acercándose más a las plantas del árbol, como si todos a su alrededor fueran sus enemigos.Como podrían estar tan ecuánimes todos, su rey acaba de morir, no lo entendía.—Jena entiendo lo que estes sintiendo, pero no te hace bien estar aquí. —Déjame, no entiendes él va volver
Al llegar a casa el señor Boran entro en la habitación de Darío, encendí la luz caminando despacio hasta la cuna, estaba vacía, de inmediato pensó que Samara se lo habría llevado a su casa en medio del bosque, le molesto que se tomara esas atribuciones. Después de que el habia dado una orden, estaba siendo demasiado complaciente con todos los que lo rodeaban,—Zac, Phillip, vallan a buscar a mi nieto a casa de Samara y traigan al hijo de Débora, adviértale a esa mujer que no se vuelva a acercar a él.Los dos se miraron, asintieron y salieron a acatar la orden de su padre.Jena abrió los ojos en medio de un lugar hermoso, los rayos del sol se colaban entre la copas de los árboles, su corazón estaba en paz, sintió en su regazo el calor de su pequeño Jarek, mirándola con una sonrisa. en ese extraño sueño Jaret tenía un poco más de un año de edad, le sonrió y acaricio su cara con su pequeña manita suave. Jena le sonrió de vuelta, tratando de ser la fuerte y asegurarle que estaría para cui
La manada intrusa observa entre los árboles cercanos a los hogares de los alfas Imperión, el alboroto de los Imperión, Bryan nunca imagino alterar la paz de una manda tan fuerte, pero disfrutaba saber todo el terror que provocaba o de que otra manera estarían tan preparados esta mañana, si no era para protegeré de un nuevo ataque, los esperaban.Gozaría al ver sus rostros de sorpresa al tenerlos tan dentro y cerca del pequeño Imperión.Lo único que le preocupaba era las dificultades que tendrían que pasar por obtener al hijo de Conan.Espero que avanzaran y se perdieran entre los árboles, sonreía con diversión. Bryan se rio solo, como un hombre demente.—¿Qué es tan gracioso, Bryan? —le pregunto Said enfadado. Curioso por sus pensamientos, Bryan jamás explicaba en la totalidad su plan, estaba ahí por las promesas de Edmundo pero todo eso no estaba dentro de los métodos. No habían obtenido lo que deseaban pero todo estaba tan claro, Bryan ahora quería algo más que el regalo que la di
Edmundo analizaba sus probabilidad de librarse los dos jóvenes que Bryan había dejado a su cuidado eran débiles unos adolescentes aventureros que no conocían todos los peligros que encontraban en la guerras.Podía oler su miedo, ese deliciosos sabor del pánico. El por el contrario era un lobo ágil y rudo. Sería muy cruel si se enfrentaba a ellos, con un solo golpe los aniquilaría. Aún con todo el dolor que sentía en su brazo, el ardor y las punzadas ya estaban corriendo hasta su hombro.Sudaba frio, respiraba profundamente, el dolor lo estaba volviendo loco, pero hacia todo por mantenerse cuerdo y aparentara fuerza.Los jóvenes se miraban constantemente tratando de intercambiar pensamientos, se mantenían prevenidos.—Tengo sed —gimió Edmundo tosiendo enseguida.—¡Cállate! —le ordeno él más alto y robusto. Edmundo sonrió burlándose de su intento por controlar la situación.—Denme un poco de agua, solo un poco—No hay agua por aquí. —insistió para que cerrara la boca.—Ustedes también
Alison recién despertaba, por fin habia conseguido que Jarek se quedara dormido pero no tardaría en despertar hambriento, solo logro dormir dos horas.Bostezo profundamente y bajo a la cocina para prepara su desayuno, tratando de hacer el menor ruido. Jarek era muy pequeño pero estaba segura de que él sabía lo que estaba sucediendo con su padre.Estaba muy sensible.Cuando la leche estaba lista, volvió a la habitación, antes de llegar escucho un ruido en otra de las habitaciones, la puerta estaba entre abierta. Vio un movimiento, pensó que era alguno de los chicos, empujo la puerta—¿Hola?, Zac —entro con una señal de alerta, todo estaba en calma, no habia nadie dentro pero noto una lampara de estudio colgando por un lado de la mesa, una ventana estaba abierta, pudo ser el viento, quiso pensar, la coloco en su lugar y echo un vistazo a la calle. Un escalofrió le corrió por la espalda, recordó a los intrusos de la noche anterior, temió por Jarek.Alison escucho un ruido detrás de el
—No sé por qué sigo perdiendo el tiempo contigo, seis meses sin ningún maldito resultado — Conan estaba apelando a una ridícula opción, después de ver qué ningún método científico podía resolver su problema, le hablaron de una tontería, su disfunción era causada por algo que solo habitaba en su cabeza. Así que busco en el directorio al psiquiatra mejor calificado, el nombre de Jena resplandeció como si algo mágico hubiera iluminado su nombre en el directorio. Ahora estaba totalmente arrepentido de haberle contado todo de su vida a una doctora que después de varios métodos y tratamientos no había resultado nada bien. —Si los médicos no encuentran la causa de tu impotencia debes encontrar tú la causa, ¿hay algo que no me has contado? Si, existía algo que no podía revelar, su verdadera naturaleza, que su manada estaba por cortarle la cabeza y a pesar de un maldito año aún esperaba que Débora volviera, todavía la amaba. Frotó la sien tratado de mitigar el dolor en su pecho, observo
Su pecho se llenó de una angustia insoportable y en su mente palpito una advertencia de peligro. Dio un brinco atrás y su forma natural brotó con magnifica rudeza. Un negro lobo como una sombra en la oscuridad y unos ojos completamente blancos, como si no tuviera iris.Su lobo siguió aquel suave aroma a gardenias por el pasillo conduciéndolo hacía la parte trasera de la clínica, el olor a medicina y látex se revolvía con el hermoso y cálido perfume de Jena.Salto afuera atravesando una puerta de cristal, el piso estaba húmedo, , la luz de la luna se cubría con unas espesas noches oscuras. el viento soplaba silbando entres sus orejas, trayendo consigo Un hombre arrastraba a Jena hacia una camioneta, con pocas fuerzas luchaba para no entrar en ese oscuro cajón de hojalata.La débil terapeuta no podía defenderse de la fuerza bruta de aquel individuo que se escondía bajo el oscuro pasamontañas sobre su cabeza, cada vez era menos su resistencia su cuerpo se estaba ablandando con el desgas