Iba a despertar en cualquier momento, iba salir de ese pantano oscuro en el que Conan la habia abandonad y del cual no encontraba el camino de vuelta a su lugar seguro, era tan irreal todo, menos el dolor en su pecho, ese corría por sus venas como un veneno destruyendo todo deseo de vivir.Su cuerpo se encontraba helado, sus ojos secos, rojos, perdidos de tanto llorar, repetía el nombre de Conan entre sus labios ásperos, sus brazos se mantenían cruzados aferrándose al calor que se quedo marcado en su fantasía.Cuando Derek intento levantarla para llevarla a casa ella reacciono de manera impulsiva, no soportaba que nadie la tocara.—No, déjame… no me toques — se aferró a ese lugar, se arrastro sobre sus piernas acercándose más a las plantas del árbol, como si todos a su alrededor fueran sus enemigos.Como podrían estar tan ecuánimes todos, su rey acaba de morir, no lo entendía.—Jena entiendo lo que estes sintiendo, pero no te hace bien estar aquí. —Déjame, no entiendes él va volver
Al llegar a casa el señor Boran entro en la habitación de Darío, encendí la luz caminando despacio hasta la cuna, estaba vacía, de inmediato pensó que Samara se lo habría llevado a su casa en medio del bosque, le molesto que se tomara esas atribuciones. Después de que el habia dado una orden, estaba siendo demasiado complaciente con todos los que lo rodeaban,—Zac, Phillip, vallan a buscar a mi nieto a casa de Samara y traigan al hijo de Débora, adviértale a esa mujer que no se vuelva a acercar a él.Los dos se miraron, asintieron y salieron a acatar la orden de su padre.Jena abrió los ojos en medio de un lugar hermoso, los rayos del sol se colaban entre la copas de los árboles, su corazón estaba en paz, sintió en su regazo el calor de su pequeño Jarek, mirándola con una sonrisa. en ese extraño sueño Jaret tenía un poco más de un año de edad, le sonrió y acaricio su cara con su pequeña manita suave. Jena le sonrió de vuelta, tratando de ser la fuerte y asegurarle que estaría para cui
La manada intrusa observa entre los árboles cercanos a los hogares de los alfas Imperión, el alboroto de los Imperión, Bryan nunca imagino alterar la paz de una manda tan fuerte, pero disfrutaba saber todo el terror que provocaba o de que otra manera estarían tan preparados esta mañana, si no era para protegeré de un nuevo ataque, los esperaban.Gozaría al ver sus rostros de sorpresa al tenerlos tan dentro y cerca del pequeño Imperión.Lo único que le preocupaba era las dificultades que tendrían que pasar por obtener al hijo de Conan.Espero que avanzaran y se perdieran entre los árboles, sonreía con diversión. Bryan se rio solo, como un hombre demente.—¿Qué es tan gracioso, Bryan? —le pregunto Said enfadado. Curioso por sus pensamientos, Bryan jamás explicaba en la totalidad su plan, estaba ahí por las promesas de Edmundo pero todo eso no estaba dentro de los métodos. No habían obtenido lo que deseaban pero todo estaba tan claro, Bryan ahora quería algo más que el regalo que la di
Edmundo analizaba sus probabilidad de librarse los dos jóvenes que Bryan había dejado a su cuidado eran débiles unos adolescentes aventureros que no conocían todos los peligros que encontraban en la guerras.Podía oler su miedo, ese deliciosos sabor del pánico. El por el contrario era un lobo ágil y rudo. Sería muy cruel si se enfrentaba a ellos, con un solo golpe los aniquilaría. Aún con todo el dolor que sentía en su brazo, el ardor y las punzadas ya estaban corriendo hasta su hombro.Sudaba frio, respiraba profundamente, el dolor lo estaba volviendo loco, pero hacia todo por mantenerse cuerdo y aparentara fuerza.Los jóvenes se miraban constantemente tratando de intercambiar pensamientos, se mantenían prevenidos.—Tengo sed —gimió Edmundo tosiendo enseguida.—¡Cállate! —le ordeno él más alto y robusto. Edmundo sonrió burlándose de su intento por controlar la situación.—Denme un poco de agua, solo un poco—No hay agua por aquí. —insistió para que cerrara la boca.—Ustedes también
Alison recién despertaba, por fin habia conseguido que Jarek se quedara dormido pero no tardaría en despertar hambriento, solo logro dormir dos horas.Bostezo profundamente y bajo a la cocina para prepara su desayuno, tratando de hacer el menor ruido. Jarek era muy pequeño pero estaba segura de que él sabía lo que estaba sucediendo con su padre.Estaba muy sensible.Cuando la leche estaba lista, volvió a la habitación, antes de llegar escucho un ruido en otra de las habitaciones, la puerta estaba entre abierta. Vio un movimiento, pensó que era alguno de los chicos, empujo la puerta—¿Hola?, Zac —entro con una señal de alerta, todo estaba en calma, no habia nadie dentro pero noto una lampara de estudio colgando por un lado de la mesa, una ventana estaba abierta, pudo ser el viento, quiso pensar, la coloco en su lugar y echo un vistazo a la calle. Un escalofrió le corrió por la espalda, recordó a los intrusos de la noche anterior, temió por Jarek.Alison escucho un ruido detrás de el
Jena se levantó furiosa, ¿Quién se atrevió a intervenir en esa pelea?, con la pata lastimada, y su cuello teñido de sangre, abrió sus ojos para comprobar como otro lobo la habia liberado, Derek destrozaba a Bryan, revolcándolo contra el suelo.La rabia y la sed de venganza no era exclusiva de su corazón, Derek deseaban hacer pagar por todo el mal que habían provocado.Y reconocía que la fuerza d su cuñado era muy superior a la suya, era hábil y ágil, lo decidió entonces, ella pelearía de esa manera, no incluso mejor.La heridas cerraron en el cuello y en la pata, Jena se incorporó apretando los dientes la venganza era suya nadie más tenía derecho. Bryan tuvo una sentido de alerta apenas pudo percatarse de que la hermosa loba blanca se acercaba cuando ella empujaba a Derek. Era detestable como se arrebataban el lugar para enfrentarse a él.Pelear contra dos lobos era sin duda un acto injusto. Gruño esta vez Jena se ensaño era más violenta y rabiosa, pero aún era una contrincante dé
Correr con todas las fuerzas que sus piernas le daban no era suficiente para alcanzar a un par de lobos que en cuestión de segundos recorrían cuadras enteras, estaba desesperada, ni siquiera estaba segura de correr en la dirección indicada.Alison choco contra un duro muro de carne y huesos, quien la tomo y llevo atrás de unos muros en una casa en ruinas. —¡Detente! ¿A dónde piensas ir?— era Said al verlo noto en su pecho el ardor de la traición.Creía conocer a ese hombre de toda una vida y se estrelló muy pronto con la realidad. Sacudió su mano y se apartó de él, lo último que deseaba era sentir ese calor que la envolvía y confundía.—Suéltame, eres un monstruo —la mirada de Alison era tan dolorosa, sus ojos reflejaban el rencor profundo que brotaba de su corazón.—No me mires así— Alison no cambiado su mirada, frunció más el ceño y endureció aún más sus iris —Deja de mirarme así —gruño, no soportaba su sentimientos.—No puedo hacerlo — le juro sin apartar su vista — Te odio, lo
El grupo de lobos encargado de traer a Samara de vuelta se reunieron con Derek y Jena en casa del señor Boran, abandonando el rastro que habían localizado, todos estaban inquietos de saber que estaba sucediendo.No habia palabra que pudieran consolar a Jena que se encontraba recargada en la pared con los brazos cruzados, mirando a uno y a otro esperando que dejaran de perder el tiempo en discusiones absurdas.Solo veía el tiempo correr, arrepentida de escuchar a Derek, quizás a esta hora ya estaría enfrentando al maldito secuestrado de su hijo.—Escuchamos un aullido de los lobos intrusos, desistimos de seguir tras de Samara para proteger a la manada —dijo Phillip disculpándose con su padre —pero creemos tener una idea hacia donde se dirige.El Alfa Boran asintió con desconsuelo, sus dos nietos habia sido arrebatados de sus brazos. Era viejo incapaz de cuidar de toda la manada, y su familia, se arrepentía de mandar a todos por su nieto Darío dejando desprotegido el valle. Todo era su