Al llegar a casa el señor Boran entro en la habitación de Darío, encendí la luz caminando despacio hasta la cuna, estaba vacía, de inmediato pensó que Samara se lo habría llevado a su casa en medio del bosque, le molesto que se tomara esas atribuciones. Después de que el habia dado una orden, estaba siendo demasiado complaciente con todos los que lo rodeaban,—Zac, Phillip, vallan a buscar a mi nieto a casa de Samara y traigan al hijo de Débora, adviértale a esa mujer que no se vuelva a acercar a él.Los dos se miraron, asintieron y salieron a acatar la orden de su padre.Jena abrió los ojos en medio de un lugar hermoso, los rayos del sol se colaban entre la copas de los árboles, su corazón estaba en paz, sintió en su regazo el calor de su pequeño Jarek, mirándola con una sonrisa. en ese extraño sueño Jaret tenía un poco más de un año de edad, le sonrió y acaricio su cara con su pequeña manita suave. Jena le sonrió de vuelta, tratando de ser la fuerte y asegurarle que estaría para cui
La manada intrusa observa entre los árboles cercanos a los hogares de los alfas Imperión, el alboroto de los Imperión, Bryan nunca imagino alterar la paz de una manda tan fuerte, pero disfrutaba saber todo el terror que provocaba o de que otra manera estarían tan preparados esta mañana, si no era para protegeré de un nuevo ataque, los esperaban.Gozaría al ver sus rostros de sorpresa al tenerlos tan dentro y cerca del pequeño Imperión.Lo único que le preocupaba era las dificultades que tendrían que pasar por obtener al hijo de Conan.Espero que avanzaran y se perdieran entre los árboles, sonreía con diversión. Bryan se rio solo, como un hombre demente.—¿Qué es tan gracioso, Bryan? —le pregunto Said enfadado. Curioso por sus pensamientos, Bryan jamás explicaba en la totalidad su plan, estaba ahí por las promesas de Edmundo pero todo eso no estaba dentro de los métodos. No habían obtenido lo que deseaban pero todo estaba tan claro, Bryan ahora quería algo más que el regalo que la di
Edmundo analizaba sus probabilidad de librarse los dos jóvenes que Bryan había dejado a su cuidado eran débiles unos adolescentes aventureros que no conocían todos los peligros que encontraban en la guerras.Podía oler su miedo, ese deliciosos sabor del pánico. El por el contrario era un lobo ágil y rudo. Sería muy cruel si se enfrentaba a ellos, con un solo golpe los aniquilaría. Aún con todo el dolor que sentía en su brazo, el ardor y las punzadas ya estaban corriendo hasta su hombro.Sudaba frio, respiraba profundamente, el dolor lo estaba volviendo loco, pero hacia todo por mantenerse cuerdo y aparentara fuerza.Los jóvenes se miraban constantemente tratando de intercambiar pensamientos, se mantenían prevenidos.—Tengo sed —gimió Edmundo tosiendo enseguida.—¡Cállate! —le ordeno él más alto y robusto. Edmundo sonrió burlándose de su intento por controlar la situación.—Denme un poco de agua, solo un poco—No hay agua por aquí. —insistió para que cerrara la boca.—Ustedes también
Alison recién despertaba, por fin habia conseguido que Jarek se quedara dormido pero no tardaría en despertar hambriento, solo logro dormir dos horas.Bostezo profundamente y bajo a la cocina para prepara su desayuno, tratando de hacer el menor ruido. Jarek era muy pequeño pero estaba segura de que él sabía lo que estaba sucediendo con su padre.Estaba muy sensible.Cuando la leche estaba lista, volvió a la habitación, antes de llegar escucho un ruido en otra de las habitaciones, la puerta estaba entre abierta. Vio un movimiento, pensó que era alguno de los chicos, empujo la puerta—¿Hola?, Zac —entro con una señal de alerta, todo estaba en calma, no habia nadie dentro pero noto una lampara de estudio colgando por un lado de la mesa, una ventana estaba abierta, pudo ser el viento, quiso pensar, la coloco en su lugar y echo un vistazo a la calle. Un escalofrió le corrió por la espalda, recordó a los intrusos de la noche anterior, temió por Jarek.Alison escucho un ruido detrás de el
—No sé por qué sigo perdiendo el tiempo contigo, seis meses sin ningún maldito resultado — Conan estaba apelando a una ridícula opción, después de ver qué ningún método científico podía resolver su problema, le hablaron de una tontería, su disfunción era causada por algo que solo habitaba en su cabeza. Así que busco en el directorio al psiquiatra mejor calificado, el nombre de Jena resplandeció como si algo mágico hubiera iluminado su nombre en el directorio. Ahora estaba totalmente arrepentido de haberle contado todo de su vida a una doctora que después de varios métodos y tratamientos no había resultado nada bien. —Si los médicos no encuentran la causa de tu impotencia debes encontrar tú la causa, ¿hay algo que no me has contado? Si, existía algo que no podía revelar, su verdadera naturaleza, que su manada estaba por cortarle la cabeza y a pesar de un maldito año aún esperaba que Débora volviera, todavía la amaba. Frotó la sien tratado de mitigar el dolor en su pecho, observo
Su pecho se llenó de una angustia insoportable y en su mente palpito una advertencia de peligro. Dio un brinco atrás y su forma natural brotó con magnifica rudeza. Un negro lobo como una sombra en la oscuridad y unos ojos completamente blancos, como si no tuviera iris.Su lobo siguió aquel suave aroma a gardenias por el pasillo conduciéndolo hacía la parte trasera de la clínica, el olor a medicina y látex se revolvía con el hermoso y cálido perfume de Jena.Salto afuera atravesando una puerta de cristal, el piso estaba húmedo, , la luz de la luna se cubría con unas espesas noches oscuras. el viento soplaba silbando entres sus orejas, trayendo consigo Un hombre arrastraba a Jena hacia una camioneta, con pocas fuerzas luchaba para no entrar en ese oscuro cajón de hojalata.La débil terapeuta no podía defenderse de la fuerza bruta de aquel individuo que se escondía bajo el oscuro pasamontañas sobre su cabeza, cada vez era menos su resistencia su cuerpo se estaba ablandando con el desgas
Con el primer rayo de sol la angustiada Samara tocaba la puerta de la familia Imperión, Kenia abrió solo para impedir que la histérica mujer fuera a derrumbarla.Esta entro como un viento de invierno, helado y sin educación, subió escaleras casi corriendo y paso hasta la alcoba de Conan.—¡Conan! —su corazón se paralizo al ver el lugar vacío y su cama tendida —¿Dónde está Conan?Salió por pasillo gritando y llamando al esposo de su hermana, después de que Débora se marchara Samara había estado tan al pendiente de Conan, que un amor por el habia surgido apasionado.—¿Samara? —Salió de la habitación donde estaba descansando Jena.Esta al verlo corrió sobre la fría madera crujiente.—Oh, Conan estas bien —lo reviso de arriba a abajo descubrió la herida en su costado, no la de la pierna ya que estaba cubierta por los vaqueros —tus hermanos me han contado. No sabes que angustia he sentido, en cuanto me lo dijeron vine corriendo a ver que estuvieras bien, puedo prepárate unas yerbas medic
La llevo entre sus brazos, el olor de Conan era muy varonil, dejo caer su cabeza sin ninguna reserva sobre su hombro, después de todo no le era fácil mantenerse totalmente consciente, sus labios le rozaron la piel, y se acurruco más en el cuenco de su cuello.Conan sintió que se estremecía con la respiración cálida de Jena sobre su gruesa piel, trago saliva y respiro profundamente, el aroma de esa mujercita era una mezcla de vainilla y nueces, la recostó sobre la cama y la observo en silencio,No se habia querido dar cuenta de lo hermosa que era su terapeuta, deslizo su mirada por todo su cuerpo, era como una diosa herida. Acomodo unos mechones de cabello removiéndolos de su rostro, sus labios eran pequeños se preguntó si tendrían sabor a fresas o a manzanas, eran como un fruto prohibido para él.Su lobo gruño apartándolo.Hace tiempo que ninguna mujer le provocaba la más pequeña cosquilla, al mirarla tan apacible, no se creía que era una pequeña salvaje capaz de matar a quien le hici