—No sé por qué sigo perdiendo el tiempo contigo, seis meses sin ningún maldito resultado — Conan estaba apelando a una ridícula opción, después de ver qué ningún método científico podía resolver su problema, le hablaron de una tontería, su disfunción era causada por algo que solo habitaba en su cabeza. Así que busco en el directorio al psiquiatra mejor calificado, el nombre de Jena resplandeció como si algo mágico hubiera iluminado su nombre en el directorio. Ahora estaba totalmente arrepentido de haberle contado todo de su vida a una doctora que después de varios métodos y tratamientos no había resultado nada bien. —Si los médicos no encuentran la causa de tu impotencia debes encontrar tú la causa, ¿hay algo que no me has contado? Si, existía algo que no podía revelar, su verdadera naturaleza, que su manada estaba por cortarle la cabeza y a pesar de un maldito año aún esperaba que Débora volviera, todavía la amaba. Frotó la sien tratado de mitigar el dolor en su pecho, observo
Su pecho se llenó de una angustia insoportable y en su mente palpito una advertencia de peligro. Dio un brinco atrás y su forma natural brotó con magnifica rudeza. Un negro lobo como una sombra en la oscuridad y unos ojos completamente blancos, como si no tuviera iris.Su lobo siguió aquel suave aroma a gardenias por el pasillo conduciéndolo hacía la parte trasera de la clínica, el olor a medicina y látex se revolvía con el hermoso y cálido perfume de Jena.Salto afuera atravesando una puerta de cristal, el piso estaba húmedo, , la luz de la luna se cubría con unas espesas noches oscuras. el viento soplaba silbando entres sus orejas, trayendo consigo Un hombre arrastraba a Jena hacia una camioneta, con pocas fuerzas luchaba para no entrar en ese oscuro cajón de hojalata.La débil terapeuta no podía defenderse de la fuerza bruta de aquel individuo que se escondía bajo el oscuro pasamontañas sobre su cabeza, cada vez era menos su resistencia su cuerpo se estaba ablandando con el desgas
Con el primer rayo de sol la angustiada Samara tocaba la puerta de la familia Imperión, Kenia abrió solo para impedir que la histérica mujer fuera a derrumbarla.Esta entro como un viento de invierno, helado y sin educación, subió escaleras casi corriendo y paso hasta la alcoba de Conan.—¡Conan! —su corazón se paralizo al ver el lugar vacío y su cama tendida —¿Dónde está Conan?Salió por pasillo gritando y llamando al esposo de su hermana, después de que Débora se marchara Samara había estado tan al pendiente de Conan, que un amor por el habia surgido apasionado.—¿Samara? —Salió de la habitación donde estaba descansando Jena.Esta al verlo corrió sobre la fría madera crujiente.—Oh, Conan estas bien —lo reviso de arriba a abajo descubrió la herida en su costado, no la de la pierna ya que estaba cubierta por los vaqueros —tus hermanos me han contado. No sabes que angustia he sentido, en cuanto me lo dijeron vine corriendo a ver que estuvieras bien, puedo prepárate unas yerbas medic
La llevo entre sus brazos, el olor de Conan era muy varonil, dejo caer su cabeza sin ninguna reserva sobre su hombro, después de todo no le era fácil mantenerse totalmente consciente, sus labios le rozaron la piel, y se acurruco más en el cuenco de su cuello.Conan sintió que se estremecía con la respiración cálida de Jena sobre su gruesa piel, trago saliva y respiro profundamente, el aroma de esa mujercita era una mezcla de vainilla y nueces, la recostó sobre la cama y la observo en silencio,No se habia querido dar cuenta de lo hermosa que era su terapeuta, deslizo su mirada por todo su cuerpo, era como una diosa herida. Acomodo unos mechones de cabello removiéndolos de su rostro, sus labios eran pequeños se preguntó si tendrían sabor a fresas o a manzanas, eran como un fruto prohibido para él.Su lobo gruño apartándolo.Hace tiempo que ninguna mujer le provocaba la más pequeña cosquilla, al mirarla tan apacible, no se creía que era una pequeña salvaje capaz de matar a quien le hici
Derek revisaba la contabilidad, las cifras estaban cayendo en números rojos, la producción y elaboración de un par de líneas de joyas estaba por debajo de cubrir la necesidad. Habia escases de algunas materias primas. Conan había olvidado contactar con los proveedores de titanio para la elaboración de las joyas.Difícilmente ellos no querían hablar con Edmundo.Samara caminaba por los pasillos de la pequeña oficina, esperando ver a Conan en la silla de su oficina, su mala suerte fue no encontrarlo. Pero observo a un malhumorado Derek que golpeaba unos papeles en la mesa y tomaba el teléfono.—Derek —antes de ir a su casa se prepararía para saber cómo actuar frente a esa extraña si se trataba d una desvalida y pobre victima entonces seria amigable con ella, si sus intenciones aquí eran otras, se arrepentiría. —, nuestro alfa se encuentra bien quiero pasar a visitarlo...—Debes dejar de preocuparte, él está bien —en ese momento Derek no tenía ánimos ni tiempo de atender amoríos inútiles
Jena lo observo en silencio, como una hermosa y cautivadora sirena, sin decir una sola palabra, atrayéndolo hacia ella. sus ojos eran la melodía que su fantasía recreaba. Volvían esa fantasías en que sus cuerpos se adherían en calor y fuego al tiempo que sus labios se demandaban con pasión.Sus manos eran delicadas, suaves su mirada proyectaba una seguridad, el peso en besarla probarle que su terapia no habia funcionado. Pero ella solo tenia sus manos sobre sus mejillas, sin apretar su rostro, mirándolo fijamente a los ojos.Bien podría erguirse y apartarse, pero le gustaba sentir el calor de sus dedos, y observar esa sutil sonrisa escondida en su rosto.Conan también descubría otra mujer muy diferente a la profesional íntegra, prudente, persiste, la entregada terapeuta, podía ser mas dulce, atrevida, seductora. Tan simple y fresca al momento de hablar con él, con demasiada confianza.Solo anhelaba ser capaz de complacerla.—¿Condiciones? Que condiciones? —pregunto apartando sus manos
El silencio no era un buen compañero, se sentía atormentada de pronto como se había atrevido a seducir a su paciente en que estaba pensando… Se dejó caer sobre la cama y se cubrió con las sábanas. Estaba avergonzada, tenía roja como un tomate y empezaba a darse cuenta que esto era una locura. Casarse con él, darle un hijo mediante tratamientos médicos, cumplir todos sus requisitos solo para no sentirse derrotada. Ese arrogante hombre la había retado, y no una vez si no en repetidas ocasiones. Tenía una reputación y un prestigio que cuidar. No permitiría que un hombrecillo la declarará incompetente. Lo hecho, hecho estaba —Jena, ¿te encuentras bien?—Escucho a dulce voz de Alison detrás de la puerta, arrojo las sábanas, sin moverse y con los ojos directo al techo —Alison, ¿eres tú? —Si, ¡oh Jena!, no sabes lo que me preocupe por ti. La pequeña hermana abrió la puerta al escuchar la voz de su hermana en tono de angustia, ambas abrieron los brazos y se aferraron la una a la otra. S
La fragancia de Jena era fresca, el roce de su piel aumentaba la confianza con ella. sonreía viéndola a ella sufrir por el galope del caballo. Apretado la manos de ConanLa tradición dictaba que debían llegar separados, cada uno montado en un caballo, eso era parte del ritual, la clase y el prestigio de los Imperión.La ceremonia se realizaría a medio día en medio del bosque, en un espacio cerca de un lago, decorado con postes enrollados de flores vivas. La entrada era un camino arqueado por árboles frondosos, de unas hermosas flores blancas que colgaban como candelabros—Abre los ojos Jena, no querrás perderte estoA las mujeres les gustaba los espacios mágicos, Conan detuvo el caballo al inicio del camino. Estando su rostro cerca de él de sus mejillas observo como sus labios se curvaban en una sonrisa., lo que veía era bello y le encantaba.Conan apretó sus manos sobre su vientre, asegurándose que no fuera a caer, Jena se tensó con la muestra de cuidado. Giro un poco atrás para ver