Jena volteó la cara antes de que el pudiera rozar la gloria de sus labios. Bryan alzo las cejas con frustración.—No puedo, ni quiero aceptar tu propuesta—respondido secamente —, le pertenezco a otro hombre, Conan Imperión es mi alfa y yo soy su Luna. —apretó su mano sobre su barbilla y la obliga a mirarlo.—No le puedes pertenecer a un hombre que ahora se esta pudriendo en el infierno. —el intento forzarla a recibir el beso de sus labios, Jena instintiva lo empujo—Él no está muerto.—aseguro,—¡Lo está!—grito frente a su rostro —, yo me enfrente a él, yo me encargue de eso, fui yo quien le dio el ultimo golpe a su dolorosa agonía, deberías agradecérmelo, yo te libre…—fue suficiente para Jena, le lazo un golpe con el puño cerrado, en cadena le lanzo otro, ambos dieron con satisfacción en su rostro, manchándole los dientes rojo dentro de la boca.Por impulso continuo con los golpes, pero Bryan no permitiría una humillación más, en el aire detuvo su mano.—Él se enfrentó a mí, no fui yo
Una caricia, era tan suave la forma en que Conan tocaba su piel, Jena pudo sentir el calor de su mirada, al abrir sus ojos lo encontró a él inclinado en cuclillas frente a ella.Un segundo bastó para que Jena saltará sobre sus hombros, ahora ella era más fuerte que su esposo, lo derrumbó como una ligera pluma, lo toco era tan real, sentirlo tan vivo y real, aferrarse a él ahogando todos sus miedos hundida en sus pechoLo lleno de besos, sus labios sus mejillas cubiertas por su barba, su cuello. Lo extrañaba tanto como si hubiera pasado una eternidad.—Conan… Conan, —pronuncio su nombre entre besos y lágrimas. —estas aquí… eres tú.— se aferraba entre sus brazos, a encontrar entre ellos ese lugar seguro, a hundirse en su pecho como una niña pequeña. Conan acariciaba su cabello con ternura, apretaba sus ojos con desaliento.—Tranquila cachorrita —Conan trato de consolarla hablándole suavemente —no tengo mucho tiempo.—¿Tiempo?, a que te refieres —Se dio cuenta entonces que era un sueño y
El bosque más allá de los límites de los Imperión era engañoso en muchas ocasiones, los hombres de Black Moon conocían demasiado bien cada una de sus trampas y como cuidarse de ellas.Al igual que conocía atajos que hacía más rápido su regreso al territorio de los Black Moon.Said llegó mucho antes al palacio de Bryan, afuera el agitado movimiento inusual alertaba a toda la manada y sus habitantes, el miedo era evidente, estaba preparados para un ataque, sabían que no se enfrentarían a enemigo pequeño, por el contrario esta sería su última batalla, nadie se atrevía a revelarse contra Bryan.Entro rodeando a la decena de hombres que aguardaban con miradas dudosas, que se cuestionaban si está guerra tenía un sentido, su objetivo era muy diferente al que ahora estaba enfocado.Enfrentar a los Imperión por el deseo y capricho exclusivo y no por un beneficio para toda la manada, Bryan parecía jugar con ella también.Compartían el mismo pensamiento de Liam, los errores de Bryan los llevaría
Las intención de Bryan eran más que obvias, se tiró sobre Jena, siendo recibido por una pata de frente a su pecho.Su cuerpo cayó de espaldas recibiendo algo parecido a la fuerza de diez hombres hasta el otro extremo de la habitación, se escucharon el crujido de todo sus huesos. Jena busco alguna arma, un objeto que le ayudara a defenderse o conseguir que la cadena se abriera liberándola.Sus ojos se abrieron, cuando a pesar del dolor su verdugo se ponía de pie, su mirada retadora fue correspondida por una mirada burlista y arrogante, sus labios se curvaron en una sonrisa perversa mostrando una dentadura amarillenta.En medio de la tenue oscuridad la imagen de Bryan era tan comparable a la de un monstruo o algo peor, un ser sin escrúpulos.—Cuanto más te resistas más lo disfrutaré —Amenazo—, el domarte será una victoria demasiado jugosa.Amplio la sacada encorvado hacia delante andando con velocidad hacia a su presa, no menos que eso se sintió Jena.Su corazón palpitaba muy fuer
Derek iba avanzando hacia la enorme mansión de Bryan entorpecido, dudando de sus decisiones, convertirse en un líder de la noche a la mañana en medio de un ataque frontal no era fácil, sentimientos involucrados hacia más difícil sus juicios.Su prioridad tendría que ser el pequeño Jarek, ni Jena ni Conan le perdonarían que por su necedad de comprobar el bienestar de Jena, el futuro heredero de la manada saliera lastimado. Confiar que sus hermano pudiera hacerlo bien no era suficiente para estar tranquilo.Se detuvo en seco, ¿porque era tan fuerte la necesidad de salvar a esa mujer? era tan irrechazable que lo mataba de angustia si no seguía corriendo hacia ella.—¿Derek?Jarek debemos volver y resguardar a Jarek… pensó pero no lo dijo, ¿por qué el tiempo pasaba tan lento y rápido a la vez?Porque no quería renunciar a ser el salvador de Jena.El rugiente grito de Bryan cimbro hasta el piso bajos su patas, y sacudió la copa de los árboles a su alrededor.—¿Derek?, ¿estas bien? —le cue
Un lobo salto directo encajando sus dientes contra el cuello de ese grotesco lobo violento. al escuchar los chillidos de lobos heridos alzo la vista azorado por la batalla de lobos que en un segundo se inició, tres lobos atacaron a los Black Moon quedando en una pelea justa y dejando en claro la superioridad de la manada Imperión.La habilidad de los Moon no era en realidad la más eficiente.Said encontró la oportunidad de escabullirse, alejando al pequeño Imperión de los Black Moon, y apartando de quienes le arrebatarían la capa de héroe, no era su propósito aliarse a ellos, recibir un agradecimiento y el olvido. Solo se apartaría de Jarek si era para depositar al bodoque en los brazos de “ella”.Su princesa debía conocer sus acto y limpiar con eso sus culpas demostrarle que era merecedor de una oportunidad y conocer su nombre.Movido también por el dese de volver a verla a los ojos y si tenía un poco de suerte, recibir un agradecimiento más placentero de su parte.—¡Jarek! —soltó l
Alya cayo delante de Said, tapándole el paso.Said se detuvo resbalando con las hojas y ramas, abrazo con más protección al hijo de Conan. Se aseguro de no haberlo lastimado, al verlo sonreírle se tranquilizó, le sonrió sintiendo un cosquilleo tibio en el corazón.—Entréganos al heredero de los Imperión, —demando Alya amenazándolo con el látigo, esperaba que ella lo entendiera, que precisamente ella se uniera a su causa, pero su posición parecía clara.—El pequeño Imperión no está seguro en estas tierras, él debe volver a donde pertenece. Tú lo sabes más que yo Alya. Su compañera Neus los alcanzo, verlos hablar imagino que Alya siendo la más débil de las tres guerreras terminara cediendo—No tienes derecho a decidirlo tu. —le aseguro Alya, observando de reojo a Neus,—Sabes que estoy haciendo lo correcto, —continuó dirigiéndose a Alya —tu estas cansada al igual que yo y que muchos que no nos atrevemos a gritar nuestro hartazgo—Revelarnos no cambiara nuestro destino.—reclamo con re
Bryan rodeo a Jena, recostada sobre una mesa de piedra, su pelaje gris era sacudido por la suave brisa humedad de la cascada, Jena permanecía inconsciente, colocó junto a ella una flor negra de cuatro pétalos encapsulada en una urna de cristal, centro sus vista en su oscuridad, recordando su hermoso y antiguo color azul, y los pistilos blancos con la punta rosa, cuando su mundo y su territorio era un lugar más próspero, ahora tenía nuevamente la oportunidad de volver a recobrar la gloria.Llamo a las guardianas del manantial, mientras esperaba su mirada estaba enchufada en el brillo invisible de esa mujer.Era algo anti natural, su presencia irradiada una luz, todo el entorno de Jena y una calidez de su cuerpo llegaba hasta Bryan aun cuando no la tocara.—Alya, Neus, Tiare… —grito sus nombres sin éxito, las tres mujeres habían abandonado su puesto. —Necesito un poco de agua del manantial de vida —gruño nuevamente,El silencio prevaleció aun sobre el sueve correr de la vital agua de