—Tengo algo para ti—sacó su otra mano del bolsillo sin apartar sus ojos de los míosMe extendió un puñado de uvas y no pude evitar cambiar mi vista de ellas a él.—Tengo más en aquel pañuelo—apuntó con la cabeza a la cómoda—Él dijo que no podían darme nada—cuestioné con cierto aire divertido y el simplemente se limitó a encogerse de hombros soltando finalmente mi mano y llevando la primera de las uvas a mi boca—Mañana debo salir de viaje —susurro después de unos minutos con pesar o más bien algo de preocupación—¿A dónde? ¿Cuándo regresas? ¿Puedo ir contigo?—las preguntas escaparon de mi boca sin ni siquiera darme cuentaY de repente un miedo recorrió mi cuerpo obligándome a voltearme y darle la espalda.—No sé cuándo volveré, pueden que sean solo unos días— comenzó a hablar sujetándome por los hombros y colocándome frente a él—No te preocupes te dejaré con tus padres mañana antes de partir—asintió esperando una aprobación de mi parte lo cual calmo mis nervios y finalmente asentí.—
—Te dije que no Nikolas—la voz del rey resonó por la habitación provocando que nos separáramos de inmediato.Trague en seco llenando mis pulmones de aire con la respiración agitada. Mis labios ardían por el roce de los suyos y fije mi vista en el rey después de una mirada rápida al príncipe solo para notar que su respiración estaba excitada como la mía.El rey también tenía algunos golpes en el rostro y la comisura de su labio superior partida.—Es que no se podía esperar otra cosa de un maldito como tú—espetó cruzándose de manos en su pecho ante la mirada furiosa de su hijo—No sabes lo que dices—me defendió mi prometido y solo logro empeorar el genio de su padre—Ahora te comportas de ese modo—dio algunos pasos al interior de la alcoba—desde que naciste has un caso perdido—apuntó con despreció el lunar de su mejilla—a decir verdad después de Rainnet pensé que jamás volverías a flaquear y al parecer me equivoque.>>Menudo rey le espera a este pueblo, para lo único que sirves es para
Apenas habíamos terminado de saludarnos cuando las puertas de la entrada resonaron con pequeños toques en la misma. Mamá y yo miramos al mayor de los Sabash expectantes pero su expresión de sorpresa nos dejaba claro que quien fuese no era un invitado de mi padre.A decir verdad no era un invitado de nadie en aquella sala. En el momento exacto que aquel hombre perfectamente vestido con el uniforme real se adentró en la sala ante la atenta mirada de los presentes.Sus ojos recorrieron a cada uno de nosotros hasta que chocaron con los míos.—Señorita Andrea vengo a llevarla a palacio—me informó y no pude evitar mi emoción. Nikolas ha regresado—estalló de alegría mi conciencia y ni yo sabría explicar el verdadero por qué de tanta emoción. ¿Y si es una trampa y el rey cumple su promesa de castigarte?Mis ojos se abrieron de par en par y mi mirada que aún se mantenía en el guardia cambio de emoción a duda en menos de un segundo.—Lo siento pero tengo planes con mi familia. Después de
En cuanto Arthur se marchó con desesperación abrí la carta que me había entregado. No pude evitar que se me comprimiera el corazón con las minúsculas gotas de sangre que se divisaban en el papel; quizás pasarían inadvertidas para muchos pero ese no fue el caso para mí.Carta de Nikolas:Andrea:Estoy tan lejos como para asegurarme que estés bien, la distancia me está enloqueciendo y por mucho que intente enfrascarme en las estrategias de guerra solo logro pensar en ti, en ese cabello dorado, las pequeñas pecas que adornan tu pálido rostro o ese tono rojizo que tienen tus mejillas cuando te avergüenzas…si supieras lo bella que te vez cuando te avergüenzas.Prométeme que no iras al castillo hasta que vuelva. Espérame en tu habitación, regresaré una de estas noches, deja tú ventana abierta, yo iré por ti… como un ladrón a por su tesoro ¿Puedes esperarme mi futura reina? T.F.E(tú futuro esposo)—Todo estará bien; él está bien—Todo estará
Decir que caminar descalza por la multitud de piedrecitas que rodeaban el palacio era incomodo pero hacerlo con aquellas pesadas cadenas que apenas te permitía mantenerme erguida y mucho menos separar un pie del otro. Estaban tan ajustadas que el roce comenzaba a ser insoportable.Me llevaron al patio trasero el castillo, allí donde el pasto no era tan valiente para crecer o quizás se debiera a las innumerables manchas de sangre alrededor de las horquetas con aros de hierro que yacían gastadas a mi espera. Habían alrededor de 6 de ellas y solo estaban ocupadas 2 por una mujer que era castigada en ese preciso momento y un joven que permanecía tan inmóvil que podía asegurar que había muerto.Me pusieron de frente a la sucia madera, elevaron mis manos por encima de mi cabeza enganchando las cadenas en el aro provocando que me parara con la punta de los pies para intentar apaciguar el dolor por la extensión de mis brazos.Unas manos encalladas rasgaron con torpeza la tela de mi vestido de
Una vez abandonas las tierras del reino nos adentramos en el temido bosque de Trentus, portador de árboles preciosos que nadie se atreve a visitar y lleno de animales salvajes que alimentaba cada fabula de este misterioso lugar. La vista era hermosa pero por alguna extraña razón todo aquel que se adentraba en estas tierras jamás volvía a ser visto.Las leyendas corrían de boca en boca por todo el reino, susurros contados por generaciones sobre mágicos arboles curativos, hombres tan hermosos que te envenenan el alma con solo mirarte, animales que podían hablarte; pero nada de eso era suficiente para que alguien se adentrara a él, porque nadie era capaz de explicar aquellos desgarradores gritos, suplicas susurrantes o los lamentos contantes que aparecían a media noche.Las historias comenzaban igual, pero ningún final era bueno para sus protagonistas. Aquellos rumores cuchicheados por cada habitante del reino únicamente coincidían que las almas de los desdichados o muy valientes que ent
Sentí un alón en mi pelo como si intentaran arrancarlo de un solo tirón pero mis ojos estaban aún muy pesados para ser abiertos y a mi alrededor las voces solo eran un murmullo lejano del que no distinguía prácticamente nada solo una que otra carcajada.Lo que realmente me obligo a despertar fue aquella agua que impactó sobre mi rosto obligando a mis ojos a abrirse acostumbrarse nuevamente a la luz.—Princesita, pensamos que te habías ido y créeme la orden es no dejarte morir—el rostro de Dack, el que dirigía a los guardias llegó a mi alzando mi cabeza por mi cabello para que pudiera mirarlo—Además nos debes un encuentro—susurro con picardía otro de ellos estallando finalmente en una estruendosa carcajada que contagió al resto y provoco que Dack me soltara el cabello.Mire rápidamente a mi alrededor notando que ya no estábamos en el rio y de hecho ya no estábamos en el bosque. El sol parecía estar descendiendo para dejar pasar a la luna y a con ella la llegada de la noche. Habían mon
Mi cuerpo estaba agotado, apenas conseguía respirar pero mis brazos se aferraban a su cuello como si algo dentro de mi temiera que solo fuera un sueño o una ilusión que mi mente creara para zafarme de esta aterradora realidad.Pero su olor era un abrazo protector que llegó a mi nariz desde el segundo que me cargó entre sus brazos para sacarme de aquella asquerosa carpa, no podía ser un sueño; no se sentiría tan bien de serlo.—¿La encontraste?—la voz de Nain me obligó a abrir los ojos incrédula pero incapaz de separarme de Nikolas—¿Nos vamos?—¡No!—un gritó ronco los asombro a ambos pero se limitaron a mirarme con el ceño fruncido sin decir palabra alguna—Hay que liberarlos—susurré fijando mis ojos en mi prometido buscando su apoyo—¿Por qué te importan estos vagabundos?—la voz de Nain fue un puñetazo en mi estómago y lo fulminé con la miradaComo pude me puse de pie sujetándome de Nikolas pero atravesando con la mirada como si estas fuesen dagas.—¿Vagabundos?—repetí incrédula con la