Las sirvientas jamás somos las protagonistas de la historia en la vida real. Siempre pasamos desapercibidas ante el ojo humano, mientras que solo vivimos para servir. Las sirvientas no son esposas ni madres, aunque si hacemos todo lo que las esposas y madres no quieren hacer. ¿Pero cómo fue que paso? De pronto mi mundo cambio por ese hombre, que me sedujo en su mundo, su arrogancia y sensualidad. Una sirvienta queda atada de manos por una aventura con su jefe.
Mi madre había muerto después de una lucha contra el cáncer de estómago, que duró dos largos años. Y mientras tomaba la mano de mi hermana menor, le prometía a mi madre, que haría todo lo posible, por mantener a mi hermana Alison, quién era solo una joven de cabellera rubia de solo quince años, a salvo.
Y la única forma de mantener a mi hermana, era haciendo lo que sabía hacer mejor, ser sirvienta. Mi madre también lo fue, ella estuvo como sirvienta en las mejores mansiones de todo Nueva York, convirtiéndose en una sirvienta de alta demanda. Mi madre tuvo la necesidad de que le ayudará más tarde, así que, a muy temprana edad, yo también empecé a trabajar en este mundo de la servidumbre, dejando de lado la escuela y convirtiéndome en una de las mejores sirvientas junto a mi madre.
Pero cuando creímos que lo teníamos todo, fuimos despedidas de la mansión Madison, en donde vivían una pareja de ansiamos a los que nos dedicábamos a cuidar, ya que los hijos de la pareja se harían cargo de ellos después de abandonarlos por años.
Después de la muerte de mi madre, me enteré que la pareja Madison habían muerto también, lo cual fue también un gran dolor para mí, ya que ellos me trataron como si fuera una de sus hijas.
—Tengo buenas noticias. —Me avisa Gloria, la chica de recursos humanos de la empresa de servidumbre a la que pertenecía. —Están volviendo a requerir servidumbre en la mansión Madison.
Yo de inmediato sonrió, ya que estaba desempleada desde hace algunos meses.
—¿Son nuevos inquilinos? —Pregunté con alegría mientras estaba a punto de entregarle mi currículo, para conseguir otro trabajo, pero no fue necesario, ya que ella no dudo en decirme lo de la mansión Madison.
—No, son los hijos de la pareja.
Mi semblante de inmediato cambió, ya que ellos mismos nos habían echado, no sólo a mi madre y a mí, sino que a mucha gente que laboraba y se hacía cargo de la gran mansión.
—¡Quita esa cara! —Me regaña la joven regordeta de pelo rojo y gafas del mismo color de su pelo. —¿Quieres el trabajo? ¿O se lo doy a alguien más?
Yo solo me tragué mi orgullo y asentí con mi cabeza.
—¡Quiero el empleo! —Fui astuta y lo dije con rapidez, no podía negarme a tal oportunidad.
—Bien, porque ya envié tu información a la mansión. —Me avisa la joven sorprendiéndome.
Yo solo le sonreí alegremente a Gloria, ya que estaba realmente agradecida por haberme considerado para el trabajo, incluso sin saber si aceptaría o no.
Gloria de inmediato me da el uniforme de la casa Madison, que era un vestido negro ajustado con un mandil blanco con encaje negro realmente hermoso. Cada mansión en la que trabajamos, ocupaba diferentes tipos de uniformes, así que estoy realmente sorprendida que hayan cambiado el estilo del uniforme de la casa, ya que el anterior, era uno más rescatado y menos revelador.
—Supongo que deben ser excéntricos. —Me mofe al ver que incluso usaríamos unas medias estilo Lolita.
—Sean o no excéntricos, ahora debes de concéntrate en trabajar mucho. —La joven me regaña una vez más, ya que sabe que nunca me puedo quedar callada. —Debo decirte que los nuevos dueños son un par de hermanos millonarios. Lo que se de ellos, es que uno es un CEO de publicidad en Time Square, dicen que tiene un carácter fuerte y es de cuidado, no sabes cuántas chicas han salido por simplemente no ser capaces de hacer lo que él hombre les dice.
Mi piel se eriza un poco al escuchar, sobre ese terrible hombre de carácter aparentemente fuerte.
—Y también está su hermana, que es una joven enfermiza de tan solo quince años.
—¡La edad de Alison! —Dije con felicidad de poder encontrar una niña, que quizás pueda convivir con Alison cuando esté en la casa de ese millonario. —Aunque lamento mucho que esté enferma.
—Al parecer su hermano mayor la cuida como una princesa, así que se cuidadosa con la hermana, ya que significa todo para él.
Yo solo asentí con la cabeza mientras dibujada una sonrisa en mi cara, asegurándole que haría todo lo posible, por mantener mi reputación en alto. Pero mientras camino a casa por las calles del Bronx, siento que mi corazón late cada vez más fuerte.
Al llegar a casa me encuentro con mi pequeña hermana en la cocina, haciendo sus deberes como siempre.
–¡Hermana! –La joven rubia de inmediato va hacía mí con una felicidad increíble. –¿Tienes el empleo?
Quería sorprenderla, así que puse una mala cara, ella de inmediato se desanimo junto a mí, pero después le enseñe el traje de servidumbre, dándole a entender que había obtenido el empleo.
–Sofí, ¿por qué me haces ese tipo de broma? –Me reprocha la joven tomando el traje entre sus manos. –Parece ser un traje bastante caro. –Lo dice al tocar la tela mientras yo le preparo de cenar. –Aunque el look es un poco provocativo.
–Lo se. –Tome una taza de café y mire a mi hermana. –Pero el patrón lo a elegido.
–¿Es un hombre? –Pregunta Alison interesada.
–Parece ser un millonario, en realidad no sabía que la familia Madison tuvieran un hijo millonario, aunque ellos lo eran.
Y mientras hablaba, mi hermana se metía a su computadora y mientras tecleaba con fuerza, yo sacaba su comida del microondas.
–¡Ya se para quién trabajaras! –Dice de la nada la joven, llamando mi atención.
Así que camine con su cena en mano, para después sentarme a su lado.
Yo le serví su comida y ella me dio la computadora.
Al parecer mi hermana la Stalker había logrado conseguir toda la información, que necesitaba para conocer a aquel hombre que me hacía erizar la piel.
Su nombre era tan peculiar y al mismo tiempo un poco revelador, su nombre era Maximo Demon Madison y tenía treinta cinco años, y como me lo habían dicho era un millonario con una empresa que él mismo hizo, cuando estaba en sus veintes, parecía que la empresa era de publicidad y era bastante conocida por tener la mejor publicidad en Time Square. Y al parecer todo lo que el hombre tocaba se convertía en oro, pero al verlo en las fotos que se encontraban disponibles en internet, mi corazón empezó a latir con fuerza, mientras mi cuerpo se erizaba como nunca.
Maximo Madison, era un hombre realmente alto con una elegancia indudable, su cabellera era castaña clara y siempre lucia bien peinada, mientras que lucia una barba de candado delgada y no tan pronunciada, sus dientes eran tan blancos como las perlas. Su tez era pálida como la porcelana, mientras que lucias cejas bien pobladas. Sus labios tenían la forma de un corazón y eran regordetes, mientras que sus ojos eran castaños muy claros, mientras lucía grandes pestañas que adornaban sus ojos.
–¿É-el será mi jefe? –Pregunté a los cuatro vientos sin haberlo pensado antes, lo que causo que mi hermana me mirará. Ella sabía lo dura que era con los hombres y el solo decir un buen comentario sobre uno de ellos, me hacía ver un poco vulnerable ante mi hermana.
–Es guapo, ¿verdad? –Ella pícaramente alzo sus cejas graciosamente, lo cual me hizo reír.
–Quizás es guapo, ¿pero como puedo admirarlo? Si el tipo millonario no sonríe. –Le comenté, ya que en cada foto que había de él cerrando contratos con hombres importantes o haciendo conferencias por el país, el hombre siempre mostraba una cara algo retadora, sin sonreír nunca. –No me gustan los hombres amargados.
–Pero es rico. –añadió mi hermana con una risa.
–No me interesa cuánto dinero tenga, sino sonríe. –Le hice cosquillas a mi hermana, para después abrazarla. –No pienso enamorarme, ni tampoco pienso que un hombre como él se fije en alguien como yo.
Mi hermana me mira atenta.
–Sofí, pero si eres tan bella. –Me dice mi hermana tratando de animarme. –Tu piel es como la leche, mientras que tus ojos cafés siempre les roban el aliento a todos los hombres. –Yo solo bese su frente. –Recuerda que mi madre te solía decir el cisne negro, porque eres tan sensual, hermosa y misteriosa. Siempre llamas la atención de todos por tus sensuales y grandes labios rojos.
–Bueno, es hora que dejes de alucinar y vayas a la cama. –La interrumpí.
Alison podía ser demasiado cariñosa y hasta hostigaba al hablar de mi belleza, ya que ella misma sabía que ella contaba con una belleza, que no podía ocultar. Al lado de mi hermana yo era nada y lo sabía, pero mi hermana era como mi hija, no podía culparla por ser hermosa, así que solamente la amaba tal y como era.
Y mientras la veía dormir como si fuera una princesa de Disney, mi corazón aún se siente algo confuso al pensar en ese hombre, era como un misterio para mí, no entendía por qué me sentía de esa forma. Era como si tan solo con ver una foto de él, ya me hubiera intimidado y quitado el aliento con lo guapo que era.
Pero al final de la noche, solo pude pensar que estaba siendo demasiado exagerada, ya que a ese tipo de hombres se le ve poco en casa, así que quizás nunca pueda verle. Después solo deje que mis ojos se cerraran, pero mientras me quedaba dormida, de mi boca salió su nombre.
–Maximo. –Murmuré consternada, para después caer completamente dormida.
Las mañanas en casa siempre son atareadas.Éramos dos jóvenes mujeres, que solo tenían un baño, así que siempre era difícil poder arreglarnos. No podía negar que era vergonzoso ir por las calles con mi uniforme de la casa Madison, pero tenía que hacerlo.–Sofí, tu desayuno ya está listo. –Me avisa mi hermana mientras me ve poniéndome un saco largo color café. –¿Pero por qué te cubres? –Me pregunta un poco decepcionada de que cubra tan peculiar uniforme.–¿Acaso estas bromeando? –Le pregunté abriendo mis ojos bien grandes, tomando mi desayuno, que ya estaba puesto en una lonchera por mi hermana. –La gente en las calles pensarán que soy una prostituta. Me gritaran de cosas y sé que, en el metro, lograré que más de un hombre me acose.Mi hermana tan inocente se echa a reír, ya que quizás fue lo último, que le llego a pasar por la mente.–Tienes razón Sofí, las calles no son seguras para una joven tan hermosa como tú.–Ok, dejemos de hablar de mí. –Bese su frente para después verla irse e
Mi día pasó como pensé que sería, yo fui la encargada de hacer lastimosamente los trabajos más duros en la casa, por haber rechazado la petición del señor Madison. Así que mis tareas fueron tirar la basura de toda la mansión, limpiar todos los baños de la mansión y también estaba encargada de limpiar los establos, lo cual fue bastante duro, ya que tuve que limpiar el estiércol de los caballos negros y realmente refinados del señor Madison.Cuando termine mi turno, estaba totalmente destruida, mis pies y todo mi cuerpo me dolían y pulsaban como nunca, sabía que el trabajo sería difícil pero nunca pensé que este trabajo sería tan duro para mí. Hasta que llegue a casa encontrándome con algo que no esperaba. La puerta de mi departamento estaba abierta, eran las once de la noche, sabía que algo malo había pasado. Corrí con rapidez dentro de la casa, notando que la casa estaba patas arriba, todo lo que teníamos estaba destruido.–¡Alison, Alison! –Grité con fuerza el nombre de mi hermana,
Al mañana siguiente despierto temprano, ya que sabía muy bien mi trabajo.Pero sorprendentemente al salir de mi habitación, me encuentro con la presencia de Jackson, quién estaba recargado en la pared viéndose algo burlo ante mí.–Buen día. –Me dice con una sonría divertida.–Buen día. –Le respondí de inmediato. –¿Acaso está aquí para acosarme? –Le pregunté en un tono de broma, ya que verlo aparecer anoche en mi habitación mientras me estaba bañando, no me gusto.–No se emocione señorita Sofia.–Espero que lamente haber entrado a mi habitación anoche, cuando estaba en toalla.–Créame que mi intención solo era darle las instrucciones que el jefe Máximo me dio. –Yo lo mire nada convencida.–¿Qué hay de mi hermana? –Pregunté cruzando mis brazos. –Usted la admiraba como si fuera algo que quisiera.–Lamento eso. –Se da cuenta que cometió un error, así que empieza a sudar nervioso. –Es solo que nunca había visto… –Pero se detuvo a sí mismo, para no decir nada inapropiado.Yo solo reí.–¿Al
Sus labios peligrosos me besan como nunca me han besado. Quizás pueda admitir que nadie me ha besado con tanta obscenidad como lo ha hecho él, mientras mantiene su mano sobre mi cuello, pero nunca apretó con fuerza sus dedos, solo era una forma de mantenerme quieta y que no me moviera. ¿Pero cómo me movería si me esta besando como nadie lo a hecho? Pero a pesar de que estaba en la novena nube, todo tenía que terminar. Él se detiene mirándome con sus ojos perdidos, para después abrir los ojos grandes. Los dos de inmediato regresamos al mundo real, yo solo era una simple sirvienta y él era mi jefe, un multimillonario que tenía mejores labios que besar. –Lo lamento. –De inmediato quitó su mano de mi cuello. –¿La he lastimado? –Me pregunta preocupado y un poco avergonzado. –No. –Negue con mi cabeza mientras aún estaba un poco soñolienta. –Lamento actuar como un idiota. –Con rapidez me deja salir del espejo, para después caminar con rapidez hacía sus relojes, en donde abrió la vitrin
Desgraciadamente las sirvientas también somos como los curas, tenemos que escuchar los pecados y callar. Así que a pesar de que estaba aqueda por la forma en que el amigo del jefe me trató, mantuve mi boca cerrada.Camine hacía la piscina que estaba en la parte trasera de la mansión, notando que había dos personas sentadas enfrente de la piscina descansado. Pude divisar de inmediato a mi hermana, quién vestía su pijama mientras lucia bastante cómoda.–¿Qué estas haciendo? –Le grité a Alison, saliendo con rapidez de la casa. –Cariño, sabes que no puedes hacer lo que quieras aquí.Sin darme cuenta y a pesar de que estaba preocupada, de recibir algún regaño por la cómoda forma de mi hermana al sentarse enfrente de la piscina, logro ver como una joven se quita sus lentes de sol, mientras estaba usando un traje de baño oscuro con rayas blancas.–Por favor no la regañe. –Me detengo en seco al escuchar la dulce voz de la joven, que estaba debajo de una sombrilla. Pero también me detuve en se
El jefe estaba totalmente histérico por lo que había pasado, tanto que no dejó entrar a nadie a su estudio, cerrándole la puerta en la cara a todas las personas, que quisieron entrar.–No me duele tanto. –Le comenté mientras él pasaba un algodón con alcohol sobre mi rodilla, que se había abierto por la caída.–Deje de insistir, no la dejare ir de mi estudio sin curarla. –Me dice necio y obstinado.–Es mejor que vaya al hospital. –Pero en este momento no había hospital al que ir, ya que no tenía mi seguro médico activo.–Se que no ira. –Pone un parche encima de la herida de mi rodilla, para después pasar a mi cara. –Así que deje de insistir.Se sienta junto a mí, mientras estoy sentada en su sillón de cuero café. Mira mi cara con un poco de pesar, supongo que sentía lastima. Tomo otro algodón con alcohol, para limpiar una herida que tenía en el labio.–Parece que no le duele mucho, Sofía. –Me comenta mientras se da cuenta, que no reacciono al dolor del alcohol por la herida.–He sufrid
Los cuentos de hadas no son para las sirvientas.Y a pesar de que ese beso había sido mortal para mi corazón y para mi hermana, el cuento de hadas no se prolongo más.A la mañana siguiente, el se había ido.–Se fue a Londres. –Me avisa su hermana mientras la ayudo a ponerse el uniforme de la escuela. –Tuvo que ir, ya que alguien quiere comprar la casa en donde vivíamos.No puedo decir que no fue triste, pero tenía que mantener la cabeza en alto, no podía cabecear por un romance que quizás pueda inundar mi cabeza, de memorias o recuerdos que no deben de ser.Soy dura conmigo misma, ya que no quiero soñar muy alto.Al bajar al comedor puedo ver a Jackson, siguiendo a todas las sirvientas como siempre, tratando de que todo este perfecto y en su lugar, aun cuando el jefe no está. Pero cuando se topa conmigo, su ceño cambia por completo. El hombre se inmuta y se pone pálido.–Buen día. –Lo salude mientras aún tenia las marcas del día anterior.Toda la servidumbre me ve preocupada, ya que s
¿Acaso Jackson y Lea son mis enemigos?En realidad, no lo sabía, pero los dos había herido mi ego.La señorita Lea decía que era barata y casi sin valor, mientras Jackson solo me veía como una persona con suerte y con un cargo, que en realidad no merecía.Toda la semana Jackson estuvo evitándome. En realidad, no sabía que cosa le había dicho el jefe Máximo a él, pero estaba agradecida, ya que sabía que, si no fuera por sus palabras, estaría haciendo los trabajos más difíciles de la mansión.Jackson hubiera estado feliz de verme limpiar de nuevo los ductos del agua, pero era mejor tenerlo lejos de mí.Alison se acostumbró bastante a tener una nueva rutina, mientras que compartía todo su tiempo con Suzy. Parecían un par de gemelas, que lo hacían todo juntas, lo cual agradezco ya que nunca había visto a mi hermana siendo más feliz. Incluso he tomado fotos de las dos con mi celular, viendo cuando hacen la tarea en la biblioteca de la mansión y no pueden paran de reír.Alison ama esta vida