El jefe estaba totalmente histérico por lo que había pasado, tanto que no dejó entrar a nadie a su estudio, cerrándole la puerta en la cara a todas las personas, que quisieron entrar.–No me duele tanto. –Le comenté mientras él pasaba un algodón con alcohol sobre mi rodilla, que se había abierto por la caída.–Deje de insistir, no la dejare ir de mi estudio sin curarla. –Me dice necio y obstinado.–Es mejor que vaya al hospital. –Pero en este momento no había hospital al que ir, ya que no tenía mi seguro médico activo.–Se que no ira. –Pone un parche encima de la herida de mi rodilla, para después pasar a mi cara. –Así que deje de insistir.Se sienta junto a mí, mientras estoy sentada en su sillón de cuero café. Mira mi cara con un poco de pesar, supongo que sentía lastima. Tomo otro algodón con alcohol, para limpiar una herida que tenía en el labio.–Parece que no le duele mucho, Sofía. –Me comenta mientras se da cuenta, que no reacciono al dolor del alcohol por la herida.–He sufrid
Los cuentos de hadas no son para las sirvientas.Y a pesar de que ese beso había sido mortal para mi corazón y para mi hermana, el cuento de hadas no se prolongo más.A la mañana siguiente, el se había ido.–Se fue a Londres. –Me avisa su hermana mientras la ayudo a ponerse el uniforme de la escuela. –Tuvo que ir, ya que alguien quiere comprar la casa en donde vivíamos.No puedo decir que no fue triste, pero tenía que mantener la cabeza en alto, no podía cabecear por un romance que quizás pueda inundar mi cabeza, de memorias o recuerdos que no deben de ser.Soy dura conmigo misma, ya que no quiero soñar muy alto.Al bajar al comedor puedo ver a Jackson, siguiendo a todas las sirvientas como siempre, tratando de que todo este perfecto y en su lugar, aun cuando el jefe no está. Pero cuando se topa conmigo, su ceño cambia por completo. El hombre se inmuta y se pone pálido.–Buen día. –Lo salude mientras aún tenia las marcas del día anterior.Toda la servidumbre me ve preocupada, ya que s
¿Acaso Jackson y Lea son mis enemigos?En realidad, no lo sabía, pero los dos había herido mi ego.La señorita Lea decía que era barata y casi sin valor, mientras Jackson solo me veía como una persona con suerte y con un cargo, que en realidad no merecía.Toda la semana Jackson estuvo evitándome. En realidad, no sabía que cosa le había dicho el jefe Máximo a él, pero estaba agradecida, ya que sabía que, si no fuera por sus palabras, estaría haciendo los trabajos más difíciles de la mansión.Jackson hubiera estado feliz de verme limpiar de nuevo los ductos del agua, pero era mejor tenerlo lejos de mí.Alison se acostumbró bastante a tener una nueva rutina, mientras que compartía todo su tiempo con Suzy. Parecían un par de gemelas, que lo hacían todo juntas, lo cual agradezco ya que nunca había visto a mi hermana siendo más feliz. Incluso he tomado fotos de las dos con mi celular, viendo cuando hacen la tarea en la biblioteca de la mansión y no pueden paran de reír.Alison ama esta vida
En realidad, estaba bastante confundida.Nunca nadie me había dicho que tenían miedo de perderme. Recuerdo el primer amor, fue una relación bastante dolorosa.Él era un sirviente y como yo no conocía nada más que la limpieza, estuve con él por mucho tiempo. Y en ese tiempo, aguante maltratos y gritos.Aún no puedo confirmar si fueron tantos golpes, pero creo que me golpeó más de cien veces. Mi madre me salvo la vida, al sacarme de trabajar de ese lugar, para que no estuviera con ese hombre, que tanto me hacía daño.Pero ahora mi madre no estaba y ya no estaba recibiendo golpes o gritos, sino que había un hombre que me estaba seduciendo con un estilo tan elegante y tan sensual, que yo misma no puedo divisar si es real o no.–¿Algo te pasa? –Me pregunta Alison, mientras la estoy cubriendo con una manta color morada.–No es nada pequeña. –Le respondí de inmediato.–Suzy me comentó que el jefe a regresado, ¿te ha dicho algo? –Las mejillas de la joven de inmediato se tornan rojizas, supo
Víctor y Lea salieron del estudio del jefe.Lea se veía molesta conmigo y con Máximo, mientras que Víctor a pesar de que era alto y de proporciones grandes, parecía estar asustado, saliendo del estudio despavorido.Las sirvientas y yo estábamos fuera del estudio, ya que las chicas quienes habían sido víctimas de Víctor, querían saber que era lo que había pasado en la habitación cuando se fueron y me dejaron sola. Pero a pesar de que quería tranquilizar a mis demás compañeras, contándoles la honorable forma en que Máximo me había defendido, un anuncio le quita protagonismo a mi comentario.–¡Escuchen! –El jefe Máximo se para enfrente de toda la servidumbre. –Pronto será el aniversario de mi empresa “The Madison entertainment”, la fiesta la haré en esta casa, así que necesito de sus servicios.Las sirvientas miraban al jefe nerviosas, para después ver como los amigos del jefe se iban del lugar. Lea regañaba a Víctor mientras salían de la casa.–Pronto llegara a la casa todo lo que neces
La fiesta era más glamurosa y hermosa de lo que había pensado.Los invitados eran incluso más exclusivos y ricos, de lo que me había imaginado. La ropa que usaban era más de lo que había pensado, mientras que el olor del salón se llenaba de diferentes perfumes caros.Realmente me encontré con caras, que podía ver en la publicidad de algún producto de moda en cualquier parte, pero no podía reaccionar al ver sus caras, ya que tenía que comportarme. Las sirvientas en las fiestas servimos y callamos, sin decir ni una palabra, mientras que solamente hablamos, cuando ellos necesitan algo.A cada una de las sirvientas, se nos entrego un uniforme de gala, que era un poco más largo que el normal, mientras que ahora usábamos guantes blancos, que nos hacían ver ridículamente elegantes.La gente incluso comentaba entre ellos, sobre nuestros uniformes en nuestras caras, claramente eran personas que podían darse el derecho de burlarse de nosotros, sin recibir algún castigo.El jefe Máximo estaba re
Encontré el vestido más bonito que Suzy tenía en su armario, era color blanco hecho de una tela muy fina con brillantes incrustados. Parecía que este vestido le iba un poco mejor que el rojo, ya que ella por si sola daba una vibra de pureza, que la hacía lucir angelical.Al terminar de vestirla, decidí maquillarla como un precioso ángel, tanto que, al verse en el espejo no logra reconocerse.–No se quien es ella. –La joven de inmediato se ríe, emocionada por esta nueva imagen. Es la primera vez en mucho tiempo que la veo sonreír.Después rice su cabellera, que cayo sobre su pecho con delicadeza.Al final la joven no podía dejar de sonreír, ya que había tapado cada una de sus llagas con maquillaje, no importa lo pequeña que fuera, yo me esforcé en taparla para que ella no se sintiera insegura de si misma.–No puedo creer que este luciendo un vestido. –Ella misma intenta buscar algún error en el espejo, pero falla. –Nunca en mi vida había hecho estas cosas.–Es como si fuéramos hermana
Las sirvientas no solemos soñar con romances. Vivimos detrás de una cocina, detrás de una escoba y nunca esperamos por más.Vemos a nuestros patrones por lo que son, las personas que nos pagan para que hagamos tareas para ellos. Nunca miramos a nuestros jefes como nuestro primero amor, pero mientras el agua cae afuera y los vidrios se empañan, no puedo dejar de pensar en lo que acababa de pasar.La chimenea esta prendida, mientras mi cabeza esta sobre su pecho desnudo. Un pecho que se siente bastante cálido mientras escucho el palpitar de su corazón.Lentamente siento que me toca la espalda, así que abro los ojos, encontrándome con su mirada que me mira enternecida.–Nunca la había visto tan tranquila. –Me comenta pasando sus manos por mi espalda desnuda.–Nunca me había sentido de esta forma. –Le confese para después volverlo a mirar. Era tan bello con su nariz respingada y ojos grandes, mientras que sus pestañas eran largas. –Nunca me había sentido tan bien.–Al parecer el sexo le v