KIARA
Cuando siento que las cosas no pueden ir más mal, siempre hay algo peor que me demuestra lo contrario. Mi intención jamás fue ser indiferente con Reagan, pero todo ha sucedido tan rápido, que a penas me da el tiempo de pensar en cómo quiero dirigir mi vida.
Kelly es mi prioridad ahora, aun cuando mi corazón lata con fuerza por él, debo guardar energía para resistir los días que se nos avecinan. Saco el teléfono de mi bolso y busco el contacto de Reagan, esta tarde salió tan molesto, que me da miedo que se vuelque al alcohol como si no hubiera un mañana.
Tan solo es apretar “llamar” y voy a poder escuchar su voz para saber que está bien, pero esa vocecita en mi cabeza vuelve aparecer con más fuerza, negándome siempre a lo que verdaderamente quiero hacer, que vuelvo a guardar el teléfono y apoyo mi cabeza en el vidrio del vehículo suspirando.
Peter me lleva a la casona blanca para hacer la degustación de comida. Decidí ir,
KIARA Los nervios los tengo a flor de piel, tanto que tengo un dolor de estómago insoportable, me doy vuelta en la cama, pero de anoche que no he podido dormir absolutamente nada, que tendré unas ojeras negras horribles. Estos últimos días han sido un verdadero caos, entre elegir mi vestido de novia, mudarme y ver los últimos detalles de la boda, que de tanto moverme de aquí para allá, tengo un dolor muscular en los hombros y en todo el cuerpo. Pero lo que me tiene más tensa y llena de nudos es que hoy es mi boda. Una falsa, repite mi cabeza, pero entonces ¿Por qué se siente tan real, que tengo hasta los síntomas de una novia verdadera? Sudo helado, mis manos tiemblan y en mi mente no se dejan de repetir las decenas de cosas que pueden pasar, para arruinarme el día. Froto mi rostro y luego lo giro hacia mi lado izquierdo en donde Reagan sigue de espaldas durmiendo plácidamente. A él nada lo perturba, pero estoy que huyo de aqu
KIARA Me miro al espejo viendo un reflejo que desconozco totalmente. No puedo creer que sea yo, pero la mirada brillosa de mi hermana y de mi cuñada, me dicen que sí, que este es mi momento, uno que nunca espere, pero que ahora está sucediendo. El aire no me sale y los ojos se me cristalizan, añorando a mis padres. Si esto realmente fuera real, estaría devastada por aquella ausencia que ahora siento que necesito como a nadie. A veces me siento sola, cargando con un montón de cosas que nunca he expresado, y que en ocasiones me ahogan. Ser fuerte todo el tiempo, también tiene sus desventajas, que trato de asimilar que también soy humana, y debo tener debilidades que me hacen ser quien soy. Alguien frágil, alguien rota, alguien llena de frustraciones, pero con un camino que tan solo está recién comenzando. Nunca nadie dijo que la vida era fácil, pero aquí estoy de pie luchando y eso me hace ser alguien imparable, suficiente para
REAGAN Kiara camina elegante y altiva junto a mi padre, quien la mira casi con orgullo. Ella le agrada, le agrada mucho, que después de la conversación que tuvimos esta mañana, nuestra relación ha mejorado notablemente. No somos confidente con Rogelio, pero al menos dejamos las peleas de lado e hicimos un trato: No sacar el pasado para empañar el presente. Me vuelvo enfocar en mi mujer que me hace tragar duro con el modelo de vestido blanco que eligió. Me deja apreciar su silueta que se le marca hasta la cintura, y de las caderas la tela le cae con un poco de relieve que termina en una sutil cola. El cabello azabache hace contraste con la dulzura que muestra, ya que el maquillaje es suave conservando la naturalidad y la esencia de Kiara. —Se ve preciosa —me dice Kelly quien se mantiene a mi lado, sosteniendo el almohadón que tiene el cofre con los anillos. —Es preciosa —susurro y ella se ríe. Mi padre llega a mi
KIARA Entramos al salón entre aplausos eufóricos. Más de la mitad de las personas que fueron invitadas no las conozco, pero aquí estoy dándolo todo, como siempre. Con la frente en alto. Nos movemos hacia otro salón más pequeño, en donde el juez nos está esperando para oficiar la ceremonia civil aquella que es ante la ley. Nos leen el código estatal y federal de los EE. UU, contándonos los derechos y deberes que tenemos como cónyuges, nos preguntan si venimos libres y voluntariamente a casarnos, y una vez que decimos el sí, firmamos el acta, estampado la firma y nuestra huella con tinta negra. Raven y Julián son nuestros testigos y padrinos, que ellos también firman el acta de matrimonio, la cual deja la constancia de que desde hoy el plazo comenzará a regir. Seis meses para despedirme de este sueño que parece tan real y que estoy amando profundamente. Los invitados nos vuelven a felicitar entre abrazos y buenos deseos.
REAGAN Kiara se desploma generándome un terror que nunca antes había sentido. Mis reflejos alcanzan a coaccionar para sostenerla en mis brazos, pero igual caigo con ella al suelo, dejando que la primera convulsión aparezca. —¡¿Que m****a hiciste?! —Raven encuella a Maite a la pared, que esta última se comienza a reír escandalosamente. —Llama una ambulancia —ordeno sacándome el teléfono del pantalón y pasándoselo a Abril. El temblor de mis extremidades no me deja soltar a Kiara quien se sacude violentamente y la dejo de lado para que no se ahogue con sus propios fluidos, vomita sangre, sus ojos los pone en blanco y los segundos se vuelven eternos lacerándome por dentro, que sudo frio al verla tan vulnerable. —Muñeca…—susurro y la voz se me apaga cuando no sé qué hacer para detener su dolor. Otra convulsión la ataca y comienzo a desesperarme. «La voy a perder». La respiración se le ralentiza y de pronto queda inconscient
REAGAN Después de insistir una hora, el doctor me dejo ver a Kiara, que ahora estoy en esta sala de esterilización para entrar a la sala de unidades de cuidado intensivos, la rabia me carcome por dentro. Atentaron contra su vida y no voy a darme por vencido hasta encontrar con los culpables. Una de las enfermeras me pasa un traje verde que me pongo encima de la camisa y los pantalones de tela que estoy usando, también me acomodo el gorro y la mascarilla. Salgo al pasillo y la misma mujer me guía hacia la sala en la cual la tienen monitoreando en observación. La entrada esta custodiada con otros cuatro policías, ya que, si la intentaron matar una vez, el detective Smith no descarta otro intento. Ella me abre la puerta y a mí el ánimo se me baja hasta el suelo al verla en aquella camilla. —Si algo sucede… —No tiene que amenazarme —me adelanto. Se que soy el primer sospechoso, pero yo seria incapaz de atentar cont
REAGAN Despierto con una contractura muscular que me rompe la espalda y los hombros. Me ducho rápido y tan solo me coloco zapatillas, un vaquero negro y una camisa blanca. Salgo al pasillo arremangándome la camisa y me topo con Julián que se está mirando al espejo arreglándose su traje azul impecable. Adulándose como siempre. —Vamos —le señalo. —¿Y el desayuno? —reclama juntando sus cejas—. No puedo empezar mi jornada laboral sin comer, si no mis neuronas se van a morir y las necesito para ser el mejor cabrón que existe en la faz de la tierra. Ruedo los ojos. —De camino. Bufa y se despide de Silvia, quien le da un sándwich que se come en el trayecto. Manejo por las calles para ir a dejarlo al tribunal. Pero antes, pasamos por una cafetería en la cual compro dos cajas de donas y café. Julián se traga media caja solo, pero yo no puedo probar ningún bocado, el mal sabor se extiende al no tenerla conmigo. —
Bellas personitas lamento mucho la demora en la actualización de capítulos, estas últimas semanas han sido algo caóticas para mí, pero ya estoy de vuelta. Les pido disculpa a los lectores frecuentes, sé que han invertido tiempo y dinero, por eso desde ya les agradezco por su paciencia, espero que mi retraso no vuelva a ocurrir, ya que les debo respeto a todos ustedes. También quería informarle que desde el capítulo cuarenta hubo algunos cambios para agilizar la trama, (así no extenderme más de lo necesario) por si quieren leerlos. Intentare subir todos los capítulos que mi tiempo me permita y la historia no se alargara más de lo debido para que estén tranquilos. Les vuelvo agradecer por su tiempo y espero que cada uno de ustedes este bien. Les mando un abrazo grande. Se despide atentamente Elika.