KIARALlego con la hora justa a la oficina del abogado del señor Royer sosteniendo la carpeta con todos los documentos necesarios. Las puertas dobles de vidrio en el cual tiene el logo de su nombre me reciben. Es un estudio bastante grande, elegante y sofisticado. Camino por el pasillo de mármol y hay dos señoritas de traje negro que están detrás de un mesón de madera de nogal, que parece casi de chocolate. Me dirijo a la de cabello cobrizo, ya que la rubia se ve que esta más ajetreada con el teléfono que tiene en su oreja atendiendo quizás algún cliente malhumorado. —Buenas días ¿En qué puedo ayudarla? —pregunta amable.Me aclaro la garganta para contestarle.—Buenas días. Tengo una cita a las 10:00 de la mañana con el abogado Hamilton. Ella revisa el computador, teclea y verifica las horas en una agenda.—¿Usted es la señora Armstrong?—Si, soy yo. —Espéreme un momento. Hare una llamada para avisar de que usted esta aquí.Asiento, mientras me entretengo mirando los cuadros que
KIARAEl abogado Harris Hamilton me guía a otra sala, que está en el mismo piso y en el mismo edificio.Entramos a un despacho muy bonito, lleno de antigüedades que me recuerdan como a una casa de un abuelito que colecciona momentos. Hay muebles de roble que brillan y una amplia biblioteca que ocupa toda la pared. La alfombra persa roja ocupa toda la mini sala que hay en un costado y en la cual me lleva para sentarnos en los sillones de cuero blanco.Un tocadiscos hay en un rincón y lámparas de pie que le dan un aire sofisticado con las pantallas artesanales. El abogado me ofrece tomar un café, pero niego ya que con el agua que tome, me van a dar ganas de orinar.Un hombre de gafas y de avanzada edad llega a la sala cargando un maletín negro.El señor Harris me presenta, ya que él es el examinador que tomara la prueba del polígrafo, la cual consiste en un tipo de medición utilizado para el registro de respuestas fisiológicas, registra la variación de la presión arterial, el ritmo car
KIARAAun no lo asimilo.¿Multimillonaria yo? Es como si me hubiera sacado la lotería, pero con ese sabor amargo en la lengua. No se siente bien ser dueña de todo, bueno si es que paso aquella prueba. Estoy como en una especie de trance pensando y mirando a la vez, la lluvia que cae y golpea el cristal del ventanal. El cielo gris me da escalofríos en todo mi cuerpo y me abrazo a mí misma buscando calor, sin contar que mi mente no puede dejar se pensar en que el abuelo de Reagan desheredo a medio mundo. Fue como si todo su esfuerzo quisiera tirarlo por la borda.No le importo perder nada. Tan solo lo hizo con un solo fin y es que cada uno busque su propio futuro y trabaje por ello. No le veo otra explicación a donar todo su dinero y sus bienes a una extraña o a una fundación.Y ahora entiendo porque Renata insistía tanto en que Maite, fuera su esposa, si siempre detrás hubo un plan para quedarse con toda la herencia. Maite era manipulable y más fácil de quitarle toda una vez que se c
KIARAReagan va manejando un poco silencioso. Siento que medita cada acción que tengo para con él, pero no interrumpo sus pensamientos. Se lo que soy y se lo que es él. Lo amo y eso no va a cambiar. Pongo la radio y Lana del Rey vuelve a sonar.—Eres adicta a esa cantante.—La amo —confieso—. Es que su voz es de otro planeta.—¿Me tengo que poner celoso?Me rio y me acerco a dejarle un beso en la mejilla, cuando se estaciona en un semáforo que ha dado rojo. La lluvia sigue golpeando el cristal.—No, porque tú eres la única persona que quiero tener en mi vida. Te amo Reagan y siempre lo voy a ser. Eres mi primer y único amor.Sonríe de medio lado y toma mi mano para dejar un suave beso en mi dorso. Luego llegamos al centro oncológico. Me bajo y corremos a la entrada para no mojarnos, pero un segundo después Reagan tira de mí, que termino chocando en su pecho firme.—¿Qué haces Reagan?Me gira sobre mi eje dándome una vuelta, mientras que la lluvia helada me moja la cara. Él toma mi c
“LA FAMILIA ES COMO UN LIENZO LLENO DE MATICES, ALGUNOS DE COLORES BRILLANTES, Y OTROS DE MANCHAS OPACAS, PERO SIEMPRE ES UN ARTE IMPERFECTO Y MÁGICO QUE ADMIRAR"TRES AÑOS DESPÚESREAGAN—¡Joder! —vocifero por toda la casa—¡Vamos a llegar tarde! ¡Apúrense!Me masajeo la sien en medio de la sala de estar, lidiando con las dos pesadillas de tres años que no me dejan tranquilo.Rain, la niña de cabello azabache, con cerquillo y ojos azules como el cielo no deja de tironear mi pantalón tirada en el suelo. Mientras sostengo en mis brazos a Rose, que es idéntica a su gemela, llorando porque quiere ver a su mamá.Ambas me revientan el tímpano con sus escándalos.—¡Quielo a mi mamá! ¿Polque no está con nosotlos? —pregunta Rose entre sollozos, que le enrojecen las mejillas.Le limpio la cara y suspiro para responderle, pero me distraigo cuando aparece Kelly desde el pasillo que viene con mi otro hijo, Kaiden, tomados de la mano.No puedo evitar sonreír.Kelly por fin se curó, está libre de su
Muchas gracias a todas las personitas que estuvieron desde el comienzo y a los que se sumaron en el camino. Estoy eternamente agradecida con cada una de ustedes que se dieron el tiempo de leer esta historia que es tan especial para mi. Gracias por la paciencia que tuvieron y por el amor que le dieron a esta historia. Es un poco larga, pero autoconclusiva con un final que a mi en lo personal me gusto mucho. Les mando un abrazo grande y nos leemos quizás en otra historia. Quizas en la historia de Julián y Raven, pero esa sera mucho mas corta. Con Amor, se despide Elika Larrea.
KIARACuando lo conocí, todo iba perfecto. Estaba viviendo el llamado idilio del amor. Un paraíso maravilloso sin igual. Un cliché perfecto que nunca pensé experimentar.Todo comenzó con una propuesta descabellada, pero oportuna para el momento en el cual estaba viviendo y acepte.Acepté fingir y pensé que todo iba a estar bien, aun cuando erauna romántica empedernida que leía toda clase de romances convencionales y otro no tanto, con los cuales vibraba y alucinaba que algún día me sucedieran a mí, pero teniendo esa cuota de realidad que mi subconsciente se empeñaba a recordar que nunca me sucederían.Romances que me estremecían el corazón, romances con los cuales lloraba cuando los protagonistas se separaban o me hacían reír con sus ocurrencias tan descabelladas.Un romance perfecto dentro de la gama
REAGANAntes de que la alarma suene apago el celular dejándolo en la mesita de noche otra vez. Son las cinco diez de la mañana y mi jornada laboral está por comenzar.Froto mi rostro con pesar, ya que las palabras de mi madre Renata se toman mi cabeza, su propuesta estuvo todo el fin de semana dándome vueltas, pero insisto en que no es la mejor idea. No es una buena opción para mí.No con ella quien se atrevió a engañarme una vez, por lo que no es de fiar.Soy un hombre adulto que dejo de creer en las relaciones monótonas y monógamas, y que puede hacer lo que se le pegue en ganas, sin embargo, a mis veinte y seis años, no puedo decirlo con libertad, ya que me ato a una cláusula inamovible del testamento de mi abuelo Royer.Esta semana ha sido algo caótica, la muerte repentina por un paro cardiorrespiratorio que tuvo nos tomó