Supuse que conocería a mi esposo en en el viaje de bodas, aunque me pareció muy extraño que entre la lista de mis actividades para el viaje incluían la compañía de una sirvienta.
Muy temprano me indicaron que ya estaba listo el chofer para llevarme al aeropuerto. Estaba emocionada y al mismo tiempo muy nerviosa porque era la primera vez que viajaría en un avión y por supuesto, la primera vez que salía de viaje.
Nunca antes pude tomar vacaciones porque cuando no estaba en el bachillerato estudiando, estaba ayudando a mi madre con las actividades domésticas en la mansión Rhee. Uno de mis grandes sueños era conocer el mar y cuando leí que el viaje de bodas sería en una playa comencé a pensar que mis ancestros me bendijeron al tomar el lugar que Hana-Rhee había despreciado.
Tomé el telefono móvil y leí su nombre, era el único contacto que tenía registrado, ella me compró el teléfono para estar en comunicación conmigo por si en algún momento nos descubrían o si debíamos cambiar de lugar. En caso de que eso sucediera, Hana prometió asumir las consecuencias y ayudarme a escapar, pero nada podía salir mal.
Apagué el teléfono y lo guardé en mi bolsa, al menos en mi viaje de bodas no quería que nada me interrumpiera. Respiré profundo y me aferré al asiento cuando el avión levantó el vuelo, apreté los dientes para evitar que algún grito saliera de mi boca, no quería que nadie notara que era mi primera vez viajando en avión. Me sentía como una reina viajando en primera clase, mi sirvienta viajaba en clase turista, no la iba a necesitar durante el vuelo y quien quiera que hubiera tenido la tarea de comprar los boletos de avión, así lo dispuso.
Tuve que cerrar los ojos y pegar mi cabeza al respaldo del asiento cuando el avión aterrizó. Debía acostumbrarme porque a partir de ese día, los viajes en avión iban a ser constantes en mi nueva vida.
Un lujoso automóvil ya me esperaba a la salida del aeropuerto.
—Bienvenida señora Yi— Me dijo una mujer que esperaba de pie junto al auto con una pancarta con mi nombre en las manos. Me hizo una reverencia y yo correspondí con un leve movimiento de cabeza, mi nuevo estatus social me ponía por encima de cualquier empleado, aún cuando éste fuera mayor que yo — mi nombre es Sook-Choi, seré la encargada de guiarla en su itinerario. Tengo órdenes de procurar que su viaje sea de lo más placentero.
—¿Mi esposo ya llegó?—Pregunté, estaba nerviosa por la incertidumbre de enfrentarme a Seung-Yi, pero al mismo tiempo ansiosa porque ese paso tenebroso que debía enfrentar pasara lo más pronto posible y así terminar de una vez con la ansiedad que me estaba matando.
—Siento no poder ayudarla señora Yi, no cuento con esa información, mis órdenes son servirle como guía y como compañía. No estoy enterada si el señor Seung-Yi se unirá a usted en algún momento del viaje—Contestó ruborizada.
Sentí un poco de vergüenza, no era normal que dos esposos recién casados hicieran su viaje de bodas por separado. Debía suponer que los negocios le habían impedido viajar, pero yo no iba a permitir que esa situación me arruinara mi primer viaje a la playa.
━━━━━━━━╰☆╮━━━━━━━━
Por fortuna un imprevisto hizo que mi socio de negocios cancelara nuestra cita y la pospusiera para el siguiente día. Para disculparse nos envió su auto y un guía para que nos llevara a recorrer la ciudad. Ese pequeño contratiempo jugaba en mi favor, me daba el tiempo suficiente para recuperar mi maleta y así poder entregar el obsequio para su esposa.
Registré el número del móvil que aparecía en la etiqueta de la maleta y llamé varias veces pero no obtuve respuesta. Solo esperaba que la persona que la tuviera fuera alguien decente que no pretendiera quedarse con algo que no le pertenecía.
Soo-Min estaba encantado de no tener que trabajar esa tarde, así que aprovechamos y fuimos a un bar muy reconocido de la ciudad, ambos habíamos estado en Shanghái en diferentes ocasiones y conocíamos muy bien la diversidad de lugares que había para divertirnos.
El ruido de la música en el bar no me permitió escuchar el timbre del teléfono, así que fue hasta que regresamos al hotel cuando me percaté de que tenía varias llamadas perdidas Eun-Jin, la persona que tenía mi equipaje había devuelto las llamadas.
Era muy tarde como para volver a llamar, era una falta de respeto y de educación llamar tan tarde, sobre todo a un desconocido, así que pensé que debía esperar hasta la mañana siguiente, no había prisa puesto que la cita con mi socio estaba programada por la tarde.
Me quité la ropa y me dejé caer sobre la cama, había bebido demasiado. La hospitalidad de los chinos se demostraba sirviendo Baijiu y su graduación en alcohol era tan alta que con solo unas copas había excedido todos mis límites.
Estaba por quedarme dormido cuando escuché el timbre de un mensaje de texto, no tenía intención de contestar, pero sentí curiosidad por saber quién se atrevía a escribirme a esa hora de la noche.
Eun-Ji «Señor, tengo su maleta, puede recogerla en el Bulgari hotel Shanghái mañana a las nueve de la mañana en el recibidor»
Solo contesté con un informal gamsahaneun bangbeop.
Al menos solo tendría que salir de mi habitación y bajar el ascensor, por azares del destino y la buena fortuna, estaba hospedado en el mismo hotel. Podría dormir tranquilo, no habría problema con recuperar mi maleta y no quedaría mal con mi socio, así que ese hombre Eun-Ji , al parecer era una persona honorable.
Me preguntaba qué clase de persona sería, un estudiante o un hombre de negocios. Por alguna razón me causaba mucha curiosidad, no solo porque su maleta era igua a la mía y por eso la confusión, sino que la marca era muy reconocida y costosa, así que no podía pertencer a una persona de bajos recursos. No es que a mí me importara la clase social, estaba en contra de todas las exclusiones pero siempre me había gustado conocer personas nuevas e interesantes que pudieran aportar algún conocimiento a mi vida.
Estaba tan nerviosa con el intercambio del equipaje que no pude dormir, recordaba el momento de la boda y por más que trataba de dibujar en mi mente el rostro de Seung-Yi no podía imaginarme como era en realidad.Solo su mejilla y lo terso de su blanca piel, pero no sabía como eran sus ojos, su boca, ni mucho menos su voz. Esperaba que no se tratara de la misma persona sería demasiada coincidencia.Me miré al espejo y arreglé mi cabello lo mejor que pude, lo había cortado en estilo “bob”, así que lo metí detras de mis orejas ya que que mi secador de pelo estaba en mi maleta y no tenía manera de darle forma. Tampoco tenía maquillaje porque no solía utilizarlo y tampoco tenía ropa para cambiarme así que alisé mi camiseta y mis pantalones con las mano. Lamenté no haber elegido mejor mi ropa para el viaje, quería estar cómoda en el avión y más que una señorita parecía un niño en plena pubertad. Respiré profundo antes de salir a mi encuentro con aquél desconocido.Miré la hora en el móvil,
—¿¡Qué hiciste qué!? ¿Cómo que invitaste a una mujer a cenar? Seung-Yi ¿Acaso olvidaste que ya estás casado?— Me cuestionó Soo-Min cuando le dije que iba a cenar con la mujer que se había llevado mi equipaje por error.—¡Tranquilo! Solo se trata de una cena de agradecimiento por haber devuelto mi maleta, de haberse extraviado habríamos perdido un negocio muy importante— Traté de tranquilizarlo porque me miraba como si me hubiera encontrado con mi amante.—¿No has pensado que esa mujer tal vez sabe quién eres tú? ¿Quizá se llevó tu equipaje a propósito para acercarse a ti y tratar de seducirte— dijo muy serio, Soo-Min era muy desconfiado, él ya había tenido que pagar algunos chantajes a mujeres que querían aprovecharse de su posición para obtener ventajas económicas.—Eun-Ji no es el tipo de mujer como las que tú acostumbras tratar, es casi una chiquilla o mejor dicho, un chico. No se trata de una súper modelo o de una gran actriz de moda. Es una joven común y corriente, no creo que te
Pasé el día en la piscina del hotel y luego me metí en el SPA, quería verme muy bonita para la cita. No quería que se quedara con la impresión de verme como un chico, así que me ocupé de que me arreglaran las uñas, me hicieran una limpieza facial y me peinaran el cabello.Revisé mi maleta y no llevaba nada adecuado para una cena formal, así que fui a la boutique del hotel para elegir un vestido. Casi me desmayo al ver lo costosos que eran y la empleada vio la preocupación en mi rostro. Yo estaba acostumbrada a comprar sin mirar el costo de las cosas, pero ya no podía darme ese lujo si quería que el dinero me durara al menos hasta que terminara la universidad y conseguía un empleo y ya me había dado el lujo de pagar otra noche en ese hotel tan caso.—¡Ah, señorita! ¿Me permite darle un consejo? — dijo la empleada en voz bajita para que nadie la escuchara — A doscientos metros del hotel sobre esta misma calle, hay una tienda de una marca reconocida, tiene anuncios de grandes descuentos
—¿Señor Seung-Yi?—Pregunté mirando al piso, no era correcto mirar a un hombre a la cara aunque quería hacerlo, porque mis ojos querían encontrarse de nuevo con los suyos.—Lo siento señora...¿Nos conocemos?— Preguntó y giró su cuerpo para quedar de frente al mío.Levanté la mirada despacito como prolongando el tiempo para disfrutar al máximo ver mi imagen reflejada en esos hermosos ojos del color del plomo.—Soy Eun-Ji y teníamos una cita para cenar esta noche— Quise mantener la boca cerrada al encontrarme con sus ojos, pero mis labios se entreabrieron y mi mirada recorrió su rostro hasta posarse sobre la suya.Sus labios abiertos me indicaron lo sorprendido que estaba al darse cuenta de que tenía enfrente a una mujer y no al chico desaliñado que había visto esa mañana.—Se-señorita Eun-Ji—Balbuceó recorriendo mi cuerpo y mi rostro con la mirada como si no pudiera creer lo que estaba mirando — Me disculpo por no haber llegado a nuestra cita, un contratiempo de negocios me lo impidió.
—N-no creo que sea correcto que entre en mi habitación señor Seung-Yi. Le agradezco la cena y lo disculpo por haberme dejado esperando, pero será mejor que hablemos en otra ocasión— dije al fin aunque por dentro me moría de ganas de decirle que sí, que entrara porque quería seguir mirándome en sus ojos y escuchando su voz.Sabía que si lo dejaba entrar no podría contenerme y podría pasar cualquier cosa. Me ruboricé solo de pensarlo. Sabía que a mi edad muchas chicas ya habían perdido su virginidad, pero yo siempre quise que ese día fuera por amor. Ese fue uno de los motivos que me orillaron a escapar de mi destino, no me resignaba a cumplir con mis deberes de esposa en el ámbito sexual con un hombre que no había visto nunca y que no sabía si iba a gustarme siquiera.—Entiendo señorita Eun-Ji, discúlpe otra vez por mi atrevimiento, es solo que...me gustaría conocerla mejor. ¿Estará todavía más tiempo en Shanghái? ¿Seguirá hospedada en este hotel?— Sus preguntas me hicieron replantearme
—Seun-Yi es mi deber como amigo decirte que estás jugando con fuego y te vas a quemar— fueron las palabras Soo-Min cuando le dije que me había comprometido a ser el guía de Eun-Ji en su recorrido por Shanghái.Miré por la ventana, las luces de la ciudad me invitaban a la libertad. Respiré profundamente, estaba casado, sí, debía cumplir con mi honor y engendrar un heredero para mi familia, sí, pero, ¿acaso no merecía un poco de felicidad antes de condenar mi vida al infierno marital?No me habían dado opción para elegir a mi esposa, a la mujer con la que iba a compartir el resto de mi vida. Me había casado con la mujer que eligieron mis padres y a cambio yo solo pedía una semana, una semana para sentirme libre.—Será como una despedida de soltero, solo una semana de diversión y nunca más volveré a verla— dije y cerré los ojos para recordar el rostro de esa mujer que me había impresionado solo con verla, incluso cuando pensé que era un muchacho.—Solo espero que no te arrepientas de lo
Me avergonzaba un poco que Seung-Yi me recogiera en un hotel tan modesto, pero esperaba que no fuera de esas personas que le daban tanta importancia al dinero y al estatus social. Todo el día estuve pensando en la manera de decirle que al volver a Corea no podría volver a verlo. No quería entusiasmarme mucho con él. Estaba dispuesta a enfocarme en mis estudios y en no pensar en el amor aún cuando me gustaba demasiado.La recepcionista me llamó para decirme que un hombre preguntaba por mí en el vestíbulo y las piernas me temblaron. Ese hombre me estaba provocando cosas que nunca pensé que podía sentir.Cuando salí y lo vi entrada, supe que sería muy difícil mantenerme alejada a de él, pero no podía perder la cordura, solo necesitaba pasar unas buenas vacaciones y qué mejor que en su compañía y después, ya después veríamos que sucedía.—Espero que no te moleste acompañarme a una cena en casa de un socio de negocios, me habría gustado llevarte a otro sitio, pero es un compromiso del que
Durante la cena en casa del señor y la señora Zhang, Soo-Min el amigo de Seung-Yi se acercó a mí. Seung-Yi estaba hablando con el señor Zhang de negocios y la señora Zhang había ido a la cocina a disponer que sirvieran la cena.Las palabras de Soo-Min entraron en mi cabeza de una manera que, durante toda la noche no paré de darle vueltas al asunto.—No te entusiasmes mucho con Seung-Yi, que te haya invitado esta noche no significa nada. Seung-Yi está comprometido y va a casarse muy pronto, solo se está divirtiendo contigo porque es su último viaje de soltero, pero en unos días en cuanto volvamos a Corea, no volverá a llamarte, se olvidará de ti en cuanto vuelva a ver a su prometida.Yo ya había decidido que no volvería a verlo porque pretendía ir a la universidad y enfocarme de lleno en mis estudios, así que las palabras de Soo-Min me dieron valor para no hacerme ilusiones con algo que no iba a suceder.Durante la cena no dejé de admirar a ese hombre, me gustaba mucho, más que cualqui