Me quedé pensando por un momento, lo que ella quería no se escuchaba como nada bueno. Esas hierbas eran tal vez una droga y podrían repercutir en la salud de su esposo.No lo conocía, solo lo había visto de lejos el día de la boda, pero se veía como un hombre joven y apuesto. Eun-Ji era… linda, tenía las facciones más infantiles que había visto nunca para una mujer de su edad y su voz tenía un timbre muy particular. Pero no era tan desagradable como para que su esposo no quisiera dormir con ella.Tomé las hierbas que me entregó y las guardé en la bolsa de mi delantal. Tenía que encontrar la manera de usar la cocina para preparar el té sin que nadie se diera cuenta.—¡Ahora vete! Debes recoger la charola en treinta minutos y luego preparar el baño. Quiero arreglarme porque iré a visitar a Seung-Yi a su oficina. Ya es tiempo de que las mujeres de la empresa conozcan a su esposa.Salí de la habitación y respiré profundo. Entendí por qué ninguna de las sirvientas anteriores había soportad
Cuando Hana-Rhee golpeó desesperadamente la ventanilla del auto en medio de la calle, tuve miedo de que se atreviera a exigirme que le devolviera su lugar, pero después de pensarlo bien a ella era a la que menos le convenía que se supiera la verdad.Si la familia de Seung-Yi se enteraba de la mentira que había fraguado la heredera de la familia Rhee para no cumplir con el honor de su familia y casarse con su prometido, sería un escándalo social que no tardaría en terminar con el prestigio de la compañía.Yo no entendía porque algo que solo tiene que ver con un matrimonio podía afectar tanto en los negocios, pero así era. Tal parecía que el prestigio social de la familia estaba íntimamente ligado a las acciones de una empresa.Cuando Hana me dijo con desesperación que estaba embarazada supe que la tenía en mis manos. Un hombre como Seung-Yi nunca iba a aceptar en su vida una mujer embarazada de otro y eso me daba la certeza de que nunca nadie iba a poder quitarme el lugar que ahora ten
Después de tranquilizar a Eun-Ji corrí a la cocina, debía aprovechar que todo el personal estaba ocupado en sus labores para poner a cocer las hiervas de amor para verterlas en el gotero.Por fortuna nadie me vio hacerlo y pude limpiar todo para no dejar evidencia de lo que acababa de hacer y guardé el pequeño frasco en mi delantal.Terminé con mis labores y me senté en la puerta de la cocina a mirar hacia el jardín. Todo estaba lleno de flores. Era temporada de cerezos en flor y siempre me gustó admirar la belleza del paisaje.Esa casa era sin dudarlo un momento, la más hermosa que hubiera visto, sus jardines eran tan extensos que parecían no tener fin, ya que colindaban con la montaña. Y al otro extremo, un riachuelo formaba una laguna y en el centro había un hermoso gazebo rodeado de árboles que le daban privacidad y misterio.Debía ir a ese lugar en cuanto tuviera un tiempo libre, desde donde estaba solo podía ver la cúpula del gazebo y quería verlo de cerca. Esos lugares siempre
Espera! ¿Tienes el gotero? — Susurró Eun-Ji detrás de mí haciéndome saltar del susto.—Sí, lo tengo — dije nerviosa porque el amo Seung-Yi podía abrir la puerta en cualquier momento.Saqué el gotero de mi delantal y Eun- Ji me lo arrebató, sin dudarlo un segundo vertió unas gotas dentro del té y yo estuve a punto de tirar la charola al piso cuando la puerta se abrió de golpe.Entré en la habitación, pero apenas pude ver al hombre de espaldas caminando delante de mí colocando una bata de seda sobre su espalda.—Su cena señor — dije y coloqué la bandeja sobre la mesa cerca de la ventana.Lamenté no verlo de frente, en todo momento estuvo de pie dándome la espalda. Comencé a caminar hacia la puerta y estaba a punto de salir cuando me detuvo.—¿Qué haces aquí? ¿Cómo fue que me encontraste? ¿Viniste a chantajearme?Desde la primera pregunta reconocí su voz, me quedé paralizada porque no sabía qué hacer, no sabía que contestar. ¡Era él! Era el mismo Seung-Yi que había conocido en Shanghái.
Fui corriendo a la cocina a preparar el té, por supuesto que no le coloqué las gotas de amor porque ya se había tomado una dosis bastante alta y no sabía cuales iban a ser los efectos que iba a tener en su cuerpo.Lo que sí era un hecho es que tenía que hacer algo para evitar que Eun-Ji se le metiera en la cama. Eso no lo iba a permitir, al menos no mientras yo estuviera en esa casa.—¿Pusiste las gotas? — Me susurró Eun-Ji cuando me vio pasar por su puerta.Asentí con la cabeza y seguí caminando por el pasillo hasta la habitación. Toqué la puerta y esperé un minuto a que me abriera.Entré a colocar el té sobre su mesa y mantuve la mirada en el piso, no sabía qué hacer ni qué decir. Cuando giré para salir de la habitación él había cerrado la puerta y me miraba de una forma como miraría un lobo a un cordero que está apunto de devorar.Le puso seguro a la puerta y yo comencé a temblar. Su rostro estaba rojo por la excitación. Su frente estaba sudorosa y sus ojos desorbitados.No era com
Esperé paciente el tiempo necesario para que las gotas de amor hicieran efecto en el cuerpo de Seung-Yi. Según la mujer que me las vendió, debían hacer efecto casi al instante —Una vez que las beba, no podrá resistir y le hará el amor en ese momento — dijo, y yo esperaba que al haber tomado doble dosis hicieran un mayor efecto.Me puse un kimono corto de seda y ropa interior de encaje, iba a facilitarle tarea de tomarme de una vez por todas.Necesitaba perder mi virginidad con él para que me quitara el lastre que me impedía disfrutar mi amorío clandestino con el jardinero.Conocí a Dong-Yul al siguiente día que regresé del viaje de bodas. Esa noche mi esposo volvió a rechazarme y se negó a que durmiera con él. La frustración se apoderó de mí y salí a caminar por el jardín.Mis pasos me llevaron hasta el gazebo en medio del lago y ahí me dejé caer de rodillas. Tomé un almohadón pequeño y lo mordí para que no se escuchara mi grito de enojo y frustración.No me percaté del hombre que est
Estás diciendo que ella está viviendo en tu casa como una sirvienta!? — Preguntó Soo-Min cuando le dije que Eun-Ji la mujer que había conocido en Shanghái había aparecido en mi casa con el uniforme de la servidumbre.Su rostro de sorpresa fue peor de lo que seguramente fue el mío cuando la vi. Mi reacción fue de asombro pero al mismo tiempo de temor.—No solo eso, es la sirvienta personal de mi esposa, la señora Suni-Kim me dijo que fue precisamente Hana-Rhee quien la contrató. Ella no llegó por medio de la agencia. También pensé que podría haber llegado para chantajearme con lo del embarazo, pero ella me aseguó que se deshizo del bebé cuando se enteró de que estaba embarazada.—Por favor Seung-Yi, no puedes creer que eso sea verdad. Esa mujer ha sido muy astuta. Mira que meterse en tu casa y bajo la protección de tu esposa. Yo creo que es parte de su plan. Te dije que era muy peligroso que te involucraras con una desconocida. Debiste hacerme caso cuando te dije que no salieras a cena
—Tienes que ayudarme a conseguir el dinero para irme de esta casa cuanto antes — Le dije a Eun-Ji determinada a salir corriendo antes de que mi embarazo fuera evidente.—¡Imposible! No dispongo de tanto dinero para darte. Mi esposo no me ha entregado las nuevas tarjetas y no tengo más que unos cuantos wones, tal parece que, como en esta casa lo hay todo, él cree que no necesito nada.Dijo con una sonrisa sentándose a tomar el desayuno.—Eun-Ji, en verdad es muy importante que me vaya pronto. Si no tienes dinero, debes tener joyas, algo de valor que pueda venderse para obtener dinero.—¡Escúchame bien Hana-Rhee! Fuiste tú la que nos metió en esta situación. Yo estoy aquí por hacerte un favor. Debías ser tú la que estuviera soportando los desprecios de Seung-Yi que siente que no lo merece nadie; sin embargo, estoy aquí luchando por no arrastrar el apellido de tu familia por el fango. Tú dijiste que me ayudarías a conquistarlo y hasta ahora no ha pasado nada, así que te controlas y sigue