Fui corriendo a la cocina a preparar el té, por supuesto que no le coloqué las gotas de amor porque ya se había tomado una dosis bastante alta y no sabía cuales iban a ser los efectos que iba a tener en su cuerpo.Lo que sí era un hecho es que tenía que hacer algo para evitar que Eun-Ji se le metiera en la cama. Eso no lo iba a permitir, al menos no mientras yo estuviera en esa casa.—¿Pusiste las gotas? — Me susurró Eun-Ji cuando me vio pasar por su puerta.Asentí con la cabeza y seguí caminando por el pasillo hasta la habitación. Toqué la puerta y esperé un minuto a que me abriera.Entré a colocar el té sobre su mesa y mantuve la mirada en el piso, no sabía qué hacer ni qué decir. Cuando giré para salir de la habitación él había cerrado la puerta y me miraba de una forma como miraría un lobo a un cordero que está apunto de devorar.Le puso seguro a la puerta y yo comencé a temblar. Su rostro estaba rojo por la excitación. Su frente estaba sudorosa y sus ojos desorbitados.No era com
Esperé paciente el tiempo necesario para que las gotas de amor hicieran efecto en el cuerpo de Seung-Yi. Según la mujer que me las vendió, debían hacer efecto casi al instante —Una vez que las beba, no podrá resistir y le hará el amor en ese momento — dijo, y yo esperaba que al haber tomado doble dosis hicieran un mayor efecto.Me puse un kimono corto de seda y ropa interior de encaje, iba a facilitarle tarea de tomarme de una vez por todas.Necesitaba perder mi virginidad con él para que me quitara el lastre que me impedía disfrutar mi amorío clandestino con el jardinero.Conocí a Dong-Yul al siguiente día que regresé del viaje de bodas. Esa noche mi esposo volvió a rechazarme y se negó a que durmiera con él. La frustración se apoderó de mí y salí a caminar por el jardín.Mis pasos me llevaron hasta el gazebo en medio del lago y ahí me dejé caer de rodillas. Tomé un almohadón pequeño y lo mordí para que no se escuchara mi grito de enojo y frustración.No me percaté del hombre que est
Estás diciendo que ella está viviendo en tu casa como una sirvienta!? — Preguntó Soo-Min cuando le dije que Eun-Ji la mujer que había conocido en Shanghái había aparecido en mi casa con el uniforme de la servidumbre.Su rostro de sorpresa fue peor de lo que seguramente fue el mío cuando la vi. Mi reacción fue de asombro pero al mismo tiempo de temor.—No solo eso, es la sirvienta personal de mi esposa, la señora Suni-Kim me dijo que fue precisamente Hana-Rhee quien la contrató. Ella no llegó por medio de la agencia. También pensé que podría haber llegado para chantajearme con lo del embarazo, pero ella me aseguó que se deshizo del bebé cuando se enteró de que estaba embarazada.—Por favor Seung-Yi, no puedes creer que eso sea verdad. Esa mujer ha sido muy astuta. Mira que meterse en tu casa y bajo la protección de tu esposa. Yo creo que es parte de su plan. Te dije que era muy peligroso que te involucraras con una desconocida. Debiste hacerme caso cuando te dije que no salieras a cena
—Tienes que ayudarme a conseguir el dinero para irme de esta casa cuanto antes — Le dije a Eun-Ji determinada a salir corriendo antes de que mi embarazo fuera evidente.—¡Imposible! No dispongo de tanto dinero para darte. Mi esposo no me ha entregado las nuevas tarjetas y no tengo más que unos cuantos wones, tal parece que, como en esta casa lo hay todo, él cree que no necesito nada.Dijo con una sonrisa sentándose a tomar el desayuno.—Eun-Ji, en verdad es muy importante que me vaya pronto. Si no tienes dinero, debes tener joyas, algo de valor que pueda venderse para obtener dinero.—¡Escúchame bien Hana-Rhee! Fuiste tú la que nos metió en esta situación. Yo estoy aquí por hacerte un favor. Debías ser tú la que estuviera soportando los desprecios de Seung-Yi que siente que no lo merece nadie; sin embargo, estoy aquí luchando por no arrastrar el apellido de tu familia por el fango. Tú dijiste que me ayudarías a conquistarlo y hasta ahora no ha pasado nada, así que te controlas y sigue
Agaché la mirada porque me moría de vergüenza, no tenía ningún argumento para negar su acusación, en realidad era una ladrona, había robado las joyas de su esposa y fui atrapada tratando de escapar.—Así que eres una pequeña ladronzuela. ¿Pretendías huir de mí? ¿Será que estás tratando de ocultar que todavía estás embarazada? ¿Me mentiste cuando dijiste que habías perdido al bebé?—No, no mentí, no estoy embarazada. ¡Lo juro! — Dije sin levantar la mirada para que no leyera la verdad en mis ojos que estaban a punto de estallar en lágrimas.—¿Pretendes que te crea después de esto?—Si no quiere no me crea señor, pero le aseguro que no miento — me mordí los labios al decir esas palabras. Era la peor mentira, no, ya ni siquiera yo sabía cuál era la peor de las mentiras que había dicho desde que le pedí a Eun-Ji que ocupara mi lugar.—Voy a tener que redoblar la vigilancia, no voy a permitir que escapes hasta que hayan pasado los tres meses y luego, te dejaré ir, por lo pronto considera q
Las palabras de Eun-Ji resonaban en mi cabeza y yo no sabía qué pensar. No podía confiar en ella porque en menos de dos minutos me había contado dos historias totalmente diferentes y luego estaba lo del robo de las joyas.Lo único cierto en mi mente era que a pesar a de todo, no quería que se fuera. Me rehusaba a creer que era esa estafadora profesional que decía Soo-Min y que estaba ahí solo para sacarme dinero.Yo mismo no sabía por qué seguía queriendo confiar en que era una buena mujer cuando todas las pruebas estaban en su contra.De pronto nos vimos ahí, encerrados en la caseta de vigilancia de la casa en la que cohabitaba con mi esposa. Mi mano sostenía su barbilla y su rostro empapado por las lágrimas me producía el inmenso deseo de consolarla.Esa mujer se había convertido en una debilidad para mí, sobre todo ahora que sabía que en su vientre podía estar gestando un hijo mío. El hecho de haber sido el primer hombre en su vida no quería decir que hubiera sido el único, después
Por fortuna logré dejar las joyas de Eun-Ji en su habitación sin que se diera cuenta, lo que menos necesitaba en ese momento era un problema con ella que pusiera en riesgo mi situación con Seung-Yi porque ella si que era capaz de correrme y hasta de enviarme a la cárcel para deshacerse de mí. en poco tiempo había sacado a flote su verdadera personalidad.Me sentía un poco más tranquila al pensar que le había dicho la verdad sobre el embarazo y tenía la esperanza de que se conmoviera y no me separara de mi hijo. Ahora solo me quedaba seguir en esa casa como sirvienta y hacer que mi credibilidad con él aumentara.En ese momento sabía que el concepto que se había hecho de mí era de una vulgar ladrona y mentirosa, pero yo estaba dispuesta a demostrar que no había malas intenciones en mis actos, lo único que quería era paz y tranquilidad para que mi hijo naciera bien y para obtener la oportunidad de criarlo de la mejor manera.Esa noche no pude dormir, solo pensaba en sus ojos mirándome co
Me levanté muy temprano para ducharme y desayunar antes de llevar el desayuno a Eun-ji, porque seguro me ordenaría que le ayudara a vestirse y a arreglarse para esperar la llegada de sus suegros, que según Suni-Kim, llegarían a tiempo para la cena.La cocina era una locura, La abuela estaba preparando los platos favoritos de los padres de Seung-Yi y yo me ofrecí a ayudarle porque podía aprender mucho de ella. También me interesaba saber cuál era la comida favorita de Seung-Yi porque tal vez algún día podría cocinar para él, ese era uno de mis sueños que tal vez no vería cumplirse.El tiempo pasó rápido y cuando los guardias de la puerta avisaron que los señores habían llegado, la señora Suni-Kim reunió a todo el personal en una fila en el vestíbulo de la casa para darle la bienvenida a los señores.Yo estaba muy nerviosa, de alguna manera era como si fuera a conocer a mis suegros y me tenía un poco ansiosa que Eun-Ji fuera a cometer algún error.Todos de pie como si fuéramos soldados