A mi querida lectora Oswali, gracias por tus bellos comentarios. Un saludo desde México hasta Venezuela.
Por fortuna logré dejar las joyas de Eun-Ji en su habitación sin que se diera cuenta, lo que menos necesitaba en ese momento era un problema con ella que pusiera en riesgo mi situación con Seung-Yi porque ella si que era capaz de correrme y hasta de enviarme a la cárcel para deshacerse de mí. en poco tiempo había sacado a flote su verdadera personalidad.Me sentía un poco más tranquila al pensar que le había dicho la verdad sobre el embarazo y tenía la esperanza de que se conmoviera y no me separara de mi hijo. Ahora solo me quedaba seguir en esa casa como sirvienta y hacer que mi credibilidad con él aumentara.En ese momento sabía que el concepto que se había hecho de mí era de una vulgar ladrona y mentirosa, pero yo estaba dispuesta a demostrar que no había malas intenciones en mis actos, lo único que quería era paz y tranquilidad para que mi hijo naciera bien y para obtener la oportunidad de criarlo de la mejor manera.Esa noche no pude dormir, solo pensaba en sus ojos mirándome co
Me levanté muy temprano para ducharme y desayunar antes de llevar el desayuno a Eun-ji, porque seguro me ordenaría que le ayudara a vestirse y a arreglarse para esperar la llegada de sus suegros, que según Suni-Kim, llegarían a tiempo para la cena.La cocina era una locura, La abuela estaba preparando los platos favoritos de los padres de Seung-Yi y yo me ofrecí a ayudarle porque podía aprender mucho de ella. También me interesaba saber cuál era la comida favorita de Seung-Yi porque tal vez algún día podría cocinar para él, ese era uno de mis sueños que tal vez no vería cumplirse.El tiempo pasó rápido y cuando los guardias de la puerta avisaron que los señores habían llegado, la señora Suni-Kim reunió a todo el personal en una fila en el vestíbulo de la casa para darle la bienvenida a los señores.Yo estaba muy nerviosa, de alguna manera era como si fuera a conocer a mis suegros y me tenía un poco ansiosa que Eun-Ji fuera a cometer algún error.Todos de pie como si fuéramos soldados
—¡Bienvenida a la familia hija! — dijo la madre de mi esposo acercándose a mí.La saludé con una reverencia y después a mi suegro que se limitó a inclinar la cabeza sin decir una palabra.Pude ver el nerviosismo de Hana-Rhee, pero yo estaba segura de que todo iba a salir bien y pensaba aprovechar la ocasión para comprometer a Seung-Yi a dormir conmigo esa noche.La señora comenzó a caminar hacia el salón y tal como me dijo Hana, yo caminaba un paso detrás de ella.—Has cambiado mucho desde que te vi la última vez, el día de la boda no pude apreciar tus facciones por el maquillaje tradicional— dijo mi suegra y me puse nerviosa porque eso quería decir que si conoció a Hana en algún momento — Recuerdo que cuando eras niña te parecías mucho a tu madre — seguía diciendo mientras caminaba por delante de mí.—Supongo que con el paso del tiempo dejé de parecerme a ella — dije porque no sabía que más decir, tampoco podía decir que me parecía a mi padre porque seguro que lo conocieron bien.—Es
Ver a Eun-Ji caer al piso desmayada me hizo dar un salto y no pude evitar correr a ayudarla.No solo me preocupaba porque llevaba a mi hijo en su vientre sino porque el golpe que se llevó en la cabeza podría tener consecuencias.Fue demasiado tarde cuando caí en la cuenta de que había reaccionado de una forma muy excesiva tratándose de una sirvienta, cuando pude llamar a alguien del servicio para que la ayudaran.Me sentí mejor cuando la coloqué sobre su cama y ella ya estaba volviendo en sí y parecía que no había tenido consecuencias de riesgo.Volví al salón para tomar el té con mi esposa y con mis padres y escuchar la conversación de Hana-Rhee con mi madre hizo que me diera un dolor en el pecho.—Supongo que está casada ¿Verdad? — Preguntó mi madre evidentemente preocupada por la responsabilidad de tener una madre soltera entre la servidumbre y porque lamentablemente nuestra sociedad era bastante conservadora al respecto.—Sí madre, es la esposa de Dong-Yul, uno de los jardineros,
Las palabras de Eun-Ji resonaban en mi mente y taladraban en mi pecho con fuerza. —“Mi querido esposo y yo les daremos la noticia muy pronto”.En definitiva, tenía que encontrar la manera de salir de ese lugar. No iba a soportar ver que Eun-Ji se salía con la suya y darle un heredero a la familia.Yo sola me había condenado a ese dolor, y ya nada podía hacer más que huir. Esa noche no pude dormir recordando los ojos de preocupación de Seung-Yi ¿Sería posible que él también sintiera algo más por mi?—“Hana-Rhee, no seas tonta, no alimentes ilusiones imposibles” — Pensaba mientras cubría mi cabeza con una almohada tratando de apagar mis pensamientos sin conseguirlo.No supe en qué momento el cansancio me venció porque Mi-Suk tuvo que venir a despertarme para que le llevara el desayuno a mi señora.Entré en la cocina y me encontré con una bandeja con desayuno para dos personas, comida coreana y no la comida occidental que Eun-ji solía pedir imitándome.—¿Y…Esto? —Pregunté, aunque ya me e
Despertar junto a mi esposa me llenó de incertidumbre y remordimientos de conciencia. No era para nada honorable de mi parte mi comportamiento hacia ella.Desde que nos casamos, se había esmerado tratando de complacerme y de tener un buen matrimonio y yo me había encargado de evadirla a toda costa.La miré por un rato mientras dormía, su cuerpo y su rostro parecían de una niña, aun cuando ya era una mujer de casi veinte años.Se abrazaba a mi pecho como si intentara demostrarme que estaba dispuesta a que naciera entre nosotros un sentimiento más allá de la obligación.A petición de mi madre ese día no iba a ir a la oficina porque quería que recogiéramos a mi hermana en el internado y quise complacerla. No esperaba que Hana se ofreciera a acompañarnos, pero al parecer también ella quería complacer a mis padres y eso me dio un poco de satisfacción al ver que su comportamiento era el que debía tener una esposa con su nueva familia.Mis padres quisieron descansar un poco más y Hana-Rhee
—¡Señor! Lo siento, yo… — Balbuceó Dong-Yul empujándome al darse cuenta de que no era su amante a quien había besado y que ella lo miraba con furia.—Dong-Yul, entiendo que quieras pasar tiempo con tu esposa y ya no están en horario de trabajo, así que pueden hacer lo que quieran, no tienes que justificarte.—¿Mi esposa? — Preguntó el jardinero confundido por la afirmación de su amo.—No te preocupes Dong-Yul, mi esposo ya está enterado que me pediste que le diera trabajo a tu esposa Eun-Ji, como sirvienta para que tengan ingresos adicionales ahora que están esperando un hijo.El apuesto jardinero giró la cabeza para mirarme y yo solo asentí sin atreverme a mirarlo a los ojos. Quería que en ese momento me tragara la tierra porque me estaba muriendo de la vergüenza.No me dio tiempo de ponerlo sobre aviso de los planes que tenía Eun-Ji para hacernos pasar como esposos, y el pobre hombre estaba muy nervioso y confundido sin saber qué decir.—Vine a decirte que la señora Suni-Kim ha orde
Ver con mis propios ojos a Eun-Ji con su esposo me destrozó por dentro, sabía que no tenía ningún derecho de sentir celos porque yo también estaba casado y no podía ofrecerle nada. En ese punto ya no sabía qué era mentira y qué era verdad en la vida de esa mujer. Ya no podía estar seguro de que ese hijo fuera mío porque si ellos se casaron a solo unos días de que ella volviera de Shanghái, lo más probable era que el hijo fuera de su esposo. De vuelta a la casa Hana- Rhee parloteaba tanto que me agobió con tantas palabras, yo no podía siquiera entender de qué estaba hablando porque en lo único que pensaba era en la sirvienta que se me había metido en lo más profundo del corazón. —Tengo que ir al despacho —Le dije a mi esposa porque no quería seguir escuchando lo felices que eran los recién casados al estar esperando a su primer hijo. Me rogó para que fuera con ella a la habitación, pero no la seguí escuchando y me encerré en el despacho. Mi madre y mi hermana ya debían estar dormida