Salí del hospital en silla de ruedas y el enfermero me ayudó a subir a un taxi, no tenía idea de lo que iba a hacer para bajarme y llegar a mi apatu sin lastimarme la rodilla.Tenía el estómago revuelto y también la cabeza hecha un verdadero lío. Estaba muerta de miedo porque no sabía que era lo que iba a hacer con un hijo en mi vida.Por fortuna el taxista era un buen hombre y me ayudo a llegar hasta la puerta del apartamento y solo tuve que caminar apoyada en la pared hasta llegar a mi habitación.Me dejé caer en el piso y comencé a llorar. No asimilaba lo que estaba pasando, estaría una semana con el pie inmovilizado y no iba a poder asistir a la universidad, pero lo peor era lo del embarazo.No tenía los medios para solventar mis propios gastos, mucho menos estaba preparada para tener un hijo.Me quedé dormida de tanto llorar, nunca imaginé que mi sueño de ser libre iba a complicarse de esta manera. Mis errores me estaban pasando la factura demasiado pronto.Cuando abrí los ojos y
Me cansé de llamar al móvil que le di a Eun-Ji para que mantuviéramos contacto. No había manera de localizarla porque no tenía otro número para comunicarme con ella.A pesar de la ayuda de mi amiga y su madre yo comencé a entrar en desesperación. Todo se complicó cuando Soo-Jin me dijo que un hombre estaba preguntando por mí en la universidad.—Tal parece que te está buscando la policía, escuché muy claramente cuando ese hombre preguntaba en la administración por Eun-Ji y como referencia dijo que era una joven que estaba embarazada. Estoy segura de que te está buscando a ti.El único que podía estar interesado en encontrarme era Seung-Yi, seguro se había enterado por el hospital de mi embarazo y eso quería decir que si me había reconocido el día del accidente.—Tengo miedo amiga. ¿Qué voy a hacer? Eun-Ji no me contesta el móvil, en dos meses más no podré ocultar mi embarazo y no puedo seguir dependiendo de ti y de tu madre.—Tienes que mantenerte tranquila, tal vez te convendría habla
Llegó la hora de la cena y entendí por qué estaba incluida, la comida era espantosa, pero todos se la comían sin decir nada y tuve que hacer lo mismo porque llevaba en mi vientre una pequeña criatura que alimentar.El pequeño restaurante en la planta baja del edificio estaba tan concurrido de personas que no tenían otra opción, que comer barato, aunque fuera malo.Salí a buscar empleo, pero regresé sin haber encontrado nada, la gente me juzgaba por mi ropa y mi bolso de marca que sentía que cualquier momento me iban a arrebatar en una de esas calles del barrio bajo donde había terminado.Por las noches tenía que recostarme con los pies levantados sobre la pared porque se me hinchaban de tanto caminar. Los días pasaban y yo no solo no conseguía empleo, sino que comenzaba a pensar que pronto iba a terminar durmiendo en la calle.Un día en que sentía que no podía más encontré la manera de ganar un poco de dinero. En un mercado sobre ruedas descubrí a una mujer vendiendo ropa fina a preci
Una de las mujeres más jóvenes que estaban en la cocina me llevó al área donde se encontraban las habitaciones de los empleados. Abrió una puerta y me dio un uniforme que estaba en el armario.—Esta será tu habitación, pero no te acomodes porque hasta hoy han desfilado cuatro sirvientas y a la señora Hana- Rhee no le ha gustado ninguna. Todas se van después de terminar el primer día.Asentí tratando de mirar al piso porque era una mujer mayor que yo, y aun cuando no estaba acostumbrada a mostrar sumisión ante nadie, debía hacer todo lo posible por quedarme en ese lugar.La habitación era pequeña, pero al menos era mucho más grande que el koshiwon, tenía una cama y también contaba con un ibulyo (tela para dormir en el piso) en caso de que no estuviera acostumbrada a dormir en una cama y lo mejor de todo, es que había una gran ventana que daba a un jardín trasero donde había cultivo de frutos y hierbas que se usaban en la cocina.Tenía que encontrar la manera de convencer a Eun-Ji de qu
Me quedé pensando por un momento, lo que ella quería no se escuchaba como nada bueno. Esas hierbas eran tal vez una droga y podrían repercutir en la salud de su esposo.No lo conocía, solo lo había visto de lejos el día de la boda, pero se veía como un hombre joven y apuesto. Eun-Ji era… linda, tenía las facciones más infantiles que había visto nunca para una mujer de su edad y su voz tenía un timbre muy particular. Pero no era tan desagradable como para que su esposo no quisiera dormir con ella.Tomé las hierbas que me entregó y las guardé en la bolsa de mi delantal. Tenía que encontrar la manera de usar la cocina para preparar el té sin que nadie se diera cuenta.—¡Ahora vete! Debes recoger la charola en treinta minutos y luego preparar el baño. Quiero arreglarme porque iré a visitar a Seung-Yi a su oficina. Ya es tiempo de que las mujeres de la empresa conozcan a su esposa.Salí de la habitación y respiré profundo. Entendí por qué ninguna de las sirvientas anteriores había soportad
Cuando Hana-Rhee golpeó desesperadamente la ventanilla del auto en medio de la calle, tuve miedo de que se atreviera a exigirme que le devolviera su lugar, pero después de pensarlo bien a ella era a la que menos le convenía que se supiera la verdad.Si la familia de Seung-Yi se enteraba de la mentira que había fraguado la heredera de la familia Rhee para no cumplir con el honor de su familia y casarse con su prometido, sería un escándalo social que no tardaría en terminar con el prestigio de la compañía.Yo no entendía porque algo que solo tiene que ver con un matrimonio podía afectar tanto en los negocios, pero así era. Tal parecía que el prestigio social de la familia estaba íntimamente ligado a las acciones de una empresa.Cuando Hana me dijo con desesperación que estaba embarazada supe que la tenía en mis manos. Un hombre como Seung-Yi nunca iba a aceptar en su vida una mujer embarazada de otro y eso me daba la certeza de que nunca nadie iba a poder quitarme el lugar que ahora ten
Después de tranquilizar a Eun-Ji corrí a la cocina, debía aprovechar que todo el personal estaba ocupado en sus labores para poner a cocer las hiervas de amor para verterlas en el gotero.Por fortuna nadie me vio hacerlo y pude limpiar todo para no dejar evidencia de lo que acababa de hacer y guardé el pequeño frasco en mi delantal.Terminé con mis labores y me senté en la puerta de la cocina a mirar hacia el jardín. Todo estaba lleno de flores. Era temporada de cerezos en flor y siempre me gustó admirar la belleza del paisaje.Esa casa era sin dudarlo un momento, la más hermosa que hubiera visto, sus jardines eran tan extensos que parecían no tener fin, ya que colindaban con la montaña. Y al otro extremo, un riachuelo formaba una laguna y en el centro había un hermoso gazebo rodeado de árboles que le daban privacidad y misterio.Debía ir a ese lugar en cuanto tuviera un tiempo libre, desde donde estaba solo podía ver la cúpula del gazebo y quería verlo de cerca. Esos lugares siempre
Espera! ¿Tienes el gotero? — Susurró Eun-Ji detrás de mí haciéndome saltar del susto.—Sí, lo tengo — dije nerviosa porque el amo Seung-Yi podía abrir la puerta en cualquier momento.Saqué el gotero de mi delantal y Eun- Ji me lo arrebató, sin dudarlo un segundo vertió unas gotas dentro del té y yo estuve a punto de tirar la charola al piso cuando la puerta se abrió de golpe.Entré en la habitación, pero apenas pude ver al hombre de espaldas caminando delante de mí colocando una bata de seda sobre su espalda.—Su cena señor — dije y coloqué la bandeja sobre la mesa cerca de la ventana.Lamenté no verlo de frente, en todo momento estuvo de pie dándome la espalda. Comencé a caminar hacia la puerta y estaba a punto de salir cuando me detuvo.—¿Qué haces aquí? ¿Cómo fue que me encontraste? ¿Viniste a chantajearme?Desde la primera pregunta reconocí su voz, me quedé paralizada porque no sabía qué hacer, no sabía que contestar. ¡Era él! Era el mismo Seung-Yi que había conocido en Shanghái.