MARTÍN FERRER Estoy en la oficina firmando unos documentos, aunque la señorita Molina no sale de mi cabeza ni un solo instante. Por primera vez en mi vida sentí que la noche de ayer fue especial, sentí que su cuerpo tocó mi alma… Estoy jodido, no me puedo enamorar de ella. Mi celular suena y observo que es Marcos, pero no tengo ánimos de hablar con él, así que le cuelgo. Pero vuelve e insiste, así que contesto. - Espero que sea importante, Marcos. - Lisa está en el hospital – ¿qué? - ¿En qué hospital? - Salgo disparado al hospital y en menos de 20 minutos llego, encontrándome con Ana y con Marcos, los dos con cara de preocupación – ¿qué pasó? – le pregunto a Marcos. - Estaba con Ana cuando ella recibió una llamada de Lisa pidiendo ayuda. Cuando fuimos a su casa, ella estaba tirada en el suelo, muy golpeada, y un hombre estaba tirado en el suelo, al parecer, es su hermano. Este hijo de puta, lo sabía, era él, ese idiota la lastimaba. Lo que no entiendo es por qué no me llamó a mí.
Hoy salgo del hospital, pero estoy preocupada por mi hermano Antonio. Desde que ingresé al hospital, no supe nada de él y recuerdo que lo lastimé ese día. -Lista? -pregunta Martín, que durante estos dos días que he estado en el hospital no se ha despegado de mí, aunque ha estado muy serio. -¡Eh, sí, vamos!- Durante el recorrido, me pierdo en mis pensamientos y ni siquiera me doy cuenta a dónde vamos hasta que llegamos a la casa de Martín. -¿Qué hacemos aquí? - pregunto. -Te quedarás aquí - dice seriamente. -Ni loca - respondo. -No te dejaré en tu casa con el loco de tu hermano. -Joder, mi hermano no está loco, Martín. Además, no me quiero quedar en tu casa. Yo no soy nada tuyo". -Pero es mi deber cuidarte, Lisa. -¿De qué mierdas hablas? Yo soy solo tu amante. No tienes obligación conmigo. -Por Dios, dame paciencia -dice, y sin que me lo espere, me carga con cuidado. Como no me puedo mover mucho, me tengo que quedar quieta mientras él me lleva a su casa, llevándome hasta una de
**Martín Ferrer** Estaba pasando por unas tiendas antes de ir a la empresa porque tenía que comprar unas cosas, pero me detuve en una joyería al ver un precioso collar de diamantes que sé que le quedaría precioso a bella e inocente Lisa. - Quiero el collar con unos pendientes – la chica me mira embobada, pero luego reacciona tomando todo lo que yo le pedí y empacándolo en una caja bonita. Cuando salgo estoy contento por la compra, ya que sé que a Lisa le encantará. ¿A qué mujer no le gustan las joyas? A todas les encanta el lujo y si Lisa se queda conmigo va a tener todas las que ella desee. Mi teléfono suena y veo que es mi madre. - Hola mamá. - Hola hijo, ¿cómo estás? - Algo ocupado, pero cuéntame ¿qué necesitas? - Quería preguntarte ¿cómo sigue Lisa? – mi madre, desde que la conoció, no deja de preguntar por ella. Si se entera de que es solo mi amante, me mata, eso es seguro. - Ella está mejor, madre. Incluso hoy se incorpora al trabajo. - ¿Tan rápido? ¿Por qué no le diste m
-¿¿Qué?? ¿Estás loco? Yo no pienso usas eso hoy y justo para la cena con tus padres - Vamos lisa será divertido, además solo lo probaremos cuando estemos tú y yo solos, pero necesito que te acostumbres a él por eso tienes que colocarlo ya – está me mira por unos momentos sin saber que hacer – no lo pienses tanto solamente colócalo nena – está suelta un suspiro y veo cómo levanta su vestido y baja sus bragas, joder que escena tan erótica, luego veo como introduce el pequeño vibrador y para probar que funciona tomo mi celular y lo enciendo haciendo que está peque un brinco -¡Joder! Martín dijiste que sería después - Quería probar – lo apago y ahora si enciendo el auto y manejo hasta la casa de mis padres, cuando llegamos mi madre nos recibe a los dos con un abrazo, pero en especial a Lis que de inmediato le pregunta cómo sigue -Estoy bien señora Roxana - Estábamos muy preocupados por ti, no es así querido – noto algo que no me gusto para nada y es que mi padre está mirando de más a
Es increíble las sensaciones que puede llegar a causar este hombre con solo tocarme, con solo mirarme, con solo besarme, con solo sentirlo poco a poco Martín se ha metido en cada poro de mi piel y eso me está empezando a preocupar porque yo conozco perfectamente cuál es mi posición en esta historia, solo soy su amante, la persona con la cual firma un contrato, la cual llena de regalos y la invita a eventos sociales presumiéndola como su amante, pero jamás llegaremos a ser algo más que eso y lo peor de todo es que llegará el día en que él se canse de mí y consiga a alguien mejor, y yo quede olvidada. Justo ahora lo estoy viendo dormir luego de haber tenido una noche maravillosa de placer, pero esa noche lo sentí algo ausente como si algo lo perturbara. Intenté preguntarle, pero siempre me callaba con besos, como para que no preguntara más. -¿Qué me escondes? -suspiro. Me levanto de la cama, tomo la camisa de Martín y bajo las escaleras para recorrer su enorme casa. Tiene unos ventanale
Llego a la empresa con el ánimo por los suelos. Ana me pregunta si me sucede algo, pero la verdad es que no tengo muchos deseos de hablar del tema. Además, Ana no es que quiera mucho a Antonio por lo que me hizo, así que no comprenderá bien el dolor que estoy sintiendo ahora.-Es una alegría volverla a ver, señorita Molina - cuando volteo y veo al guapo al que le tiré el café.-Emilio, qué bueno verte - este me mira algo extraño, cosa que me pone nerviosa.-¿Qué sucede?-¿De qué?-Porque veo tus hermosos ojos apagados -cómo hace este hombre para leerme.-Cosas que pasan, Emilio-¿Quieres hablarlo con un café? - cuando voy a responder, la potente voz de Martín nos interrumpe.-¿Interrumpo algo? - dice mientras fulmina con la mirada a Emiliano.-Emm, no, señor Ferrer. Él es el empresario Emilio Rosales. Usted tiene una cita con él hoy -Emilio le extiende la mano.-Un placer conocerlo, señor Ferrer.-Igualmente, Lisa, tráenos dos cafés.-Espero esta vez no lo derrames encima de mí - dic
Dejé caer el teléfono y caí de rodillas en el frío suelo, mirando hacia la nada, esperando que la tierra me tragara lentamente. Mi hermano... Mi única familia, mi héroe... Me dejó sola. Lágrimas de dolor se acumularon en mis ojos hasta que salieron por sí solas, y un grito desgarrador llamó la atención de todos los comensales. Por unos instantes, olvidé todo lo que me rodeaba, el mundo se cerró para mí, todo se vino abajo.- Antonio... No, Antonio - sollozaba.- ¡Lisa! - Martín llegó corriendo y se arrodilló a mi lado, tomándome de los hombros. - Lisa bonita, ¿qué pasa? - yo no lo miré, solo seguí repitiendo el nombre de mi hermano.- Antonio... ¿Por qué?- ¿Qué te hizo ese infeliz? - gritó enojado, pero rápidamente me volteé y lo tomé de la chaqueta.- ¡Está muerto!... ¡Mi hermano está muerto, Martín! - sollozaba con más fuerza. Martín se quedó de piedra, pero luego reaccionó, abrazándome.- Antonio... Pobre de mi hermano, murió solo, y ahora yo también me quedé sola.- No digas eso,
Despierto rodeada por unos brazos grandes y fuertes. Cuando me volteo, sonrío al ver a Martín, que está completamente dormido. Todavía recuerdo sus palabras de ayer, es imposible no sonreír.- ¿A qué se debe tu hermosa sonrisa? - me asusto al ver que Martín me está mirando atentamente.- Qué susto me diste - este me tumba sobre su pecho robándome un beso apasionado que me deja sin aliento.- Por más que quisiera quedarme todo el día en cama contigo, tengo que ir a la empresa, Rosales me espera.- El señor Emiliano - este me mira con cara de pocos amigos.- Veo que se tienen mucha confianza.- Es una buena persona, me ha ayudado con lo de mi hermano. Tú sabes que todo esto no ha sido fácil para mí, además hoy me entregan el cuerpo en la tarde.- Yo estaré contigo - susurra.- Gracias, nunca pensé que llegarías a ser un ser humano tan maravilloso, ahora sé que tú nunca harías nada para lastimarme - este parece como si le hubiera dicho algo feo porque su cara cambió, se puso serio y de in