MARTINA

maldición, estaba muy nerviosa y por supuesto que todo esto estaba muy mal, había partido de vista momento me podía salir en cualquier dirección, sé que se había dado cuenta que le estaba siguiendo, más ahora con el sonido que había hecho, era muy astuta para no darse cuenta, el problema de todo es que ahora no sabía qué hacer, era la víctima y prácticamente yo era la presa del lugar de haber sido la cazadora.

—Pero miren a quien tenemos acá… Parece que tenía mucha curiosidad de donde vivía o algo por el estilo, porque desde que salimos del enfrentamiento con ese logo no me has dejado de seguir, si pensabas que no me había dado cuenta, te equivocas, lo supe desde el primer momento en que saliste de tu manada— me había susurrado al oído, yo me había quedado congelada, no sabía qué hacer en ese momento, o simplemente quedarme quieta.

—No sé de qué estás hablando, yo simplemente estaba caminando por acá y tú allá este incidente, pero no sé a qué te refieres, no tengo nada que ver