La mirada de Lisa por un momento se mantuvo en los documentos que Sol le había entregado esa misma mañana. Ya habían pasado unos cuantos días desde que había entrado a la empresa y aun no lograba entender por completo como es que se manejaba el lugar. Las citas se guardaban en carpetas diferentes a las de visita. Todo se manejaba de una manera diferente y estaba totalmente decidida a conservar ese empleo hasta que Jasón pudiera regresar.
Una mujer de cabello rubio entró por la puerta principal de la empresa, meneando sus caderas mientras sonreía falsamente a los reporteros que ocasionalmente visitaban la entrada de la empresa. Sus miradas se toparon por un momento mientras ella se dirigía hacia el mostrador. Cambiando la expresión de su rostro mientras se detenía frente a Lisa.
—Dile a Nick que estoy aquí— soltó mientras extendía la mano hacia ella— dame una tarjeta de visita.
—Buenas tardes, bienvenida a BYEXS. Lamento decirle que sin una cita previa no puede pasar a la oficina del señor Clark, ¿Desea que lo llame?—preguntó Lisa, manteniendo la elegancia y educación que estaba segura que debía de mantener en ese lugar.
No estaba dispuesta a arruinarlo, quería mantenerlo a cualquier costo.
—¿Es en serio que me estás pidiendo una cita para entrar con el señor Clark, acaso tú no sabes quién soy?—preguntó la chica rubia, totalmente molesta—¿Cómo me puedes pedir a mi una cita? Simplemente dile a Nick que baje de su oficina que tenemos cosas que hablar.
—Lo siento señorita pero no puedo permitir que entre a la empresa, especialmente a la oficina de Nick sin una previa cita.
—Bien— soltó la mujer alta mientras asentía con suavidad. Acomodándose el gran bolso de marca Chanel que portaba con elegancia. —Entonces, si tú no me quieres dar el permiso para entrar, simplemente voy a entrar porque tengo que hablar con Nick.
—No, por favor.—suplicó mientras levantaba ligeramente sus manos hacia la chica.— por favor deme su nombre y en un momento le arreglo la situación—añadió mientras tomaba el teléfono negro que había sobre el mostrador de la recepción— ¿Puede decirme su nombre?
—Chanel—respondió fríamente.
—¿Chanel?—preguntó Lisa con confusión— ¿Ese es su nombre?
—¿Acaso no me escuchaste?—preguntó la mujer rubia. Negando con frustración mientras le regalaba una mirada llena de odio— ¡Sabes que, no sirves de nada, me largo!
—¡Espera, espera!—soltó Lisa mientras seguía a la mujer rubia por el pasillo. Observando como las miradas de los empleados del edificio se posaban en ella al seguir a la rubia mujer que ignoraban por completo los jalones que hacia sobre ella al tratar de detenerla.
—¡Aunque intentes detenerme voy a subir hasta su oficina y le voy a demostrar que no puede jugar conmigo de esta manera!
—¿Me buscas?—preguntó Nick a su lado, dentro de una oficina de recursos humanos.
—¿Cómo puedes simplemente depositarme veinte mil dólares y fingir que lo nuestro nunca existió?—preguntó la elegante modelo— ¿Cómo puedes hacer eso?—gritó.
—Señor...le prometo que yo he tratado de evitar que ella entre pero ella...
—Vamos a mi oficina y deja de hacer un maldito drama—respondió Nick antes de simplemente darse la media vuelta.
***
Nick se recargó en su asiento cuando Chanel finalmente entró en su elegante oficina, impregnando el lugar con su fuerte perfume de diseñador. Un relajado suspiro salió de sus labios cuando la tarjeta cayó sobre su escritorio.
—¿En verdad piensas hacer un drama por esto?
—¿Cómo puedes estar tan relajado después de todo lo que vivimos?—preguntó ella mientras señalaba la tarjeta.— ¿Piensas terminar con todo, dejándome únicamente unos cuantos miles de dólares a cambio?
—¿Qué es lo que deseabas?—preguntó él— ¿Acaso creías que me iba a enamorar de ti y te iba a terminar pidiendo matrimonio como en las películas de princesas?—susurró antes de reír— nena, cuando comenzaste a intentar seducirme... sabías que era un mujeriego de primera y aun así intentaste seducirme así...¿Quien tuvo la culpa de que esto sucediera?
—¡Eres un maldito imbécil!—gritó Chanel antes de comenzar a destrozar la oficina de Nick, él simplemente asintió con suavidad mientras observaba el desastre que la chica hacia frente a él. Cansado terminó por señalar las cámaras de seguridad que tenía en el lugar.
—No me puedes demandar por un corazón roto pero te puedes ganar una demanda por destrozar propiedad privada— comentó con arrogancia, regalándole una amplia sonrisa a Chanel.
—Te juro que me voy a vengar de esto— respondió ella totalmente molesta— ¿Crees que voy a permitir que me trates de esta manera cuándo soy Chanel?
—Ya, basta, se acabó, sal de mi oficina— pidió él antes que Chanel abriera la puerta de la oficina y saliera totalmente furiosa.
Lisa palideció por un momento al observar a Chanel salir de la oficina, gritando miles de comentarios ofensivos hacia el personal de la empresa y especialmente para Nick Clark. Sorprendida volteó hacia todos lados, tratando de encontrar alguna reacción por parte de los demás empleados del lugar pero al voltear a todos lados, lo único que encontró fue una expresión completamente desinteresada por parte de todos los empleados del lugar.
—¿Cómo es posible que no les interese lo que está sucediendo?—preguntó totalmente sorprendida.
—Tienes que acostumbrarte a esto—soltó un chico que repentinamente salía de su oficina con unas cuantas carpetas entre sus brazos— esto es mucho más normal de lo que parece. Ocasionalmente vienen tres o cuatro mujeres a la semana...
—¿A la semana?—preguntó totalmente sorprendida— ¿Diferentes o siempre vienen las mismas?
—Nah—soltó el chico mientras se acomodaba las carpetas— siempre son diferentes, vienen una vez y nunca las volvemos a ver... por cierto—soltó antes de extender uno de sus brazos hacia ella— ¿Eres nueva, cierto?—susurró— soy Dereck.
—Un gusto conocerte—soltó ella mientras estiraba su mano para aceptar aquel saludo— Lisa.
—Eres linda—respondió de repente— no caigas ante los encantos del señor Clark—susurró antes de alejarse de ella con una pequeña sonrisa en el rostro.
—¿Yo?—susurró ella— ¿Cayendo en sus encantos?—preguntó antes de reír— ni muerta.
La noticia había llegado a cada uno de los rincones del país, cada portada hablaba de Nick y su más reciente escándalo. La reconocida modelo Chanel lo había demandado por abuso hacia su persona y había utilizado sus millones de seguidores en redes sociales para exponerlo como un abusador y manipulador de mujeres. Había añadido fotografías con pruebas hacia su favor y había logrado que las personas confiaran únicamente en ella.Las redes estaban llenas de publicidad falsa hacia su persona, comentarios de mujeres que ni siquiera habían salido con él. Las acciones de BYEXS habían caído un gran porcentaje, habían logrado que la seguridad de la empresa se tambaleara por completo y a Nick simplemente le había importado un carajo. Creía mucho más en su trabajo y estabilidad laboral que en desastre nacional que había por culpa de una mujer despechada.Se encontraba totalmente tranquilo, observando el reloj que había sobre la pared de su oficina mientras bebía un espumoso café de leche de alme
Nick se pasó los dedos por los labios, recordando las palabras que Lisa le había dicho en aquel pasillo. Sabia a la perfección que se había sobrepasado con ella pero le importaba un carajo porque ella había tenido la culpa. Desde el momento que ella le había sonreído, desde el momento que ella había subido al auto, le había dado derecho de seducirla. Invitarla a cenar nunca había sido la verdadera razón de aquella invitación, tampoco cenar solo. Únicamente había buscado una razón para estar a solas con ella y poder intentar seducirla.Ella le había prometido una venganza y en realidad estaba bastante ansioso por saber que era lo que ella llegaría a intentar en su contra porque estaba tan seguro que por más que hiciera cosas en su contra, nada le afectaría. En esos momentos contaba con tanto dinero que nada podría afectarle.Su departamento se sentía demasiado solo en esos momentos, estaba bebiendo vino y casi se había acabado la botella en unos cuantos solos minutos. En realidad habí
Aquella noche el bar estaba llenísimo. Nick nunca había visto aquel lugar tan lleno, tanto que por un momento titubeó ligeramente al entrar. Pero, había tantas mujeres en el interior que no podía perder la oportunidad de encontrar una nueva piel con la cual podría divertirse durante unas cuantas noches.Hacia tanto calor en el bar que incluso algunas mujeres se habían quitado las blusas para poder tener un poco más de “Frescura”, Nick por un momento se burló de sí mismo por creer que necesitaba huir de la multitud. Estaba encantado con todas las hermosas mujeres que había a su alrededor y estaba decidido que esa noche se quitaría las ganas que Lisa le había dejado porque si una mujer le decía que no, otras quince le decían que sí.Su mirada se encontró rápidamente con un hermoso cabello oscuro que fue imposible de ignorar. Sonrió con suavidad y se abrió paso entre la multitud del bar. Sacudiéndose ligeramente el cabello mientras se acercaba a aquella hermosa mujer de cabello oscuro.L
Lisa mantenía la mirada fija sobre su imagen en el espejo. Estaba pálida, las piernas le temblaban con suavidad y todo a su alrededor parecía querer dar vueltas. Estaba tan mareada que deseaba morirse en esos mismos instantes. Bajo el espejo reposaba unas cuantas botellas blancas, llenas de vitaminas y medicamentos que había estado necesitando desde hace unos cuantos días. Sabía el motivo de su “Enfermedad” y ese era el motivo por el cual se encontraba ahí. Jugueteando con una prueba de embarazo entre sus manos.Si, lo había hecho.Todo por dinero, todo por desesperación, todo por venganza.Ni siquiera estaba segura si Nick podía recordar aquella noche en la cual había tenido que tomar el valor de acostarse con él a pesar de amar a otra persona pero no se arrepentía en lo absoluto porque había obtenido el dinero suficiente para poder pagarle al médico que había ayudado a Jasón.—Al carajo—soltó antes de abrir la envoltura plástica de la prueba de embarazo. Observándola por un momento
El mundo realmente se le había caído a Nick Clark en aquellos momentos. Las manos le temblaban y todo se debía a que no quería ser padre. Mucho menos quería ser el pequeño jueguito de Lisa. Estaba realmente sorprendido porque nunca había imaginado que ella iba a tener el valor para pedirle aquella gran cantidad de dinero. Las palabras que ella le había dicho, se le repetían una y otra vez en la cabeza. Justo como si las palabras de lisa hubieran sido grabadas en alguna clase de grabadora mental. Estaba totalmente desconcertado porque él estaba casi seguro que aquella noche, la noche en la que había estado con Lisa, había utilizado preservativos. Se sentía ligeramente vulnerable porque sabía que en esos momentos, ella era la que tenía el completo control de la situación. Ya había tenido una caída de acciones por culpa del problema que había tenido con Chanel. Si Lisa decidía abrir la boca, esta vez en verdad estaría en problemas porque con seguridad nadie le creería. Incluso si llevab
Nick observaba fijamente al doctor mientras esperaba impacientemente que diera por una vez por todas los resultados de los análisis de sangre. Lisa se mantenía en la camilla, acostada mientras jugaba nerviosamente con sus manos bajo la sábana blanca del hospital. Nick había notado sus nervios y ansiaba a que él doctor dijera que en verdad todo había sido una mentira.Lisa podía sentir como sus manos temblaban con suavidad. Estaba totalmente segura que no estaba embarazada, la prueba había dado negativo pero en esos momentos se encontraba rogando a gritos que en verdad estuviera embarazada. No quería perder el dinero que podría conseguir gracias a Nick. Si el medico terminaba por decir lo que con seguridad diría, entonces todo se acabaría y ella tendría que volver a trabajar hasta la muerte para pagar los medicamentos y cada uno de los tratamientos que Jasón necesitaba.— ¿Puede decir de una vez si ella está embarazada?—preguntó Nick. — y si es que ella está embarazada, quisiera hacer
Nick palideció por completo cuando se percató que afuera del hospital se encontraban muchísimos paparazzi, fotografiando el lugar. Estaba en una de las bodegas del hospital, vistiéndose mientras veía sigilosamente a través de la ventana. Estaba totalmente sorprendido porque no sabía de qué manera los paparazzi se habían enterado que él se encontraba en ese lugar. Sobre todo le preocupaba totalmente que alguien descubriera el motivo por el cual se encontraba en ese lugar. Para nada quería que los medios de comunicación se enteraran que Lisa se encontraba embarazada porque si la ciudad o todo el mundo descubría que ella estaba embarazada, entonces todo se volvería un completo caos. Simplemente se volvería un completo caos porque las mujeres que había a su alrededor ya no iban a querer salir con él. Ya no iban a querer salir con él porque lo iban a comenzar a ver como un hombre casado y el lo sabía. Ésa era la principal razón por la cual no quería que nadie supiera lo que estaba sucedien
Había tenido que aceptar la propuesta que Lisa le había dado porque se había percatado que aquella propuesta era lo mejor que podía recibir. Los medios de comunicación ya se habían enterado sobre lo que había sucedido, todos los programas locales ya habían anunciado la noticia de qué se iba a convertir en padre. Sabía que no faltaba mucho tiempo para que su familia se comunicara con él, para exigirle de la peor manera que les explicara cómo es que todo había terminado de esa manera. Para exigirle como es que había embarazado a una mujer cuando se suponía que se cuidaba todo el tiempo. Conocía la perfección a su mamá y sabía que ella había estado totalmente obstinada a encontrar una esposa para él y el simple hecho de que él hubiera escogido a su esposa o se hubiera visto obligado a aceptar a su esposa, sin duda la pondría muy furiosa. Conocía a la mujer que le había dado la vida y estaba seguro que al enterarse que no podría escoger la mujer con la que se casaría su hijo, haría de t