Luis se levantó temprano por la mañana, encontrándose a su madre sentada en una de las sillas del comedor. Con una pequeña sonrisa se acercó a ella, tratando de conseguir que ella le viera.—Buenos días—le dijo antes de sonreírle suavemente por segunda vez. Lisa al escucharlo volteó a verle, regalándole una sonrisa.—Hola—le respondió suavemente antes de regresarle la sonrisa que le acababa de regalar Luis, ella en esos momentos se sentía destrozada por la pelea que habia tenido con Nick, pero incluso de esa manera decidió fingir que todo estaba bien porque lo que menos necesitaba en esos momentos era tener que estar arreglando los sentimientos de tristeza que sus hijos podrían tener en caso de que se enteraran de la pelea que habia tenido con su padre.Realmente le sorprendía la manera en la que ellos habian terminado por aceptar a su padre, ni siquiera lo habian cuestionado lo suficiente, le habia demostrado a ella que no les importaba en lo absoluto lo que él hubiera hecho en el
Nick Clark se encontraba sentado sobre uno de los elegantes asientos del restaurante más famoso de la ciudad, frente a él se encontraba una hermosa mujer rubia. Luciendo una perfecta sonrisa que a él comenzaba a hartarle un poco. La única razón por la que realmente se había tomado el tiempo de salir con ella había sido porque quería des estresarse de todo lo que estaba sucediéndole últimamente. Podía ver como algunas personas se le quedaban viendo, siempre solía sentir como lo observaban pero en esos momentos en verdad no quería ser vigilado por las personas. Sabía que si lo estaban viendo no era porque realmente estuvieran disfrutando de su presencia o de su belleza... sino que lo estaba viendo únicamente por lo que había sucedido con Lisa. Por suerte su rostro no había sido revelado por los medios de comunicación así que podía seguir manteniendo la pequeña cantidad de calma que tenía reservada. Estaba totalmente seguro que solo era cuestión de horas para que Lisa hiciera algún otr
Todos en la cena estaban totalmente incomodos, especialmente la familia de Nick que únicamente trataban de evitar mirar a Lisa. No querían que ella estuviera ahí, no querían que su hijo volviera a acercarse a ella.Ella no era estúpida, sabía lo que estaba intentando hacer la familia de Nick, estaba segura que querían que sus hijos se incomodaran. No pensaba permitir que aquellos millonarios la pisotearan. No cuando en el pasado ya había vivido esa experiencia. —Entonces, ¿En qué trabajan tus padres?—preguntó la madre de Nick antes de tomar un poco de aquel calamar crudo entre sus cubiertos chinos. Lisa sonrió ligeramente ante aquella pregunta.—No me gusta hablar de mis padres—respondió de inmediato.—Bueno, entonces... ¿Terminaste alguna carrera universitaria?Lisa se mordió los labios, simplemente le parecía absurdo que le estuviera preguntando todo eso cuando era evidente que cada uno de los miembros de la familia de Nick ya la había vigilado e investigado a fondo. El hecho de h
Incluso si estaba desesperado por la situación, si se sentía abrumado y quería salir corriendo ; De lo único que estaba totalmente seguro Nick Clark en esos momentos era de que necesitaba encontrar las palabras adecuadas para poder acercarse a sus hijos y poderle explicarles de la mejor manera el motivo por el cual se había ido durante tantos años. Ya se había peleado con Lisa y ellos lo habían notado, necesitaba hacer algo antes que todo terminara mal, Incluso si estaba dispuesto a decirles toda la verdad, sabía que no podía hacerlo porque necesitaba mantener activa la mentira que Lisa les había dado hace años. Sabía que Lisa no necesitaba quedar mal con sus hijos y aunque a veces deseara dejarla mal frente a ellos, no estaba dispuesto a hacerlo. No quería arruinar la imagen materna que sus hijos tenían hacia ella. Simplemente no quería que sus hijos tuvieran que pasar por lo mismo que pasó él, no quería que perdieran esa magia que él había terminado por perder ante todas las accion
Ambos se encontraban sentados en el lujoso sofá de La mansión en la cual habían decidido vivir juntos. Estaban observándose fijamente, sentados al lado del otro. Por un momento lisa bajo la mirada hacia sus piernas, observando el contrato que él le había entregado este unos cuantos segundos, estaba sintiendo una extraña vibra de parte de él. Una vibra que le decía que no debía de tomar nada que él le ofreciera.—Léelo—dijo él. Manteniendo su mirada fijamente en ella, lisa suspiró por un momento antes de comenzar a leer, estaba lista para encontrar cualquier mínimo error que pudiera tomarlo a su favor, estaba preparada para firmar a que el contrato pero no sabía si estaba preparada para tener que casarse con él.—¿Por qué tienes tanta prisa para casarnos por la iglesia?—preguntó ella. Él por un momento se mantuvo un completo silencio, desviando la mirada hacia cualquier lugar de su departamento, en realidad no era como que deseara por completo estar casado con ella. No quería pero hab
El sonido de la taza al caer al suelo se escuchó por todo el lugar. El café hirviendo cayendo por el suelo, esparciéndose por el mármol mientras la elegante mujer de vestido rosa dorado se levantaba de su asiento y gritaba con fuerza. Demostrándole a todo el restaurante que su voz podía abarcar todo el lugar sin necesitad de un micrófono o altavoz.—¿No te has dado cuenta de lo que has hecho?—gritó la rubia, sacudiéndose las ligeras gotas de café que habían caído en su vestido—¡Muerta de hambre, nunca podrás pagar por este vestido tan costoso!—Lo siento mucho, señorita... en un momento le traeré de nuevo su orden...lo que consuma esta noche correrá por mi cuenta.—¿Crees que este vestido vale lo mismo que unos mugrosos cafés?— preguntó la mujer antes que sus manos se dirigieran hacia el vaso de cristal de su mejor amiga, el cual al menos Lisa había logrado servir bien.— te voy a demostrar cómo se siente ser humillada— susurró antes de simplemente lanzar el vaso de café hacia su rost
Nick Clark se pasó la mano por la barbilla, observando como la mesa se encontraba en completo silencio, a pesar de no haber ni una sola silla vacía a su alrededor. Manteniendo la boca cerrada al mismo tiempo que se decidía por tomar un poco más de lujoso vino.El comedor se encontraba tan silencioso que incluso el sonido que causo el vino al caer sobre la copa parecía totalmente ruidoso.—No puedo creerlo, Nick, nuevamente estás en todo internet—comentó Karina, lanzando su teléfono celular de último modelo hacia la mesa— nuevamente eres el mujeriego más famoso de la ciudad.—¿Y qué tiene?— soltó con su típico tono de voz arrogante, despreocupado.—¿Qué tiene?— preguntó Karina nuevamente, entrecerrando sus ojos con suavidad— genial, mi día no puede estar yendo de mal en peor—susurró— ¡Primero una muerta de hambre me arruina el vestido que había comprado para esta noche y luego nuevamente tengo que soportar que mi nombre este siendo ultrajado por tu culpa!—Entonces quítate el apellido
La voz de Nick Clark se podía escuchar desde el interior de las oficinas, incluso sus pesadas pisadas en el pasillo. Esa mañana en específico había amanecido de mal humor, todo por culpa del bar que había visitado la noche anterior. Por primera vez había sentido que aquel bar le había fallado.Había dado unas vueltas en el lugar, en busca de una mujer que pudiera complacer los deseos nocturnos que habia tenido en esos momentos pero por más que habia buscado en el lugar, no habia conseguido nada. Anya había sido una opción pero no la habia tomado. No porque ella lo hubiera rechazado sino porque no la habia deseado. Ya se habia acostado con ella unas cuantas veces y simplemente el encanto se habia esfumado.Esa mañana le dolía la cabeza porque si algo había hecho la noche anterior habia sido beber como loco. Su tarjeta habia recibido un cobro de más de cinco mil dólares en bebidas pero no le importaba porque si algo tenía era suficiente dinero para gastar en lo que quisiera.Si algo no