Me le quedo mirando mientras se aleja y no hago más que enfurecerme. Odio cuando creen que pueden decirme lo que tengo hacer. Resoplo fuerte antes de dar la vuelta y volver con Trevor. Este está conversando alegremente con la mujer que apenas me ve llegar, me observa minuciosa. Ambos se ponen en pie.
―¿Y él dónde está? ―pregunta obvio por Junot.
―Se ha ido, dijo que tenía algo más importante que hacer ―hablo hacia Trevor.
―No me extraña, Regi es algo anticuado, pero en el fondo es un hombre agradable.
―Bueno, creo que debo irme también, ha sido un gusto charlar contigo Trevor ―la mujer dice.
No dudo que sea una excusa para salir en su busca y supongo que era a ella a quien se refería cuando mencionó eso de no tener orgullo ante el rechazo. Me sobresalto al sentir unos brazos que rodean mi cintura.
―Y a ti, ¿no te gustaría ir a otro lado más privado? ―pregunta cerca de mi oído, haciendo que se me erice la nuca y me tensione un poco cuando mue
―¡Anna a levantarse!La voz de mamá al otro lado y golpeando la puerta bastante ruidosa hacen que me despierte sin más remedio. Me incorporo rascando mi cabeza que es un enredado desastre, es sábado y por lo menos debería dejar que descanse cuanto quiero―. ¡Anna!Vuelvo a escucharla en lo que bostezo una maldición. A fuerza, bajo de la cama arrastrando la sabana y voy hasta la puerta.―¿¡Qué!? ―exclamo volviendo a bostezar.Ella me mira arrugando el ceño.―Deberías mirar tu reloj.―Y yo creo que tú deberías mirar el tuyo.―¡Anna! ―espeta cuando voy a darme la vuelta. Me vuelvo nuevamente hacia ella―, son las diez, y creo que ya has dormido suficiente.―¿En serio, mamá? ―pregunto poniendo cara de aburrida y ella frunce su boca refunfuñando.―Anda, toma un baño para que te despiertes que vamos a salir.―¿Salir?No me gusta esa idea, prefiero seguir durmiendo.―Sí, salir, haremos las compras para la des
Reginald════⁂════Debí haber pensado que era lógico que me la encontraría aquí. No lo auguraba, pero lo era al ser precisamente la hermana de Emma. Confieso que era otra de esas cosas que no quería hacer, pero al ser Rothschild un nuevo aliado en el mercado fue difícil negarme. Al principio ella parecía sorprendida de verme, pero luego es como si se hubiera transformado, inclusive me mira con malicia y me da la impresión de que se ríe de algo como una diablilla.Dos noches, dos coincidencias. Quizás es un mal presagio porque cuando más quieres ignorarla parece que el destino se empeña en que le tenga presente. Sin embargo, ella no es como su hermana, quien a pesar de mostrarse intimidada la primera vez que llegó a mi oficina, al final descubrí que no era fácil de amedrentar y podría afirmar que tenía algo de buen carácter.En cambio, esta chica es todo lo contrario y del tipo al que debes mantener muy lejos de ti si no q
Anna════⁂════Estoy enojada conmigo misma, ¿por qué debería contarle cosas a Junot que mínimo ni le interesan?Es la premisa con la que me he quedado todo el fin de semana, luego de esos dobles encuentros y de sacar mi propia conclusión y que no me parece muy errada. Emma le gusta y no lo negó, por lo menos no de forma tan convincente como debería. Tal vez eso fue lo que me enojó y terminé diciendo estupideces que vuelvo y me repito, no le interesan. Tampoco debería estresarme por eso y, por el contrario, debería burlarme por su desfase porque tristemente para él se ha fijado en la persona equivocada.Hoy de nuevo empiezo la semana, he llegado temprano y estoy aquí como la muñeca vigilante del mostrador. Él no ha llegado, pero Clara sí, e incluso con mucho más tiempo que yo. Es real que admiro la devoción de esa mujer con el trabajo. Si fuera más joven pensaría que solo intenta impresionar al jefe, pero es vieja y está c
Resoplo con fuerza antes de preguntar, porque, aunque debería alegrarme que me contacte luego de lo que pasó, por alguna razón me no es que me impacte tanto. Sin embargo, no me desagrada del todo.―¿Qué cosa? ―pregunto.―Que reconozcas mi número ―responde.Me contengo de bufar y retengo la risa que me da por lo que ha dicho. No porque me sorprenda, sino porque me resulta extrañamente lindo, que siendo como se ve de coqueto eso diga esas cosas tan cursis.Aunque en realidad no me lo he aprendido porque esté interesada, solo tengo buena memoria para los números.―Vale ―prosigo sin saber que más decir.―¿Sigues en el trabajo?―No, ya voy de salida ―respondo yendo directo a mi auto.―¿Sigue siendo un trabajo muy aburrido?―Era un decir ―repongo poniendo los ojos en blanco.―¿Me dirás donde trabajas?―No creo releva
Reginald════⁂════―¿Y bien, señor? ―Clara pregunta.He terminado de revisar lo que le había encomendado para Anna y para mi non grata sorpresa no lo ha hecho nada mal. La verdad esperaba que fuera todo lo contrario; sin embargo, tal vez no sea una alumna responsable con sus asistencias, pero a lo mejor si es algo aplicada. Sería la respuesta a lo que ha hecho, a menos, que hubiera hecho trampa; pero me había asegurado de que fallara y solo entregara una estupidez.Debo admitir que los cálculos para un proyecto financiero hipotético están bien, aunque la lógica utilizada podría ser suerte. Clara se mueve a mi lado y tengo que espabilarme, sin embargo, no puedo evitar tenerle mala fe a esa chica.―Están muy bien planteados ―comenta.―Eso pensé también ―admito con poco de malagana―. Sin embargo, no prueba nada de sus habilidades.―Quizás, pero con esto puede empezar a ver que tiene hab
No sabía si llorar o alegrarme de que Junot se haya detenido por fin frente a mi mostrador y solo para decirme que tenía que almorzar con él. Qué contradicción, porque justo hablaba con Trevor que ha vuelto a llamarme como prometió, pero tuve que declinar su invitación para almorzar. Ni modo, porque para mi mala suerte tengo que obedecer al jefe. Miro el reloj de nuevo, lo he estado revisando a cada rato y no sé por qué me tengo que tomar en serio eso de “doce del mediodía, en punto”.¡Dios! Es tan abstracto que me resulta paranoico. Es claro para mí que no nos llevamos bien y que para nada soy de su devoción, y que preferiría tener a sus órdenes a alguien más dócil como Emma.¡Emma, Emma!¿Por qué tengo que estar siempre a su sombra?Me enoja tanto la comparativa que me hace querer llorar. El pensamiento me frustra; pero luego me sacudo la molestia de encima porque si algo sé es que también soy capaz. Quizás no hago las cosas como ella y sí a mi modo, pe
Reginald════⁂════Supongo que tenía una opinión algo discordante sobre Annaline; y que sin duda es todo lo opuesto a su hermana, pero debo admitir que a pesar de su edad tiene algo de carácter y un fuego en la mirada que admito, también me alebrestan un poco enredándome en sus tretas. En principio me resultaba poco interesante fijarme de más en ella, pero ahora creo que quizás podría descubrir el diamante en bruto que lleva dentro y al que solo hace falta pulir un poco.¿Pulir un poco?¡Válgame, Dios! Por qué estoy citando al idiota de Trevor.Está todavía en mi oficina, y me mira entonando la mirada. Dentro de su cabezota debe intuir que estoy pensando tonterías sobre ella.«Es solo una chiquilla irresponsable que se cree madura», me digo mientras su mirada se agudiza sobre mí.―En el fondo piensa que no puedo hacerlo, ¿verdad? ―emite con un deje retador en el tono.Ella siempre parece adivinar mis pensamientos, intentando pasarse de lista.―Si pensara eso, no le habría citado a mi
Anna════⁂════Seguro que debo estar de suerte para que en este día Junot haya decidido que existo y que soy útil. Me ha sorprendido con su orden disfrazado de petición para que le acompañe a un lugar que no tengo ni idea de a donde es, ya que básicamente sus palabras fueron, “deje lo que está haciendo y venga conmigo”.Sí que debo estar de mala suerte, me corrijo porque su cara desde que salimos del edificio ha sido todo un amargado poema, y para completar no ha dicho una sola palabra. Lo que me hace pensar que debe estar costándole un pulmón solicitar mi compañía; sin embargo, si es así, por qué se empeñó en que viniera con él.―¿No va a decirme a dónde vamos? ―Me atrevo a preguntar.Él, medio se ladea solo para fruncir el ceño.―Ya lo sabrá apenas lleguemos ―responde más seco que una estopa.―¿Por qué tanto misterio, señor Junot?―No hay ningún misterio.―Para mí sí porque no ha dicho más nada que ordenarme que vaya con usted.―Soy el jefe, así que puedo ordenarle cosas ―repone aut