De verdad que no lo espero, pero Junot es tan impredecible, que un día te dice que eres una chiquilla frívola e irresponsable y al otro te designa trabajo de peso y te termina llevando a una caravana de moteros millonarios.
«Sí que es impredecible», pienso mirándole, sonriendo por dentro porque como dije, no se la voy a hacer fácil y no sé si le haga tragar sus palabras, pero voy a intentarlo. Él me mira con mucha fijeza mientras yo dibujo tonterías mentales sobre él lanzándose sobre mí, porque parecía ser el punto, y no que fuera a hacerlo, sino que yo lo pensara como lo estoy haciendo ahora.
Sacudo mi cabeza.
―Ya debería dejar el drama.
―¿Drama?
―Sí, no soy tan obtusa como usted y tengo claro que compartir esta habitación no significa nada. Por lo menos para mí no.
―Vaya, sí que es buena para conjeturar las cosas.
―Es lo que ha insinuado.
―Tal vez, pero quédese tranquila, no voy a saltarle encima ―dice dando en el clavo de mi
Reginald════⁂════La disciplina es la base de toda buena educación.Eso decía Franç y yo le creí, porque si haces las cosas de forma irresponsable jamás lograrás nada, o, si lo logras, no reflejará lo constante que fuiste o cuanto te esforzaste. Una mala impresión suele dañarlo todo y supongo que eso es lo que pasa con Anna. Y no niego que eso es lo que tengo de ella desde un comienzo. Una muy mala impresión que pensé se agrandaría con el tiempo, pero parece ir decreciendo, y debo estar loco para querer contribuir a ello.¿Por qué me importaría hacerlo?«Supongo que trataré de averiguarlo con un poco de mano dura», medito mirando a mi alrededor. Hemos bajado a almorzar con todo el grupo y como siempre Arthur se ha encargado de que todo sea de lo mejor. Cada año uno del club se encarga de organizarlo. Franç lo hizo por varios años, e incluso la primera vez que le tocó fue cuando me trajo porque Betty estab
Anna════⁂════Tengo que admitir que el actuar de Reginald me ha dejado de una pieza y no solo por lo que había visto ―y madre mía, qué grande―, sino también porque lo que estaba sintiendo apretado contra mi vientre, ahora me ha hecho caer en la cuenta de lo que hice. Supongo que estaba demasiado enojada por encontrar la maldita puerta cerrada cuando pretendí salir, que no medí mis acciones y menos, tuve en cuenta que estaría desnudo dentro de la ducha. Sí, nadie se baña con la ropa y no creo que Junot llegue a ese grado de superficialidad. No obstante, no fue hasta que le vi que supe que había sido una imprudente bastante impulsiva, pero ya lo había hecho y a él no pareció molestarle que le viera sus partes, y me da la impresión de que va en serio con esa estupidez que dijo.―Debe estar bromeando con eso, pero le advierto que se le
Reginald════⁂════Anna…¿Por qué debería perder mi tiempo pensando en ella?¡Qué estupidez!Nada salió como planeaba, aunque básicamente no lo hice. En realidad, no he planeado nada de lo que ha ocurrido con ella y ha sido más un producto de la improvisación. Cosas que no haría de manera regular.―¿En qué tanto piensas? ―Esa es mamá.Me vuelvo hacia ella y me sonríe. Lo hace porque debo verme bien amargado luego de no parar de pensar en ello.¡Maldición!―Nada importante ―respondo, aunque no sé si lo es―, ¿qué opinas? ―pregunto mirando a mi alrededor.Ha insistido en ver cómo van los arreglos de la casa y no he podido evitarlo, y la verdad no me interesa mucho perder tiempo supervisando algo que hará la diseñadora. A la final, no me interesa cómo quede y todo es más bien por complacerlas.―Me gusta el amarillo que escogiste ―responde y yo exhalo hondo.―No fue mi elección, realmente ―corrijo y ella arruga un poco la cara.―Fue de la hermana de Emma, pero a Marie le encantó, además de
Anna════⁂════―¿Pasa algo, señorita Hasburg? ―la pregunta me toma desprevenida.Me vuelvo algo azorada y es la señora Thorne. Me recompongo en la silla y pongo una agradable ―y muy fingida―, sonrisa. Ella entorna la mirada y yo los pongo en blanco.―No ―respondo―, ¿es que me veo mal? ―agrego y ahora sus cejas se alzan.―Parece andar suspirando por algo o alguien ―dice y la que abre los ojos soy yo ahora.―Sí que está atenta ―murmuro bajo y ella achina la mirada.―Tome ―pone sobre mi escritorio unas cuantas carpetas―. Son sus siguientes análisis ―agrega.―Gracias ―digo recibiéndolas.―Cuando los tengas listos puedes dejarlos en mi escritorio. Seré yo quien los revise de ahora en adelante.―Ah, sí, ¿ya no lo hará el señor Junot?―La idea de estos trabajos fue mía, ha visto que l
De verdad quería saber para qué me ha venido a buscar, pero como siempre pasa con él, solo lo averiguaré cuando hayamos llegado a donde sea que vayamos. Me muerdo la lengua para no preguntarle porque la verdad con él parece que todo lo que digo o hago al final es usado en mi contra.―¿A dónde vamos?Bien, no aguanto la incógnita. No luce de buen humor, pero será cabrón, debería ser yo quien se sintiera enojada. Él me mira de lado y de reojo.―Ya lo sabrá.―Es hora de mi almuerzo, me disponía a comerlo ―expongo mostrándole mi caja de comida.Él apenas la mira. Nos detenemos frente a su conductor que viene a él bastante diligente y él le hace un gesto de freno con su mano.―Puedes tomar el tiempo libre, yo conduciré ―le dice haciendo que otra vez abra los ojos pensando que algo se trae entre manos para que deje de lado a su conductor y prefiera manejar él.Aunque ya lo ha hecho al manejar una moto ―cosa que realmente me sorprendió―, per
Reginald════⁂════Quería que fuera mía y de nadie más, y no había tardado en descubrirlo porque de verdad que lo deseaba. Hacía mucho, no besaba a nadie, no con las ganas con que lo hago con ella. Ella sigue mirándome entre sorprendida y espantada cuando rompo el beso. Su mirada excitada y los labios rojos e hinchados me vuelven loco. Entonces siento que no quiero detenerme. Llevo las manos debajo de la falda del vestido.Un poco inusual porque no es lo que le gusta llevar puesto, y aunque también me gusta verla con esos vestidos cortos y provocativos como un pecado culposo, prefiero que los use feos y largos para que no llame la atención de nadie; sin embargo, ella es llamativa y así llevara una sábana enrollada haría que cualquiera le mirase. Aprieto su pequeño trasero. Ya había tenido el gusto de tocarlo y palparlo, pero esperaba poder hacerlo de nuevo.Su mirada es de contrariedad, con los labios entre
Anna════⁂════En estos momentos me encuentro en una especie de shock agudo. Me ayudaría pensar que no lo he disfrutado, pero es todo lo contrario. De las cosas que no imaginaba que pasarían con Junot ―aunque las fantaseara―, esta era una de ellas y de algún modo estoy tan satisfecha con cómo ocurrió que no puedo quejarme.Me gusta esa posesividad en la que no quieres dejar que nadie toque lo tuyo. Es lo que sentí cuando se adueñó de mi cuerpo y quizás todo mi ser, porque dejé de pensar en aquellos anhelos de grandeza por obtener una retribución bastante grande por aquello que tenía intacto entre las piernas, y que deseaba sacar la mejor cantidad. Contrario a lo que pensaba, no he sacado ni un centavo, y tampoco un orgasmo en todas las reglas, pero he conseguido una experiencia que no creo que olvide nunca porque simplemente se trata de él. El presuntuoso y prejuicioso de la rectitud, Reginald Junot.Aprieto mis muslos y muerdo mi labio inferior de solo pensar en lo que acababa de pas
Reginald════⁂════Creo que esto es una locura en la que jamás creí que caería; sin embargo, Anna, a su modo ha sabido atraerme como la mosca a la leche deseándole más que a cualquier otra cosa, y lo peor es que no me arrepiento. Ella aún permanece en el baño, así que me encargo de traer sus cosas a la habitación. También he sacado un traje para mi reunión de las cuatro. Tomo el reloj que he dejado en la mesita para mirar la hora, y es cuando ella sale.―¿Qué hora es? ―pregunta apretando el nudo de la bata de baño que le queda grande.También lleva otra toalla en la cabeza.―Faltan diez para las tres ―respondo.―¿Ya llegó el almuerzo? ―sigue preguntando.―No tarda. ―Vuelvo a responder observando cómo se abraza a sí misma. Me pregunto que estará pasando por su cabeza. Lo pienso por su expresión al abrir la boca para decir algo más, pero se detiene porque el timbre suena en ese momento―, ya llegó ―anunc