Eros.
–Un gusto haberte conocido, Francine, pero yo tengo que irme, debo establecer una estrategia…
–Tu no vas a ir a ningún lado, dile a alguien más que haga por ti lo que tienes que hacer – mi padre chasquea la lengua – tu vas a llevar a Francine a almorzar. Tienes hambre, ¿Cierto Francine?
Ella frunce los labios pequeños y rosados antes de contestar – por supuesto – dice.
–No tengo tiempo.
–No te estoy preguntando, llevarás a Francine a almorzar y recuerda que te está hablando el ministro.
A mi padre no le gustan los juegos, está acostumbrado a que la gente haga lo que se le dé la gana, quizá de él heredé este carácter de mierda que tengo, lo conozco demasiado como para saber que no tengo otra opción más que llevar a esta mujer a un almuerzo en el que definitivamente ninguno de los dos va
Eva.–Esa mujer se ve demasiado estirada – bufa Gigi mirando a la chica que está con Campbell.–La mujer es guapa, no seas injusta – ruedo los ojos – no hay necesidad que la trates como a un bicho raro, Campbell puede estar con quien se le dé la gana – ambas nos sentamos en una mesa desde donde tenemos una vista perfecta de todo lo que está sucediendo entre el par ese - lo de nosotros solo fue un error.–Aja – Gigi levanta una ceja y me mira con incredulidad – puedo ver en tus ojos que te está matando el hecho de que esté con esa mujer, no tienes que mentirme, ni a mí, ni a ti tampoco… Ahora que lo pienso, es curioso verte con esa mirada de loca dispuesta a matar, nunca te había visto así con Aaron, nunca lo has celado con nadie.–Porque Aaron no me da motivos, ¿Cuándo vas a entender que Aaron es como el
Eros.La teniente James me mira como un niño miraría a un dulce, es muy graciosa la forma en que sus ojos brillan, la tengo comiendo de la palma de mi mano, no puedo creer que no me hubiera dado cuenta de eso sino hasta ahora, creo que he estado demasiado ocupado metido entre las piernas de Eva como para haber visto que James está botando la baba por mí.–Si, esta noche estaría genial – ella juega con sus manos de forma nerviosa.–Te daré la dirección del restaurante – digo, y entonces mis ojos viajan a las dos mujeres que están detrás de James, más específicamente a Eva, que me mira como si le estuviera apuntando con un arma en la sien – ¿Sabes qué? Podemos cenar en mi departamento, ¿Te gusta la comida italiana?–Me encanta la comida italiana – ¡Joder! A esta mujer lo único que le falta
Eva. –Maldito descarado de mierda – refunfuño e intento acelerar el paso para alcanzar a Zoé que se fue de aquí hecha una furia, y no la culpo, la verdad es que yo me siento igual o peor que mi mejor amiga.Veo la espalda de la chica y camino detrás de ella, sin embargo, volteo la cabeza ligeramente a la izquierda y entonces mis ojos se cruzan con el cuerpo alto y fornido de Eros que tambien se aleja de donde estábamos hace unos minutos, mi cordura me dice que siga a Zoé, que ella es lo único importante ahora y que no debo ir a buscar pelea con su hermano. Eso es lo que me dice mi sentido común, sin embargo, mis piernas me obligan a girar a la izquierda para seguirlo.–Tú de verdad que eres el mayor idiota en este mundo, ¿Cierto? – le grito, cuando estoy lo suficientemente cerca de él.Veo como sus hombros crecen y se endere
Eva. Siento el dolor de cabeza instantáneo, no solo por el halón de cabello y porque James no ha quitado sus manos de encima mío, sino, además, por el impacto de mi cuerpo chocando con el césped recién cortado, ¡Joder! Creo que me he dado con una piedra, porque me duele demasiado el costado derecho del torso.–¡James, suéltame! – le pido a la mujer mientras intento neutralizar sus manos, pero al igual que yo, Savannah tambien cuenta con entrenamiento militar y es una de las mujeres más fuertes de toda la jodida base, se la pasa en el gimnasio en su tiempo libre. A pesar de estar construida a base de cirugías tambien ha tenido que mantenerlas con dieta y ejercicio.–¡James, esto se nos ha salido de las manos! – sigo gritando mientras hecho un vistazo alrededor, ¿Qué se hicieron todos los saldados de la base? Qué mom
Eva. –Acabo de llegar al departamento, voy a arreglarme, Aaron no tardará en venir por mí.–¿Estás segura de que esta vez no te dejara plantada? – me molesta Gigi.–No estoy de humor, amiga – tiro mis cosas en el sofá y suelto un bufido – ha sido un dia jodidamente extraño.–Lo entiendo, de verdad espero que la pases muy bien – suspira – y Eva, deja de matarte la cabeza por cosas que no tienen importancia, James no es importante y Campbell tampoco debería serlo, disfruta de esta noche, te lo mereces y en el fondo espero que Aaron te trate como toda una reina.–Ya te contaré después – digo sin mucho ánimo – hablamos mañana, amiga – cuelgo el teléfono y entonces comienzo a desvestirme a lo largo de todo el departamento, cuando llego a la ducha ya estoy completamente desnuda
Eros. James se ve jodidamente bien, sus pechos están apretados en una blusa que deja muy poco a la imaginación, tiene una falda negra que deja ver la longitud de sus piernas blancas, ella no ha dejado de moverlas, es obvio que quiere que la note y yo no pienso decepcionar a la mujer, pero al mismo tiempo, no puedo dejar de notar los rasguños que tiene en el cuello.–Eso que hiciste esta tarde fue una estupidez – corto de repente la ridícula historia que me está contando sobre sus padres y el último viaje en el que fueron juntos.–¿Que? – me mira confundida.–Hablo de la pelea con Larsson, fue una idiotez, una indelicadeza por no decir otra cosa.Ella se remueve incomoda en su asiento y se baja la falda, ¡Como si ya no le hubiera visto hasta la ropa interior! Es que desde donde estoy puedo saber a la perfección que tiene puesta unas bragas c
Eva. –Te veré en el campo de artillería, no tardes en llegar – me pide Aaron al tiempo en que se aleja de mí. Después de recibir la alerta, Aaron me despertó con afán y no tardamos ni cinco minutos en estar en la base de nuevo, esto es serio, que las águilas negras estén rodeando un pozo petrolero de tanta importancia significa un combate, y mi experiencia me dice que siempre que hay combate, tambien hay muertos y heridos inocentes.Subo corriendo a mi habitación mientras paso alrededor de los soldados que corren para hacer formación y esperar las ordenes de nosotros los altos mandos, cuando me meto dentro del cuarto, me quito rápidamente el vestido y no tardo en ponerme el uniforme y el equipo que requiere una situación como esta, me pongo el chaleco antibalas y el resto del equipamiento.Salgo del lugar y corro nuevamente a artiller&i
Eva. Ya conozco a Eros cabreado, creo que he compartido bastante tiempo con él como para reconocer cuando esta que mata y come del muerto, pero es que ahora se ve peor, su rostro bajo la luz de la luna lo hace ver como un ser mitológico al que yo personalmente, le tengo miedo, mi instinto básico me dice que corra lejos de él, pero la Eva que aún es sensata sabe que debe enfrentarse a las consecuencias de sus actos estúpidos e irresponsables. –¡Te dije que no lo hicieras! No, corrijo, no te lo pedí – me grita – te ordené que te quedaras donde estabas, que cerraras la puta boca y que por una vez en tu miserable vida atendieras a mis palabras – sus fosas nasales se expanden a medida que llena sus pulmones de aire y lo deja escapar – ¡Una cosa, Larsson! ¡Una maldita cosa y no fuiste capaz de escucharme! Quiero saber por qué – sigue v